BREVÍSIMA INSTRUCCIÓN PARA EL C:.M:. El C:.M:., revestido con el mandil y llevando sus herramientas, recorre el mundo seguro de encontrar trabajo en todas partes. Noviembre de 2010, e:.v:. 1 1 Manual del Compañero Masón Este segundo grado en el cual habéis sido admitido, es el resultado natural de vuestros esfuerzos en el primero: habiendo aprendido, tenéis que probar, o sea demostrar en la práctica, con una actividad fecunda, vuestros conocimientos y reconocimientos interiores. En esto esencialmente estriba la cualidad de Compañero, u Obrero de la Inteligencia Constructora, que se ha convertido en tal como resultado de un aprendizaje fiel y perseverante. Su iniciación efectiva en el Arte, como obrero o artista, lo hace compañero de todos los que lo practican en comunidad de ideales y finalidades, compartiendo el pan de los conocimientos y capacidades, adquiridos por medio del estudio y de la experiencia, como resultado de los esfuerzos en una actividad útil y constructiva. El sentimiento de solidaridad o compañerismo que nace de tal íntima comunión, es o debería ser la característica fundamental de este grado masónico. El Aprendiz, en virtud de sus conocimientos todavía rudimentarios, y de su simbólica incapacidad para una Obra realmente eficiente, por no haber sido todavía probadas su perseverancia y firmeza de propósito, no puede sentir aún esta solidaridad que nace del sentimiento de igualdad con los que practican el Arte; sino que debe de esforzarse constantemente para estar en aplomo con los Principios, y poder llegar así a nivel con los que se han establecido en los mismos. La libertad es el ideal y la aspiración del Aprendiz, cuyos esfuerzos se dirigen principalmente a libertarse del yugo de las pasiones, de los errores y vicios; pues cada vicio es un vínculo (según la etimología de la palabra) que lo detiene y retarda su progreso. Por medio del esfuerzo vertical, simbolizado por la plomada (en sentido opuesto a la gravedad de las propensiones negativas que constituyen la polaridad inferior de su ser), llega a conquistar aquella Libertad que sólo se encuentra en la fidelidad a los Ideales, Principios y Aspiraciones más elevados de nuestro ser. La igualdad debe ser igualmente la característica del Compañero que aspira a elevarse interiormente hasta su más alto Ideal y, como consecuencia, al nivel de los que se esfuerzan en el mismo camino y para las mismas finalidades. En cuanto a la fraternidad no puede ser sino el resultado de haberse identificado de una manera aún más íntima con sus hermanos, cualesquiera que puedan ser las diferencias exteriores que, como barreras, aparentan elevarse algunas veces entre los hombres. Sin embargo, el aprendizaje que habéis simbólicamente terminado, al ser admitido en el segundo grado, no se ha acabado todavía: doquiera y en cualquiera condición, en cualquier grado masónico, no cesamos de ser aprendices porque siempre tenemos algo que aprender. Y este deseo o actitud para 1 aprender es la condición permanente de toda posibilidad de progreso ulterior. Pero a la cualidad de Aprendiz debéis agregar algo más: la capacidad de demostrar y poner en práctica en actividad constructiva los conocimientos que habéis adquirido, y por medio de esta capacidad realizadora es como llegáis a convertiros en verdaderos Compañeros. Igualmente, la capacidad de alcanzar un estado mental de firmeza, perseverancia e igualdad no os dispensa de la necesidad de seguir esforzándoos para estar constantemente en aplomo con vuestros ideales, principios y aspiraciones espirituales. Cada grado masónico simboliza, pues, una condición, cualidad, prerrogativa, deber y responsabilidad que se suma a las precedentes sin que nos dispense de cumplir con ellas. Por lo tanto, la cualidad de Compañero debe agregarse a la de Aprendiz de manera que, sin que cese el esfuerzo para aprender y progresar, esta actividad se haga fecundos y productiva, según lo expresa el sentido de la Palabra que indica el pasaje del primero al segundo grado. Así, pues, por haber sido admitido en un grado superior, no debéis olvidar vuestra instrucción de Aprendiz, ni tampoco dejar de seguir estudiando y meditando el simbolismo del primer grado: El mazo, el cincel y la escuadra no os son menos necesarios por el hecho de que aprendáis también el uso del compás, de la palanca y de la regla, que los complementan, pero no los substituyen. Cada grado masónico es, pues, sobre todo, un nuevo grado de comprensión de la misma Doctrina, un grado ulterior de capacidad en el uso de los mismos instrumentos, cuyas infinitas posibilidades dependen sólo de nuestro desarrollo interior. Con el mazo y el cincel, hará el humilde cantero al principio de su carrera una piedra toscamente labrada; el obrero experto un trabajo mucho más provechoso para los objetos de la construcción; un artista de mayor habilidad sabrá hacer de ella un capitel u otra obra ornamental. Pero el escultor que sabe expresar en dicha piedra un ideal de belleza, hará de los mismos instrumentos un uso infinitamente superior, y el valor de su obra será por cierto mucho mayor. Lo mismo pasa con los grados masónicos, caracterizados tanto por una mayor capacidad en el uso de los primeros y fundamentales instrumentos del Arte, como por nuevos instrumentos simbólicos desconocidos en los primeros grados. Más bien, el uso siempre más perfecto de los instrumentos elementales, es lo que hace útiles y provechosos los demás que de nada servirían, para quien no hubiera aprendido todavía a manejar los primeros. 1 No olvidéis, por tanto, al ingresar en esta segunda etapa de vuestra carrera masónica, que todo vuestro progreso en ella, como en las sucesivas, depende de vuestra crecida capacidad de interpretar los elementos fundamentales del simbolismo del Arte, aprendiendo a vivirlos y realizarlos en una forma siempre más perfecta y provechosa; ya que cada grado no es otra cosa que una mejor, más iluminada, elevada y profunda comprensión y realización del programa del Aprendiz, que será para siempre la base del Edificio Masónico, dado que en su simbolismo se halla concentrada toda la Doctrina que se desarrolla y explica en los grados sucesivos. por Aldo Lavagnini, Magíster Nota: Lamentablemente, el siguiente texto no tiene autor y fue extraído de una página masónica. No obstante, entrega una aceptable síntesis del énfasis en 1º grado y lo que se espera del C:.M:. en el 2º. Del 1º al 2º La misión principal de la Masonería es enseñar la ley de evolución. No es posible hallar una verdadera interpretación de la Masonería si no se relaciona su sistema estrechamente con el proceso evolutivo de la humanidad. Ninguno de nosotros es un producto acabado. Estamos siempre en proceso de creación o evolución. La historia del Hombre ha sido la historia de la búsqueda y del descubrimiento del sendero evolutivo dentro de sí. En todos los tiempos éste ha hollado el sendero, aceptando sus condiciones, soportando sus disciplinas, ha recibido sus salarios y alcanzado sus metas. La existencia de ese camino cuenta con el testimonio de todos los que lo han recorrido conscientemente. Es el sendero hacia la realidad suprema que, en masonería, está representada por el oriente simbólico. La Masonería muestra, simbólicamente, el drama de la evolución humana, también los pasos mediante los cuales se llega a la meta de perfección, la manifestación que tiene el ser supremo en nosotros. Muestra el objetivo de realización del individuo; enseña el camino del crecimiento espiritual y las leyes a 1 que obedece este crecimiento. Este drama evolutivo, tenemos que recorrerlo palmo a palmo; el progreso depende de nosotros. A diferencia de todos los otros seres en el mundo material, el Hombre es el único que tiene la capacidad para tomar su evolución en sus propias manos. De ahí su posibilidad de autorrealización. Él puede acelerarla o retardarla. Pero sea cual fuere su duración, tiene que pasar, indefectiblemente, por las tres etapas del proceso natural de la síntesis que caracteriza el proceso evolutivo: 1) la siembra de la semilla, 2) su germinación y crecimiento, y finalmente, 3) su fructificación como resultado de la fusión o unión de dos polaridades. Los límites fijan los principios básicos de estos tres grados evolutivos. Tratándose de una evolución en conciencia, este proceso va encaminado a la adquisición del elemento más valioso y más importante para el Hombre y para la Masonería: ¡LA LUZ! Aquello que se conoce como la luz de la conciencia, o del conocimiento, es una síntesis emergente de las experiencias vividas. Tratándose de cualquier tipo de evolución, es indispensable la existencia de grados sucesivos de realización, que se correspondan con las mismas tres etapas del proceso evolutivo de la luz de las ideas que viene del razonamiento; a saber: 1) el análisis, 2) la correlación y 3) la deducción o la síntesis. Esta evolución en conciencia comprende, al mismo tiempo, un proceso gradual de integración hasta llegar a la unión con todo. Efectivamente, en lo que concierne al desarrollo de la luz de la conciencia en los seres humanos, éste consiste en tres etapas, comprendidos en el sistema masónico por sus tres grados simbólicos: APRENDIZ, COMPAÑERO Y MAESTRO. EL PRIMER GRADO SIMBÓLICO – EL APRENDIZ MASÓN El primer grado, el de Aprendiz, comprende esa etapa de desarrollo de lo que se denomina en psicología conciencia individual. En esta etapa se lleva la integración de la personalidad o el ser inferior. Está bajo la dirección del S:.V:., que representa la personalidad. Esta integración tiene por finalidad hacer que la personalidad se vuelva un instrumento equilibrado, coordinado y armónico, de manera que pueda sintonizar y expresar con fidelidad a ese Ser Superior que hay en nosotros. Esta integración exige disciplina, ejercitar, desarrollar y controlar los tres aspectos (físico, emocional y mental) de nuestra personalidad para lograr un domino completo sobre ellos, de manera que ninguno de los tres predomine, haciéndonos perder el equilibrio. De ahí, que la disciplina sea la principal característica de este grado. Esta etapa evolutiva corresponde, por analogía, a la del análisis de tendencias opuestas y luchas dentro de sí, para coordinarlas e integrarlas gradualmente en un todo 1 armónico que permita la captación y transmisión de la luz superior en nosotros, sin distorsionarla. Durante esta etapa, la enseñanza de la doctrina masónica se encuentra regida básicamente por símbolos, signos, tocamientos, alegorías y metáforas, que es menester sean correctamente interpretados por el Aprendiz, a fin de eliminar de su carácter las imperfecciones adquiridas en el mundo profano y, así, poder vencer el influjo nocivo de las pasiones y los vicios, rompiendo para siempre las cadenas esclavistas de la superstición, la ignorancia, el fanatismo, la intolerancia, la envidia, la hipocresía y la ambición. Cada uno de nosotros ha de ser en la vida primero y fundamentalmente Aprendiz; aquél que deje de serlo creyendo saberlo todo, mantiene una venda de ignorancia que le cubre los ojos. Es necesario aprender a cada paso y lo más importante poner en práctica lo aprendido. Sobre esta base de constante aprendizaje se estructura la Masonería, forjando firmemente la actitud y el carácter de sus adeptos, con la constante enseñanza momento a momento. Por las anteriores consideraciones, podemos afirmar que el grado de Aprendiz, está destinado a ser el pilar firme y seguro del progreso masónico, ya que contiene los conocimientos más útiles, para dominar las pasiones y apartarnos de los vicios, logrando así consolidar nuestra superación personal. El grado de Aprendiz tiene por objeto sembrar la duda filosófica en el espíritu del Iniciado acerca de todas las materias que no ha analizando por sí mismo; la diferencia que existe entre el bien y el mal, la virtud y el vicio, así como la necesidad de su constante depuración para que se esfuerce en salir de la esclavitud en que vive y reconquiste su propia dignidad, estudiando incesantemente lo relativo a sus responsabilidades con respecto a Dios, a sus semejantes y a sí mismo, impulsándolo además a desentrañar la verdad, libre de preocupaciones. Debemos recordar que la base de la Masonería la constituye el Primer Grado, por lo que quien no esté debidamente preparado, instruido y capacitado para interpretar la magnitud de su contenido, carecerá siempre de los conocimientos y la solidez requerida, para entender los misterios que rodean a nuestra Orden. El Aprendiz, si se ha mostrado dócil a los consejos, celoso en el trabajo y deseoso de instruirse, es guiado hacia el lugar que ocupan los Compañeros, por la mano del Maestro. EL SEGUNDO GRADO SIMBÓLICO – EL COMPAÑERO MASÓN Después de la etapa inicial de los estudios se llega al siguiente grado donde se amplían los conocimientos, siempre con la tendencia de forjar al hombre virtuoso, alejado de las mezquindades humanas, interesado en incrementar los factores de unidad, dignidad y solidaridad humanas. Es una etapa de esfuerzo en la que se 1 vencen los obstáculos y se estudia para superar el trabajo de la construcción del Templo Interior. El C:.M:. es un constructor de habilidades, un forjador de voluntades, un estudioso de las causas de todas las cosas; se entrega al estudio de las ciencias para descubrir o verificar la Verdad, pugnando porque la educación, en general, tenga un profundo sentido de formación social y moral. El segundo grado comprende la etapa de correlación. El nombre mismo del grado sugiere compañerismo o correlación. En este grado de desarrollo se trasciende la conciencia individual separatista del 1º y se desarrolla la conciencia grupal integrando la personalidad con la de los demás HH:. de Logia y de otras Logias, lo que equivale a una expansión de la conciencia. Al H:. que tiene los merecimientos para ser admitido en la Segunda Cámara de una Logia se le concede Aumento de Salario y así se le denomina también a la ceremonia de su recepción. Los Instrumentos de Trabajo que maneja el C:.M:. para formar la Piedra Cúbica de Punta son las reglas de geometría y la Escuadra. Esta última es el emblema de la igualdad que ha de reinar en todos los hombres. El cincel representa la constancia en la perfección. El compás es el símbolo de la regularidad de la conducta. La palanca es alegórica del poder de la razón para dominar las pasiones. El mazo es emblemático de la sumisión de la fuerza bruta a la inteligencia. Y la regla recuerda al C:.M:. que debe proceder de tal manera que sus acciones sean tomadas por norma general. La Estrella Flamígera es de cinco puntas y tiene una “G” en el centro. Este astro místico de la razón ilumina al C:.M:., ayudándole con su luz inextinguible a disipar las tinieblas de la ignorancia. También, simboliza el conocimiento del Hombre, hacía donde se dirigen los estudios en el Segundo Grado. El grado de C:.M:. simboliza el estudio del Hombre y la manera de educarle para que conozca sus deberes y derechos, para que sepa emplear todos los recursos de que le dotó la naturaleza, ser libre de la esclavitud de los instintos y vivir por la inteligencia; de aquí el nombre de iniciación perfecta que le daban los antiguos iniciados. La finalidad de este grado es darle a conocer al C:.M:. todas y cada una de las facultades que concedió al Hombre el Gran Arquitecto del Universo y el modo de utilizarlas, desarrollarlas y perfeccionarlas, tanto física como intelectualmente. El C:.M:. debe cooperar en vigilar y ayudar a los AA:. y auxiliar a los MM:., porque un C:.M:. hábil será, sin duda alguna, un excelente M.M:. 1 PREGUNTAS Y RESPUESTAS PREPARADAS PARA LOS HH:.CC:. BASADAS EN LOS MANUALES DEL C:. Y EN LOS RITUALES DEL GRADO 1. ¿Cómo se le llama al V:.M:. en 2º? M:.V:.M:. Una opinión personal. Creo que se le denomina de esta manera porque se supone que el C:.M:. ya ha madurado y reconoce en este H:. las cualidades que, por elección de los otros MM:., lo elevaron al sitial de Salomón. Es como respetar el cargo no porque exista o porque hay que respetarlo, sino porque se entiende que si ese H:. está con el mallete rector es porque es el indicado para sostenerlo. Me parece que hay una situación de sumisión de parte del C:.M:. sobre la base de reconocer el mérito del otro. 2. ¿Qué significa la palabra que da nombre a la col:. del Sur? ¿Y al unir esta palabra con el nombre de la col:. del Norte, qué resulta? Significa “Estabilidad”. Esta palabra, unida a “Fuerza” (significado de la columna B), forman el concepto de “Establecer”. 3. ¿Cuáles son las 5 gradas que debe ascender el C:.M:.? - Inteligencia, para comprender. - Rectitud, para conducirnos conforme a las leyes de lo justo, fundada en la conciencia. - Valor, para sostener nuestros principios. - Prudencia, para prever y actuar con mesura. - Filantropía, para demostrar el amor a la humanidad. 4. Refiérase a los siguientes conceptos y diga por qué son tan importantes para el C:.M:. En general, los sentidos, las artes, las ciencias, los bienhechores de la Humanidad y el servicio representan lo que debe trabajar el C:.M:. en cada uno de los 5 años simbólicos que debería permanecer en el grado. Ellos van en escala ascendente, pero, al final, uno engloba al anterior, de modo de que todos estos aprendizajes y trabajos vayan en beneficio de servir a los demás (y, también, como consecuencia, a sí mismo(a)). - Los sentidos (Primer año): Éstos permiten al ser humano comunicarse con el mundo exterior a su cuerpo. Son 5: Gusto, olfato, tacto, visión y oído. Simbólicamente, los sentidos nos ayudan a 1 reconocer la calidad de los materiales y el mejor modo de trabajarlos. Es decir, a discernir entre lo apropiado e inapropiado, entre lo correcto e incorrecto, entre la buena y la mala idea, entre lo superficial y lo nuclear, entre la mediocridad y el trabajo arduo y esforzado, entre el mérito y el logro fácil e inescrupuloso. Los sentidos, por tanto, nos ayudan a ir por un camino que nos permita nuestro desarrollo como seres humanos, nuestro desarrollo como individuos. - Las Artes (Segundo año): Ellas permiten el desarrollo de las personas como sociedad. Con ellas se puede extraer belleza de los materiales más innobles. El principal arte es el de dotar de belleza nuestras propias vidas, de aprender a vivir con sabiduría, virtud y justicia. Por las artes, un simple vaso de greda llega a convertirse en un objeto bello. Las artes, además, son el camino para lograr la armonía, la cual está presente en todo el Universo. Por tanto, por las artes, el plomo puede llegar a convertirse en oro. - Las ciencias (Tercer año): Por medio de su estudio se busca que la lógica y el pensamiento filosófico primen por sobre el advenimiento del fanatismo y la superstición. Con el estudio de las ciencias, el C:.M:. debe aprender a mirar y someter el mundo exterior e interior a la luz de la razón, debe hacer de ella su principal aliada para comprender el mundo en que está inmerso y en que se espera que actúe. Las ciencias nos imponen una manera de pensar y un método para analizarlo todo. - Bienhechores de la Humanidad (Cuarto año): En este año de trabajo se espera que el C:.M:. pueda determinar en qué puede aportar a la sociedad a partir de los talentos que fue descubriendo o desarrollando a partir del trabajo con las Artes y Ciencias. Se espera que descubra en qué campo de las artes y ciencias puede hacer algo positivo que beneficie a los demás, que permita avanzar a la sociedad en su camino de civilización, realizar una acción que permita que la virtud anide y crezca. Aquí, resuena fuerte la pregunta ¿Quién soy yo? Además, por las buenas obras se alcanza la inmortalidad. - Servicio (Quinto año): “Es más grande quien mejor sirve”. Se busca que el C:.M:. comprenda y practique el servicio a los demás, que entienda que sólo es un administrador de sus bienes intelectuales, morales y físicos para el bienestar común, de sus semejantes. Debe comprender que a través del servicio se obtiene la plena libertad. 1
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