Península vol. II, núm. 1 PRIMAVERA DE 2007 REFLEXIONES EN TORNO AL ECOTURISMO EN YUCATÁN MAGALÍ DALTABUIT GODAS CEPHCIS, UNAM ALEJANDRO HERNÁNDEZ VALDERRAMA CINVESTAV-IPN Unidad Mérida SILVIA BARBOSA ECOSUR-Campeche ALBA VALDEZ TAH Facultad de Ciencias Antropológicas, UADY Este artículo es resultado del trabajo conjunto de los participantes del curso "Turismo, antropología y ecología" de la Maestría en Ecología Humana del CINVESTAV-IPN, Unidad Mérida, y está integrado por las discusiones colecti vas sobre el potencial y la problemática del ecoturismo, así como las experiencias individuales de los autores en distintas localidades con atractivos turísticos en el Estado de Yucatán. Así, nuestros objetivos son ofrecer un panorama general de la situación actual del turismo en el estado, presentar los lincamientos teóricos y metodológicos para el estudio del ecoturismo, analizar el reciente desarrollo de esta actividad en Yucatán y comparar dos casos particulares de esta actividad económica en torno a los cenotes de Cuzamá y San Felipe, en la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos. EL TURISMO EN YUCATÁN En su Programa Estatal 2001-2007, la Secretaría de Turismo de Yucatán presenta un panorama general de la actividad turística en la entidad. Según estos datos, esta industria constituye una de las más importantes del estado, especialmente si consideramos que, junto con el comercio, aporta el 21.9% del PIB local. Es de cir, genera ingresos por más de 1 500 millones de pesos al año, dando empleo en sus diversos ramos a cerca de 20 000 yucatecos. Además, se calcula que por cada empleo directo se generan 1.5 indirectos. Sin duda es de gran atractivo para los FECHA DE RECEPCIÓN: 9 DE ABRIL DE 2007 FECHA DE DICTAMEN: J DE JUNIO DE 2007 DALTABUIT, HERNÁNDEZ, BARBOSA, VALDEZ inversionistas, pues existen 50 empresas con participación de capital extranjero en los sectores hotelero, restaurantero y de agencias de viajes. En efecto, este sector ha recibido el mayor volumen de inversión extranjera en el estado en los últimos ocho años, de esta manera, cuatro de cada 10 empresas extranjeras invierten en esta actividad. Según los informes gubernamentales, los impactos económicos son múltiples: la economía estatal se fortalece y la derrama directa del gasto turístico se amplía, con lo que el turismo se convierte en una fuente de ingreso importante para las finanzas públicas estatales en beneficio de toda la sociedad yucateca (Gobierno del Estado de Yucatán, 2003). Indicadores de la industria turística de Yucatán, 2002 • Aporta el 21.9% del PIB estatal • 20,000 yucatecos trabajan en las principales ramas de esta industria • Se calcula que por cada empleo directo en turismo se generan 1.5 indirectos • Existen 50 empresas turísticas con inversión extranjera ANTECEDENTES La historia del turismo en la Península de Yucatán se inicia a partir de los años 20 del siglo pasado, en Cozumel y en Isla Mujeres en Quintana Roo, con turismo de pequeña escala y capital local (Cesar y Arnaiz, 1985), enfocado al buceo. Ya desde 1921 Fernando Barbachano Ponce llevaba a grupos de viajeros, que arribaban al puerto de Progreso, a Chichén Itza, para visitar las "ruinas" y hospedarse en un hotel de su propiedad. Desde entonces ha estado en servicio el hotel Mayaland. En la década de los sesenta, la ciudad de Mérida es visitada por ser el eje eco nómico y comercial del sureste. A mediados de este período el entorno regional empieza a experimentar cambios en la dinámica turística con la incorporación de Cancún a la oferta mundial. De manera paralela, en 1967 el Programa Fede ral de Desarrollo Turístico se expande al resto de la Península. El interés en fo mentar el turismo en esta región se hace evidente en 1974, cuando el Gobierno crea el Fondo Nacional al Turismo (FONATUR), que tiene como función prin cipal financiar los programas turísticos y la inversión hacia las zonas de interés nacional, siendo en ese entonces Quintana Roo —y en especial Cancún— una de las principales. Así la situación del territorio de Quintana Roo, durante la primera mitad del siglo xx, se caracterizó por su marginación económica y po lítica con respecto al resto del país. Es hasta la década de los años 70 cuando se constituye como estado libre y soberano de la Nación mexicana. Con el proyecto turístico de Cancún se inició en México el proceso de desa rrollo turístico planeado de gran escala, con el objetivo de captar divisas, generar 104 REFLEXIONES EN TORNO AL ECOTURISMO EN YUCATÁN empleo y promover el desarrollo de la región del Caribe. El aeropuerto de Can cún inicia operaciones en 1975. A partir de entonces juega un papel estratégico en la dinámica turística y comercial en el estado de Yucatán, y en el sureste mexi cano (Gobierno del Estado de Yucatán, 2003). RECURSOS Y ATRACTIVOS TURÍSTICOS Los atractivos turísticos de Yucatán son muy variados, constituyendo parte im portante del patrimonio natural y cultural del estado. De éstos, sin duda, el prin cipal es el patrimonio arqueológico, que desde hace décadas atrae a millones de visitantes nacionales e internacionales para recorrer las antiguas ciudades de la ci vilización maya. En el estado existen más de 2000 zonas arqueológicas, siendo las principales por afluencia e infraestructura para atención turística: Chichén Itzá, Uxmal, Dzibichaltún, Izamal, Ek Balam, Mayapán, Sayil y Labná. Destacan las dos primeras, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estos sitios arqueológicos reciben cerca de 2 millones de turistas anuales, convirtiendo a Yucatán en el segundo estado más visitado por sus sitios arqueológicos a nivel nacional {ibid.). Y es que el proyecto estatal de turismo promueve la cultura maya como uno de los grandes atractivos locales. También son de destacar los edificios y monumentos históricos de tipo co lonial como iglesias, conventos y haciendas henequeneras, relacionados con el pasado de la región. Recientemente algunas de estas haciendas han sido adaptadas para el aprovechamiento turístico {ibid.). Los paisajes, junto con las reservas naturales, constituyen otro atractivo del estado. Entre los puntos de mayor afluencia podemos mencionar las reservas de la biosfera de Ría Celestún y Ría Lagartos, el Arrecife Alacranes, y la reserva es tatal "El Palmar". Pero también fuera de estos espacios de conservación se hallan atractivos naturales como son grutas (Loltún, Calcehtok, Balankanché, Tzabnáh, entre otras), playas, cientos de cenotes, lagunas costeras y estuarios. Estos recur sos naturales se combinan con el clima cálido y una flora y fauna abundante en especies endémicas. Para el gobierno estatal, estas características distinguen a la entidad como un destino de vocación ecoturística y para la práctica de activida des de caza y pesca deportivas, buceo y turismo de aventura {ibid.). OFERTA Y DEMANDA TURÍSTICA En Yucatán para el año 2005 existían 299 hoteles, más de la mitad de categoría turística y de éstos el 11% clasificados como de cinco estrellas. La planta turística más importante se encuentra concentrada en Mérida. En la costa, la mayor can tidad de hoteles se encuentra en Progreso, Telchac y Celestún. Actualmente en el estado se ofertan 8,651 cuartos de hospedaje y la estadía promedio es de 1.86 noches. 105 DALTABUIT, HERNANDEZ, BARBOSA, VALDEZ Para el año 2002 se contabilizaban 393 establecimientos de alimentos y bebidas clasificados como restaurantes, cafeterías, restaurantes-bar, discotecas y centros nocturnos, así como 44 arrendadoras de automóviles, 121 agencias de viajes y 475 guías de turistas que ofrecían sus servicios en diferentes loca lidades. Los visitantes, entre turistas nacionales e internacionales, arriban al estado por vía aérea, terrestre y marítima. Como muestra del enorme impacto de esta in dustria en la economía yucateca cabe recordar que, por ejemplo, para 2005 la afluencia de paseantes se calculó en 1426 874 personas, de las cuales el 26% era de origen extranjero. La llegada de cruceros turísticos a Yucatán es relativamente reciente, pues apenas en 2001 se inauguró la terminal en el Puerto de Progreso, que conlle vó un incremento espectacular en el flujo de turistas que arriban por esta vía. Según estadísticas del 4 informe de gobierno (2005) el número de estas em o barcaciones que arriban al puerto se han incrementado de 18, en 1998, a 118, en 2004 (Gobierno del Estado, 2005). En este mismo período, el número de turistas que llegaron por esta vía aumentó de 5435 a 255 668. Estos números reflejan sin duda la masificación de este tipo de turismo que vive un auge sin precedentes. Existen nueve compañías navieras que llegan a Progreso, todas de capital extranjero. Indicadores de la industria turística de Yucatán, 2005 • 299 establecimientos de hospedaje • 8,651 cuartos de hospedaje • 57.96% de ocupación hotelera 1.86 noches de estadía promedio • 1,426,874 turistas, 26% de procedencia extranjera y el 74% restante, de origen nacional 90 arribos de cruceros al puerto de Progreso, con un total de 191,745 pasajeros POLÍTICA TURÍSTICA El Programa Nacional de Turismo 2001-2006 contiene el esquema de la nueva política turística nacional estableciendo el papel del Estado como instrumenta- dor. En la versión estatal (2001-2007), los objetivos se agrupan bajo los cuatro ejes principales que establece el modelo nacional, a saber: la consolidación del turismo como prioridad estatal, turistas totalmente satisfechos, destinos susten- tables y empresas competitivas. Es importante destacar que la iniciativa privada interviene de manera importante en la definición de las políticas relacionadas con el desarrollo del turismo (Gobierno del estado, 2003). 106 REFLEXIONES EN TORNO AL ECOTURISMO EN YUCATÁN En Yucatán, como en México y el mundo, el discurso del desarrollo susten- table se ha traducido en el establecimiento de diferentes políticas públicas. Para el caso de Yucatán, la Secretaría Estatal de Turismo recalca como estrategia el factor de la sustentabilidad, básica para el desarrollo turístico, así como el apro vechamiento respetuoso de la naturaleza y la cultura existente {ibid.). Una de las actividades que se han presentado como alternativas viables para la integración de comunidades locales en los procesos de desarrollo sustentable es el ecoturismo. Su principal ventaja es que relaciona directamente la economía local con la conservación de los recursos naturales y culturales, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las poblaciones (Farrel y Runyan, 1991). En México esta actividad se ha propuesto como una alternativa de desarrollo que provee beneficios ambientales, socioeconómicos y culturales tanto a escala local como nacional. EN TORNO AL ECOTURISMO El ecoturismo es una actividad relativamente nueva y por lo tanto se encuentra todavía en estructuración (Honey, 1999). Su concepción data de hace poco más de dos décadas y nace con la intención de enmendar los problemas de degra dación del ambiente natural y social que había provocado la masificación del turismo y como respuesta a los discursos internacionales de desarrollo sustentable (Daltabuit et al, 2000). Se han dado diversas definiciones del ecoturismo. Según la Ecotourism Socie- ty, consiste en viajar a áreas naturales con el objetivo de entender la cultura y la historia natural del lugar, teniendo cuidado de mantener la integridad del ecosis tema y generar oportunidades económicas que hagan beneficiosa la conservación de los recursos naturales para los pobladores locales (Brandon, 1993). De acuerdo con lo anterior, los ecoturistas prefieren las actividades que combinen la interac ción con el medio cultural y ecológico, especialmente cuando ese servicio sea en beneficio de la conservación del ambiente y de la economía local, por medio de los servicios prestados por la gente de la misma comunidad (Van Der Berghe, 1994; Ashton y Ashton, 1992). En síntesis, el ecoturismo se podría considerar como una actividad que incluye la protección y educación ambiental tanto para visitantes como para los locales, envolviendo a las comunidades en los procesos de toma de decisiones en cuando a su propio desarrollo y ante todo, se propone lograr el respeto de costumbres y tradiciones de las localidades receptoras (Ross y Wall, 1999). ANÁLISIS DEL ECOTURISMO Durante la última década numerosos investigadores de las ciencias sociales han estudiado el ecoturismo. Entre ellos existe una clara dicotomía, estableciéndose 107 DALTABUIT, HERNÁNDEZ, BARBOSA, VALDEZ básicamente dos posiciones teóricas para su análisis. Por un lado están algunos investigadores, agentes gubernamentales y empresariales, así como instituciones promotoras del desarrollo, que conciben al ecoturismo como una actividad eco nómica con grandes potenciales, enfocándose en el tipo y magnitud de sus bene ficios (Farrel y Runyan, 1991; Brandon, 1993). Por el otro, están los científicos sociales que establecen que el ecoturismo no ha brindado los beneficios esperados y analizan sus impactos negativos (De Kadt, 1989; Hall y Rudkin, 1993; No- lan y Nolan, 1993; Stonich, 1998; Daltabuit y Pi-Sunyer, 1990; Duval, 2004). Es importante señalar que los diversos impactos documentados de estas pers pectivas de análisis van más allá de resaltar los beneficios o problemas económicos que el ecoturismo conlleva para la comunidad. En este sentido, se ha mostrado cómo el turismo y las políticas asociadas a su promoción pueden presionar a los pobladores a modificar su dinámica social y ambiental. Modificaciones oca sionadas por la adopción de un proyecto de desarrollo, como la implementa- ción de nuevas formas de trabajo, nuevas legislaciones asociadas a las formas de apropiación y explotación de espacios turísticos y el cambio en la valoración del entorno cultural y ecológico son algunos de los factores que afectan directamente la organización social, económica, política y ambiental de la comunidad. Hoy un importante número de estudios de caso reporta la falta de congruencia entre la teoría y la práctica del ecoturismo, es decir, evidencian que los objetivos de unir la conservación de ecosistemas naturales con el desarrollo sustentable a nivel local, con frecuencia no ocurre de manera exitosa en la práctica. INDICADORES PARA EL ESTUDIO DEL ECOTURISMO Para el estudio antropológico del ecoturismo se han propuesto lincamientos e indicadores en cuanto a los planteamientos teóricos sobre las condiciones necesa rias bajo las cuales se debe promover y manejar para llegar a ser exitoso, así como también para evaluar la relación entre los habitantes locales, las áreas naturales o culturales protegidas y la actividad turística (Ross y Wall, 1999). En primera instancia es necesario considerar que el ecoturismo requiere de varios niveles de infraestructura y puede inducir cambios en las economías locales, regionales o nacionales, que pueden ser desde muy favorables hasta totalmente negativos. En cada nivel los impactos del ecoturismo en términos ecológicos, económicos y so ciales, dependen de la participación y beneficios obtenidos por la población local Además, tanto el ecosistema del área como el tipo de ecoturismo determinarán lo que es un nivel sustentable de desarrollo turístico (Boo, 1990). En este punto es necesario resaltar que la organización comunitaria juega un papel muy importante para el establecimiento y desarrollo de los proyectos de ecoturismo. La introducción de una nueva actividad económica a una comuni dad puede generar cambios en la estructura y organización interna que se verán reflejados en las relaciones de poder. Debido a lo anterior la participación de 108 REFLEXIONES EN TORNO AL ECOTURISMO EN YUCATAN diferentes sectores de la población en el ecoturismo tenderá en algunas ocasiones a ser desigual y no representativa. La evaluación del éxito de los proyectos de ecoturismo se puede llevar a cabo mediante el análisis de sus objetivos básicos, que son: 1) Beneficios socioeconómicos locales 2) Conservación del área protegida 3) Educación ambiental En un estudio llevado a cabo para evaluar el éxito de proyectos de ecoturis mo en comunidades de México, Guatemala y Belice se analizaron los indica dores mencionados y los resultados obtenidos demuestran que si bien muchas de las modalidades del ecoturismo tratan de unir la conservación y el desarro llo, son relativamente pocos los beneficios económicos que llegan realmente a la población local. En particular, en los seis casos de ecoturismo estudiados (Coba, Punta Laguna, El Remate, Uaxactún, Bermudian Landing y San José Succotz), estos privilegios no llegan a toda la población. Aquí el ecoturismo no ha alcanzado la meta de ser una alternativa real para el desarrollo sustentable de las poblaciones locales; de hecho, está muy lejos de asegurar la satisfacción de las necesidades básicas de los habitantes de comunidades rurales (Daltabuit et al, 2000). Al analizar un proyecto de ecoturismo comunitario es necesario también evaluar el desempeño del grupo involucrado, ya que en distintas ocasiones se ha documen tado el surgimiento de problemas debido a la desorganización interna asociada a la introducción de una nueva actividad, los cuales impiden el éxito del proyecto. Recientemente Barbosa (2006) ha propuesto un instrumento para evaluar la organización para el ecoturismo comunitario. El objetivo de este instrumento, de tipo likert, es conocer el desempeño de los grupos dedicados a actividades ecoturísticas. La escala posee 40 indicadores agrupados en seis tipos de categorías básicas. La construcción de estos indicadores se basó en lo que la literatura señala como prioritario dentro de un proyecto de ecoturismo comunitario (Norris et al, 1999; Daltabuit et al, 2000; SECTUR, 2003). Las categorías y los indicadores son los siguientes: 1) Caracterización del grupo comunitario: años de funcionamiento, tipo de participantes, número de representantes, fortalezas y capacidades con las que cuenta el grupo. 2) Organización para el ecoturismo: las bases y orientación de la actividad, la forma de inicio del proyecto, la integración del grupo antes del proyecto, el tipo y número de organizaciones que se han involucrado en el proyecto, la naturaleza de su participación, la gestión de los recursos y los cambios que se han originado en la organización local influidos por la actividad ecoturística. 109 DALTABUIT, HERNÁNDEZ, BARBOSA, VALDEZ 3) Toma de decisiones: datos sobre mecanismos para la toma de resoluciones, formas de resolver conflictos y la manera de elección y destitución de los repre sentantes de ecoturismo. 4) Desarrollo de actividades: datos sobre las capacidades del grupo para su desempeño, los tipos de servicios y atractivos que se ofrecen, existencia de mate rial y vínculos con operadores turísticos, número de atractivos potenciales para el ecoturismo y existencia de medidas ambientales para el desarrollo del mismo. 5) Transferencia de conocimientos: se refiere a la información sobre la exis tencia o no de un mecanismo para la realización de este proceso y cómo se desarrolla. 6) Uso del área: se consideran la existencia de reglas para el aprovechamiento del área y el tipo de tenencia de la tierra en donde se realizan las actividades eco- turísticas. Los resultados obtenidos en la aplicación del instrumento antes mencionado para evaluar la organización de los proyectos de ecoturismo en cuatro ejidos de Quintana Roo (Tres Garantías, Chacchoben y X'maben) y Campeche (20 de No viembre), muestran que en estas comunidades el ecoturismo es complementario en sus economías, basadas en actividades productivas tradicionales, ya que aún no genera ganancias suficientes para ser considerada en primer lugar. Como activi dad nueva requiere de un proceso de aprendizaje para que los grupos adquieran las capacidades necesarias desde la planeación hasta la mercadotecnia a fin de que logren un buen desempeño (Barbosa, 2006). ECOTURISMO EN YUCATÁN Como hemos señalado, las características ambientales y culturales del estado de Yucatán lo convierten en una región importante para el desarrollo de la indus tria turística. En los planes y programas de gobierno se contempla el desarrollo del turismo como una estrategia prioritaria que permitirá ofrecer empleo a los habitantes de las comunidades de la zona y, al mismo tiempo, conservar los re cursos naturales ahí existentes. Con lo anterior, parte importante del enfoque de sustentabilidad en el turismo es buscar que su desarrollo brinde beneficio social y económico a las poblaciones locales y en especial indígenas en los proyectos turísticos que se lleven a cabo en ellas (Gobierno del Estado, 2003). No obstante que desde los discursos se propone el desarrollo y participación comunitaria, en la práctica se han favorecido los intereses del sector privado, que controla en última instancia la industria turística y su mercado. Presentamos a continuación una serie de ejemplos de desarrollos ecoturís- ticos en distintas comunidades del estado de Yucatán, que aunque ostentan distintas características, muestran algunas implicaciones sociales asociadas al fenómeno. 110 REFLEXIONES EN TORNO AL ECOTURISMO EN YUCATÁN TURISMO EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS DE LA COSTA DE YUCATÁN La costa de Yucatán se divide en siete subregiones turísticas: Celestún, corredor Mérida-Progreso, región Progreso, Corredor Progreso-Telchac-Dzilam de Bravo, Región San Felipe-Ría Lagartos, Cuyo y Corredor Valladolid-Ria Lagartos-San Felipe (Gobierno del Estado, 2003). En la actualidad esta área es considerada la segunda ruta turística de la enti dad, sólo después de los atractivos culturales y arqueológicos. Es precisamente aquí donde se ubican las Áreas Naturales Protegidas como las reservas de la bio sfera de Ría Lagartos y Celestún, que ofrecen un destino cada vez más solicitado para el ecoturismo, turismo de naturaleza y aventura. Tan sólo Celestún recibe anualmente más de 50 000 turistas. Al incremento de turistas que visitan la península se le suman proyectos ins titucionales como el Corredor Biológico Mesoamericano que, con apoyos del Banco Mundial, promueve desde 2002 el desarrollo de actividades turísticas de bajo impacto en la costa de Yucatán como respuesta a las demandas del turismo internacional (CONABIO, 2005). En lo que se refiere al ecoturismo en áreas para la conservación, existen em presas particulares como Ecoturismo Yucatán, Hotel Ecoparaíso Xixim, Turismo Ecológico Quinto Sol y Turistransmedia, que ofrecen actividades de observación de fauna y flora y actividades de recreación como kayacs y paseos en bicicleta. Es tas empresas han construido sus hoteles en reservas destinadas a la conservación como la de la biosfera de Celestún. Además de que existen organizaciones no gubernamentales dedicadas al turismo de cacería en la reserva estatal "El Palmar", como la asociación DUMAC (Ducks Unlimited). EL CASO DE SAN FELIPE: UNA MIRADA DESDE LO LOCAL San Felipe es la cabecera del municipio del mismo nombre, conformado por me nos de 2000 habitantes, básicamente pescadores. Se encuentra dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos, decretada en 1999 (SEMARNAT 1999). La reserva de Ría Lagartos comprende ecosistemas terrestres, dulceacuícolas y marinos; presenta una gran diversidad de comunidades vegetales, entre las que se encuentran: selva mediana subperenifolia, selva baja caducifolia, selva baja caducifolia espinosa, selva baja inundable, manglar de franja, manglar acha parrado, matorral de dunas costeras, pastizal inundable y vegetación de pastos marinos. La fauna del área agrupa a 557 especies de vertebrados, de los cuales 58 son mamíferos, 333 aves, 95 especies de anfibios y reptiles y 71 especies de peces (SEMARNAT, 1999). Si bien el puerto de San Felipe ha recibido visitantes de poblaciones cerca nas, los pobladores reconocen que en los últimos 12 años, de manera paralela 111 DALTABUIT, HERNANDEZ, BARBOSA, VALDEZ a la construcción del Hotel "San Felipe", el turismo ha aumentado progresi vamente. Hoy la infraestructura turística local, se compone de dos hoteles y tres restaurantes que abren permanentemente. Además, existen cinco grupos formales organizados como cooperativas que se dedican en parte a la actividad turística, dos de los cuales han recibido financiamiento de PNUD y CONA- FOR para el desarrollo de proyectos ecoturísticos. Para estas organizaciones el turismo es una actividad complementaria que se limita a épocas y días muy específicos como son fines de semana y los períodos vacado nales, ya que sus integrantes son pescadores de oficio. Entre el 90 y 95 % de sus visitantes proviene de comunidades cercanas o de la capital de estado. En lo que respecta al patrón de gastos de los visitantes, se calcula que más del 95% de la derrama que generan los comensales en los restaurantes de la comunidad es de gente de la región. La derrama económica del turismo internacional, prove niente de Estados Unidos y Europa, se deriva de comidas, hospedaje y viajes para pescar. Todos estos servicios son controlados por el hotel San Felipe (Hernández- Valderrama, 2007). Tomando en cuenta el tiempo de estancia, el patrón de gastos y las actividades que los visitantes realizan, se puede dividir al turismo en San Felipe de la siguien te manera: Regional Nacional Internacional Verano, Semana Santa, Diciembre; espo Verano, Semana Santa, Temporada durante la feria de Tizimín rádico durante el diciembre en enero año Entre 50 y 300 pesos por Entre 50 y 300 pesos 100 y 500 pesos día; renta de casas, tien por día; hotel, tiendas de por día; hotel Padrón de das de abarrotes, restau abarrotes, restaurantes, (renta de habita gastos rantes, compra de comida compra de comida a ciones; comida; fly a particulares, transporte a particulares, transporte a físhing) la playa la playa Estancia Entre 1 y 7 días Entre 1 y 7 días Entre 1 y 3 días Como puede observarse el principal turismo —al menos el que representa mayor impacto económico— en San Felipe, es el regional, de tipo tradicional, que visita la comunidad para ir a la playa, comer o visitar a familiares. Curiosa mente éste tiene poca o ninguna relación con lo que se propone en los discursos ecoturísticos. Para entender mejor esta dinámica es necesario recordar que el fenómeno del "turismo" en San Felipe se remonta a inicios de la década de los años 90, aunque ya desde dos décadas antes la comunidad recibía a visitantes, amigos o familiares 112
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