Si te metes con Murphy, puedes salir trasquilada.
Charisma Carmichael se cree lo más de lo más: tiene dinero, una familia que no se merece, un apartamento en la mejor zona del centro y un trabajo en una editorial. Es egoísta, vaga y superficial, y no cree que algo pueda salirle mal… hasta que recibe la visita del mismísimo Murphy.
Sí, en efecto, el Murphy de «La ley de Murphy», quien está a cargo del equilibro kármico del universo. Y Charisma hace saltar todas las alarmas con su pésimo comportamiento.
Murphy no la dejará en paz hasta que equilibre su vida, pero ella no está dispuesta a ponérselo fácil: bienvenidos a una historia repleta de karma, mala leche, algunos accidentes, un poquito de amor… y la protagonista más insoportable del mundo.