Description:LOS dos jinetes se detuvieron en el claro del bosquecillo. Uno de ellos llevaba las manos esposadas, y el otro una placa de los Rurales de Tejas en el pecho.—Acamparemos aquí, Richard—dijo el rural.—Muy bien—encogió los hombros el prisionero—. Tú eres quien manda aquí, Rock.El rural dirigió una mirada de soslayo a su prisionero.—Espero que no lo olvides. Desmonta.Desmontaron los dos. El hombre que llevaba las manos esposadas no parecía encontrar por ello grandes dificultades para moverse. Sin embargo, cuando ya hubo puesto pie a tierra, se quedó mirando al rural.Y éste se dio cuenta.—¿Qué ocurre, Richard?—Vamos a acampar, ¿no? —gruñó Richard Henson.—Exactamente.