Description:Antonio Montesinos se hallaba detrás del mostrador cotejando una bandeja de joyas. Las iba contando y anotaba en un libro. Tenía ya la tienda cerrada y las persianas bajadas porque a él no le gustaba hacer aquel trabajo con la tienda abierta y a plena luz del día. Contemplando su labor, silenciosa y recostada en el mostrador pensativa se hallaba Chiti, su hija. Chiti tenía los libros a su lado, acababa de regresar de clase y esperaba que su padre terminase para subir a casa. Claro que en su casa estaba la tía y podía muy bien conversar con ella. Pero aquel día prefería esperar a su padre porque, la verdad, su padre era poco hablador, su tía lo era mucho y ella no tenía ningún deseo de palique. Antonio contaba las joyas y hacía las correspondientes anotaciones, pero, de repente, sin dejar de hacer su labor, soltó: —¿Lo dices o no lo dices? Era lo que más temía Chiti. La intuición especial de su padre. Su aquel mirarla por dentro. ¿Se daría cuenta de todo? No, no era tan fácil. —¿Decir qué, papá? —Lo que te pasa. —¿Por qué tiene que pasarme algo? El padre alzó la cara y se quedó con el brillante en la mano. Fijó los vivos ojos en el semblante preocupado dé su hija.