Contiene:
Y... ¿«Qué pretende el autor de “Y`? Muy sencillo: si Proust se dedicó a reencontrar el tiempo perdido, yo quiero ir al encuentro del tiempo futuro, que, en frase de San Agustín, no es otra cosa que una larga expectación del presente. `Y“ es una historia basada en elementos que ya existen: el erotismo, la violencia nocturna, el impacto publicitario, la degeneración del lenguaje, el gigantismo urbano, la pasividad social, la ruina de muchas estructuras y la renovación del espíritu cristiano, ¿Cómo puede ser una sociedad si tales factores siguen avanzando al ritmo actual? La respuesta es “Y`, el Londres del año 2065.
Allí, Martin Lord, un sencillo profesor de Biología Marina, en el curso de apenas treinta y seis horas se encuentra en el vértice de la violencia, el erotismo, los cambios sociales. Martin Lord,sin saberlo él, posee esa cualidad que Sócrates denominó Mayeútica, que significa alumbrar. `Y” es, también, una bellísima historia de amor que acaba en tragedia porque así lo han determinado las fuerzas oscuras que rigen la “cosa establecida`.
T. Cuando el Papa Clemente XIV suprimió, en 1773, la Compañía de Jesús, el padre Ricci, general entonces de la milicia ignaciana, dejó una profecía apocalíptica: tiempos de confusión, apostasías y terrores, “pero, en un lugar de Francia, un Duque - Fuerte restablecería el prestigio de las flores de lis, el poder de la Iglesia y los auténticos valores…”.
Muy a pesar suyo, obedeciendo la inercia de los acontecimientos históricos, vuelve Martin Lord. En un lugar de la Champaña francesa, en el bosque de Oriente, donde según la tradición tuvo su centro la Orden de los Templarios, un llamado Hugo de Pains, descendiente de un fundador del Temple, está reconstruyendo un feudo medieval, desde la “cité” administrativa a las Encomiendas religioso-militares, pasando por las granjas. ¿Es el juego ególatra de un nuevo rico? ¿Es algo más importante, que puede afectar al equilibrio mundial? Porque existe una palabra mágica: EGREGORA, que es toda una síntesis de acción política y humana. “T” contiene una enorme carga premonitoria. Lo que aquí se dice es una posibilidad, un futuro que ya ha comenzado.
K (Killer). «K» completa la trilogía de Martin Lord iniciada con «Y… » y continuada con «T». La acción se traslada ahora a los EE.UU. de América (Okefenokee, en el argot de los mismos yanquis) y nos introduce en un mundo alucinante: «runeways», «Tinajeros», sexo, violencia, ambiciones políticas y, centro de todo, la GranHijamadre, la Computadora destinada por la ambición política a convertirse en rey, Papa, presidente, legislativo y ejecutivo, todo en una pieza. Y los EE.UU. son el Gran Guiñol donde tiene lugar el «ensayo con todo».
El futurismo histórico que comencé en las dos novelas anteriores, adquiere caracteres definitivos en «K», k de «killer», asesino (porque Lord, por primera y única vez en su vida, se convierte en asesino) y yo mismo estoy asustado de la carga premonitoria que contiene esta novela. En dos planos, distintos pero complementarios, el visible y el oculto, «K» se va desarrollando como una profecía apocalíptica.¿Dicen que la novela ha muerto? iJa…! Ahora comienza, hacia el futuro: y creo que esta trilogía será una pieza fundamental». (Tomás Salvador)