Frida Modak (coord.) Salvador Allende Pensamiento y acción Allende, Salvador Salvador Allende : pensamiento y acción / Salvador Allende ; coordinado por Frida Modak - 1.ª ed. - Buenos Aires : Lumen / FLACSO-Brasil / CLACSO, 2008. 384 p. ; 22x15 cm. ISBN 978-987-00-0799-9 1. Historia Política Latinoamericana. I. Modak, Frida, coord. II. Título CDD 320.980 © Frida Modak, 2008 Coedición con: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - Conselho Latino-americano de Ciências Sociais Secretario Ejecutivo: Emir Sader Secretario Ejecutivo Adjunto: Pablo Gentili Av. Callao 875 | piso 5.º | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | Argentina Tel. [54 11] 4811 6588 | Fax [54 11] 4812 8459 | e-mail [email protected] | web www.clacso.org Faculdade Latino Americana de Ciências Sociais-Sede Acadêmica-Brasil Director:Ayrton Fausto. SCN Quadra 6 Bloco A Sala 602 Edifício Venâncio 3000 CEP70716-900 Brasília-DF-Brasil Telefax (5561) 33286341 - 33281369 email: [email protected] / www.flacso.org.br Las designaciones utilizadas en las publicaciones de FLACSO, las cuales están en conformidad con la práctica adoptada por las Naciones Unidas, así como la forma en que aparecen en las obras, no implican juicio de valor por parte de FLACSO en lo referente a la condición jurídica de ningún país, área o territorio citados o de sus autoridades o, aun, en lo concerniente a la delimi- tación de sus fronteras. La responsabilidad por las opiniones contenidas en los estudios, artículos y otras contribuciones son de responsabilidad exclusiva del (los) autor(es) y la publicación de los trabajos por FLACSO no constituye endoso de las opiniones en ellos expresadas. De igual forma, referencias a nom- bres de instituciones, empresas, productos comerciales y procesos no representan aprobación por FLACSO, así como la omisión del nombre de determinada institución, empresa, producto comer- cial o proceso no debe ser interpretada como señal de desaprobación por parte de FLACSO. Hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Todos los derechos reservados. LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINA PRINTED I El nombre encontrado* E n la sierra mexicana de Nayarit había una comunidad que no tenía nombre. Desde hacía siglos andaba buscando nombre esa comunidad de indios huicholes. Carlos González lo encontró, por pura casualidad. Este indio huichol había venido a la ciudad de Tepic para comprar semillas y visitar parientes. Al atravesar un basural, recogió un libro tirado entre los desperdicios. Hacía años que Carlos había aprendido a leer la lengua de Castilla y, mal que bien, podía. Sentado a la sombra de un alero, empezó a descifrar páginas. El libro hablaba de un país de nombre raro, que Carlos no sabía ubicar pero que debía estar bien lejos de México, y con- taba una historia de hace pocos años. En el camino de regreso, caminando sierra arriba, Carlos si- guió leyendo. No podía desprenderse de esta historia de horror y de bravura. El personaje central del libro era un hombre que ha- bía sabido cumplir su palabra. Al llegar a la aldea, Carlos anun- ció, eufórico: —¡Por fin tenemos nombre! * De Memorias del fuego. 7 Salvador Allende / Pensamiento y acción Y leyó el libro, en voz alta, para todos. La tropezada lectura le ocupó casi una semana. Después, las ciento cincuenta familias vo- taron. Todas por sí. Con bailares y cantares se selló el bautizo. Ahora tienen cómo llamarse. Esta comunidad lleva el nombre de un hombre digno, que no dudó a la hora de elegir entre la traición y la muerte. —Voy para Salvador Allende —dicen, ahora, los caminantes. Eduardo Galeano 8 Salvador Allende y las ciencias sociales E l Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Académica Brasil (FLACSO-Brasil), presentan, en ocasión del centenario del nacimiento de Salvador Allende, esta antología realizada por Frida Modak que compila algunos de sus más célebres textos y discursos. La imagen de Allende comúnmente difundida en la región re- fiere al político íntegro, consecuente, mártir representante de la iz- quierda, Presidente de la República de Chile democráticamente elegido en 1970 y víctima del golpe de Estado encabezado por Pi- nochet el 11 de septiembre de 1973. Aunque positiva, esta imagen no da cuenta de un hombre cuyos aportes al conocimiento de los procesos políticos de la región y del mundo fueron, sin lugar a du- das, invalorables. En esta cuidadosa selección, Frida Modak —quien fuera su Se- cretaria de Prensa— rescata las principales reflexiones de Allende sobre la práctica política y sobre la relación entre la democracia y la construcción pacífica del socialismo. Emerge entonces, de estos textos, un Salvador Allende cuyos aportes y contribuciones resultan cada vez más actuales para 9 Salvador Allende / Pensamiento y acción aquellos que nos identificamos como científicos sociales compro- metidos con el desarrollo y la integración de nuestras sociedades en el marco de la defensa irrestricta de la justicia social. Además del homenaje a Salvador Allende en el centenario de su nacimiento, pretendemos con esta edición difundir, entre aca- démicos, políticos y ciudadanos latinoamericanos, reflexiones que en mucho podrán enriquecer a todos aquellos que luchan para hacer realidad los ideales y las aspiraciones por los cuales él entre- gó su propia vida. Reiteramos aún nuestra deuda de gratitud a un Presidente que concedió durante su gobierno “el asilo contra la opresión” a cen- tenares de colegas científicos sociales forzados al exilio por gobier- nos militares en los diversos países de la región. Brasilia y Buenos Aires, junio de 2008 Emir Sader Ayrton Fausto CLACSO FLACSO-Brasil Secretario ejecutivo Director 10 PRINTED I Allende, ¿político o estadista? Almino Affonso* N ada es más oportuno que la iniciativa de reunir en un libro, en el centenario de su nacimiento, discursos y textos del presidente Salvador Allende. Pasados tantos años del golpe de Estado de Pinochet, algunos no tienen claro, al mirar las realizaciones del gobierno de la Uni- dad Popular, que el presidente Allende definió el rumbo de aque- lla gesta heroica, y suponen que su gobierno fue la resultante de las influencias de los liderazgos del Partido Socialista y del Partido Comunista. No tengo a mano sus declaraciones durante su memorable campaña electoral, ni tampoco sus discursos, ora contundentes, ora marcados por el juego de la habilidad, durante el ejercicio de su gobierno. Sin embargo, como exiliado político en Chile, pude acompañar aquel período candente y puedo afirmar, sin ánimo laudatorio, que no se puede entender su obra administrativa sin vincularla con las orientaciones de su pensamiento político. Estoy * Exdiputado federal. Exministro de Trabajo y Previsión Social. Exvicegobernador de São Paulo. Exconsejero de la República. Presidente del Consejo Consultivo de FLACSO-Brasil. 11 Salvador Allende / Pensamiento y acción convencido de que ninguna de sus principales realizaciones fue re- sultante de la improvisación. Esto presupone el estadista al diseñar la arquitectura del mañana. Basta recordar el enunciado fundamental: el gobierno de “tran- sición al socialismo”. No osaba reconocerlo como socialista. Pero no perdía la claridad respecto del rumbo... Constituido a través del proceso electoral, el gobierno (que Allende soñó) se proponía rea- lizar la hazaña histórica de edificar una sociedad socialista y ele- gía como modelo la vía pluralista, democrática y pacífica. ¿Podría existir un desafío mayor? Todos los cambios que promovió, con valentía inigualable — desde la nacionalización del cobre y la red bancaria, la amplia- ción de la reforma agraria, la incorporación al área social de las industrias de carácter monopólico—, se sometían al axioma “vía pluralista, democrática y pacífica”. A través de estos tres principios (que desafiaban el orden cons- tituido), Allende recordaba la predicción de Engels: “La evolución pacífica desde la vieja sociedad hacia la nueva puede ser concebi- da en los países donde la representación popular concentra en sí misma el poder.” ¡Yo vi de cerca este gran sueño! Y conmigo, tan- tos otros exiliados que habían vivido el derrumbe del gobierno de Goulart. Por esto mismo, desde ahora puedo escribir: si algún día, en la historia de los pueblos, una sociedad socialista logra implantarse democráticamente y en pluralismo, el nombre de Salvador Allen- de será invocado como héroe, así como hoy yo lo recuerdo entre la utopía y la bravura. São Paulo, 15 de abril de 2008 12 Introducción A cien años de su nacimiento y próximos a cumplirse treinta y cinco de su desaparición física, el pensamiento y la acción de Sal- vador Allende no sólo conservan plena vigencia, sino que en el contexto actual su figura se yergue como la del hombre que con visión de futuro buscó cambiar el esquema en que se pretendía mantener encajonado no sólo a su pueblo sino a todos los pueblos así llamados en desarrollo o subdesarrollados. Su trayectoria tiene una consecuencia poco frecuente, que que- da plasmada en los planteamientos que formulara tanto en el plano nacional como internacional, como dirigente político y so- cial, como parlamentario y como gobernante. En esta selección de textos hay discursos completos y fragmentos de intervenciones en distintos ámbitos, con años de distancia, y todos van perfilan- do lo que sería su programa y su gestión como Presidente de la Re- pública. Le correspondió gobernar cuando ya se manifestaban los pri- meros síntomas de la crisis del orden impuesto al término de la se- gunda guerra mundial, como lo expuso en abril de 1972 al inau- gurar la tercera reunión de la UNCTAD, que se efectuó en Chile. En su permanente defensa de los intereses nacionales, advirtió de las consecuencias que tendrían sobre América Latina y Chile, en par- 13 Salvador Allende / Pensamiento y acción ticular, las políticas destinadas a mantener la hegemonía estadu- nidense. Llamó la atención sobre el endeudamiento externo, señalando que por su carácter usurario llegaría un momento en que los paí- ses deudores no podrían hacerle frente, como ocurrió sin que por ello quedaran liberados de una deuda cuyo monto original ya han pagado muchas veces. Le dolía la pobreza y le preocupaba el futuro de los jóvenes, a los que les reconoció un papel protagónico en los cambios que se impulsaban, y creó la Secretaría de la Juventud. Creó también la Secretaría de la Mujer, no para contraponerla al hombre, sino pa- ra impulsar la participación de la pareja humana. La nacionalización del cobre, el acero, el hierro, el salitre y el carbón; la incorporación de un millón de personas al consumo en el primer año de su gobierno, invirtiendo los porcentajes de cesan- tía en términos que eliminaban la pobreza extrema; la profundi- zación de la reforma agraria, la dignificación del pueblo mapu- che, la incorporación de las clases medias a la previsión social, el área social de la economía, el medio litro de leche diario para los niños y el acceso de los trabajadores a la universidad en un clima de creciente participación popular son hitos importantes de sus ca- si tres años de gobierno. Ése era el rostro del Chile allendista cuando Estados Unidos ar- mó y financió el plan desestabilizador que culminó con el golpe militar, plan que se sigue aplicando a los países que procuran su plena independencia y el rescate de sus recursos naturales. Hoy, cuando la hegemonía estadunidense tambalea, y junto con ella todo el tinglado de posguerra, la crisis del modelo neoliberal y glo- balizador nos sitúa en la misma disyuntiva de 1970 y reafirma la vigencia del pensamiento y la acción de Salvador Allende. El pueblo chileno siempre lo ha sabido y lo expresa de diferen- tes formas, como ésta: una mañana, cuando visitaba su mausoleo y acomodaba unas flores, me sorprendieron los gritos de una mu- jer que a unos treinta metros de distancia repetía: “Esto es un mi- lagro..., esto es un milagro...” Me acerqué a ella, era una anciana que se apoyaba en sus hijas para caminar. Habían juntado dine- ro durante varios años y viajaron desde Punta Arenas, la ciudad más austral del país, porque ella tenía que ir a “verlo”, y su hija, 14
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