Un clásico de todos los tiempos: la historia del niño que no quiere crecer ni hacerse mayor, pero busca en Wendy la madre que no tiene; con ella y con otros niños que viven en el hueco de los árboles del país de Nunca Jamás, viven multitud de aventuras, entre otras la batalla contra el capitán Garfio y su banda de piratas. «Todos los niños menos uno, crecen. Muy pronto saben que crecerán, y Wendy no fue una excepción. Un día, cuando contaba con dos años de edad y jugaba en el jardín, arrancó otra flor y corrió con ella hacia su madre. Supongo que debía estar encantadora, porque la señora Darling se llevó la mano en el pecho y exclamó: "Ojalá pudieras quedarte así para siempre!". Esto es todo lo que ocurrió entre ellas acerca del tema, aunque desde entonces Wendy supo que tenía que crecer. Siempre lo sabes después de cumplir dos años. Dos es el principio del fin.»