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Portugueses en lafrontera de Granada PDF

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EnlaEspañaMedieval t55N: 0214-3035 2000,23:67-100 Portugueses en lafrontera de Granada Miguel-Ángel LADERO QUESADA Universidad Complutense El reino musulmán de Granada desarrolló su existencia política indepen- diente desde 1246 hasta 1492. En la primera de ambas fechas se estableció el tratado de Jaénentre Femando III y Muhammad1, que reconocía laexistencia del emirato aunque sujeto a vasallaje respecto a Castilla. En la seguda capitu- ló la ciudad de Granada ante los Reyes Católicos yconcluyó la conquista del reino. Entre tanto, dos siglos y medio deguerras ytreguas, de relaciones mer- cantilesy diplomáticas conCastilla, sobretodo,perotambién conla Coronade Aragón, con Génova y, desde luego, con el N. de Africa. Es cierto que Portu- gal era un reino relativamente lejano yque Granada era o bien vasallo o bien potencial conquistade Castilla, perocontrasta la intensidad y frecuencia de sus relaciones con la Corona de Aragón con la escasez de datos sobrela presencia o intereses lusitanos en el reinomusulmánoen sus fronteras. Hay algunos, sin embargo, muy heterogéneos y relativamente inconexos aunque suficientes, a mi modo de ver, para intentar unaexplicación de conjunto, al hilo de las épo- cas de lamisma historia granadina 2 1. DE LA RECONQUISTA A LA BATALLA DEL ESTRECHO 1. Reconquista La primera presencia de origen portugués en relación con Granada se re- monta al acto mismo de constitución del emirato pues, en aquel momento, entre los dirigentes políticos y militares que acompañaban a Fernando III se Discurso pronunciadoenel actodeingreso delautorcomoacadémicocorrespondientede la AcademiaPortuguesada História(Lisboa, 26denoviembrede 1997). El encuadrede los hechos queaquí serelatanpuedeconseguirse.porejemplo, consultan- do mi libro, Granada. Historiade unpaísislámico(1232-1571), Madrid, 1989(3. cd.). Miguel-ÁngelLadero Quesada PortuguesesenlafronteradeGranado encontraba el maestrede Santiago Pelayo PérezCorrea, que había participado enel cercodeJaén,cuyaentregaporMuhammad 1 fuelacondición previa para aceptarel reconocimiento del nuevoemirato. Sabemos que, después de cerco de Jaén, el maestre aconsejó al rey proceder al ataque directo contra Sevilla; seria muy extrañoque no hubieradadotambiénconsejo aFemandoIII enrela- ción con la cuestión de Granada. Pero también es cierto que Pelayo Pérez Correa había abandonado sus actividades portuguesas desde que fue elegido maestre deSantiago, en ¡242, y, en especial, después de la posible ayuda que prestóa Afonso III para sustituir en el trono a suhermano Sancho II; sus acti- vidades y su personalidad política se expresaron en un escenario hispánico general, ya que también ayudó a Jaime 1 de Aragón en su proyectadaexpedi- ción a Tierra Santa en 1269. Peroel maestre de Santiago actuó sobretodo en las zonas de guerray fron- tera, esto es, en Murcia—cuya primera conquista protagonizójuntocon el in- fante heredero Alfonso en 1243— y Andalucía. Su papel en la conquista de Carmona, Alcalá de Guadaira y Sevilla, donde tuvo a su cargo el cerco del arrabal de Triana, es bien conocido (1247-1248), así como la aportación de dinero y el apoyo militarque los santiaguistas hicieron para sofocar la revuel- tamudéjarandaluza ymurciana de los años 1264 a 1266: el maestre estuvo en Orihuela y acompañó a Jaime 1 cuando éste recuperó el reino deMurcia para su yerno Alfonso X deCastilla, mientras otros caballeros dela Orden deSan- tiago resistían en Lorca y en Huércal, donde tuvo el mando Martim Anes do Vinhal. Pelayo Pérez Correa murió en febrero de 1275, el mismo año en que los meriníes desembarcaron en la península y comenzaron sus ataques contra Andalucía, yelmismo añotambiénen quemurió el infante herederodel trono, Femando, cuando acudía ahacerlosfrente ~.Pelayo Pérez Correa alcanzó una famacomo caballerode procasi comparablea laquerodeabaal condede Cas- tilIa Fernán González y alCid Rodrigo Díaz;junto con ellos aparece mencio- nado en textos bajomedievales, como modelo de proezay caballería cristiana, e incluso, para afianzarmejoresta imagen, setejió la leyenda deun milagro en el que el maestre habría conseguido con sus rezos a Dios y a SantaMaria que se detuviera el sol unas horas para tener el tiempo de ganar la batalla trabada con los musulmanes en la actual zona deLlerena, donde el santuariode Santa María de Tudia o ‘detén tu día’ conmemora el prodigio que hizo del maestre un nuevo Josué ‘t ConPelayo Pérez Correa concluíalaépocadelareconquista, en cuyas em- presas andaluzas habían participado a título individual caballeros portugueses una vez terminada la conquista en su propio reino. Lo hicieron, como escribe 3 Datos tomados de D. W. Lomax, La Orden de Santiago, MCLXX-MCCLXXV, Madrid, 1965. Narrado, cutreotros autores, porE deRades yAndrada, C’hranicade las tresOrdenes y cavallertas de Sanctiago, Calarraua yAlcántara Toledo, 1572, cap. 24, ‘Del maestre don Pelay PeresConca’. En laEspañaMedieval 68 2000, 23:67-100 Miguel-AngelLaderoQuesada Portuguesesenlafrontera deGranada el conde de Barcelosen elLivrodeLinhagens, porqueosfidalgos portugueses hia¿a castella multasvezasporseprovarempellascorpos quando cmPortu- gal mister delles náo avit2o. Es decir, como paladines de la guerra contra el Islam para los que Sevilla venía a ser una «nueva Toledo, otra vanguardia de una frontera más meridional» (L. Krus) El conde de Barcelos se recrea en ~. narrar las hazañas, durante el cerco de Sevilla, de caballeros portugueses, en especial al relatar, en términos muy fabulados, las de Rodrigo Froiazde Tras- támara, de origen gallego, en compañía de Pedro Mendezde Acevedo y delos portugueses que participabanen el cerco de laciudad, que eráomuitos ehons, enespecialel enfrentamientoquetuvocon elmoroAca9af,al queserepresenta como um cavaleiro grande malor hum palmo que cutio cavaleiro que elle achasse, era multo ancho e multo menhrudo e muy negro e avía antre olho e olho tresdedos, además,para completarel perfil de su maldad, ésta no sólo se mostraba en su físico sinoque erainnata debido a su origen incestuoso pues, erafiMo delrey de Tunes que ofizera cm hua suafliha. El conde de Barcelos añade unarelación de veintidóshidalgos portugueses que estuveron no tomada de Sevilha. Esta práctica del recuerdo nominal sólo se tomaba enlas grandes ocasiones, como había sucedidoen la batallade Las Navas de Tolosa, y no importa en ella tanto la verdad como el situar en tan señalada ocasióny lugar de honraa loscaballeros que tenían sangre de linajes principales: Soares Correa,Pires de Cuimaraes, Viegsde Sequeira,PiresRibei- ro, Henriques de Portocarreiro, Roiz de Tongues, Cartebla, Novaes, Soares Escaldado, Fernándes de Cunha, Comes Mageira, Pires de Velmir, Alderete, Pires de Tavares, Mendes Petite, flias de Godes, Fernandes o Valle, Pires de Vasconcellos, Medudo de Sandim, Comes Barroso, Fernandes de Novaes y Pimentel, Nunes das Asturias y Palmeira6, Pero no se avecindaron en Sevilla, dondesólo arraigó Alvaro Pires Barreto, dellinaje de losRibaMinho, segúnel genealogista, aunque los ‘Libros de Repartimiento’ yotros documentos permi- ten conocer la presencia de unos noventa portugueses en las repoblaciones andaluzas del siglo XIII ‘. Utilizolaexcelcntecopiaen portuguésylatraduccióncastellana,ambasdelsigloXVI,dcl «Livro de Linhagens» del Conde de Barcelos, conservadas en Real Academia de la Historia (Madrid),ColecciónSalazar, 9/321 y232, y.complementariamente, los textos de lasversiones antiguaseditadas porJ. Maltosoy1.Piel enPoríagaliaeMonumentoHLytorica,Lisboa, 1980, y citadas porL. Kms,A concepgñonobiliárquica do espago ibérico(1280-1380, Lisboa, 1994. Estaprimeraenpp. 217-236. RAU Salazar9/231,Pp. 220a 229. L. Krus,Pp.217-236. Sobrelapresencia portuguesaenlas conquistasycolonizacionesde otros reinosespa6otes delsiglo XIII,vid. 1-1. David,«Osportugueses eareconquistacastelbana earagoncsa do século XIII», Actasdas2as. JornadasLuso-Espanholas de Ilistória Medieval, Porto. 1989,3, Pp. 1029-1041 (sobreMurcia, ValenciayMallorca),«Os portuguesesnoslivros de ‘Repartimiento’ da Andaluzia (s&ulo XIII)», Revista da Faculdade de Letras. 1-listória (Porto), 3 (1986), 51-75 yenActasdas ¡Jornadasde¡-listória MedievaldoAlgarve eAndalu- da,Loué, 1987,Pp. 271-296,y E. Davidy. A. P.de SottoMayorPizarro,«Nobresportugue- sesem Leáoe Castela(século XIII)», Revistade¡-listória (Porto), 7(1987), 135-150. 69 EnlaEspañaMedieval 2000,23:67-100 Miguel-ÁngelLideroQuesada PortuguesesenlafronteradeGranada En relación con la revuelta mudéjar de 1264 y sus secuelas se sitúan los acontecimientos que marcarían el final de la última obligación vasallática del rey de Portugal respecto al de Castilla, establecida, por lo queparece, en las negociaciones de 1263-1264. cuando Alfonso X aceptó trocar las rentas y el dominio útil que teníaen el Algarveporun auxilium militarde 50 lanzas—lo que suponía un número notablemente mayor de hombres— cuando hubiera guerra contra los musulmanes. Estas tropas intervinieron en la campaña de 1265. ¿Se acordó el fin del auxilíum en el tratado de Badajoz de febrero de 1267 como parece lógico, teniendo en cuenta que entonces renunció definiti- vamenteAlfonso X acualquier pretensión de dominiosobre elAlgarve? Sin ~. embargo, la Crónica del monarca sitúael sucesounos años después, tal vezen 1271, con motivo de la visitade don Dinisa Sevilla, cuando era mozo en edad de doce años o trece para que su abuelo Alfonso X le armara caballero; fue entonces cuandopidiotemercedque le quitase eltributoque los íryes dePor- togal erantenidos defaceral reydeLeón, queera veniren suacorro cada que les enviasellamar; e otrosíque le diesegente cierta de caballo cada que el rey ¡tese a laguerra delos moros, asegurando, esosí, que siempre tendría a losde Portugal en vuestra ayuda e en vuestra honra. Alfonso X aceptó, a pesar del consejo en contra de Nuño González de Lara, principal noble del reino y cabe- za visible de la revuelta de 1272, que no era de aquel parecer: señor; que vos tira/es de la corona de vuestros reynos el tribííto que el rey de Portogal e sí reynoson tenudos de vosj=¿cery;o nunca, señor; vos lo consejaré ~. En los años siguientes, hay noticia decaballeros portugueses combatientes y fallecidos en Andalucía durante guerras civiles oenfrentamientos contra los granadinos. El conde de Barcelos reseña las noticias con minuciosidad, por ser casos de honra. En 1272, exilado en Granadajunto a NuñoGonzález deLara, fallecióFernáo Rodriguesde Castro. En 1280, durante unatalade laVegaapar de Granada, el conocido caballero y trovador Gongalo Eanes d’Aguiar o de Aguilar, y su homónimo Gon9alo Anes de Lima. En 1282 y en Córdoba, Vasco Martins Pimentel, que había sido merino mayor de Afonso 111, durante el enfrentamientode Alfonso X con su hijo Sancho. Diez años más tarde, Fernáo Fernandes Cogominho, en lalidde Chinchilla, formandoparte de lahueste de EstebanFernández de Castro, que peleaba al servicio de Sancho IV y contra el rebelde Juan Núñez de Lara lo. Durante elcerco y toma de Tarifa en 1292 por Sancho IV murió Gon9alo Gon~alves Mouráo, del linaje de losChiricháo: que matou apedra do engenho em Taríft¡quando afilhou el rey dom Sancho. Pro- bablemente también murió enla campaña su hermano Joáo, o que mataram os A. Ballesteros, Alfonso X el Sabio, Barcelona, 1963, Pp. 420-425. J. Mattoso, «As rela~óesde Portugal com Castela no reinado de Afonso X, O Sábio», iii Fragmentosde u,na cotnposigáo medieval. Lisboa, 1987, Pp.73-94. Crónica deAlfonso X, inBiblioteca de AutoresEspañoles, 66,p. 14,cap. XIX (BAEen lo sucesivo). ReseñadosporL. Krus,op. cit.notas 507,510, 561 y 562. EnlaEspañaMedieval 70 2000,23:67-100 Miguel-AngelLaderoQuesada PortuguesesenlafronteradeGranada mouros Por último, en la desastrosa entrada de los infantes don Pedro y ~. donJuanenlaVega deGranada —juio de 1319— queconcluyó con lamuer- tede ambos, perecierontambién Guterre Dias de SandovalyAfonso Martins de Teixeira, afincadoéste último en Toledo, tal vez como antiguo miembro del séquito que había acompañado a la reinaConstanza, casada con Fernan- ~v do 12 2. Las campañasde Alfonso XI Durante el reinado efectivode Alfonso XI de Castilla, las presencias por- tuguesas en la frontera deGranada alcanzaron un punto culminante en la fase decisiva de la denominadatradicionalmente batalladel Estrecho, debido a la participación de Afonso IV en la gran lidcampal del río Salado. Peroel cami- no que llevó a aquella situación fue tortuoso y difícil porque se interpusieron diferencias y enfrentamientos políticos muy fuertes relacionados con lamptu- ra del compromiso matrimonial entre AlfonsoXI y Constanza,hija del tíodel rey, Juan Manuel, y la formalización del que llevó a cabo en 1328 con María, hija de Afonso IV, a pesarde su estrecho parentesco: el matrimonio se efectuó en la localidad de Alfayates, en inequívoca señal de que la nueva frontera de RibaCoa, establecidaen 1291, seconsideraba definitiva.Este matrimoniopre- cipitó la revueltade don Juan Manuel pero también una primera alianza entre ambos reyes que se concretó a lo largode 1329, entre otras cosas, en el com- promiso portugués de ayuda cuando hubiera guerra contra los musulmanes, con el enviode 500caballeros ~. Como, efectivamente, así ocurrió durante la campaña de 1330, que tuvo por consecuencia el cerco y toma del castillo fronterizo de Teba, pero la apli- cación del límitede tiempodel auxilium militar, segúnel usohispánico, redu- jo mucholos efectosde la ayuda. El maestre de laOrden Militarde Cristo, que acudió al frente de la hueste, después de permanecer un mes en el asedio de Teba, dijo que era conplido eltiempoporque lesfecierapaga el rey dePorto- gal, que había sido por los noventa días que el uso marcaba, delos que se ha- bíaconsumido un mes en el viaje de venida, quince díasde esperaenCórdoba y Écija, otro mes en el cerco de Teba más quince días como mínimo previsto para el regreso a Portugal. Aunque Alfonso XI ofreció enviarmensajero alrey de Portugal para que continuara pagando el sueldo o, en otro caso, que él les daría mantenimienso en quanto allí estodiesen e despues con que podiesen ir a sus tierrasy les recordó que losportogaleses naturaleza avían con los reyes de Castilla e inclusó argumentóque noj¿¡rían buenajázaña si se fueran antes RAH, Salazar, 9/231,fol.642, y L. Krus, PP. 81-82. L. Krus, p. 82.Sigue, eneste caso,al ‘Librodel Deán’. ~ Estos sucesos en Crónica deAlfonso Xl (BAE, 66), cap.48, 60, 78 y 83, Pp. 202, 209, 220y 224, •71 EnlaEspañaMedieval 2000.23: 67-100 Miguel-AugelLadero Quesada PortuguesesenlafronteradeGranado de la conquista deTeba, el maestre de Cristo respondió que tenía mandato de su rey parano estar más tiempo y se marchó con la hueste portuguesa 4 El episodio deTebamostró con claridad los límites quetenía aquel tipo de ayudas. Además, lascircunstancias de los años siguientes terminaron con el es- píritu de amistad establecido entre los dos reyes, el portugués yel castellano. Unade las primeras causas, si no la más antigua, fue la cohabitaciónde Alfon- so XI con Leonor de Guzmán, que comenzó precisamente a su regreso a Sevi- lla despuésde la campaña de Teba,con manifiesto abandono de lareinaMaría, que no le habíadado aún hijos. Hay que relacionar con esto la entrevista que mantuvoAlfonso XI con su tía-abuela la reinaIsabel de Portugal, viuda delrey don Dinis, a petición de la dama, que acudió a Jerez de Badajoz —hoy de los Caballeros—porse vercon él, etque le rogaba quefueseallíet quele vería ca avíagrandtiempoque lonon avíavistoetquefablaría conélalgunascosasque le avía de decirporsu honra. La Crónica no da más detalles pero no es difícil 5. suponer queentre talescosas estaría la situaciónconyugal de Alfonso XI Porque la réplica casi inmediata de Afonso IV fue romper la anterioramis- tad y el proyectado matrimonio de su hijo y sucesorPedro con Blanca, hijadel infante Pedir yprimadel reycastellano, paraconcertadoconConstanza, hijade don JuanManuel —la esposa abandonadapor AlfonsoXIen 1327—, al tiempo que ofrecía su alianza a los nobles rebeldes oalejados de Alfonso XI. Se abrió así paso unanueva guena desanollada en los años 1336 y 1337. En el primero de ambos, Afonso IV asedióBadajoz y el conde de Barcelos hizo una incursión enGalicia. En elsegundo, Alfonso XI contratacódesdeBadajoz, invadiendotie- rra portuguesa, y de nuevo en el Algarve, además de quesu flota, mandadapor Alfonso Jofre Tenorio, derrotó a la del almirante portugués Manuel Pessagno, mientras Afonso IV se limitaba a una nueva entrada en Galicia. La mediación eclesiásticaconsiguió unatreguaque seprolongó durante 1338 ~. En aquel año y el siguiente, la actitud de Afonso IV varió sustancialmente, entreotras cosas porque en Castillahabían concluidolas revueltas y tensiones nobiliarias. El rey portugués, prudentemente, no apoyó los derechos del nuevo maestre de Santiago, don Vasco López, en 1338, aunque lo acogió en su rei- no ~,y, en 1339, abandonó a su suerte al maestre deAlcántara, GonzaloMar- tínez, aunque éste requirió su ayuda cuando se vio asediado en Valencia de Alcántara, donde acabaría prendiéndolo y haciéndolo ejecutar Alfonso XI ~. La reanudación de la alianza entre Portugal y Castilla era yaun hecho, como se demostró en la primavera de 1340, cuando fue destruidala flota castellana en batalla contralos meriníes y Afonso IV aceptó enviarpor algún tiempo sus ‘ CrónicadeAlfonso XI,cap. 85. ~Crónica, cap.90y 91. 6 Crónica..., cap. 152, ¡66, 167,174, 179a 185y 189.SobrelacampañadelcondedeBar- celosenGalicia, año 1336, L. Krus,op. cii., p.268-270y 307. ‘~ Crónica,cap. 189y 92. ‘~ Crónica,cap. 201 alOS. EnlaEspañaMedieval 72 2000,23: 67-100 Miguel-AngelLaderoQuesada PortuguesesenlafronteradeGranada galeras, bajoel mando del almirante ManuelPessagno, paraque contribuyeran a la vigilancia del Estrecho junto con otras contratadas en Aragón y Génova aunque, al parecer, los portugueses se limitaron aestablecer subase de opera- ciones en Cádiz 19 Enaquel proceso dereconciliación mediaba activamente entre su marido y su padrela reina María, lo que hace suponer que sehabía alcanzado una situa- ciónconyugal mejor o,al menos,que lareinateníacierto pesopolítico. Elenvío de embajadores a Portugal —mandaderos con procuravion etpoder cierto— debióocurrirporentonces, ya comienzosdel otoño de 1340laentrevistadelos dosreyes enlariberadel Guadiana,junto aOlivenza,yluegoenBadajoz, cuan- do elsultánmeriníAbu-l-I-lasanyateníacercadaTarifa. Afonso IV aceptó pres- tar ayudamilitar asuyerno, asícomorey cristiano, et otrosípor losdebdosque avía con el rey de Castiella,pero que bien sabía que si el rey de Casucha non lo pasase bien con losmoros, que él non sepodría delios dejéuder20, Los acontecimientos de las semanas siguientes han sido narrados muchas veces siguiendo el hilo de las crónicas, en especial el hecho culminante de a batalladel río Salado—30 de octubrede 1340—junto a Tarifa, en laque los re- yes de Fez y Granada fueron completamente derrotados y. como consecuencia, se levantó el asedio de la plaza 2~. Afonso IV había acudido con al menos mil caballeros pero sin infantería; durante lospreparativos para labatalla, en la que participaron unos 8.000 caballeros y 12.000 peones cristianos, se incorporó al cuerpo de ejército que mandaba el monarca portugués «otros tres mil caballos castellanos conel pendóny los vasallos del herederode lacorona, elinfante don Pedro, losmaestres de Alcántara yCalatrava yvariosconcejosextremeños y cas- tellanos, conlocual susfuerzascasi seequipararon alasdesu yerno». En labata- ¡la, Afonso IV se encargó de enfrentarse y derrotar al rey de Granada, Yusuf1, mientrasqueAlfonsoXIcombatíacontralos marroquíesdelsultán Abu-l-Hasan. Pasemosporaltoel detallede los sucesospues cadacronista, segúnelreino aque pertenezca, cargamás el acento en unos u otros,asícomoel rápido regre- so a Sevilla de aquel ejército que se había formado sin apoyo logístico ni avi- tuallamiento para más deuna semana, de modo que era imposible mantenerlo en pie de guerra. Todos los relatosponen de manifiesto la desprendida actitud de Afonso 1V al renunciar prácticamente a la parte que le correspondía en el gran botín obtenido y acumulado enel alcázar de Sevilla: «el rey de Portugal, al rogarlesu yerno quetomasetodo loque quisiese, se limitó muy cortés a ele- gir unas pocas armas y unos cautivos —entre ellos el hijo del emir de Siyil- massa, sobrino de Abu-l-Hasan---— renunciando formalmente al dinero amone- dado». Era una señal debuena caballería y, alponerlade relieve, los cronistas muestran su interpretación de la batalla como acontecimiento de importancia Crónica,cap. 210a 212. 20 Crónica,cap.213 y 244. Un bucnestudio y resumendctodaslasfuentesconocidasenA. Huid Miranda,Lasgran- 29-387. desbatallasde lareconquistadurante lasinvasionesafricanas, Madrid, 1956,pp.3 73 En laEspañaMedieval 2000, 23: 67-lOO Miguel-ÁngelLadero Quesada PortuguesesenlafronteradeGranada singular —lo mismoque lo habían sidoladeLas Navasde Tolosao laconquis- tade Sevilla—, manifestación de «la unidad cristianahispánica del retorno a ... losidealesde ‘amor’ e ‘amizade’ quedeberíanregirlasrelacionesentrelosseño- res de Hispania», reyes ehidalgos, rotos por losenfrentamiento de los tiempos anteriores y por las continuastensiones entre reyes y nobles a que daban lugar los reajustes del poder político y sus nuevos repartos 22 En la refundición del Livro de Linhagens del conde de Barcelos hecha hacia 1380 encontramos una relaciónde la batalla delSalado y variosdiscursos que lajustifican como conti- nuación de los trabajos de los antepasados por recuperar la tierra de España. Afonso IVhabríapronunciadoelprincipal: Senhores, esteéonosso dia, em que havemos d’escrarecer; e este éo diada vitoria eda honradosjidalgos. Este é o dia da salvagom de nossas moflieres ejilhos edaqueles quede nós decenderem, Este e odio emque avernossernelbar nossosavoos, queganharoma Espanha23 En los años inmediatos, mientrasAlfonsoXIllevabaacaboellargoasedio de Algeciras, quecayóenmarzo de 1344,hubo algunaparticipaciónportuguesapero de rango menos destacado. Una vez comenzado el asedio, en agosto de 1342, Afonso IVenvióalgunasgaleras mandadasporelalmiranteCarlosPessagno,que echaron el anda en El Puerto de Santa María, frente a Cádiz,mientras su almi- rantecomunicabaaAlfonsoXIqueveníanpagadas sólopordos mesesysenega- ba a aceptar el pago de otros dos por Alfonso XI, demodo queregresaron muy pronto lasnaves aPortugal. Elrey castellanoescribió asu suegropidiéndole que de nuevo las enviara «pagadas por algún tiempo» pero no debió poner mucho empeño en elasunto porque en aquel momento contaba confuerzasnavales sufi- cientes, a pesar de su desmesurado coste: recordemos que manteneruna galera armada, tripuladay en disposición de combateenla zonadel Estrechode Gibral- tarcostaba,porentonces, unos800florinesdeoroalmes,oentre600ymildoblas de oro,más elsueldodel almirantey elsustento delas tripulaciones.Sosteneruna flotaenpie deguerra era tangravoso queseprocurabalimitaralmínimoelnúme- ro de unidades operativas y eltiempo durante el quelo estaban24 II. LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIV. LA CRUZADA DEL MAESTRE MARTIMANES DE BARBUDO La ‘Crónica deAlfonso XI’ sólo registra el nombre de un caballeroportu- guésentre loscaldos duranteelcercodeAlgeciras,el deJuan AriasdeAltero 25, 22 L.Krus,op.cit.pp. lIS, 196-197.Talessonlos idealesexpresadosporelconde deBarcelos. -3 Ch.L. Kmus,p. 15, tambiénPp 2=3-235I.nteresa verlostrabajos deA.Saraiva,«Oautor danarrativadabatalbadoSalado earefundi~Ao dolivro docondeD. Pedro»,Boletim deFilo- logia,22 (1971), 1-16,B. Sonsa, «Osangue. acruz ea coroa. A memériadoSaladoemPortu- gal»,Pené/ope,2 (1988), 25-48,M.Vaquero, «ThcPoemadabataihadoSalado: sornenewsian- zas andthc PoemasrelationtoCastilianand Latintcxtsss, PortuguesaStudies, 3(1987). 24 Crónica,cap.266, Crónica,cap.337. - EnlaEspañaMedieval 74 2000,23:67-100 Miguel-ÁngelLaderoQuesada Portugueses enlafronteradeGranada Con la toma de Algeciras porAlfonsoXl concluyen varios decenios de historia bélicaen tornoa Granadasingularizados por las luchas en tomo al Estrecho de Gibraltar, para conseguir el dominio marítimo e impedir el socorro a Granada desde el N. de Africa. Una vez conseguido plenamente este objetivo, las difi- cultades y las luchas internas que se sucedieron en la segunda mitad del siglo XIV tuvieron por efecto la suspensión de las guerras abiertas e incluso de las hostilidades de cierta importancia en la frontera de Granada, salvo cuando Muhammad V requirió la ayuda de Pedro 1 de Castilla o cuando le combatió apoyando a Enriquede Trastámara. Nohay proyectos castellanos de conquista ni, por lo tanto, auxilios o presencias portuguesas. Y, sin embargo, en aquellas circunstancias ocurrió el suceso más singular protagonizado por un caballero portuguésen la fronterade Granaday, talvez, el Ultimoejemplodeloque pode- mos considerar un auténtico impulso y emoción de cruzada en estado puro. Es bien sabidoque como consecuenciadelos sucesosde 1383-1385 y dela instauración de la casa de Avis en Portugal, un número considerable de nobles portugueses que habían seguido la causa de Juan 1 de Castilla al anteponer a otras consideraciones la legitimidad dinástica encamada en su mujer, la reina Beatriz, seexilaron eneste reino,dondeejercieronoficiospúblicos deimportan- cia, recibieron mercedes y rentas e, incluso, arraigaron sus linajes dando lugara algunas casasimportantesde lanobleza. Entreaquellos exilados sehallabaMar- tin Yáñez deBarbudo,puestal essu nombre castellanizado, «freyrede laOrden de Avis que tenía a Montfort», seguidor de Juan 1según señala laCrónica real al referirlos sucesos del año 138426 Muy apreciados debieron serlos servicios del caballero, al que el cronista Rades yAndrade hace clavero de su Orden, o muy simbólicos, pues abandonó a su propio maestre. Lo ciertoes que, después de labatallade Aljubarrota, Juan1de Castillalehizo elegirmaestrede laOrden Militar de Alcántara y «Merino Mayorentre Tajo y Guadiana», oficios que ya ejercíaen septiembre de 1385 27 Como tal combatiócontra lastropas de Juan 1 de Portugal en la zona de Extremadura, en especial contrael condestable Nun Alvares Pereyra, hasta quese asentarontreguas, y en algún momento posterior recuperó Valencia de Alcántara, según relata Rades y Andrade aunque lo con- tradice Torres y Tapia porconsiderar que laplaza no cayó en poder de lospor- tugueses. Pero estos son asuntos en los que no me detendré porque no tocan a nuestro objeto central de interés. Crónica deJuan1(BAE,68), año 1384,cap. X,p. 91. =6 F. de Hadesy Andrada,op. cit. le dedicauncapítulo e introducelaversión de su ape- 27 llido (de laBarbuda) seguida porautores más modernos, perono por su principal estudioso, que fueAlonso de Torresy Tapia,Crónicadela OrdendeAlcántara, Madrid, 1763,2 vol.. Ya eramaestreen IIde septiembre de 1385,según documentopublicadoporM. Gonzálezjimé- nez, «Privilegios de los maestres deAlcántara a la villade Morónde la Frontera», Archivo Hispalense, 214 (1987), apéndice n.’ 5. Recordemos que suantecesorene1cargofueGonza- loNúñezdeGuzmán, quepasóasermaestredeCalatravatraslamuerteenlabatalladeAlju- barrota del que lo era desde 1384, el portugués PerAlvarez Pereira, partidariode Juan 1 de Castilla. 75 EnlaEspanaMedieval 2(~, 23:67-100 Miguel-ÁngelLaderoQuesada PortuguesesenlafronteradeGranada Antes de regresar a él, sin embargo, sería interesante saber algo sobre los orígenes familiares del personaje pues los cronistas de las OrdenesMilitares, que escriben varios siglos después, son muy parcos en noticias: «natural del reynodePortogal ymuyvaleroso cauallero=»s,e limitaaanotar RadesyAndra- de; «desu linageyfamilia solose alcanza a saberque fueportugués de nación, y a loque se entiende natural de la ciudad de Lisboa, de una muy noble con el apellido de Barbudo que había en ella. Otros dicenBarbuda, pero la firma del maestre que yo he visto es como digo», añade por su parte Torres y Tapia, Los nobiliarios portugueses de los siglos XVI y XVII que he podido con- sultar no incluyen noticias sobre el apellido Barbudo. Sí, en cambio, los anti- guos, anteriores a la crisis de 1383, enespecial el del conde de Barcelos aun- que es imposible saber si se refieren a antepasados de nuestro personaje. Los Barbudo oBarrundo aparecen en relación con ellinaje Novaes —un linajehi- dalgo demodesto origen gallego—, porel matrimonio deSoeiro Gon9alves de Barbudo conTeresa Novaes. Hermanos de Soeiro habrían sido Juany Fernán Gon~alves Barbudo, e hijos de este último Esteváo Soares de Barbudo, Pai, Fernán y Gentil, que habrían muerto en la «lid de Alfayates», reñida contra Alvar Núñez deLara, rebelde a SanchoIV deCastilla, en 1287, cuandoPal era mayordomo del infante Afonso, hijo de donDinis. Encierta relación cronoló- gica con esto hallamos a otra dama, Estevainha Novaes, cuyo hijo Fermio Mendes es seguidordeSancho IV deCastilla,y muereenTalavera, ycuyahija Froilhe casa con Diego García de Toledo: recordemos que Martin Yáñez de Barbudo encontraría un siglo después apoyos y relaciones precisamente en Toledo 25 Y apenas hay más enelLivrodeLinhagenssalvo lahistoria de lashazañas de Rui Gongalves Babiláo, hijo de Sancha Gongalves de Barrundo y, por lo tanto, posible antepasado del maestre, cuya existencia histórica estáprobada a mediados del siglo XIII, aunque no lo que relata de él el conde dc Barcelos. Rui GongalvesjóisseaterradeBabilonia afacer sitasravalariasparaganhar algo, comoJ=¡ziáoos cavaleiros naquelle tempo que hiáo a servir os senhores comseus cavalos e comsuas armas etiravan delles algo eprol, comoél mis- mo loconsiguiócumplidamenteaun sinllevarlascredenciales ocartadecoya- ¡aria que lepidió un homem boo paratomarle asu servicio 29 Pero volvamos ya de Egipto a la Castilla del maestre de Alcántara, cuya actividad política aumenta súbitamente después de la inesperada muerte de Juanlen octubrede 1390. Susucesor,Enrique III,eramenordeedad, teníaon- ce años, y se produjeron disputas sobrela forma de la tutoría en las que Mar- tín Yañez estuvo al lado del arzobispo de Toledo, PedroTenorio, que exigíase cumplierael testamentodeJuan1, enel queélmismo era designadotutor, fren- te aotro partido, dirigido por el arzobispode Santiago, JuanGarcíaManrique, » RAU,Salazar, 9/230,p.66, 9/231,p. 374y379, 605a609, p. 524sobreFroilbe Mandes. L. Krus,op. cit.,p. 68,nota 52,p. 252,notas606y607, Pp.263-265. RAIl, Salazar, 9/23, p. 631 a633. L. Krus,op. ch. pp. 141-142. - EnloEspañaMedieval 76 2000,23:67-100

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(Porto), 3 (1986), 51-75 y en Actas das ¡Jornadas de ¡-listória Medieval do Algarve e Andalu- da, Lou[é, 1987, . y Écija, otro mes en el cerco de Teba más quince días como mínimo previsto para el regreso a . cuerpo de ejército que mandaba el monarca portugués «otros tres mil caballos cas
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