machetes rojos protada.indd 1 02/04/2019 01:50:07 p. m. Irving Reynoso Jaime M R ACHETES OJOS El Partido Comunista de México y el agrarismo radical (1919-1929) México, 2017 Irving Reynoso Jaime M R ACHETES OJOS El Partido Comunista de México y el agrarismo radical (1919-1929) Prólogo de Horacio Crespo México, 2018 Esta publicación fue financiada con recursos del Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa (PFCE) 2018. Reynoso Jaime, Irving Machetes rojos: el Partido Comunista de México y el agrarismo radical (1919-1929) / Irving Reynoso Jaime. Primera edición. Méxi- co: Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Estudios Regionales, 2018. 429 páginas ISBN: 978-607-8639-02-1 (impreso) ISBN: 978-607-8639-06-9 (digital) 1. Comunismo – México – Historia – Siglo XX 2. Partido Co- munista Mexicano – Historia – Siglo XX 3. Campesinos – México – Actividad política – Historia 4. Insurrecciones de campesinos – México – Historia. LCC HX113 DC 335.430972 Esta publicación fue dictaminada por pares académicos. Portada: Bajo la guía de Lenin, el proletariado ganará la victoria ,grabado de Xavier Guerreropublicado en El Machete, núm. 98, enero, 1928, p. 1. PRIMERA EDICIÓN: 2018 D.R. © 2018, Irving Reynoso Jaime D.R. © 2018, Universidad Autónoma del Estado de Morelos Av. Universidad 1001 Col. Chamilpa, CP 62209 Cuernavaca,Morelos [email protected] libros.uaem.mx ISBN: 978-607-8639-02-1 (impreso) ISBN versión digital: 978-607-8639-06-9 (digital) Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial CompartirIgual 4.0 Internacional. Hecho en México. ÍNDICE Prólogo Horacio Crespo IX INTRODUCCIÓN Comunismo, campesinos y revolución en México 1 El marxismo y la cuestión agraria y campesina 19 1.DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA A LA REVOLUCIÓN PROLETARIA (1919-1921) Marchemos con los campesinos 43 La creación del Partido Comunista en México 46 La Comintern, el problema agrario y el antiparlamentarismo 54 El PCM y la vanguardia del proletariado 61 La “orientalización” de América Latina 69 El socialismo en el aire, no en la tierra 79 2.AGRARISTAS Y COMUNISTAS. LOS INICIOS DE LA ALIANZA (1922-1923) El movimiento inquilinario y la reestructuración del partido 89 Por un gobierno obrero... y eventualmente, campesino 94 Los agraristas de Michoacán 101 Los agraristas de Veracruz 112 Clarificación ideológica 122 Agrarismo rojo, agrarismo pálido 133 3.CAMPESINOS EN ARMAS. EL AGRARISMO EN PELIGRO (1923-1926) Los enemigos de mi enemigo 143 Del comunismo primitivo al agrarismo comunista 149 La carreta por delante del caballo 160 Conservar el rifle para conservar la tierra 170 Para sembrar la tierra no se necesita el rifle 181 De cara al campo (bolchevizar) 189 4. PROGRAMAS O CAUDILLOS. EL PARTIDO COMUNISTA Y LA LIGA NACIONAL CAMPESINA (1926-1928) Sin disciplina no hay Partido 223 Campesinos de la América, Uníos 232 Un horizonte de espesos nubarrones 242 El lema hueco de la “No reelección” 251 Aliados distantes 262 La Revolución Mexicana a debate 272 5. CLASE CONTRA CLASE. LA RUPTURA DEL AGRARISMO RADICAL Y EL MOVIMIENTO COMUNISTA (1928-1930) Obregón ha muerto, nuestro programa vive 281 Un soldado del pueblo 293 El precio de la sangre campesina 305 Cortando el problema de raíz 317 Los más peligrosos enemigos 330 CONCLUSIONES 345 FUENTES 385 PRÓLOGO Este libro que tenemos la satisfacción de prologar, gracias a la generosa invitación de su autor, es una aportación sustan- tiva a la historiografía del comunismo mexicano y, por ex- tensión, latinoamericano; por cierto, su interés seguramente se ensancha a investigadores y comentaristas de latitudes alejadas de América dado el carácter mundial que el movi- miento comunista postuló y desplegó en sus setenta y unos pocos años más de existencia y la amplia interrelación que esto supone en los estudios dedicados a su indagación en los diversos ámbitos, coyunturas y problemáticas en los que se desarrolló, en este caso la acción de los comunistas, inmer- sos en ese gran protagonista de las luchas sociales y revolu- cionarias mundiales del siglo XX que fue el campesinado, como lo sintetizó Eric Wolf en una obra clásica. La obra de Irving Reynoso Jaime se integra a un campo de estudios –el de la historia del comunismo– que ha dado ya muestras de vitalidad en diversos países de América Lati- na, aunque en México, a pesar de varios trabajos sumamente valiosos, aún no se ha desplegado con plenitud. Sabemos que la historiografía no es un saber neutro en ninguno de sus dilatados dominios, pero debemos advertir que la histo- ria del comunismo constituye un territorio de conocimientos particularmente polémico y fuertemente prejuiciado. A pesar de los cambios políticos radicales producidos entre 1989 y 1991 –el desplome de los regímenes del socialismo realmente existente, la desaparición de la Unión Soviética y los inicios de la restauración capitalista en China bajo impulso guberna- mental– esa historia sigue siendo una liza intensa, en la que disputan diversas corrientes interesadas en arrimar agua a sus respectivos molinos políticos e ideológicos. El fantasma del comunismo, tal como sentenciaran Marx y Engels en la IX celebérrima proclama que fue su Manifiesto de 1848, sigue desvelando a las clases dirigentes y a sus cruzados intelectua- les, como bien lo subrayó Derrida en su importante libro de 1993, Espectros de Marx.1 También preocupa y ocupa a las diversas tendencias ideológicas y políticas que exorcizan sus demonios o se aferran a sus virtudes y a su legado. De esta situación de intereses, debates y conflictos está muy cons- ciente el autor de Machetes rojos, quien acertadamente para una indagación de esta índole define una aproximación ca- racterizada metodológicamente por la búsqueda del rigor analítico, con distanciamiento y prudencia, a la vez que pre- cisa su objeto de interés: “En este trabajo nos alejamos en- tonces de la caricatura y la condena –también de la apología– para ensayar un análisis que explique los fundamentos ideo- lógicos y la práctica política de los comunistas mexicanos en relación a su alianza con el movimiento campesino”. Importante precisión la hecha por Reynoso en ese párrafo. Esta es una investigación sobre los fundamentos ideológicos y la práctica política de los comunistas mexicanos en relación al movi- miento campesino en México en los años veinte del siglo pasado, no sobre el desarrollo y los avatares de ese movimiento, que ya ha sido el obje- to de varios estudios sobresalientes –los de Romana Falcón, Heather Fowler Salamini y Paul Friedrich, entre los más des- tacados– que nuestro autor ha aprovechado muy bien. Está claro que no se trata de compartimientos estancos, y que dia- lécticamente la acción de los comunistas y del activismo cam- pesino se retroalimentan constantemente, y por cierto que también con la de todo el movimiento obrero y popular, co- mo Reynoso muestra muy claramente con el proceso del mo- vimiento inquilinario (que fue fundamental en el desarrollo del Partido Comunista) o los vericuetos de la organización y 1 Jacques Derrida, Spectres de Marx, Éditions Galilée, Paris, 1993; en cas- tellano Espectros de Marx. El estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva internacional, Editorial Trotta, Madrid, 1995. X las tendencias sindicales de esta etapa caracterizada por la resistencia a los intentos hegemonistas en el movimiento obrero de la CROM y Morones, apoyados por los gobiernos de Obregón y particularmente de Calles, por ejemplo. Pero el núcleo de la investigación es qué hicieron los comunistas en- tre los campesinos, cuál fue su política, cuáles fueron los fun- damentos doctrinarios y teóricos de los que se alimentaron, de qué índole fueron sus dificultades y la manera en que las sortearon, cómo enraizaron en el movimiento campesino recién terminada la fase más candente de la Revolución Mexi- cana, quiénes fueron sus líderes, su origen, sus fortalezas y debilidades. Esto, que es lo fundamental del estudio que pro- logamos, no sólo se vincula al movimiento campesino, sino que permite al autor ir despejando otro interrogante no me- nos complejo: el desarrollo de la línea política general del Par- tido Comunista de México (PCdeM) en toda la primera década de su historia, el difícil camino de su formación, los tanteos iniciales, las serias disidencias en su colectivo dirigente, la complicada confrontación de los lineamientos más afines a los planteamientos leninistas que eran elaborados por la In- ternacional Comunista con las tendencias más espontáneas de los militantes comunistas mexicanos afines al anarquismo y al sindicalismo clasista radical, sintetizados muy bien por Reyno- so en torno a las decisivas cuestiones del “frente único” y las relaciones con los gobiernos federal y estatales y la política electoral y parlamentaria del PCdeM. Menciono aquí la Internacional Comunista y este es un actor esencial en este trabajo, y no podía ser menos. El comunismo mundial fue a lo largo de toda su historia un movimiento centralizado. Formalmente desde 1919 hasta 1943, desde la fundación por Lenin de la III Internacional hasta su disolución en el año crucial de la Segunda Guerra Mundial, cuando la victoria sobre el hitlerismo comenzó a aparecer verosímil a la Unión Soviética y el mundo de pos- guerra empezaba a bosquejarse. Luego, la mayor autonomía XI