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los embalses de emerita augusta y de sus alrededores PDF

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ARQUEOLOGÍA DE LAS PRESAS ROMANAS DE ESPAÑA: LOS EMBALSES DE EMERITA AUGUSTA Y DE SUS ALREDEDORES. ESTADO DE LA CUESTIÓN José María Álvarez Martínez Director del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida Trinidad Nogales Basarrate Conservadora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida F. G. Rodríguez Martín Investigador- J. G. Gorges Universidad de Toulouse Queremos ofrecer algunas consideraciones arqueológicas, y sobre todo a la luz de los últimos e importantes trabajos que se han llevado a cabo en varias de ellas, sobre las presas romanas de España1 centrándonos en los casos mejor conocidos por nosotros, como son los de “Cornalvo”y “Proserpina”en Mérida, puesto que otros de tanta relevancia como son los de “Alcantarilla” y Almonacid de la Cuba3 han sido estudiados recientemente en profundidad por algunos de los ponentes de este “I Congreso de Historia de las Presas”, a cuyos organizadores agradecemos su amable invitación a participar. No deseamos otra cosa, de momento, que considerar algunos de los problemas que aún se plantean para un conocimiento mejor de estos dos ejemplos paradigmáticos de la ingeniería hidráulica romana emeritense, sobre todo el que afecta a su cronología. El estudio de una presa r que forma parte y del que suele constituir su caput aquae. De ahí que un proyecto de estas características constituya siempre una tarea complicada en la que, para su correcto desarrollo, debe intervenir un equipo perfectamente configurado como es el caso de los que se han ocupado de los complejos antes citados, con los resultados que todos podemos apreciar4. Ha pasado ya el tiempo en el que ingenieros, por un lado y arqueólogos por otro dedicaran todas sus energías a desvelar los secretos 1Hay que referirse al privilegiado lugar que ocupa la Península Ibérica tanto en el dominio de las presas romanas como en el de los complejos hidraúlicos en general: C. Fernández Casado, “Las presas romanas en España”,Revista de Obras Públicas. Junio de 1.961, pp. 357-363..Para una valoración de las presas romanas, véase K. Schnitter, “Barrages romains”, en Journées d´études sur les aqueducs romains, Lyon, 26-28 de Mayo de 1.977, París, 1.983, pp. 333-347. 2 F. Aranda Gutiérrez- J. Carrobles Santos- J.L. Isabel Sánchez, El sistema hidráulico romano de abastecimiento a Toledo, Toledo, 1.997; sobre todo pp. 275 ss. R. Celestino Gómez, Orígenes conceptuales de los complejos hidráulicos romanos en España. La presa romana de “La Alcantarilla”en Toledo, Discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Toledo, 1.974. 3 M. Arenillas Parra et alii., La presa de Almonacid de la Cuba. Del mundo romano a la Ilustración en la cuenca del río Aguasvivas, Madrid, 1.996. 4 No queremos olvidar otros proyectos que han dado resultados extraordinarios para el conocimiento de un complejo hidráulico. Como referencia y como ejemplo nos basta el referido a la conocida conducción francesa del Pont du Gard: G. Fabre- J.L. Fiches- J. L. Paillet et alii., L´aqueduc de Nîmes et le Pont du Gard,Gap. 1.991. 2 Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 2 que siempre guardan los acueductos. De ahí que, ante la ausencia de estudios profundos y sistemáticos, los datos que tenemos a nuestra disposición acerca de los mismos son siempre parciales y a veces poco acordes con la realidad. Nuestra dedicación al tema ha sido siempre puntual y esporádica y surgió cuando tuvimos que ocuparnos de dar a conocer en su día, no con ese estudio meditado que hubiéramos deseado, un conjunto de ruinas que apareció en ocasión del derribo de la antigua ermita del Calvario y que, a lo que parece, pudo estar perfectamente relacionado con el final de la conducción que conocemos con el nombre de “Proserpina-Milagros”5. Con posterioridad, D. Antonio Vélez, alcalde a la sazón de Mérida, impulsó un proyecto de recuperación de los recorridos de las antiguas conducciones hidráulicas augustanas en el que fuimos invitados a participar y finalmente, gracias al afecto y a la amabilidad que nos prodigó el equipo dirigido por el Prof. Dr. Miguel Arenillas, pudimos beneficiarnos casi en primicias de los resultados de sus investigaciones en la presa de “Proserpina”, de las que se han obtenido datos francamente novedosos sobre las características y pormenores de tan singular fábrica6. No deseamos olvidar en modo alguno otra colaboración nuestra con la Escuela de Topografía de Mérida , con el equipo dirigido por García Morant, que dio como resultado, tras la aplicación de la topografía y de la geofísica, el descubrimiento de un buen tramo de la conducción de “Proserpina- Milagros”7. El estudio de las presas emeritenses aparece ligado lógicamente al de las conducciones hidráulicas a las que pertenecieron y que siempre, por la importancia y magnitud de sus restos, suscitaron el interés de viajeros, eruditos y arqueólogos. Todo ello motivó una amplia literatura, repetitiva por lo demás en la mayoría de los casos y referente, en lo fundamental, a las airosas arquerías de“San Lázaro”y “Los Milagros”o a las cabeceras de dos de las conducciones, los embalses de los que nos ocupamos. A estas descripciones, más o menos acabadas y más o menos rigurosas, sería preciso añadir interesantes documentos gráficos como los que debemos a Villena8, Fernando Rodríguez9 o De Laborde10 por citar los más significativos ejemplos. El panorama de los conocimientos acerca de los complejos hidráulicos emeritenses fue definido en su día por Jiménez Martín, autor de una obra de síntesis de las conducciones y de su primer estudio crítico11 y hoy, si se exceptúan avances significativos que vamos a comentar, se podría casi asumir: existen apreciables descripciones, sobre todo en lo que atañe al conducto de “Rabo de Buey-San Lázaro”, pocos análisis y afortunadamente en la actualidad, al contrario de lo que el arquitecto sevillano refería entonces, apreciable documentación gráfica referente a los recorridos12. 5 J.M. Alvarez Martínez, “En torno al acueducto de “Los Milagros “de Mérida, Segovia y la arqueología romana, Barcelona, 1.977, pp. 49-60. 6La presa romana de Proserpina (Mérida). Documento preparado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Mayo de 1.992. 7 J.M. Alvarez- J. García Morant et alii.,”Localización de la conducción romana desde el embalse de Proserpina hasta Mérida mediante la aplicación compartida de la topografía y la geofísica”,Jornadas sobre Teledetección y Geofísica aplicada a la Arqueología, Madrid, 1.992, pp. 189-196. 8 A. M. Canto, “La Arqueología Española bajo Carlos IV y Godoy: Preludio a los dibujos emeritenses de Villena y Moziño (1.791-1.794), Anas, 7-8, 1.994-1.995, pp. 31-56. 9 S. Arbaiza Blanco-Soler- C. Heras Casas, “ Fernando Rodríguez y su estudio arqueológico de las ruinas romanas de Mérida y sus alrededores (1.794-1.797”,Academia.Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando., nº 87, segundo semestre de 1.998, pp. 309-364. 10 A. de Laborde, Voyage pittoresque et historique de l´Espagne, París, 1.806, v. II. 11 A. Jiménez Martín, “Los acueductos de Emerita”, Augusta Emerita.,. Madrid, 1.976, pp. 111-125 (Jiménez,“Los acueductos”). En este estudio se contiene la bibliografía esencial, hasta el año de su publicación, de las conducciones hidráulicas emeritenses. 12 Los trabajos de Alvarez Sáenz de Buruaga y la labor de la Escuela de Topografía de la Universidad Politécnica de Mérida, bajo del impulso de sus profesores y en especial del Dr. Hernández Ramírez, nos han proporcionado datos del mayor interés para fijar mejor el trazado de las conducciones. Todo ello supone un Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 3 Resulta en verdad sorprendente el grado de conocimiento del medio que demostraron los responsables del diseño de la nueva colonia Augusta Emerita. En el caso de la ejecución de la infraestructura, los architecti et libratores supieron sacar el máximo partido de las condiciones que ofrecía la actual campiña de Mérida para establecer un aspecto primordial de la arquitectura de su territorio como fue el de las conducciones hidráulicas. Visto lo favorable del emplazamiento de la ciudad junto al vado del Ana, que facilitaba los apeos de un largo puente, se consideró inmediatamente la idoneidad de la margen derecha del río fundamentalmente por ser más abundante en aguas que la opuesta y sobre todo por la existencia de unas amplias vallonadas que , convenientemente cerradas, podían ser susceptibles de convertirse en embalses. Es verdad, como llegan a decir Roso de Luna y Hernández-Pacheco13, que en la zona de Mérida existen pocos manantiales y fuentes. De ahí que se aprovechara al máximo lo existente y se canalizaran convenientemente pequeñas corrientes de agua como las del arroyo de “Las Arquitas”, “Las Tomas”y aledaños, a las que se añadiría todo el caudal procedente del predio de “Valhondo”recogido en una presa, hoy semisoterrada, y conducido por galerías (cuniculi) a la corriente principal., y el que venía de “Casa Herrera”a veces curiosamente confundido con un aporte de la conducción de “Cornalvo”14 Casos diferentes y ejemplos sobresalientes en el contexto general de la arquitectura del territorio emeritense fueron los embalses de “Cornalvo”y “Proserpina”. El primero de ellos15, en el momento de máximo aforo, cubicaba unos diez millones de metros cúbicos y ocupaba una amplia nava, en terreno pizarreño, de 300 m. de altitud, 100 más que la ciudad a la que se dirigían las aguas. De ahí que con poco gasto y la construcción de una presa se determinara un embalse de grandes proporciones. Por su parte, la presa de “Proserpina”, así llamada por la aparición en sus inmediaciones, en el siglo XVIII, de una inscripción dedicada a la dea Ataecina turobrigensis Proserpina16, con un aforo de 6 Hm3 en sus mejores momentos, se alzaba en una depresión de los campos graníticos de la campiña emeritense, a unos 245 m. de altitud, 25 más que la ciudad. Las aguas se concentraban en tal depresión derivando de los arroyos que corren por las cercanías. La conducción pudo aprovechar, como uno de sus aportes principales, las aguas del denominado “Arroyo de las Adelfas”que surge en las inmediaciones de la actual Carretera Nacional 630, al que habría que unir el proporcionado por el “Arroyo de las Pardillas”. Para el mejor aprovechamiento de las aguas el recorrido, en unos 3, 5 kilómetros, fue canalizado. Hoy, a pesar de las obras de refección que repararon el maltrecho muro del canal en 1943, es posible apreciar frecuentemente los pormenores de la construcción romana con un núcleo de durísimo hormigón (opus camenticium) y paramento de mampostería. Como refuerzo, en el crucecon otras corrientes de agua, se aplicaron unos contrafuertes que fueron imitados como el resto en la moderna restauración. Este tipo de canalizaciones, por lo demás, sigue al punto otros ejemplos conocidos y bien descritos por los antiguos tratadistas como el propio Frontino, quien nos habla de las considerables obras de captación y contención de aguas en el origen del Anio Novus o del Aqua Virgo17 avance primordial en el conocimiento de los complejos hidráulicos y un punto de partida para un trabajo sistemático del que antes se carecía. 13 I. Roso de Luna- F. Hernández-Pacheco,Mapa geológico de España. Explicación de la Hoja nº 777. Mérida (Badajoz), Madrid, 1.950, p. 69 (Roso-Hernández,“Explicación, Mérida). 14 J. Alvarez Sáena de Buruaga, “El acueducto de Rabo de Buey-San Lázaro, de Mérida”, Estudios dedicados a Carlos Callejo Serrano, Cáceres, 1.979, pp. 71 ss. 15 La denominación de “Cornalbo”o“Cornalvo”es antigua y se ha querido poner en relación con el topónimo latino cornus albus debido a la forma que dibuja su cuenca y a lo blanquecino de algunas partes de sus orillas. 16 J. Alvarez Sáenz de Buruaga., “El nuevo hallazgo de la perdida lápida emeritense de Proserpina”, AEspA, vol 30, 1.957, pp. 245-251.Es curioso este hallazgo sin duda relacionado con la existencia de algún lugar de culto a la diosa infernal en lo que se consideraba una entrada al reino de las sombras. 17 Frontin. De aquae ductu urbis Romae (Ed.. P. Grimal, Guillaume Budé, Paris, 1.961) XV, 1; X, Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 4 Ambos embalses están ubicados fuera del valle de arroyos importantes, por lo que pueden ser considerados como verdaderos vasos naturales constituidos por depresiones muy poco acentuadas de la vieja penillanura que reúne excelentes condiciones para almacenar aguas18. Constituyen excepcionales ejemplos de la arquitectura hidráulica romana y también, como han puesto de manifiesto varios autores, responden a modelos un tanto diferentes. El embalse de “Cornalvo”cuenta con un dique (figura1) que llega a los 222 metros en su coronación y su altura está en torno a los 18 metros. Desde el pasado siglo en el que se produjeron períodos considerables de sequía que hicieron pensar a más de uno, tanto en Mérida como en otros lugares, en la idea de recuperar para el consumo ciudadano las antiguas canalizaciones romanas, se vino estudiando su restauración puesto que se hallaba en mal estado y desprovisto de muchos de sus paramentos. Dicha refección obedeció a un proyecto obra de Francisco Rus, elaborado en 1913 y no fue efectivo hasta el año de 1926, cuando lo llevó a cabo, con algunas reformas sobre el original, D. Juan García y García. Todo ello motivó el enmascaramiento de su primitiva facies, aunque merced a los datos del estudio, que no vamos a citar aquí ya que es objeto de una de las comunicaciones de este Congreso por parte de los cualificados ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, sí podemos saber cómo era su estructura. Figura 1. Vista del dique de Cornalvo. En realidad comprendía tres muros longitudinales y paralelos a las aguas (figura 2) y otros más pequeños y perpendiculares a las mismas que delimitaban espacios a manera de retícula que fueron rellenados con tierra en la parte baja y hormigón en la superior. De esta manera se puede hablar de tres partes bien diferenciadas en el dique, las correspondientes a los muros transversales antes referidos. La superficie, escalonada en buena parte, se paramentó con sillarejo. En el lado de aguas abajo se dispuso el consabido espaldón de tierras, de unos 10 metros de espesor por término medio19. Si hoy no resulta apreciable la estructura, al menos como sería de desear, sí lo son los caracteres constructivos de su interesante torre de tomas (figura 3), separada del propio dique por 18 Roso - Hernández, “Explicación, Mérida”, p. 31. 19 R. Celestino Gómez. “Los sistemas romanos de abastecimiento de agua a Mérida. Estudio comparativo para una posible cronología”, Revista de Obras Públicas, Diciembre de 1.980, pp. 964 ss. (Celestino,“Los sitemas”) ; J.A. Fernández Ordóñez et alii,.Catálogo de noventa presas y azudas españolas anteriores a 1.900, Madrid, 1.984, p. 32. Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 5 razones de practicidad y de seguridad, a lo que parece, pero unida a él por medio de un arco, cuyo arranque lo marca la presencia del salmer embutido en la torre y cuyas dovelas afortunadamente se pudieron recuperar en buen parte. La altura que alcanza la fábrica es de 20 metros y su planta es prácticamente rectangular. Estuvo dotada de tomas a dos alturas, una coincidente con el fondo del vaso y otra unos metros más profunda. Figura 2. Sección transversal del dique de Cornalvo, según Raúl Celestino. Raúl Celestino llevó a cabo su descripción aportando datos muy interesantes acerca de sus sistemas de evacuación20, en los que no nos vamos a detener de acuerdo con los límites que nos hemos trazado en esta ponencia. En verdad resulta sorprendente la “modernidad” de esta presa21, cuya perduración la observamos en el ejemplo de la madrileña de “El Gasco”, del siglo XVIII, pero si analizamos algunos ejemplos probablemente no lo es tanto. Efectivamente, según apuntó en su día Alfonso Jiménez22, a quien debemos, como a Celestino, una de las primeras aproximaciones a su carácter, la estructura del muro responde a ciertos planteamientos vitrubianos que vemos, eso sí, con mayor nitidez en construcciones defensivas como la cerca murada de Pompeya, e incluso, en la propia Hispania, en las murallas de Urso. La verdad es que un estudio de su tipología y de los caracteres de su construcción no se ha hecho hasta ahora y sólo con ello podríamos situarla mejor en el contexto de una época determinada. Sin embargo, como adelantábamos, el análisis de la fábrica de su torre de compuertas sí es más revelador y próximo a ejemplos de Emerita y su zona de influencia. La sillería almohadillada que presenta, a pesar de lo que se ha dicho, no guarda precisamente relación con la de los puentes emeritenses de clara cronología augustea como ya expresamos en su momento23. Es, al parecer, otro tipo de fábrica que en principio podríamos relacionar con la que apreciamos en la fachada occidental 20 Celestino, “Los sistemas”, p. 966. 21 Esa “modernidad”ha hecho sospechar a más de uno que gran parte de la estructura fue modificada en el siglo XVIII. Desde luego, nos parece una teoría por lo menos a considerar, sobre todo si pensamos que en “Campomanes”, el predio en el que se encuentra el embalse, se instaló el conocido político en la segunda mitad del“Siglo de las Luces”. 22 Jiménez, “Los acueductos”, p. 113. 23 J.M. Alvarez Martínez, El Puente romano de Mérida, Monografías Emeritenses, 1. Badajoz, 1.983. Sobre los paramentos del Puente, pp. 60-61. Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... del Anfiteatro y que correspondería quizá a una de sus fases que acaso podría relacionarse con las reformas flavias24 . Además, según una primera apreciación, con paramentos de otras singulares obras bien conocidas como el propio Puente de Alconétar, una de las realizaciones más importantes de la intensa obra que Trajano llevó a cabo en los inicios de su imperio en la Vía de la Plata25.Con todo, lo que expresamos no es otra cosa que impresiones derivadas de un análisis visual que sería preciso cimentar con un buen estudio aun no realizado. Figura 3. Torre de toma de Cornalvo. La verdad es que las observaciones referidas nos harían pensar en una época más avanzada que la propia augustea, a la que sin duda correspondería esta conducción, cuyo nombre afortunadamente conocemos, Aqua Augusta,26. Esa cronología augustea, aclarada por la inscripción referida y por ciertos detalles constructivos del recorrido, como el de los arcos sin dovelas, rasgo ciertamente arcaico sobre el que justamente llamó la atención Jiménez Martín a propósito del tramo de “Caño Quebrado”27, nos lleva a plantear una posibilidad cuyo enunciado no nos corresponde y sí a una aguda observación de Celestino Gómez, quien sugirió la posibilidad de que el gran aporte de “El Borbollón”, que desde los montes de “Campomanes”discurría hasta el Valle del Albarregas por una cañería de excelente factura, por donde todavía se desliza una modesta corriente de agua,- a pesar del daño que hizo una plantación de eucaliptos en esos parajes que llegó a desecar prácticamente el caput aquae -, hubiera podido ser el primer gran conducto hidráulico augustano28. Es una teoría muy plausible, porque denota, además de un buen conocimiento del medio, una practicidad bien clara, ya que con poco coste se pudo traer el agua, por cierto de excelente calidad, a Emerita. 24 T. Nogales Basarrate, Espectáculos en Augusta Emerita (Espacios, imágenes y protagonistas del ocio y espectáculo en la sociedad romana emeritense), Monografías Emeritenses, 5. Badajoz, 2.000, Sobre las etapas del Anfiteatro, pp. 34 ss. 25 Sobre este tema: J.M. Alvarez Martínez, “Calzadas romanas de Hispania. Organización e ideología imperial”, Coloquio Internacional “Vía Claudia Augusta e i percorsi storici”, Feltre, septiembre de 1.999 (en prensa). 26 J. Hiernard- J.M. Alvarez Martínez, ”Aqua Augusta.Una inscripción con letras de bronce de Mérida”, Sautuola III, 1.982, pp. 221 ss. 27 Jiménez, “Los acueductos”, p. 114. 28 Celestino“Los sistemas”, pp. 960-961. Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... Probablemente, en una segunda fase, ¿ de época de los flavios, Trajano?, si tenemos en cuenta los caracteres de la fábrica de la torre de toma de aguas, la conducción fue reforzada por la presa y quizá su recorrido se amplió por la denominada “Vía Ensanche”como supuso también Jiménez Martín29, aunque para nosotros no está muy claro todavía. En lo que atañe a la conducción que nos ocupa, del parco panorama con el que contábamos en 1975, cuando se produjo el estudio de Jiménez Martín, si exceptuamos la presa bien estudiada por Celestino Gómez, hemos pasado a definir su cronología con la apreciable ayuda de la referida inscripción, a conocer todo su trazado,- la verdad es que ya estudiado a finales y principios del siglo, cuando se pretendía recuperar el conducto tras un período de intensa sequía y como sucedió en otros lugares-, gracias a los trabajos de la Escuela de Topografía de Mérida y a la consideración de otras particularidades que han supuesto un significativo avance en el conocimiento del interesante complejo hidráulico. No obstante, es mucho el terreno que debemos andar todavía para conocer bien el complejo. Respecto a la presa de “Proserpina”(figura 4), recientemente ha podido ser estudiada por la Confederación Hidrográfica del Guadiana y el equipo del Profesor Miguel Arenillas, quienes, tras los trabajos de vaciado y limpieza nos han revelado datos del mayor interés que han venido a cambiar nuestra tradicional concepción del complejo30. Figura 4. Alzado de la presa de Proserpina (Cortesía de la C.H. Guadiana). Uno de los estudios ha sido el referente a la verdadera capacidad del embalse, parte de cuyos datos ya pudieron conocerse en los trabajos realizados tras la pasada contienda, cuando se puso en marcha el proyecto de consolidación y recuperación que comenzó D. Pascual de Luxán, entre 1905 y 1910 y continuaron D. José de Castro en 1933 y Raúl Celestino a partir del año de 1941. Su estructura, con sus 425,80 m de longitud en su coronación y dibujando en planta tres alineaciones y sus más de 21 metros de altura, era bien conocida, pero ahora se ha podido determinar mejor tras los trabajos antes referidos. Comprendía en el tramo de aguas arriba un núcleo de hormigón paramentado con sillería y sillarejo, igualmente escalonado como en “Cornalvo”, aunque con disposición un tanto diferente y la existencia de nueve contrafuertes de sección rectangular, también de granito y posición igualmente escalonada. En el de aguas abajo, nos encontramos con el consabido espaldón, bien potente, que refuerza una obra de fábrica dispuesta junto al dique propiamente dicho, con 16 contrafuertes pequeños 29 Jiménez, “Los acueductos”, pp. 115-116. 30 Sobre los trabajos llevados a cabo en la década de los noventa en la presa de “Proserpina”remitimos a la interesante ponencia presentada en este Congreso por Martín Morales, Aranda Gutiérrez y Sánchez Carcaboso. Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 8 dispuestos entre las dos torres de toma, que esta vez sí se asocian al propio dique31. Estas torres sufrieron profundas reformas en los siglos XVII y XVIII para poner en funcionamiento el complejo y dar vida a unos molinos y un lavadero de lanas. La estructura del alzado de la presa, por primera vez conocido en toda su dimensión, nos presenta varias fases debidas a otras tantas restauraciones, de las que algunas están atestiguadas, principalmente la del siglo XVII, obra del gobernador D. Felipe de Albornoz, asistido por los comisarios y regidores D. Diego del Carpio y D. Juan de Tovar. Sabemos que esta restauración fue importante gracias a algunos documentos, parcos en verdad para nuestra desgracia, y sobre todo a las noticias, breves también, del cronista de la ciudad Bernabé Moreno de Vargas32. Con posterioridad, según refieren ciertos documentos del Archivo Histórico Municipal de Mérida dados a conocer por Alvarez Sáenz de Buruaga33, se efectuaron otros trabajos en 1700 y 1730, que posiblemente llegaron a solucionar los problemas atestiguados desde el año de 1654 y que las dificultades del momento, Guerra de Portugal, impidieron su ejecución a principios del siglo XIX. El alzado de la presa ha sido estudiado en la medida de lo posible por los autores del proyecto de rehabilitación, consolidación y puesta en valor del complejo. Los datos que se han podido extraer son muy valiosos y permitirán un acercamiento a su carácter y a la definición de las distintas fases que se leen en su estructura. Se apunta que pudieron haber existido dos fases en la presa, una menor, la que concluía en los contrafuertes redondeados que se han podido conocer por primera vez y otra que configuró el recrecimiento de la anterior donde figuran esos contrafuertes escalonados antes citados. Es verdad, de acuerdo con las características de la fábrica, que apreciamos, al menos34, dos momentos bien claros en el dique, pero no estamos en condiciones, al menos nosotros, de determinarlo todavía con claridad. Es una lástima que no contemos con una especificación del proyecto de la gran remodelación de la presa llevada a cabo por el gobernador Albornoz a comienzos del siglo XVII, al contrario de lo que nos sucedió cuando acometimos el estudio del gran Puente sobre el Guadiana y consideramos la restauración casi coetánea a la que se llevó a cabo, de la que los Libros de Acuerdo del cabildo emeritense dieron buena cuenta35. Pero, como dato significativo, sí queremos hacer constar que observamos en una buena parte del dique sillares apaisados similares a los que aparecen en los cinco nuevos arcos que se tendieron en la referida restauración. Entre las nuevas aportaciones derivadas del reciente estudio no nos ha pasado precisamente desapercibido el descubrimiento de un tapón de madera, de casi un metro de longitud, que pudo haberse empleado para desatascar uno de los conductos de salida. La prueba del carbono 14 sobre él efectuada ha revelado una cronología que, a lo que parece, cae plenamente en el siglo I d.C., más bien en su mitad. Parece, por tanto, una prueba más que habría que tener en cuenta para fijar la correcta cronología de la conducción, que ahora se nos escapa. Sí queremos llamar la atención sobre algo que afecta la cronología de la conducción, como se aprecia bien controvertida y sobre la que se han vertido toda clase de opiniones , y es el detalle puesto de manifiesto claramente por Fernández Casado36 y Alfonso Jiménez37 y que nosotros en su día no supimos ver o aceptar. Es claro que la planta de los pilares de las arquerías elevadas de “Los Milagros” 31 Cfr.M. Arenillas et alii., La presa romana de Proserpina (Mérida). Documento preparado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, p. 14 32 B. Moreno de Vargas, Historia de la ciudad de Mérida, Madrid, 1.633 (Ed. Mérida, 1.974) , pp. 87- 88. 33 J. Alvarez Sáenz de Buruaga, Materiales para la Historia de Mérida.(De 1.637 a 1.936), Los Santos de Maimona, 1.994, passim. 34 Para nosotros, a falta del estudio que tantas veces hemos repetido, hay más de un momento. 35 J.M. Alvarez Martínez, El Puente.., pp. 53-55 36 C. Fernández Casado, Los acueductos romanos, Madrid, 1.972, páginas sin numerar. 37Jiménez,“Los acueductos”,, pp. 120 ss. Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 9 y sobre todo la imposta o cornisa que remata la primera parte del pilar es preciso ponerlas en relación con ejemplos bien determinantes de la arquitectura de puentes de Lusitania, Alconétar por ejemplo, donde aparecen arcos rebajados como los de las arquerías de “Los Milagros”y por tanto habría que relacionarlas de alguna manera con el período trajaneo. Para finalizar y a manera de conclusión podemos expresar unas breves consideraciones. La conducción de “Cornalvo”fue , probablemente , la primera que los planificadores de la colonia augusta Emerita llevaron a cabo. Probablemente, aunque esta posibilidad hay que explicarla de una manera más convincente, se tuvo primero en cuenta el caudaloso aporte de “El Borbollón”, alimentado más adelante con otros cursos de agua, entre ellos el del propio Albarregas (Barraeca), como inteligentemente sospechó Celestino Gómez y, más tarde, la construcción de la presa aumentó el caudal de la conducción de acuerdo con las necesidades de la ciudad. Quizá , también, a este primer momento correspondió una buena parte de la conducción hidráulica que se originaba en el “Valle de las Tomas”o de “Mari Pérez”al norte de la colonia. ¿Acaso, como se ha sospechado, fueron alusiones a esos dos complejos, más bien a sus fuentes de origen, esas dos monedas de la ceca colonial que representan respectivamente a un viejo barbado y a una posible ninfa?38. Es difícil pronunciarse sobre ello, aunque la posibilidad existe. Por su parte, la conducción de “Proserpina”es posterior y vino a satisfacer otras necesidades de la ciudad. Quizá no sería ocioso olvidar que antes de su llegada a la colonia existió un importante barrio industrial, cerca de la desembocadura del Albarregas. ¿Acaso, en una primera fase, ese conducto pudo surtir de agua a las industrias allí establecidas? Ante la falta de datos elocuentes lo que apuntamos no deja de ser, sólo eso, una mera hipótesis de trabajo. Visto lo que antecede, podemos percatarnos de la importancia que reviste el estudio de los complejos hidráulicos emeritenses, de los avances que se han producido en su valoración desde que tuvo lugar, en el año 1.975, el encuentro científico con motivo del Bimilenario de Mérida, pero también de las incógnitas que quedan por resolver. Ese es nuestro reto, el de ingenieros y arqueólogos. LAS PRESAS RURALES ROMANAS DE LOS ALREDEDORES DE MÉRIDA De todas las zonas de Hispania, la de Emerita Augusta sigue siendo una de las más ricas en este tipo de construcciones rurales. Rodean la ciudad por todos los lados, y por eso hemos creido conveniente tomar como punto de referencia los ejes que marcan las principales calzadas romanas que, partiendo de esta ciudad, se dirigían hacia Norba, Medellín, Hispalis y Olisipo. De este modo se obtienen cuatro zonas bien definidas que vamos a revisar una tras otra: ZONA A Recoge el espacio comprendido entre las calzadas de Olisipo (margen derecho del Guadiana) y Norba (Ruta de la Plata). Desde el punto de vista geológico, las tierras que ocupan este área se asientan sobre un gran batolito granítico, con importantes afloramientos. Son tierras, debido a la proliferación de los canchos, que se adaptan mejor para el desarrollo de la dehesa que para la explotación agrícola. Siguiendo los trabajos de Roso de Luna y Hernández Pacheco, observamos que esta zona es, además, pobre en recursos hídricos, no sólo en aguas superficiales sino también en las subterráneas. Así se 38 Sobre las monedas de la ceca colonial existe una amplia bibliografía y numerosas interpretaciones acerca de la identificación de los monumentos y representaciones que contienen. Véase, por ejemplo, A. Beltrán Martínez,“Las monedas romanas de Mérida: su interpretación histórica”,Augusta Emerita, Madrid, 1.976, pp. 101-102 para la consideración de estos tipos monetales probablemente relacionados con los acueductos. Varios autores han aceptado esta posible interpretación, aunque luego, en trabajos posteriores no lo han considerado tan claro. Ponencia Tema 2. Arqueología de las presas romanas en España: Los embalses de .... 10 puede comprobar que los pozos existentes son poco profundos, pobres de agua, que disminuyen su caudal al comenzar los rigores estivales. Parecido es el panorama que se nos ofrece respecto a las aguas superficiales. Así, por ejemplo, el río Aljucén, uno de los más importantes afluentes del Guadiana en esta zona, junto con el Albarregas, sufre un fuerte estiaje desde finales de Junio a Octubre, quedando durante estas fechas tan sólo algunas charcas. Situación similar, pero aún más agrave, ocurre con el resto de los arroyos 39 A la hora de abordar el estudio de la ubicación de la presas, diferenciamos tres zonas: 1) las más próximas a la calzada a Olisipo (presas de “Araya”y“Esparragalejo”), 2) las más cercanas a la vía de la Plata ( presas de “La Vega de Santa María”y “Peñas Blancas”), 3) zona intermedia, que gozaría de una mezcla de las dos (presa de “Las Tiendas”). Todas ellas, pese a tener unas características, a groso modo, similares -se asientan sobre una gran mancha granítica, explotación de dehesa y encinar, y arroyos de curso irregular-, presentan diferencias sustanciales. Zona A.1 Las conocidas hasta el momento presentan ciertas semejanzas: son grandes presas, que aprovechan el granito del lugar en su construcción, de gran monumentalidad y de amplio cubicaje. Ahora bien, atendiendo a las características del terreno y a su emplazamiento, nos lleva a plantearnos que su erección debió tener, desde el principio, una doble finalidad: abastecimiento de la propia casa y explotación agropecuaria -riego de amplias huertas (aguas abajo) en los pequeños valles que ha formado el arroyo y, sobre todo, de abrevadero de animales, como ocurre actualmente en la cola del pantano-. Situadas en los extremos de las tierras de subcesivas40 del Ana, aunque con características distintas, tanto jurídicas como de calidad de las propias tierras, gozan en líneas generales de la bonanza económica de los propietarios de las villas asentadas en el valle del Guadiana41. Si bien las villas del Anas tienen asegurado el abastecimiento de la casa mediante pozos42, y los riegos de las huertas con las aguas del río, las haciendas de esta zona, con acuíferos poco importantes, necesitan de la acumulación de aguas para el verano mediante presas. Embalses que estarán en consonancia con el nivel adquisitivo de los propietarios. De este modo, el escasos número de presas que conocemos hasta el momento en estas tierras, no excluye la posibilidad de que existiesen muchas más, pero, tal vez, utilizando otra formulas constructivas. Como ocurre en la actualidad, es factible que se hiciesen pequeños embalse (Charcas) con simples taludes de tierra, en lugares más o menos apropiados y relacionados con banales que puedan mantener a lo largo del verano una pequeña reserva de agua43. Desde el punto de vista arquitectónico, ambas presentan características muy similares: levantadas perpendicularmente al arroyo; siguen el esquema típico de muros paralelos rellenos con 39I.Roso de Luna y F. Hernández Pacheco, “Explicaciónde la hoja 777, Mérida (Badajoz)”Instituto geológico y minero de España, Madrid, 1950, pp. 24, 71 y 91. (Roso - Hernández , “Explicación, Mérida”). 40J.G.Gorges y F.G.Rodríguez Martín, “Voies romaines, propriétés et propiétaires à l’ouest de Mérida: problèmes d’occupation du sol en moyenne vallée du Guadiana sous le Haut-Empiere”, en Sociedad y cultura en Lusitania romana (Serie Estudios Portugueses, 13), Mérida 2000, pp. 101 a 153 (Gorges -Rodríguez , “Voies romaines”). 41 F.G.Rodríguez Martín,"Los asentamientos rurales romanos y su posible distribución en la cuenca media del Guadiana", en Économie et territoire en Lusitanie romaine, Madrid, 1999, p.127 (Rodríguez Martín, “Asentamientos rurarles”). 42Id.,Arqueología de la Villa romana de Torre Águila, Cáceres 1993, p.128. [tesis doctoral inédita] (Rodríguez Martín, Arqueología). Id., “La villa romana de Torre Águila (Barbaño, Badajoz) a partir del siglo IV d.C. Consideraciones generales”, Congreso Internacional la Hispania de Teodosio,vol 2, Salamanca, 1998 p. 699ss (Rodríguez Martín,”Torre Águila”). 43 Roso - Hernández , “Explicación, Mérida”, p.71

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La presa romana de “La Alcantarilla” en Toledo, Discurso de ingreso en la Real . La altura que alcanza la fábrica es de 20 metros y su planta es.
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