Description:La puerta del camerino retumbó al impulso de unos golpes perentorios. —¡A escena, señor Miller! —gritó una garganta afónica desde afuera. Jim Miller se dio dos toques más de maquillaje rojo, se echó atrás en la silla y se contempló en el espejo. El espejo le devolvió la imagen de Satán. Era la caracterización preferida de Jim Miller. Todas las tardes encarnaba el papel de Satanás en el drama de Troy Campbell, titulado El hombre que vendió su alma por un harén. La obra tenía mucho éxito. Se había representado cientos de veces en docenas de teatros de los pueblos de Texas.