¿Quién diablos es el señor Talbot y por qué se empeña en coincidir con ella cerca de los rosales de cualquier jardín?
Anna Remington acompañará a su prima en su debut social. Huérfana, y aunque algo mayor para considerarse un buen partido, la joven tiene claro que solo irá al altar por amor y ninguna otra razón la haría abandonar su preciada independencia. Pronto se da cuenta de que no hay riesgo de que su corazón se prende por nadie, apenas tiene pretendientes y ninguno de ellos le interesa. Solo el señor Talbot hace que su pecho se llene de ilusión cuando está cerca, pero está convencida de que la única intención de él es burlarse de su inocencia y utilizarla para cubrir un romance poco conveniente con otra mujer.
Bruce Talbot queda prendado de Anna nada más verla, y aunque nunca le han interesado las jovencitas debutantes, hay algo en esa mujer en concreto que le intriga. Conforme la va conociendo, sus sentimientos se fortalecen, lo que le hace temer acabar irremisiblemente enamorado de ella.
Sin embargo, una antigua amante despechada parece empeñada en malograr la imagen que la Anna tiene de él. ¿Cómo podrá Bruce convencerla de que no es cierto y de que sus intentos por acercarse a ella no son por mera diversión?