ebook img

LOS TIPOS DE ESPACIOS DE LA ECONOMÍA ARTESANAL-TURÍSTICA EN MÉXICO Olga Correa ... PDF

14 Pages·2009·1.11 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview LOS TIPOS DE ESPACIOS DE LA ECONOMÍA ARTESANAL-TURÍSTICA EN MÉXICO Olga Correa ...

LOS TIPOS DE ESPACIOS DE LA ECONOMÍA ARTESANAL-TURÍSTICA EN MÉXICO Olga Correa Miranda Genaro Correa Pérez Rosaura Carmona Mares Posgrado en Geografía Universidad Nacional Autónoma de México México Introducción El principal motor para el desarrollo de la actividad artesanal en México es su diversidad cultural y étnica, hecho que hace posible la producción de todas las ramas de esta actividad en territorio mexicano bajo la representación de 6.8 millones de artesanos (UNESCO, 2004), en su mayoría indígenas. La situación actual de los artesanos en México es una paradoja, pues a pesar de la gran riqueza cultural que representan para el país, muchos viven en pobreza agobiante (Vázquez 2005). De allí la necesidad de que la actividad artesanal se convierta en una alternativa capaz de reducir la pobreza y lograr la estabilización económica en zonas rurales e indígenas del país cuyos índices de desocupación y subempleo son significativos. La artesanía es un bien económico que se puede ofertar al turista que busca llevar a su lugar de origen un pedazo de la identidad local del destino visitado (De la Calle, 2006). Ella ofrece materialización del recuerdo de la propia experiencia turística y manifiesta la realización del viaje ante los demás. Si se toma en cuenta que México es un país con fuerte vocación turística y recibe al año más de 45 millones de turistas (SECTUR, 2006), es fácil pensar en el gran auge en ventas que podría poseer la actividad artesanal. No obstante este enorme potencial, la ausencia de estudios territoriales que caractericen este tipo de economía y el desconocimiento de las relaciones funcionales que gesta esta actividad no permite su óptimo desarrollo. Así, son necesarios los estudios nacionales, regionales y locales que posibiliten la completa comprensión del sistema económico artesanal en México y que ofrezcan las herramientas para la eficiente aplicación de políticas de desarrollo de esta actividad e integrar y beneficiar a todos los actores sociales que intervienen en esta cadena productiva. Asimismo, es necesaria la integración de otros sectores de la economía para el beneficio colectivo, tal es el caso del turismo, que bajo la visión del desarrollo sustentable, ofrezca el patrimonio cultural auténtico derivado de las artesanías, sin alterar su esencia. El presente estudio tiene por objetivo revelar la dinámica espacial de la economía artesanal, de manera específica identificar los espacios que gesta la actividad turístico-artesanal en México, diferenciados por el grado de comercialización, su vinculación con la población indígena o la presencia de un rasgo territorial concreto. La identificación de este tipo de espacios permitirá distinguir sitios con mayor beneficio económico del sector, de su contraparte, lugares a los que se les debe brindar soporte o dotar de infraestructura para la producción, distribución, comercialización y difusión de artesanías. Es así como en el primer apartado, se presentan los criterios conceptuales sobre economía artesanal y se realiza una caracterización sobre la distribución nacional de artesanías, a nivel estatal. Se explica también el papel del Estado para el apoyo de la actividad. En la segunda parte, se ponen de manifiesto algunos aspectos macroeconómicos de la actividad artesanal y su relación con el turismo. Con posterioridad, se realiza la caracterización de municipios en términos de comercio al por menor de artesanías lo que permite vislumbrar la intensidad de ocupación en el territorio, en materia comercial y el vínculo que se establece con los principales destinos turísticos. Economía artesanal en México La actividad artesanal y/o economía artesanal se concibe como una alternativa laboral asociada a pequeños o grandes empresarios productores de objetos con contenidos artísticos y culturales (artesanías) que poseen características de autenticidad. Estas creaciones artísticas se han desarrollado para expresar la dimensión intangible y la interpretación del ambiente en donde ésta surge y se desarrolla. Es de esta forma que la artesanía representa parte esencial del patrimonio cultural, constituido por el cúmulo de creación que la memoria colectiva de la comunidad transmite de generación en generación. En su proceso de producción predomina el trabajo manual sobre el mecánico y se emplean técnicas que implican el conocimiento de determinadas materias primas y un gran adiestramiento (Moctezuma, 2002; Quevedo, 2005; Morales, 2005). México posee una enorme vocación en lo que a economía artesanal se refiere. La distribución territorial de la actividad artesanal es amplia y en los 32 estados de la federación se registra producción. Sin embargo, existen particularidades a destacar: Distrito Federal, Puebla, Morelos, Michoacán, Guanajuato y Jalisco sobresalen por la diversidad de artesanías que producen (participan en los once grandes tipos o ramas de la producción)1. Por su parte, Michoacán, Estado de México, Hidalgo, Puebla y Oaxaca concentran la mayor cantidad de localidades productoras. Además, existe una fuerte correlación con las entidades productoras y las de mayor proporción de población indígena (Figura 1) hecho que no permite olvidar el carácter cultural involucrado en la fabricación de artesanías. No obstante lo anterior, México no cuenta con estadísticas precisas que enmarquen la magnitud e importancia de la economía artesanal. Según el Art. 124 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no se considera a la actividad artesanal como una responsabilidad Federal, por consiguiente es competencia de los Estados legislar en materia de artesanías, hecho que se ha cumplido de forma incipiente. A pesar de lo anterior, el Estado, con el fin de fomentar el desarrollo de las actividades económicas, en 1974 crea el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART). Figura 1. Fuente: Elaboración propia Este fondo, recibe subsidio por parte de la Federación para destinarlo exclusivamente a la población que vive en municipios de muy alto y alto grado de marginación y/o los predominantemente indígenas, así como otros de marginación relativa. De esta forma, y a través de los seis centros regionales (zonas geográficas de competencia) del Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías se efectúan cuatro tipos de apoyo para artesanos: 1) Adquisición y comercialización de artesanías realizadas en centros de acopio, tiendas y franquicias FONART y mediante otros acuerdos de venta, donde se busca llegar a los productores que no tienen acceso a mercados para ofrecer sus artesanías (inclusive hacia el extranjero vía franquicias ubicadas en Washington, Chicago, San Antonio, Miami, Phoenix, Ronda, Madrid, Niza y Tokio). 2) Concursos regionales de arte popular cuyos objetivos son preservar las técnicas, impulsar capacidades artísticas de los artesanos y promover la igualdad de género. 3) La capacitación y asesoría técnica a artesanos para mejorar la calidad y el diseño de la producción y con ello adaptarla a los nuevos gustos del consumidor a fin de mejorar la competitividad en los mercados nacionales e internacionales, pero sin perder la esencia de su origen tradicional. 4) El financiamiento para la producción donde se otorgan créditos a los productores artesanales que por su condición socioeconómica no tienen acceso a fuentes de financiamiento (Figuras 2 y 3). Es así como en la Figura 2, se exponen los principales centros de promoción y distribución de artesanías para el año 2005, se hace la distinción si se trata de Tiendas o Franquicias FONART, Casas de artesanía y Centros de acopio. Figura 2. Fuente: elaboración propia Figura 3. Fuente: elaboración propia Asimismo, se representa el número de municipios con muy alta y alta marginación que poseen apoyo por parte del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, con objeto de ver la correspondencia entre la localización de población que requiere algún tipo de ayuda para llevar a cabo esta actividad y la infraestructura existente. Se observa en ella que no existe relación entre la presencia de centros de promoción y distribución de artesanías con las entidades de mayor número de municipios con alta y muy alta marginación. A manera de ejemplo, el estado de Oaxaca, quien posee más de 180 municipios en dichas condiciones, únicamente posee dos centros y ambos se encuentran ubicados en la capital estatal. El mapa refleja también que no existen suficientes centros de promoción que cubran al menos todas las entidades federativas, y, las existentes se encuentran emplazadas en las capitales estatales y en los principales centros turísticos del país. En relación a las compras de artesanías por parte de FONART a los estados, se observa una gran disparidad, pues diez entidades efectúan compras por encima de los 5,000 USD2 al año; ocho por arriba de los 1,000 USD y el resto, muy por debajo de ellos. La Figura 3, la conforma la noción de artesanos beneficiados por parte de FONART y sus zonas geográficas de competencia para gestionar la actividad. Se realiza la distinción, a nivel estatal, del número de artesanos según tipo de beneficio otorgado. De manera general, se observa que los estados del centro del país fueron los que obtuvieron mayor número de artesanos beneficiados mediante programas de apoyo, en especial, por capacitación y en segundo término por compra de artesanías. Se pone de manifiesto que al menos en ese año, existió una notoria diferencia en la distribución de los beneficios al quedar al margen la zona norte y sur del país. Se muestra también un gráfico cuya finalidad es exponer qué entidades federativas están realizando el mayor número de capacitaciones. Al respecto, sobresalen los estados de Jalisco, Zacatecas, Puebla, Michoacán, Guanajuato y Estado de México, de quienes se espera en próximos años incrementen su productividad artesanal. Aspectos macroeconómicos de la actividad artesanal y su relación con el turismo Es de relevancia la contribución a la economía por parte del turismo y los bienes que éste oferta, ya sean éstos exclusivos o no de él3. Se tiene que para 2006 la actividad turística participó con 8,094 millones de dólares, cifra que representa el 8.2% del PIB nacional. Asimismo, los bienes turísticos contribuyeron con el 1% de la proporción, equivalente a 964 millones de dólares y, dentro de este rubro, la participación de las artesanías fue de 0.4%, o 394 millones de dólares (Cuadro 1). Ahora bien, si se contempla el valor de la producción bruta4 artesanal a precios de productor, más las importaciones y otras compras artesanales, locales, regionales y nacionales, se obtiene el valor real que, por concepto de artesanías, dispuso el turismo para su uso. Es así como, para 2006, se generó un valor de 935 millones de dólares para el rubro artesanal, cifra solo superada por el de alimentos y bebidas así como el de otros bienes por 120 y 364 millones de dólares, respectivamente. No obstante, la disponibilidad de los productos artesanales fue mayor que el de los rubros de productos farmacéuticos y de aseo personal, ropa y calzado, aparatos y películas fotográficas así como libros, periódicos y revistas (Gráfico 1). Cuadro 1. Participación del PIB artesanal, 2006 PIB % respecto al Concepto (en millones de total nacional US$) Total del país 99,051 100 Total turístico 8,094 8.2 Total de bienes 964 1.0 turísticos Artesanías 394 0.4 Fuente: INEGI, 2008 Gráfico 1. Disponibilidad de bienes no exclusivos del turismo, 2006 Otros Aparatos y películas fotográficas Productos farmacéuticos y de aseo personal Libros, periódicos y revistas Ropa y calzado Alimentos y bebidas Artesanías 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 millones de US$ Fuente: INEGI, 2008 Para 2006, SECTUR, reportó una afluencia de 35 millones de turistas nacionales y 9 internacionales; ellos ejercieron un consumo artesanal de 884 millones de dólares, donde el 88% de las compras fue por turistas nacionales y 12% internacionales. Asimismo, se registró que como motivo del viaje, los turistas nacionales de negocios realizaron mayor consumo de artesanías, seguidos por los excursionistas con 359 y 238 millones de dólares, respectivamente. En contraste, el motivo de viaje donde los turistas internacionales realizaron un mayor consumo por compra de artesanías fueron los vacacionistas, por un valor de 58 millones de dólares y únicamente 4 millones de dólares por parte del turista de negocios (Gráfico 2). En cuanto a las ocupaciones remuneradas requeridas para producir productos artesanales, se registró para 2006, un promedio de 227,000 puestos de trabajo lo que significó el 9.41% del total empleado en actividades turísticas y el 28.55% de las ocupaciones involucradas en bienes de uso turístico, exclusivos o no. Asimismo, el monto de las remuneraciones obtenidas fue de 70 millones de dólares, el 4.08% del total turístico y el 17.22% de los bienes turísticos (INEGI, 2008). Gráfico 2. Consumo de artesanías según tipo de turismo, 2006 Otros Excursionistas o v Turismo nacional oti Turismo internacional m Vacaciones Negocios 0 50 100 150 200 250 300 350 400 millones de US$ Fuente: INEGI, 2008 Con base en lo anterior, es posible corroborar que la actividad artesanal se encuentra íntimamente ligada al turismo y que al menos en cifras macroeconómicas sí existe un aporte de consideración, por parte de las artesanías, a la economía nacional. Caracterización de espacios artesanales en términos de comercio al por menor y su relación con el turismo Con objeto de identificar las diferencias territoriales de la economía artesanal en México, en específico, las relacionadas con su comercialización, se lleva a cabo la ponderación cualitativa y cuantitativa de tres variables seleccionadas; dichos insumos son proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), mediante el levantamiento censal de la actividad comercial en México, en 2004: Cantidad de Unidades Económicas, Producción Bruta y Personal Ocupado. Al aplicar estos conceptos al ámbito artesanal, se reconocerán de la forma siguiente: -Unidades Económicas Artesanales (UEa). Son las unidades estadísticas sobre las cuales se recopilan datos; se dedican al comercio al por menor de artesanías de forma permanente, combinan acciones y recursos bajo el control de una sola entidad propietaria o controladora, para llevar a cabo producción de bienes y servicios, sea con fines mercantiles o no (INEGI, 2008). -Producción Bruta Artesanal (PBa). Es el valor de todos los bienes y servicios producidos o comercializados por la unidad económica artesanal como resultado del ejercicio de sus actividades durante el año de referencia. Comprende el valor de los productos elaborados, las obras ejecutadas, los ingresos por la prestación de servicios, el alquiler de maquinaria, equipo y otros bienes muebles e inmuebles, el valor de los activos fijos producidos para uso propio y el margen bruto de comercialización. Se toma en cuenta también la variación de existencias de productos en proceso (Ibíd.). -Población Económicamente Ocupada en trabajo artesanal (PEAOa). Son todas las personas que trabajan en la unidad económica artesanal bajo su dirección y control, que cubren como mínimo una tercera parte de la jornada laboral de la misma y reciben o no un pago. Se contabiliza también al personal de la unidad económica que trabaja fuera de la misma bajo su control laboral y legal ya sean trabajadores en huelga, personas con licencia por enfermedad, vacaciones o licencia temporal, propietarios socios, familiares y trabajadores a destajo. No forman parte de la PEAOa los pensionados y personas que presentaron sus servicios profesionales exclusivamente basándose en horarios, comisiones, y el personal suministrado por otra razón social (Ibíd.). Posteriormente, la serie de datos de cada variable, que reflejan el comportamiento cuantitativo singular de cada territorio se diferencian en cinco rangos como vía de generalización cualitativa. Las expresiones calificativas utilizadas y su codificación numérica son: muy alto-5, alto-4, medio-3, bajo-2, muy bajo-1 (Cuadro 2). La base de datos se transforma en un conjunto de valores que oscila entre la mayor manifestación de la variable (5) y sus menores comportamientos (1) (Propin, 2003). Cuadro 2. Ponderación cualitativa y cuantitativa de las variables seleccionadas Variables y rangos cuantitativos Tipos Rangos cualitativos PEAOa UEa PBa (habitantes) (número) (miles de USD) 5 Muy alto >1,000 >400 >10000 4 Alto 1,000 - 100 400 - 100 10000 – 1000 3 Medio 100 - 5 100 - 10 1000 - 10 2 Bajo 5 - 2 10 - 3 10 - 5 1 Muy bajo < 2 < 3 < 5 Fuente: elaboración propia con base en INEGI, 2004 PEAOa: Población Económicamente Activa Ocupada en trabajo artesanal UEa: Unidades Económicas Artesanales PBa: Producción Bruta Artesanal Así, por medio de cartogramas es posible la representación de cada una de las variables y su expresión en el territorio. De esta forma, en la figura 4, se observa que, los municipios con mayor concentración de UEa o bien, los de categoría más alta (5) son: Acapulco de Juárez, la Delegación Cuauhtémoc en el Distrito Federal, Tonalá en el estado de Jalisco y Tijuana en Baja California, quienes reflejan más de 400 UEa. Con la categoría (4), denominada como alta, se registran 35 municipios, entre los que sobresalen Benito Juárez, Puerto Vallarta, José Azueta, Chilapa de Álvarez, Oaxaca de Juárez y San Miguel de Allende (Figura 4), todos ellos espacios que albergan entre 100 y hasta 400 UEa. En relación a cómo se distribuye la población económicamente activa ocupada en el comercio al por menor de artesanías, se tiene que cuatro municipios concentran la mayor cantidad de personal: Benito Juárez, Tonalá, Acapulco y Cuauhtémoc, con más de 1000 PEAOa. Asimismo, destacan los municipios de Puerto Vallarta, Tijuana, Solidaridad, Cozumel, San Miguel de Allende y Oaxaca (Figura 5), quienes ocupan entre 100 y hasta 1000 empleados en el rubro, colocándolos dentro de los diez primeros. Figura 4 Figura 5. Figura 6. La distribución espacial en el territorio mexicano, del beneficio que se obtiene por la producción bruta generada por el comercio al por menor de artesanías se observa en la Figura 6. Sobresale el municipio de Benito Juárez como el único dentro del rango (5) o de muy alta producción, 17.2 millones de dólares, cifra equivalente a un poco más del doble que los ubicados en el rango (4-alto) y equivalente al 10.7% del total nacional. Destacan también Cozumel, Cuauhtémoc, Solidaridad, Puerto Vallarta, Tonalá, Tijuana, Los Cabos, Mérida y San Miguel de Allende, al colocarse dentro de los diez primeros lugares a nivel nacional con producción entre 1 y hasta 10 millones de dólares. En cada uno de los mapas se pueden identificar los municipios con vocación comercial artesanal aunada a los espacios que no registran actividad de compra y venta de artesanías al momento de ser censadas. Se infiere en ellos a los territorios que mejor posicionados están en materia de comercio al por menor de artesanías derivado de sus ventajas comparativas y competitivas entre las que destacan la ubicación estratégica, el grado de infraestructura y funcionalidad de que están dotados, la proporción de personal que pueden emplear para la actividad, su producción de artesanías con carácter original y tradicional así como la facilidad para contener a un mercado “cautivo” o en su defecto “constante”. Cabe mencionar que, a nivel nacional, de los 2440 municipios en México5, únicamente 794 registran actividad comercial al por menor de artesanías, comprobable. En dichos territorios se reconoció, para 2004, un total de 14,092 unidades económicas, 29,740 puestos de trabajo y una producción bruta con valor de cerca de 160 millones de dólares (Cuadro 3).

Description:
La situación actual de los artesanos en México es una paradoja, pues a economía artesanal y se realiza una caracterización sobre la distribución
See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.