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Proceso a los Ovni PDF

86 Pages·1979·62.895 MB·Spanish
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PROCESO A LOS OVNI TE,STIMONIO DE ACTUALIDAD. 30 Ed. bolsillo r I t, t oNToNro RTBERA P R O C E S O : f o s OVINI r DOPESA &,,, Pa,ra Rafael Faúols y César Malet, en recuerdo d,e aqaella eatreaistrt... @Antonio Ribera Cubierta de Mario Eskenazi y Raúl pascualí DOPESA Cardenal Reig, s/n Tel. 334 20 00 Barcelona-28 Primera Edición: Junio I 969 Segunda Edición: Noviembre 1976 Tercera Edición: Septiembre 1979 ISBN:B 4-7235_l_Ox+ Depósito Legal : B.30952-t gj 9 Prinred in Spain _ Irnpreso en España GráficasC anrín, S.A. - Enna, 127 y l2g - Barcelona_S PRÓLOGO <<Sólcoo n la angustia,c on el d'olory con la rnüerte' el bontbre conquistaráa l fin las estrellas,>> Así comienzaG érmd'K lein un relüo corro ,itulddo s,Lea ieil Homme et I'Espace>e>n, el qae alude a la süpuesrar r,aerted 'e un gran' hombre propukor de las técnica¡ d,e' conquistad el espacio,Y deberíantosa ña- dir, sin afanes de conegir al gran autor de relatos de anticipación, <con el sacrificio, el tesóny el estadio>>, He empl,eadoc on tod.a intención la palabra estu- dio, para pod,erd ,eriaarr ápid'*rnenteb acia un hombre al que adrniro ptofund,amente! con el que, a Pesar de nuesrras diaergep'ciasp recisantente en la materia de este libro, me %neü na gran arnistad,S. í. Es An- tonio Ribera: sacrificio, tesón, e¡tudio, Tod,o eso I nzucbom ás e¡ lo que Riberu pone en su ya dilatada obra literaria y concreratlene en la que se refi.erea l arunto d,e los OVNI. Porque logra'r supetar, creo no equiuocarmea, lot <grand,esm>>u ndialesc omo Micbel, Buelta Jr orros, lto es un hazañaa l alcanced .e cual- quiera. Pero los supera precisantentee n una faceta en h que particalarmenre creo que estás ü gran fuuza y sü enorctzed ifusión. En inteligencia, en frial¿a¿ expositiua,e n claridad,n arrariaa.P orque Anlonio Ri- bera no es un místico, ün exaltado,¿ Le conocea sted, físicmnente,a nable lector? ¿No? Pues se lo uoy a d,escribir: Enjato, d,eportista, al.to, tostado por el sol, En cierta oca¡ión algaien, refiriénd'ase a Antoüo equilibrúo, sereno. Todo lo contrario de un exaltad.o, Ribera, lo calificó de imaginatiuo. No aoy d subrayar de un loco. Cabalgmtdo sobre su nariz, unas gafas de el concepto, ni positiua ni' negatiuartente. SóIo citaré concha qlte dcentli"an su inconfundible aire intelectual. unas paLa.brasd e Herbert Ma,rcuse en sü obra <El Practica, eJ uno de naestros primeros expertos, la Hombre Unidimen:ional>>: <A la luz de las capaci- exploración subm.arina y es elt definitiua un bombre d,ad,e¡ de la ciui'lización industrial aüanzdd,d' ¿n'o es normal, que traba.ja, tiene ana fatnilia y estudia sin 'tod,o luego d'e la inzagin¿ción un iuego con las posí- cettff. bilidades técnicas que puede rer com.probúo con rcs- He querid,o describirle, tan sólo a uuela-raí.quina pecto d sus posibiliddes de realización? La idea ro- (perd.ón por el término), porqae me pa,recía impor- mántica de una "ciencid de la lmaginaciónl' puece tdnte pdrd que después no sorprendan mis palabras. asunrir un dspecto cad'a aez más empírico,>> Y be querido destacar nuenild amistad, para que no ex_ Quizá yo no tenga razón. Quizá quien se lleue al trañe la siguiente afirnzación: no creo que los OVNI final el gdto al agila, ¡ea Ribera. O qu;izá red yo. Dd sean de procedencia exttaterTe:rre. Dicbo así, brusca_ lo mismo. Abí queda este te¡tirtorcio de un borubre mente, y sin nuí.s, pdrece improcedenre que sea yo sincero, bonrado e inleligente que hace muísd ,e aeinte precisamente quien abra el pórtico d, interesante 1t añ.os está <<haciendoa lgo>>p or estudiar a fond'o un bien docunzentado trabajo que adn ustedes a leer fenórneno que no está suficientenzelúe explicad'o. He inmediataruente. Pero e¡ nece¡a,rio ser sincero, en mi comenzado com anal palabras de Klein, Voy a ter- cdro, y ualiente, en el d,e Antoüo Ribera. Si se quiere mina't con otrar del nzismo dutor: <<Debes er ¡encillo ?rogre:ar, en cualquier campo, tan importantes Jon ntorfu cu,and,o¡ e ha hecho alguna cosd'...r> los caminos cerrados, las poslaras negatiuas, como la: sendas abierlas, las posiciones positiuas. Esto es_ Lurs Mn¡vTTLLES timula, ena"rdecea l inuestigador, al estudioso. y Ri_ bera lo es. No creo que nadie nzás haya podido reunir tantos y tdn precisos daros sobre el fenómeno de los Ob.jetos Volantes No ldenti.ficado¡ conto ba becbo Antonio Ribera en esra obra. Sw ca,pírulo dedócadoa los OVNI en la URSS es un modelo de seriedad, bowadez 1t competencia que nad,ie puede me.jorar. Pero debo insistir, al ma,rgen de sus conocimien- tos, de su probad,a <<mae¡tría>y> de su reconocida autorid,ad, está su indomable ¡entido de la realidad, su abierta disposici.ón al diálogo 1t su condición ltu_ ma.na. Parte del material reunido en este libro se publicó en la revista especializada< Metalurgia y Elearicidad>, Madrid. 10 11 PREFACIO IJltimamentel os aplatillos volantes>h an empezado a cob¡ar cierta respetabilidady ya no son tantas las personasq ue sontíen o se encogend e hombros ante la ¡eiteración de noticias sobre el particular. Son ya también muchos, inclusive, los periodistas que han dejado de creer que los <tplatillosl son un sucedáneo de la serpiented e mar. El asunto es seriq muy seriq empiezan a Pensarm uchos,y las socorridas< expli' caciones>d e la Aviación norteamericanay a suenan a falso en muchos oídos. Pero si bien existen cente- nares,m iles de personasd ispuestasa admitir Ia rca- lidad de los <objetosn o identificados>d, e esto a ad- mitir que dichos objetos puedan posalsee n el suelo y descenderd e ellos unos seresd e aparienciah uma' noidg media una gran distancia,q ue muchoss e nie' gan.a franquear. Se trata si-n duda de un absurdo bloqueo psicológico,p ues reconocerl a existenciad e vehículosd esconocidose n ouestra atmísfen equivale a reconoceri mplícitamente la de sus probableso cu- pantes y el hecho de que dichos vehículos puedan atenizar. Quizás el año L954 y la célebre <<oleadaf>rar ncesa de aquel otoñq admi¡ablementee studiadap or Michel, constituyee l <turning point>, el punto decisivoq ue señala la transición de los avistamientosd e OVNI en el cielo a los aterizajes en masa.P ues los ate¡ri' zajes- y ésta es la sorpresaq ue aguardaa muchos lectoresd e estel ibro- han sido y son mrmerosísimos" L' ¿Por qué no establecen< <contacto>p>u,e s? Esta es Ia pfegunta que suele formularse con mayol frecuencia. ¿Por qué no atertizan? Otra de las pregunras que también suelen hacerse.A ambas contestaría,v con_ C¡pÍruro PRIMERo testa, este libro, diciendo que, en cuanto a l, ,"g.rrr_ da, y,a han <<aterrizado>y>, , en cuanto a la primera, LOS (OVNIll EN tA ANTIGÜEDAD el <<contacto>n o parece interesarles (expresamente no aludimos a las historias de <<contactosm>>is ionales tipo Adamski, que 6davía no pueden aceptarsep le_ namente), como demuestra magistralmente vallée en el estudio efectuado sobre 200 aterúzajesr egistrados en Francia, y que el lector encontrará en este libro.l El aumento en el número de aterizaies y de ob_ Resulta muy curioso -y significativo- compro- servacionesd e <<pilotos>re>g istradose n todo el mundo bar que las apariciones de lo quq Para entendernos, tremos dado en llama¡ <objetos volantes no iden- a partir aproximadamenred e 1953_54,p arece indícar tifrcados> (OVNI), o, más vulgarmente, <platillos un incremento en la actividad exploradora de la mis- volantes), no son ni mucho menos un fenómeno teriosa potencia que envía a los OVNI a nuestros moderno, sino que este fenómeno hunde sus raíces cielos. Como señalaa certadamentee l malogrado Frank en el pasado, a veces muy remoto. Edwards en.,su best-seller< <FlyingS aucers_SeriouBsu _ siness>>p,a rece ser que los UFO (sigla con que se co_ Existe, en efecto, todo .un acervo de mitoa y epi- sodios históricos que hoy, a la ltz de 1o que sabemos noce a los OVNI en los paísesa nglosajonesh) an expe- sobre los OVNI, son susceptibles de recibir una rimentado cambios radicales de diseño en los últimos nueva interpretación. En casi todas las mitologías de sesenta años, acaso para estar siempre varios pasos los pueblos de la Tierra aPaÍecen< dragonesa ladosr>, adelanted e la tecnologíad e la época.T odo ello parece (carros de fuego>, (serpientes voladoras> y otros pro- preludiar algo, tal vez una <<ocupación>d>e finitiva de digios, muchas veces de un inequívoco carácter discoi' nuestro planeta por <<ellos>S>e. a como fuere, tenemos dal, como el <disco alado> egipcio. Según el estu' la impresión de que la solución del irritante enigma no anda muy lejos. dioso inglés John Michell, el disco alado egipcio u <ojo de Ra> tiene dos ürAeilJ -serpientes- que Este libro constituye un peq.ueñop aso en el escla_ escupen fuego, una a cada lado. Atenea, la diosa recimiento de la verdad. griega de la sabiduría, subió en ufl caro aéreo tirado por dos serpientes para asistir al juicio de Paris; fue1 .r eUalniz aedsotp uodrio e sl impriolaprl,o s Voablrleé e2 0v0 g ;aiit.ertn..i_zOajlemsio bré, ri.cooís, Circe fue arrebatada de la Cólquida en un vehículo lo_sm- ismosr esultadosE. ste trabajo'f".'-p"Uf;.udo por el semejante, anastndo por serpientes aladas; Afro- CUFOS del Dr. Hynek: dita, que asumió la apariencia de Circe, regresó en 14 L5 el.mismo catto, y esta misma leyenda aplícase tam_ Triptolemo, era una almadía o carro tirado por ser- bién a Medea. Más tarde, Af¡odita construyó una pientes. rueda tolamte a la que unció un torcecuellq ave es_ Los habitantes de la América precolombina tuvie- trechamente ¡elacionada con la serpiente a causa de ¡on además otro <regalo) extraterestre: el algodón. su costumbre de silbar y torcer el cueüo. En nume_ Las culturas preincaicas fueron las primeras en utili- rosos vasos griegos apa¡ece la representación de esta zar aLgodónp ara confeccionar finísimos tejidos, como misreriosa rueda, ¡odeada por una hilera de puntos, los que se encuentran en las tumbas de los mochicas semejantes a las portillas que figuran en rantos in_ (2000 antes de J.C.). Y aquí nos hallamos ante una formes sobre platillos volanres. E to, mismos pun_ asombrosa coincidencia, que la Ciencia no consigue tos se hallan asociados con el üagón o el pl.rro explicar: estudiando los genes de los primitivos al- celestial de la China y con el dragón de las leylndas godones peruanos y egipcios, hallamos que ambos inglesas. pertenecen a la misma variedad tetraploide. ¿C ómo - El dragón, junto con sus homólogos (la serpientg se explica semejante coincidencia, ateniéndonos a la el Iagarto, el cocodrilq etc.) según é. ¡llo, Smitf, y fabulosa distancia que separa ambas regiones del or¡os aurores, represenra en el lenguaje mitológico el globo? Otra coincidencia cu¡iosa se halla represen- disco celeste.A penas exisre or, ,.luto mitológico de tada por los telares de mano: se utilizaba un tipo vuelo en el que no aparezca la serpierr., L.g,rru de telar id,éntico (sus piezas serían intercambiables) Michell. Es clara la identificación de la serpiáte, en el Egipto faraónico y en el Perú preincaico. pues, el concepto mode¡no de lo que hoy llama_ ^con mos OVNI Otra figura de la Mitología griega que voló en un El más ant¿guo testirnoüo conocid.o carro tirado por serpientes fue Triprolemq el dios que introdujo el trigo en Ia Tiena por mandato de Hemos mencionado el Egipto faraónico. Precisa- Démete¡. Esta antigua identificación del trigo como meflte de allí procede el más antiguo testimonio es- planta ext¡aterrestre es muy notablg puesro que su crito que poseemos sobre lo que hoy llamaríamos origen sigue envuelro en el misterio. Ei trigo .n .rru_ <platillos volantes>: el famoso Papiro Tulli, que hoy do silvest¡e no existe en nuesrro planeta. ¿y si hu_ se guarda en la Biblioteca del Vatiiano. Su texto fue biese sido un don hecho a los hoÁbres, para ayudar t¡aducido por el egiptólogo Boris de Rachewiltz. El les a desarrollar su civili zación? Enconr¡amos en Mé_ papiro procede de la XVIII Dinastía y formaba parte xico ei mismo relato, ¡eferido a euetzalcoatl, el mis. de los Anales Realesd e Tutmosis III el Grande (1501- te¡ioso educador identificado con la <rse¡pientee m- '1.,447a ntes de J. C.). Este documento, de cuya auten- plumada>. Además de enseñara los hombr-esla s artes ticidad no puede caber la menor duda, describe unos de la civilización, el empleo de la plata,Ia albañiIería objetos celestesq ue hicieron su primera aparición un y la decoración, Quetzalcoatl introdujo el culrivo del mediodía, entre el 18 de febrero y eL 20 de marzo maí2, difundiéndolo en un vehículo qug como ei de del año 1487 antes de nuestra Era, es decir, hace casi L6 L7

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