Description:La señorita Turner, rubia platino, sumergido su busto en un grueso jersey, rojo como la sangre, levantó la nariz de los papeles que consultaba.
De pronto, sonó el timbre del teléfono y la rubia platino alcanzó uno de los cuatro receptores que tenía sobre la mesa.
—¿Sí, señor Gorman?
Escuchó durante un rato y de pronto desvió los ojos hacia la joven que estaba al otro lado. Kitty Sader había cumplido la última primavera los veintitrés años y era esbelta, de cabello rojizo, ojos verdes, nariz un poco respingona y labios gruesos.