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Matar al chino : entre la revolución urbanística y el asedio urbano en el barrio del Raval de Barcelona PDF

185 Pages·2014·6.369 MB·Spanish
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Miquel Fernández Matar al Chino Entre la revolución urbanística y el asedio urbano en el barrio del Raval de Barcelona Virus editorial Creative Commons Índice LICENCIA CREATIVE COMMONS autoría - no derivados - no comercial 1.0 - Esta licencia permite copiar, distribuir, exhibir e interpretar este texto, siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones: Autoría-atribución: se deberá respetar la autoría del texto y de su traducción. Siempre habrá de constar el nombre del autor/a y del traductor/a. No comercial: no se puede utilizar este trabajo con fines comerciales. No derivados: no se puede alterar, transformar, modificar o reconstruir este texto. Los términos de esta licencia deberán constar de una manera clara para cualquier uso o distribución del texto. Estas conciciones sólo se podrán alterar con el permiso expreso del autor/a. Este libro tiene una licencia Creative Commons Attribution-NoDerivs-NonCommercial. Para consultar las condiciones de esta licencia se puede visitar: http://creativecommons.org/licenses/by-nd-nc/1.0/ o enviar una carta a Creative Commons, 559 Nathan Abbot Way, Stanford, California 94305, EEUU. © 2014 de la presente edición, Virus editorial © 2014 del texto, Miquel Fernández Prólogo. Mónica Degen 11 Título: Matar al Chino Entre la revolución urbanística y el asedio urbano en el barrio del Raval de Barcelona Introducción. Una historia de violencia 17 · Sobre los usos del bien 19 Maquetación: Virus editorial Diseño de cubierta: Silvio García Aguirre López-Gay Barcelona como ejemplo del urbanismo de control 25 Misericordia, higienismo, urbanismo y civismo: aproximación Imagen de cubierta: Marc Javierre historiográfica a las culturas de control en el barrio del Raval 33 Primera edición: octubre de 2014 La urbanización del Raval como escenario y resultado de la confrontación antagonista 36 ISBN-13: 978-84-92559-58-9 Depósito legal: B-22882-2014 · Higienismo y control social: moral, política y urbanismo 45 · La emergencia de un nuevo sujeto político: las consecuencias de la industrialización en la configuración del Raval 50 De la Ciutat Vella al Eixample. La ciudad proletaria y la ciudad burguesa 63 www.viruseditorial.net www.viruslibreria.net · Transformaciones urbanísticas y disciplinamiento de lo urbano en Barcelona 66 Impreso en: La legalidad violenta: los sueños de la «república del orden» Lallevir SL / VIRUS editorial Imprenta LUNA C/ Junta de Comerç, 18 baixos Muelle de la Merced, 3, 2.º izq. frente a las pesadillas del Barrio Chino 83 08001 Barcelona 48003 Bilbao · La invención del Barrio Chino como territorialización del «mal» 85 T. / Fax: 93 441 38 14 Tel.: 94 416 75 18 [email protected] Fax.: 94 415 32 98 · Refugio del «enemigo interno». La etiqueta de «clases peligrosas» [email protected] para los habitantes del Raval 91 · La incomprensión del «mal». Los liberales contra el Raval 93 · El Barrio Chino, los usos de la leyenda 96 Conclusiones: ¿Salvar al Raval para (re)matar · Las «soluciones» republicanas para el Raval: el Pla Macià y la ley al Chino? 319 de Vagos y Maleantes 101 Cómo y por qué se sacrifica al Chino 320 El posfranquismo: hacia la «renovación de personas» del Raval 121 · El nuevo colonialismo urbano 321 · Del Plan Comarcal de 1953 al PERI del Raval 122 · Abandonar, recuperar y volver a abandonar 322 · Rambla del Raval e Illa Robador: los estandartes de la «recuperación · Usos de la representación hiperbólica 323 del Raval» 135 · Islote de libertad o inexpugnable ciudadela del vicio 325 · La calderilla de la participación 146 · La indeseable muerte del Chino 326 · Patriotismo de ciudad 151 · La hegemonía del «civismo» 153 Epílogo. Todas las ciudades están poseídas · Convergencias 156 Manuel Delgado 329 · El Raval, escenario para el conflicto 157 Agradecimientos 337 Etnografía crítica de la calle d’en Robador 161 De vecinos tradicionales, tipos raros, mujeres comunes Bibliografía y recursos audiovisuales 339 y modernillos presentándose, esquivándose, enfrentándose 163 · En la parte ancha de la calle, desde la esquina con Sant Rafael hasta Sant Pau 164 · En la parte estrecha de la calle, desde la esquina con Sant Rafael hasta Hospital 187 · Nuevos vecinos, viejos problemas. Viejos vecinos, nuevos problemas 190 En el principio era el verbo. Del barrio de Drassanes al Chino, del Chino al Raval y d’en Robador a Robadors 212 · Morfología física de la calle d’en Robador 219 · Detalle de la destrucción 228 · Los amos y responsables (o irresponsables) del suelo d’en Robador 230 · «And to be continued?» 244 «Una visión trágica disimulada bajo el boato aparente, la pompa fingida de una fiesta turbia» 246 · Literaturización del barrio de Atarazanas 246 La calle y las horas en juego 283 · Prácticas para procurarse el trabajo fuera del mercado laboral institucional 283 · La invención del «espacio público» como territorio para la excepción 303 · Control institucional sobre flujos urbanos en la calle d’en Robador 309 Ignoran mis ojos tu presencia, pero vives en mis entrañas. Te saludo con mil lágrimas de pena y mil noches sin dormir. Ingeniaste cómo poseerme, algo difícil, y viste que mi amor es fácil. Al-Mu’tamid de Sevilla (1990 [1027-1095]) Navigare è necessario; non è necessario vivere. Dicho que Plutarco atribuye a Pompeyo [106-48 a. C.] A mis padres La lucha mía es una lucha por la supervivencia y porque toda supervivencia tenga un sitio, sin depender de que ese sitio dependa de alguien que te lo quiera dar. Pero, entonces, para las cabras, digo, que tendrán su sitio para pastar y los hombres, que tendrán su sitio para sobrevivir, y otros hombres, que tendrán ese sitio que no tienen otros, pero que no sea medido si ellos no son los que llevan el metro, de dentro, el metro de la vida. El Cabrero Prólogo Mónica Montserrat Degen Arrabal, Distrito V.º, Barrio Chino o el Raval son sólo algunos de los nombres dados durante siglos a uno de los más emblemáticos barrios de Barcelona, y seguramente del que más se ha escrito. Históricamente el Raval ha estado caracterizado por dos opuestas y apa- rentemente contradictorias cuestiones: centralidad, por su situación geográfi- ca en el corazón de la ciudad, su proximidad a las redes comerciales y de transporte; y marginalidad, resultado de un denso desarrollo urbano, recep- tor de las actividades residuales de la ciudad (instituciones religiosas, hospita- les para la atención de enfermos y pobres, especialmente localizados en la zona norte del territorio). Ambas cuestiones atravesarán su desarrollo físico y simbólico. En el siglo xx el lugar devendrá en Barrio Chino de manera que su carácter de barrio obrero e industrial se verá acompañado por el florecimiento de la prostitución y el ocio. Proliferarán teatros, cabarés y otros negocios de esparcimiento para el consumo tanto de clases ricas como pobres, especialmente localizadas en el sur de la zona debido a su proximidad con el puerto. El ambiente carnavales- co y cosmopolita se convertirá en legendario y pronto será comparado con el 11 Miquel Fernández · Matar al Chino Prólogo Montmartre de París. El Raval bohemio y de carácter permisivo operará en La razón de la constante tensión centralidad/marginalidad está conectada oposición a la Barcelona burguesa, afilado por la concentración libertaria y con las prácticas espaciales dispuestas por una estructura espacial de múlti- sindicalista de los primeros decenios del siglo; tanto que, de hecho, en 1936 ples capas. Su posición central en la ciudad está vinculada a una estructura muchos de los sindicalistas armados que reaccionaron contra el golpe militar social compacta que provee un entramado laberíntico de estrechas calles y franquista, salieron desde el Raval para aplastar al fascismo. patios donde la gente puede esconderse, huir o incluso cruzar el barrio entero Su otra cara era la alta densidad de un enclave donde, en 1932, se hacina- saltando de tejado a tejado. En ambas dimensiones geográficas de la ciudad, ban 1000 personas por hectárea en hostales y casas subarrendadas, desde la física y la simbólica, el Raval ha sido un lugar desordenado donde cual quier cuyas puertas podía sentirse el fuerte hedor que emanaba del interior. Mien- forma de control ha tenido enormes dificultades para ser efectivo. tras, la parte norte del Raval se mantenía como un lugar tranquilo, en los Es en este punto donde el excelente estudio de Miquel Fernández centra márgenes del extravagante sur. Hospitales, asilos y orfanatos dispensaban re- su atención: la regeneración urbanística del Raval desde 1980 analizada desde fugio a los desasistidos, así como los claustros proveían educación para las una perspectiva histórica más amplia. Su investigación da cuenta de cómo jóvenes burguesas. La geografía social del Raval reflejaba una contundente este barrio ha sido sometido a una cultura constante de control y planifi- distinción física entre el norte y el sur, dividida por la calle del Hospital, que cación urbanística por parte de los diferentes gobiernos y las élites, desde su es hoy aún palpable. misma constitución como centro urbano a principios del siglo xvi hasta nues- Después de la Guerra Civil, el Barrio Chino inicia su declive. La imposi- tros días. Es aquí donde el trabajo de Fernández vincula elegantemente el es- ción de un nuevo clima moral, conllevará el cierre de teatros, burdeles y de- tudio historiográfico de las intervenciones urbanas que han intentado rees- más establecimientos de ocio. Estas actividades pasaron a la clandestinidad, tructurar tanto el lugar físico como los significados simbólicos del Raval, con dando lugar a un aumento constante de su presencia callejera, hasta el punto un rico estudio etnográfico sobre cómo estas transformaciones urbanas y ur- de que el Raval se convirtió, más que cualquier otra zona de la ciudad, en un banísticas han condicionado la vida cotidiana de aquellos y aquellas que viven distrito rojo. A principios de la década de 1960, nuevas tendencias trasladaron y trabajan en la calle d’en Robador, una de las vías centrales de la vida la vida de ocio del Raval a otros puntos de la ciudad. Poco a poco éste fue del barrio en general y del ejercicio de la prostitución en particular, tanto en decayendo. El papel del barrio como un espacio de transición para los recién el pasado como en la actualidad. llegados a la ciudad significó la marcha de alrededor de 60.000 residentes. La El trabajo de Fernández es una llamada a someter el urbanismo a un es- entrada de drogas duras en los primeros años ochenta causará graves crutinio más detallado. Tal y como él señala, el urbanismo no es solamente dis rupciones, y la inseguridad urbana se incrementará de forma dramática. El una idea utópica y una práctica física, es también una técnica de interven- Barrio Chino alteró entonces sus fronteras, cruzó al norte por la calle del ción social, que oculta amplias estructuras de poder e intereses económicos Hospital y llegó hasta las Ramblas, afectando al negocio turístico. Sin em- bajo la retórica del «bien público». Mientras el urbanismo intenta presentar- bargo, muchos de quienes habían vivido allí durante generaciones se negaron se como un ejercicio de neutralidad al servicio de los ciudadanos de un zona a abandonar «su» barrio. Esto se explica por una fuerte cohesión y una cultu- concreta, esconde un proyecto de clase más amplio. Tal y como nos recuer- ra po pular y social, perceptible incluso en la forma en que muchos residentes da Harvey (1985): «El capitalismo debe urbanizarse para reproducirse». des criben el Raval como un «pueblo» dentro de la metrópoli. Sin embargo, en Fernández deconstruye lo que subyace a la reestructuración, regeneración y la mitología de la ciudad burguesa, el Raval se convirtió en «intransitable» (a transformación del Raval, actualmente el «barrio cultural» de Barcelona, pesar de que muchos hombres utilizaban el barrio para iniciarse en sus pri- para describir este proceso como «una historia de violencia» en los términos meras experiencias sexuales). del Slavoj Žižek. Su trabajo es, en palabras de Fernández, un intento de 12 13 Miquel Fernández · Matar al Chino Prólogo «desnaturalizar el orden institucional y las lecturas estigmatizadoras esta- pone en primer plano una imagen más desordenada de la vida social: en lugar blecidas sobre aquella calle». de una expe riencia uniforme, una mirada detallada destacará la falta de Tejiendo conjuntamente investigación historiográfica sobre documentos coherencia de los espacios urbanos y el complejo entrelazamiento de la diver- urbanísticos y analizando los discursos simbólicos que se han elaborado al- sidad de prácticas espaciales e identidades fracturadas. rededor del mito del Barrio Chino, Fernández nos muestra como estos mitos Por último, el trabajo de Fernández es una celebración de lo indomable de han sido necesarios para enmarcar las estrategias de regeneración urbana la vida urbana. Sin idealizar la cotidianidad en la calle d’en Robador, la atrac- desde la década de 1990, erigiéndose como el único camino para «recuperar» tiva prosa de Fernández nos acerca a las historias diarias que dan vida a los esta barriada para «el bien de la ciudad». Mientras el Raval puede ser descrito efectos que la reestructuración tiene sobre el devenir social en el Raval. Su en la actualidad como una de las áreas culturales más vibrantes —debido investigación nos lleva también a preguntarnos si la regeneración urbanística principalmente a la importante llegada de migrantes de fuera de Europa en de este barrio podría haberse realizado de otras maneras. O, tal vez, como los últimos quince años—, la esperanza de vida de muchos de sus habitantes también se expone en este estudio, la planificación urbanística no es una se mantiene por debajo de la media de Barcelona. Con estos datos, la investi- he rramienta tan potente como algunos académicos presuponen para el gación pone sobre la mesa la pregunta de si esta particular estrategia de desarro llo de las barriadas. El excelente trabajo de Fernández ilustra la ma- rege neración urbana ha sido, para la mayoría de sus vecinos, un éxito o un nera en que los vecindarios despliegan sus propios ritmos y realidades, a veces fracaso. en coalición, a veces en paralelo, otras veces resistiendo o simplemente hacien- La fortaleza de este análisis es vincular la realidad de la vida cotidiana de do caso omiso de los intentos de control espacial institucional. Tal y como un los residentes de la calle d’en Robador con las transformaciones económicas y antiguo residente del Raval me dijo no hace demasiado tiempo en relación urbanas globales más amplias. Fernández captura las cambiantes modali- con los cambios urbanísticos ocurridos: «A pesar de todo, el Raval resiste». dades de planificación de las ciudades a través del tiempo y las fracturas inherentes a los procesos de regeneración urbana. Su rica etnografía nos acer- Barcelona–Londres, 2014 ca a las formas en que los procesos globales impactan en la regeneración urbana de distintas maneras y, en consecuencia, en la cotidianidad de los habi tantes de dichas urbes. A través de sus historias vívidas y de las vidas expuestas, podemos hacernos una idea de lo que significa experimentar en la propia piel un proceso de transformación urbana, tanto desde el punto de vista de los migrantes, de los nuevos residentes que acompañan la reforma urbanística, de los vecinos «de toda la vida» y, en general, de todas aquellas personas que habitan el lugar. Tal y como he argumentado en varios de mis propios trabajos, la creciente presión que comporta la competición entre metrópolis para atraer inversores globales ha llevado a los técnicos municipales de muchas urbes europeas a adoptar estrategias impulsadas por representaciones fijas, interpretaciones ses- gadas y una voluntad de controlar la experiencia que se vive en los centros urbanos regen erados. Sin embargo, el análisis de dichas experiencias locales 14 15 Introducción Una historia de violencia Ésta es una investigación sobre la violencia. En concreto, es un estudio sobre lo que podríamos llamar «la violencia del orden», o lo que por ejemplo Žižek llama «violencia objetiva», que es «precisamente la violencia inherente a este estado de cosas normal» (Žižek, 2009: 10). Es decir, es la violencia que se en- cuentra dentro de lo «normal», es la violencia que no se significa como tal. En este sentido, es la violencia invisible. A su vez, el autor esloveno, divide esta violencia en dos. Por un lado la simbólica: en términos parecidos a los que empleó Pierre Bourdieu cuando afirmó que uno de los efectos de la violencia simbólica es la transfiguración de las relaciones de dominación y sumisión en relaciones afectivas (Bourdieu, 2000a; Bourdieu y Passeron, 2003), Žižek nos dirá que esta violencia «no se da sólo en los obvios —y muy estudiados— casos de provocación y de relaciones de dominación social reprodu cidas en nuestras formas de discurso habituales: toda vía hay una forma más pri- maria de violencia, que está relacionada con el lenguaje como tal, con su imposición de cierto universo de sentido». Por otro lado, la sistémica que de- fine cómo «son las consecuencias a menudo catastróficas del funcionamiento homogéneo de nuestros sistemas económico y político» (Žižek, 2009: 10). 17 Miquel Fernández · Matar al Chino Introducción Mi interés se ha centrado entonces en comprender cómo actúan estos ti- dando en la cuestión me di cuenta de que, efectivamente, la destrucción de pos de violencias en una situación concreta: la llamada reforma urbanística una manzana entera de casas y la expulsión de sus correspondientes familias del Raval iniciada involuntariamente1 con los bombardeos de la aviación fas- o locales comerciales se iba a justificar sobre la base de una «batalla por el cista en 1937 y 1938 y dada casi por finalizada2 con la inauguración de la control de la droga». Como acostumbra a suceder, cuanto más pensaba en nueva sede de la Filmoteca Nacional de Catalunya el 21 de febrero de 2012. ello más inquietud me provocaba. Cada día me resultaba más difícil entender Si ésta era la pregunta inicial, el lugar escogido para explorar las respuestas llanamente cómo era posible justificar y ejecutar el arrasamiento de un nú- no podía ser otro que la calle d’en Robador del barrio del Raval de Barcelona. cleo de vida, de un lugar donde centenares de personas vivían, trabajaban o Quizá la calle sobre la cual aún recae el mito del Barrio Chino, la misma gozaban, arguyendo el motivo de una pelea más o menos multitudinaria. El donde se han llevado a cabo las más recientes y contundentes intervenciones mosqueo aumentó cuando una indagación sobre dicha cuestión me llevó a la urbanísticas de los últimos diez años. conclusión de que la supuesta batalla entre narcotraficantes tenía más que ver Cuando ya llevaba algún tiempo merodeando por la zona y empezaba a con el papel de los medios de comunicación que con lo que había sucedido definirse el objeto de estudio, advertí algo que guiaría gran parte de mis in- efectivamente. terrogantes posteriores. Todo el mundo coincidía en un hecho fundamental: Ésta fue la primera y más contundente de las ocasiones en que vi transfi- las grandes intervenciones urbanísticas en el Raval recibieron su «disparo de gurarse lo que supuestamente era «bueno» para los pobladores del barrio, y los salida» a raíz de una «batalla entre narcotraficantes». Esta afirmación apare- del resto de la ciudad, en dolor, sufrimiento, expulsiones, indemnizaciones cía en todos los trabajos consultados que querían datar el inicio de las opera- miserables y todo tipo de violencias objetivas y subjetivas contra vecinas, usua- ciones (Abella, 2004; Aisa y Vidal, 2006; Alexandre, 2000; Jordà, 2003; rios o trabajadoras de la zona. Quiero a continuación exponer una propuesta Von Heeren, 2002; entre otros). En febrero de 1988, se constituía la empresa epistemológica que recoja esta alteración del bien y del mal, en lo concernien- público-privada Procivesa, que se iba a encargar de la remodelación de toda te a grandes afectaciones de una vida urbana caracterizada por una miserabi- Ciutat Vella, distrito al que pertenece el barrio del Raval. Cuando fui ahon- lización y estigmatización crónicas del territorio sobre el cual se desarrolla. 1 Así lo entienden desde el Ayuntamiento de Barcelona. En su página dedicada al barrio Sobre los usos del bien del Raval, se refiere a estos bombardeos durante la Guerra Civil como los que «van fer els primers sanejaments urbanístics al sud del Raval». Durante el desarrollo de esta tesis se volverá en dos ocasiones a esta cuestión. Véase «El Raval. El territori i els barris. Districte Esta primera intervención del periodo posfranquista me sugirió lo siguien- Municipal de Ciutat Vella», en la web del Ayuntamiento: http://goo.gl/nxMhY [septiembre te: si podemos conceptualizar las drásticas intervenciones urbanísticas sobre de 2012]. el Raval —inauguradas con los citados bombardeos de la aviación italiana 2 Sólo a título de comentario y avance de lo que explicaré más adelante, hay que tener pre- sente que la actual conversión de las ciudades en factorías de beneficios conlleva que estas durante la Guerra Civil— como prácticas justificadas por el bien de la po- intervenciones urbanísticas sobre los llamados «centros históricos» se vuelvan perennes. blación —por muy adustas que fueran, por mucha violencia que hayan re- En este sentido, al parecer existe un plan del consistorio para llevar a cabo lo que Ildefons querido y por mucho dolor que hayan producido—, se puede reconstruir Cerdà propuso en 1886 como la Gran Vía C y que, en la actualidad, abriría una avenida una continuidad que atravesaría el periodo franquista y posfranquista, go- para enlazar la Ronda de Sant Pau con la Rambla del Raval, precisamente a la altura de la nueva plaza de Vázquez Montalbán, donde está situado el hotel de cuatro estrellas Barceló biernos conservadores o progresistas. La continuidad se expresaría en una Raval. Algunos de los motivos que movimientos vecinales del barrio arguyen para fundar serie de convergencias relativas a las culturas de control aplicadas por parte de esta sospecha se basan en los recientes derribos de fincas situadas entre las calles Riereta y los diferentes gobiernos sobre la zona. Éstas responderían a un proceso que Rambla del Raval, Sant Pacià y Sant Martí. 18 19

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