Fig. 106. - SALA DE ABENCERRAJES EN LA CASA REAL VIEJA DE LA ALHAMBRA. 119 xima a la puerta. Tradicionalmente se supone que fueron degollados en ella varios caballe ros abencerrajes por orden de uno de los últimos reyes moros de Granada. ·Patio del Harén.-Con el nombre moderno de patio del Harén se conoce uno pequeño, con acceso por la escalera citada que arranca del pasadizo a la izquierda de la puerta de ingreso a la sala de Abencerrajes. Está sobre un aljibe y tiene pórticos de tres arcos igua les en sus frentes de oriente y occidente, y muros en los otros dos (ftg. 109). Los zócalos de aquéllos pintárc;mse con labores de lazo de colores ocre, azul y negro. Sala de los Reyes. - Cierra a oriente el patio de los Leones la sala de los Reyes. Le dan acceso desde aquél tres grandes puertas iguales, dividida cada una en otros tantos vanos por finas columnas de mármol apeadas en arcos de mocárabes (fig. 110). Repórtese en siete tramos - tres cuadrados correspondientes a los ingresos, y cuatro más reducidos, rectangulares, dos extremos y dos intermedios - por seis arcos transversales de mocárabes. Los primeros tienen veinte ventanitas semicirculares en el arranque de su cúpula, a modo de linterna, y sobre ellas se levanta la bóveda, también compuesta de mocárabes (fig. 111), ·que cubren asimismo, pero a menor altura y sin huecos de luces por debajo, los tramos rectangulares. Al fondo de éstos se abren pequeñas puertas de ingreso a aposentos abovedados; en el de los cuadrados hay arcos de comunicación con alcobas cubiertas por cúpulas de madera de forma ovalada, forradas de cuero y pintadas. Muchas han sido las hipótesis propuestas sobre el autor, época y significación de las escenas representadas en ellas. Indudablemente se deben a un artista de formación occiden tal, gótica, y a juzgar por la arquitectura y los trajes, levantino o italiano. Se pintarían en los últimos treinta años del siglo XIV o en el primer cuarto del siguiente. En la bóveda de la alcoba central figuran diez personajes moros sentados; la creencia de que son reyes, cosa muy problemática, dió nombre a la sala. La originalidad de esta estancia, a base del empleo de mocárabes para arcos' y bóve das; el ritmo complejo de la composición decorat_iva, y el sabio juego de luces y sombras alternadas, revelan que su autor, seguramente el mismo del patio inmediato, era un exce lente artista. El efecto es escenográfico. "Diríase - ha escrito Fernando Chueca - que se trata de una repetición ilimitada producida por un juego de grandes espejos." Una puerta en el ángulo sudeste del patio da paso a un lugar en el que hubo cons trucciones desaparecidas; tan sólo subsiste una torre con bella cúpula de gallones, semejante a otras que cu bren la puerta de las Armas. Parece obra anterior al Cuarto de los Leones. Por allí se sale de la Casa Real hacia oriente, donde hubo jardines escalonados, y al sur del patio del Harén una capilla sepulcral regia, hoy arruinada, que se llamaba la Rawda, como la mezquita en la que se enterró en Medina al Profeta. EL PARTAL. -A oriente está el Portal, palabra que en árabe significa pórtico, lugar así llamado por uno grande de cinco arcos sobre pilares de ladrillo, construído sobre la muralla, junto a una alberca grande en cuyas aguas se refleja (fig. 113). Tan sólo el arco central conserva sus albanegas de yeso. Cubre el pórtico un buen técho horizontal de lazo, con cupulín de dieciséis paños en el centro y cubos de mocárabes, formando un conjunto rico y variado. Quedan algunos restos del zócalo de alicatados, con pocos colores, pero de ele gantísima traza, y de las finas yeserías que cubrían sus muros. En el de fondo se abren seis balconcitos y en el centro un arco grande da paso a la 120 Fig. 107. - CÚPULA DE LA SALA DE LAS DOS HERMANAS EN LA CASA REAL VIEJA DE LA ALHAMBRA. 121 Fig. 108. - CÚPULA DE LA SALA DE ABENCERRAJES EN LA CASA REAL VIEJA DE LA ALHAMBRA. Fig. 109. - PATIO LLAMADO DEL HARÉN EN LA CASA REAL VIEJA DE LA ALHAMBRA. 122 Fig. 110. - SALA DE LOS REYES EN LA CASA REAL VIEJA DE LA ALHAMBRA. Fig. 111.-CÚPULA EN LA SALA DE LOS REYES EN LA CASA REAL VIEJA DE LA ALHAMBRA. 123 i torre avanzada sobre el bosque extendido por las laderas del cerro (fig. 112). La sala que ocupa su interior tiene tres balcones por frente y cinco ventanitas en lo alto (fig. 114). El techo es de madera, en forma de artesa invertida, con decoración de lazo y pequeños racimos de mocárabes (fig. 199). Excelente es la traza del zócalo de cerámica, con cintas negras y verdes sobre fondo blanco, excepto la parte inmediata a la puerta, en que son v~rdes y azules (fig. 185). A la perfección de esta obra de alicatado corresponde la finura extraordinaria de las mutiladas yeserías, de las más bellas de la Alhambra (fig. 176). Poco después de su construcción adosóse a la izquierda del pórtico una escalera para subir a un mirador, levantado también por entonces (fig. 115). Los muros exteriores de este pabellón se cubrieron de un falso aparejo pintado, imitando ladrillo, con fajas epigráficas intercaladas. Medianera con la escalera hay una casita minúscula; en los muros de su única habita ción de planta alta descubriéronse en 1907 pinturas de excepcional interés. Están hechas a temple sobre enlucido blanco, divididas en varios registros, y representan escenas domés ticas y militares. Es obra única, de- directa filiación oriental (fig. 205). Más a oriente, entre la torre de las Damas, como llaman modernamente al pórtico, y el Cuarto de los Leones, hay otras tres casitas árabes, dos de ellas sobre la muralla, con escasas yeserías y algún otro resto de esa época. El pórtico y la torre, así como el mirador alto que, a juzgar por su decoración, débie ron de levantarse en los últimos años del siglo XIII o en los primeros quince del siguiente, eran construcciones inmediatas a los jardines, construídas para gozar a cubierto del paisaje. Cerca del pórtico, a su oriente, sobre el adarve de la muralla, que interrumpe, levantóse un pequeño oratorio, adosado a una casita algo más vieja (fig. 116). Junto a la fortaleza de torres y muros con sus rojizos lienzos desnudos destaca esta pequeña y elegante cons trucción, abierta por varios huecos, reflejándose hacia mediodía en la alberca del Portal. Vivienda y oratorio están hoy casi totalmente desnudos de su decoración exterior y el segundo profanado por la añadida en la restauración de hace cien años. Ocupa el interior una sala rectangular, con un mihrab a su fondo, frente a la puerta, orientado al sudeste. Una delicada ornamentación policroma de yeso, escayola, madera y barro vidriado adornaba sus muros y techo. A juzgar por los elementos decorativos que subsisten - otros fueron agregados cuando la restauración citada-, cuya mayor semejanza es con los de la torre de la Cautiva, se levantaría el oratorio a la par que ésta, es decir, en el reinado de Yusuf l. El interior se divide en dos partes desiguales por medio de un arco transversal semi circular, arrancando de pequeñas columnas voladas sobre el zócalo. Tal vez responda esa división al deseo de cubrir con un techo de planta cuadrada el espacio inmediato al mihrab, que tiene uno en forma de artesa invertida, de maderas ensambladas y almizate cuajado de sencillo lazo. Cubre la parte más reducida, inmediata al ingreso, un techo horizontal de viguetillas con perfiles. En cada costado ábrese un amplio hueco gemelo con "L'j tres ventanitas de medio punto sobre él. A no ser por el mihrab, creeríase esta estancia uno de esos deliciosos miradores que los arquitectos granadinos emplazaban en lugares pro- picios para la contemplación del bellísimo paisaje. Más que un edificio religloso islámico parece destinado al culto panteísta de la naturaleza. Continuando hacia oriente, se encuentra después la torre de los Picos, a cuyo pie está 124 Figs. H2 y 113.-EL PARTAL DE LA ALHAMBRA DESDE LA TORRE DEL PEINADOR. PÓRTICO DEL PARTAL. 125 Fig. 114.-INTERIOR DE LA TORRE DEL PARTAL DE LA ALHAMBRA. Fig. 115.-INTERIOR DEL MIRADOR ALTO DEL PARTAL Fig.116.-EL ORATORIO DEL PARTAL EN LA ALHAMBRA DE LA ALHAMBRA. Y LA TORRE DE LOS PICOS AL FONDO. 126 la puerta ya descrita. Tras ella hay una pequeña torre, llamada del Candil, y más allá la que se conoce desde el siglo pasado con el nombre de la Cautiva (fig. 117). TORRE DE LA CAUTIVA. - Sus muros exteriores son lisos. A la derecha de la puerta, desprovista también de decoración, está la escalera de su bid a al piso alto y a la terraza. A la izquierda, un pasadizo en triple recodo conduce a un pequeño patinillo (fig. 118). En tres de sus frentes se abren arcos peraltados con intradós de festón, sobre impostas de mo cárabes, que arrancan de pilares cuadrados recubiertos de yeserías. Al fondo percíbese la puerta de una preciosa sala cuadrada que ocupa todo el ancho de la torre, con ventanas gemelas y columnilla central en tres de sus frentes (fig. 119). Pavimentos y techo proceden de una restauración del siglo pasado. Las yeserías antiguas son de excelente arte, así como el zócalo de alicatados de cerámica vidriada, con cintas blancas sobre fondo de colores melado, purpúreo, verde, celeste, negro y rojo, de muy originales traza y coloración (fig. 186). Por arriba le limita una faja con inscripción alcoránica de letras celestes sobre fondo blanco y encima hay todavía otra de pequeñas almenas blancas sobre fondo azul. Las inscripciones de sus adornos de yeso aluden a Yusuf I, en cuyo tiempo se construiría. TORRE DE LAS INFANTAS. - La torre siguiente, más grande, se llama de las Infantas desde el siglo XVII. Su pasadizo de entrada tiene una curiosa bóveda de· grandes mocá rabes, que conservan aún su revestido, pintado imitando ladrillo (fig. 121 ). Tras triple recodo desemboca en un reducido patio rectangular cubierto por una linterna octog~rnal moderna, sobre trompas de mocárabes. Al techo de madera actual, obra de los restauradores del siglo XIX, parece que precedió una cúpula de mocárabes. En el centro del patio hay una fuentecilla de mármol. La puerta frontera a la de entrada al patio abre a u na estancia con arcos de festón en los costados que dan paso a alcobas laterales. Sus albanegas ostentan el escudo nazarí dentro de hexágonos. Conserva restos del alicatado de los zócalos, formado por piezas vidriadas blancas y negras con dibujo de estrellas. En los muros que limitan el patio a dere cha e izquierda sendas puertas comunican con una habitación estrecha y larga a cada lado. La decoración de esta. torre difiere marcadamente de todas las restantes de la Alham bra. Sus motivos, pobres y repetidos, revelan notable decadencia. Algunas albanegas tienen por único adorno estrellas lisas, como era corriente en los edificios granadinos del siglo XV. Las inscripciones ensalzan a Abu Abd Allah al-Mustá in bi-llah, nombre común a dos mo narcas. Por los caracteres artísticos de la torre será el segundo, llamado Sa'ad (1445-1461). Gran parte del interior del recinto de la Alhambra está aún por excavar y guarda el secreto de lo que allí hubiera. De los edificios que lo ocuparon hay memoria de la mez quita regia, fundación de Muhammad 111 (1302-1309), sobre .cuyo solar levantóse la iglesia de Santa María de 1581 a 1618. Al mismo monarca se debe la erección del baño inmediato, reconstruído por nosotros de 1935 a 1936 (fig. 147). Cerca estuvo una madraza o colegio, citado por lbn al-Jatib. Viviendas y palacios había esparcidos por todo el recinto, restos de cuyos muros apa recen mezclados con ·trozos de decoración de escayola, piezas de alicatado y fragmentos ·de cerámica doméstica en cuanto se dan unos golpes de espiocha en el suelo. Palacios importantes fueron: el habitado por los condes de Tendilla, situado encima y a 127 Fig. 117.-TORRES DEL CANDIL Y DE LA CAUTIVA EN LA ALHAMBRA. mediodía del Portal y de la torre de los Picos; el_ que ocupaba el emplazamiento del excon .. vento de San Francisco, algunos de cuyos restos se conservan en este edificio, y uno des truído cuando la· invasión francesa, que estaba sobre el adarve de la muralla meridional, 128
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