En la primera mitad del siglo XVI, durante la conquista del Río de la Plata, una mujer, mediante una especie de memorial, solicita a la corte que le conceda a su marido una serie de beneficios por su actuación como militar en la zona. Al solicitar, describe las hazañas militares y sobre todo la recreación de la vida cotidiana en aquellos territorios lejanos del Imperio.