Colección HERAKLES AJEDREZ MAESTRO CONTRA «AMATEUR» Max Euwe Walter Meiden Revisión de la edición española a cargo de Lorenzo Ponce Sala Contiene 125 ilustraciones esquemáticas EDITORIAL HISPANO EUROPEA S. A. Titulo de la edición original: Chess Master vs. Chess Amateur. ©de la traducción: Enrique Belza Valls. Es propiedad, 1999 © Max Euwe y Walter Meiden. ©de la edición en castellano: Editorial Hispa no Europea, S. A. Borí i Fontestá, 6-8. 08021 Barcelona (España). Edición original publicada en EE.UU. por Da vid McKay Company, Inc. Nueva York. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la au torización escrita de los titulares del «Copy right», bajo las sanciones establecidas por las Leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimien to, comprendidos la reprografía y el trata miento informático, y la distribución de ejem plares de ella mediante alquiler o préstamo públicos, así como la exportación e importa ción de esos ejemplares para su distribución en venta fuera del ámbito de la Comunidad Económica Europea. Depósito Legal: B. 40349-1999. ISBN: 84-255-0700-6. Cuarta edición IMPRESO EN ESPAÑA PRINTED IN SPAIN LIMPERGRAF, S. L. - Mogoda, 29-31 (Pol. Ind. Can Salvatella) - 08210 Barbera del Valles Prefacio Cuando un maestro juega con un amateur debe enfren tarse normalmente con un gran número de jugadas inferio res y errores de tipo distinto a los que hallaría jugando con otro maestro. Estas jugadas de inferior calidad y otros erro res son precisamente los que cometen continuamente los afi cionados cuando juegan con otros aficionados. ¿Qué mejor camino puede seguir un amateur para apren der a aprovecharse del flojo juego de su contrincante, tam bién amateur, que el de estudiar cómo trataría un maestro tal posición? Si las brillantes partidas de Paul Morphy fren te a los maestros del siglo xix parecen mucho más instructi vas para la mayor parte de los aficionados contemporáneos que las sutiles victorias de los grandes maestros del siglo xx frente a otros grandes maestros es precisamente porque las victorias de Morphy sobre oponentes más débiles constituyen un notable ejemplo de cómo sacar el máximo partido de los graves errores del contrario. Este libro consta de veinticinco partidas entre un maes tro y un amateur, pero teniendo en cada caso el amateur una apreciable experiencia en ajedrez. Algunos de ellos rea lizan jugadas características de aficionados que no se halla rían jamás en partidas entre maestros, otros son jugadores natos sin muchos conocimientos teóricos, pero con buen ojo para las oportunidades tácticas, otros han estudiado en li bros, pero sin llegar a captar la verdadera esencia de la na turaleza de la lucha en ajedrez, y aun otros son jugadores ligeramente por debajo de maestros, que han estudiado aje- 6 AJEDREZ drez y conocen una gran cantidad de técnicas, pero que fa llan en la apreciación de todas las implicaciones estratégicas de una posición dada. El criterio seguido en la elección de las partidas no ha sido el de presentar una lucha entre maestro y amateur, sino el de que uno de los oponentes, actuando como maestro,- muestre de una forma convincente la forma de aprovechar los errores típicos del otro, que actúa como amateur. Este trabajo no se limita a enseñar cómo se reconoce y aprovecha un juego débil: a lo largo de sus comentarios penetra en la verdadera naturaleza del ajedrez y discute, a medida que se van presentando, los distintos aspectos del juego. Introducción A. LOS JUGADORES 1. Clasificación de los jugadores Entre los jugadores de ajedrez pueden encontrarse des de los muy fuertes hasta los muy flojos: desde aquellos cuyos errores son apenas perceptibles hasta los que pierden piezas frecuentemente. En casi todas partes, los jugadores se clasifican según su eficacia en: grandes maestros, maestros y amateurs. En los EE.UU. a los amateurs que participan en torneos se les califi ca de expertos o jugadores A, B, C o D. En otros lugares se contemplan los maestros regionales, nacionales, internacio nales y grandes maestros. 2. Rasgos de un maestro Un maestro está plenamente versado en las técnicas del manejo de cada una de las fases del juego: apertura, medio y final. Considera la partida en conjunto, constituyendo cada jugada parte de un cierto concepto táctico o estratégico. Sabe apreciar sutilmente las posibilidades de cualquier si tuación. Puede analizar cuidadosamente y prever exactamen te las consecuencias de tal o cual jugada. Comprende los prin cipios básicos implicados en las distintas posiciones. Su jue go táctico es cuidadoso y comete menos errores y menos 8 AJEDREZ serios que los de otros jugadores. Conoce gran número de partidas de tiempos pasados y está bien informado de las líneas seguidas en los torneos del presente. 3. Características de un amateur El amateur no ha llegado a dominar completamente las técnicas de un juego correcto. Es proclive al error. Entiende el juego con menos profundidad que el maestro. Su percep ción respecto al ajedrez es menos sensitiva; es menos pre ciso; no prevé tan bien las consecuencias de sus jugadas, y su capacidad de análisis es más limitada. El amateur tiene un desconocimiento relativo o total de las grandes partidas de otros tiempos así como de las partidas en los torneos actuales. 4. Clasificación de los amateurs La variedad de amateurs y sus tipos son tan numerosos que resisten a cualquier intento de clasificación. Algunos son tan expertos que se aproximan a los maestros, mientras que otros son tan flojos que pierden con pocas jugadas. Algunos planean su juego cuidadosamente, mientras que otros juegan jugada por jugada sin ningún concepto de relación entre ellas. Hay amateurs con mucha visión de las oportunidades tácticas, pero que no tienen noción de un planteamiento es tratégico o posicional. También los hay que a través de un estudio en libros de ajedrez o de las partidas entre maestros han adquirido cierto sentido para una buena posición, pero su tendencia a jugar según las reglas anula en ellos el arte de sacar el mejor partido de una posición táctica. Existen otros que aún desconociendo las aperturas que figuran en los libros tienen un sentido intuitivo sobre lo que constituye una buena posición. Por último los hay que han aprendido en los libros docenas de variantes, pero no tienen idea de porqué estas variantes son mejores, ni de lo que tienen que hacer con su posición en el juego medio una vez han llegado al final de las aperturas del libro. INTRODUCCIÓN 9 5. Maestro frente a maestro Normalmente, cuando juegan entre sí dos maestros, las jugadas de apertura se suceden según la teoría sobre el aje drez y ocasionalmente con alguna innovación cuidadosamen te preparada por parte de uno de ellos. Normalmente, los maestros llegan a las medianías del juego aproximadamente igualados. A partir de aquí, aun cuando los jugadores actúan por sí mismos, no es frecuente que se presenten errores tác ticos, es decir, que no se da el caso de perder una pieza o un peón por descuido, ni que se deteriore una posición como consecuencia de un juego tácticamente defectuoso. La ma yor parte de partidas se desarrollan según unas líneas es tratégicas sólidas, si bien a veces se dan posiciones extrañas resultantes de la apertura, y en estos casos dominan los factores tácticos. Con ambos jugadores alerta, ambos muy atentos a las posibilidades del juego, y sin cometer ningún error notorio, el maestro analiza a fondo la posición de su oponente para descubrir donde pueda haber algún punto débil susceptible de ser aprovechado en beneficio propio. Si no existe tal pun to, intentará jugar de forma que fuerce a su contrario a de bilitar de una forma u otra su situación. Pero ocurre fre cuentemente que el juego de las blancas queda contrarres tado por el juego igualmente fuerte de las negras, y la par tida se convierte en una verdadera lucha, por parte de cada uno de los jugadores, a fin de conseguir algún tipo de ven taja. En muchas ocasiones, las oportunidades se mantienen igualadas terminando la partida en tablas. Algunas veces, cuando dominan las consideraciones posicionales, uno de los maestros consigue alguna pequeña ventaja que va acrecen tándola gradualmente hasta finalmente ganar la partida. Pero frecuentemente se presentan grandes complicaciones y no aparecen tales acrecentamientos de ventaja. Las amenazas y contra-amenazas tienen un impacto inmediato en el curso del juego, y aparentemente, el riesgo varía de una a otra jugada. En este caso, el ganador será el que tenga una per cepción más profunda de las posibilidades tácticas de las posiciones involucradas, y pueda prever con mayor antici pación. 10 AJEDREZ 6. Amateur contra amateur Las partidas entre amateurs frecuentemente quedan afec tadas por cierto número de jugadas ineficaces, por errores evidentes, o por ambos. Tales jugadas pueden ser de natura leza estratégica o táctica. Estos errores y jugadas dan al opo nente una maravillosa oportunidad de hacerse con alguna suerte de ventaja, a veces pequeña y a veces grande. Sin embargo, muchas veces el amateur no se da cuenta de que su contrario ha realizado una jugada que le coloca a él en mejor situación, y por tanto no saca de ello el mayor prove cho posible, sino que por el contrario, a su vez realiza un mal movimiento o incurre en un error. En estas condiciones lo que sucede es que la balanza cambia de inclinación nume rosas veces durante la partida, incluso entre una jugada y la siguiente. Por ejemplo, en un momento dado el jugador amateur A goza de una ventaja que no sabe aprovechar, por lo que debido a una jugada inadecuada, la ventaja pasa a tenerla el jugador B, pero bien pronto el deficiente juego de este último la restituye a A que incluso puede hacerse con la victoria. 7, Maestro frente a amateur Cuando juega un maestro contra un amateur, se encuen tra enfrentado un jugador que apenas comete errores ni incurre en jugadas ineficaces y que conoce a fondo el aje drez, con otro que sí comete errores y jugadas ineficaces y que conoce el ajedrez sólo hasta cierto límite. En estas partidas la técnica del maestro consiste en observar y sacar la máxima ventaja posible de todos los fallos del amateur. Debido a la tendencia del amateur de cometer no uno, sino muchos errores a lo largo de la partida, la victoria del maestro resulta mucho más fácil. La comisión de errores es un nial progresivo. Son mucho peores y más fáciles de ex plotar tres errores en una partida que tres veces un error. Cada vez que el amateur realiza una jugada ineficaz el maes tro contesta con una jugada consistente. Cada jugada débil sucesiva del amateur permite al maestro acrecentar su ven taja. Cuando los errores son graves y las jugadas ineficaces numerosas, la ventaja del maestro pronto se hace abruma dora, recibiendo el amateur una severa derrota. INTRODUCCIÓN 11 8. La mejor jugada Los amateurs que juegan entre sí realizan a veces una jugada agresiva que saben (o que quizá no saben) que sólo será eficaz si el oponente no acierta su réplica. Dicho de otra forma: para obtener una gran ventaja se exponen con fiando en la ineptitud del contrario y en su incapacidad de análisis de la situación. Esto no constituye un ajedrez ortodoxo. Un maestro no debe caer nunca en este tipo de juego aun cuando sabe que es poco probable que su oponente amateur encuentre una buena respuesta a su jugada agresiva, pero teóricamente in ferior. Por el contrario, debe buscar siempre la respuesta más enérgica teóricamente, independientemente de que su contrario sea otro maestro o sea el más flojo de los ama teurs. Ocasionalmente, un maestro puede jugar una respues ta algo floja, pero nunca da una réplica defectuosa o dudosa simplemente para vencer rápidamente a su adversario, apro vechándose de su poca experiencia. En partidas simultáneas se da frecuentemente el caso e,n que el maestro medita lí neas estratégicas profundas para contrarrestar jugadas que el amateur ha realizado después de un análisis táctico muy superficial, si es que ha hecho alguno. Existen dos razones por las cuales el maestro opta por la mejor réplica en una posición dada. En primer lugar, si el contrario descubre el mejor camino frente al movimiento dudoso del maestro, éste puede encontrarse en una situación de desventaja que incluso represente la pérdida de la parti da; y en segundo lugar, si posteriormente se examina y ana liza la marcha de la partida, podrá ser cuestionado y critica do el defectuoso juego del maestro. 9. Estilos de juego No todos los maestros tienen el mismo estilo de juego. Unos son agresivos, jugando al ataque, mientras que otros prefieren montar una posición defensiva fuerte. Algunos muestran preferencia hacia un ajedrez combinativo rápido, y otros hacia un desarrollo posicional más lento. El estilo de juego depende en cierto modo del temperamento del jugador. Existen muchas situaciones que pueden ser tratadas de distintas formas, según sean las preferencias del jugador,
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