Si de la salud de los mandatarios y los líderes depende el bienestar de millones de personas, ¿no es legítimo considerarla de altísimo interés público? A contramano de este concepto de profunda raíz republicana, el kirchnerismo trató de entorpecer el trabajo informativo y ocultar en lo posible la verdad siempre que Cristina Fernández de Kirchner presentó un problema de salud. Guiado por su deber periodístico y su genuino interés como ciudadano y médico, Nelson Castro revisa en este libro claro y valiente las discrepancias en torno a errores de diagnóstico y aspectos de criterio médico cuestionables cada vez que la Presidenta, o su fallecido esposo Néstor, se vieron afectados por enfermedades que pusieron en riesgo sus vidas. Desde el síndrome de Hubris -verdadero mal causado por el poder en todos los ámbitos-, y la increíble extirpación de la tiroides por un cáncer que no fue, hasta la revelación de la atrofia frontal, fuente de controversia entre algunos de sus médicos tratantes, los desaciertos en el manejo de la salud de CFK ponen en el centro de la escena a la Unidad Médica Presidencial, ámbito dominado por la intriga y el temor a los vaivenes anímicos y a las reacciones imprevisibles de su poderosa paciente.