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Lectura de Althusser PDF

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-·-·-····-· __ ~ ----·--~·~--'<-~._,_, -'-'--'-~·-'---'-_,_______._.~ · - - - - - - - . , ._,.,.,.... . - - - - - - - - ~ - J - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - · ~ - - - - - - - - - - - - - - - - - - · - - - - - - ~ - - - - - - ~ ~ ~ ~ ~ - - ~ ~ ~ ~ COLECCióN POSICióN Saúl Karsz - Jean Pouillon - Alain Badiou Dirigida por SAÚL KA.Rsz Emilio de Ipola .,.... J acques Ranciere SERIE LECTURA '· ) ·¡ ! 1 -·:,·_:::;.,_:·:": LECTURA DE .ALTHUSSER J . ' 1 J ·¡ ¡l 'EDITORIAL GALERNA 1 l .-::- ¡ ,'.. . ,.•:·.-:.>:·:.:: r·· SUMARIO ;~-~¡ -;•;¡ ::·; -:~ "•} i l Saúl Karsz Lectura de Althusser § O. ¿Por qué Althusser? 13 1 f, § l. Conceptos previos ...................... . 29 1.1. Práctica social y práctica te6rica ( 35). 1.2. Le ::.j tra y Discurso (47). 1.3. Problemática y Problema ;::.¡ (58). 1.4. Ruptura epistemológica ( 71). Esquema .::1 i 1 1 (80). 1¡ ·1 § 2. Prácticas diferenciadas .......... ·. ...... . 83 J 2.1. Práctica ideológica ( 93). 2.2. Práctica científica >:: ( 104). 2.3. Práctica filosófica (120). Esquema 11 (133). :-:1 1 § 3. Textos de Marx y Discurso marxista ..... . 135 1 3.1. La relación MarxfHegel- HegelfMarx (143). 3.2. El humanismo marxista ( 172). 3.3. La fundación cien <:;i 1· tífica: el materialismo histórico ( MH) ( 188). 3.4. La 1 revolución teórica: el materialismo dialéctico ( MD) ' Volumen a cargo de SAÚL KARSZ (206). l :¡ Edición al cuidado de CARLOS LAFUENTE ·.¡ § 4. Sobre Teoría y Práctica 221 :-1 Diseño Tapa: Centro ·.: j Primera ,edición: 1970 ·1 :_:J ·:¡ IMPRESO EN LA .ARGENTINA. j J ·:¡ © 1970. EDITORIAL GALERNA Sociedad de Responsabi lidad Limitada. Tucumán 1427, Buenos Aires. Derechos Je an Pouillon reservados para tt>dos los países. Prohibida la reproduc ción parcial o total sin la autorización de la Editorial. Del lado de Marx 231 1 l ¡ .. [·: ¡.· ¡ ~: ¡.: e onvenciones bibliográficas :-:- Alain Badiou j 1t>• :: El (re )comienzo del materialismo dialéctico 247 ¡;: 11•· . A fin de facilitar la lectura y uniformár las referenci: ~: 1 :!· : bibliográficas, se ha adoptado un conjunto de abrevi ,. .. :.: turas. ¡:. \j :·: ·¡ ::-· Emilio de 1p ola a) Textos de Louis Althusser y, de su equipo. 1~ ·. . ¡:. ,. Lectura y Política (a propósito de Althusse1·) .... 289 -Los trabajos ,de L. Althusser están representad, La intervención llamada Lectura ( 291). La herméu por una o dos letras y el número de página corre ~ :- : ¡:. tica en acción: "lecturas" de Althusser ( 297). Lectura pondiente. Ej.: «Louis Althusser, Pour Marx, pá~ :·. de . la política ( 305). na 25" aparece como: (PM,25). O sea que se sobr l: entiende el autor, Althusser. ~:. - Los trabajos del equipo que colaboró en Lire rt Capiira1l se indican anteponiendo el n;ombre del aut1 ~-:-' a la citación bibliográfica. Ej.: ( Ranciere,LI,99). rr ¡: Ja cques Rancii~re ,1•. . . 1 ' b) Textos sobre Louis Alithusser y! o su equipo. 1!'-'•'-· Sobre la teoría de la ideología (La política de ¡~ AlJthusser) ................................. . 319 -Se indica el nombre del autor del artículo y el n mero de página. Ej.: (Lefebvre,43). ¡~ - Si ese nombre está precedido o seguido por signo §, significa que el artfculo figura en el pr K sente volumen. 1 ' • Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359 .. La lista completa de abreviaturas, textos y autores cit dos figura en el Apéndice, al final del presente volume l 1-:. 1 k r;: ¡:··. ,! ,< · . r!<· : (:: r:: 1 • .') ·-:: 1 ¡:-~-.;:· ¡ t 1 ·.! §O. ¿Por qué Althusser? a Tomás Abraham y RaphaiH Pividal ~ Este trabajo intenta ser una introducción a· los artícu los que componen el presen:e volumen. No es precisa mente una "exposición" de las tesis de Louis Althusser: por razones de principio, un pensamiento no puede ser expuesto por otro. Para conocer Althussér, hay que leer lo. Ni hay otro camino, ni nuestro trabajo puede obviarlo. Pero puede guiar y en cierto modo facilitar el camino. Este es nuestro objetivo. Presentamos entonces, en cua tro capítulos, algunas de sus tesis: tomando como .p unto de partida los textos publicados por Althusser, desarro llamos sus implicaciones, mostramos qué incluye tal o cual noción, qué piensa mediante uno u otro concepto. Esperamos no darles más coherencia de la que tienen, pero tampoco proyectarles nuestras propias oscuridades e incoherencias. Sobre todo, esperamos no minimizar J sus contribuciones positivas. En una palabra, nuestra lectura se instala en los textos de Althusser para des arrollar y ampliar su discurso: quisiéramos señalar hasta dónde se puede llegar con ellos, cuál es su apertura máxima. Una tentativa de esta naturaleza no está exenta de tensiones internas, y tal vez de c:ontradicciones. Los dos primeros capítulos, en efecto, tratan los conceptos de J práctica social, prác!.ica ideológica, científica y filosó fica. Más allá de ciertas explicitaciones que creemos útiles y valederas, no hay distancia apreciable respecto de Althusser: en el conjunto de nuestro trabajo, éstos son los capítulos menos "creadores" o innovadores·. En. el tercer capítulo se advierte una de las tensiones inter nas de la lectura: estudiamos la relación Hegel/Marx Y el humanismo socialista a partir de ciertos elementos recogidos en Althusser, pero nuestros análisis no repro- 14 SAOL KARSZ LECTURA DE¡ ALTHUSSER 15 ducen los suyos. En el caso del humanismo socialista, y política (o al menos ideológica) inédita. Que el espa sobre todo, pasamos por Althusser para dotarnos de algu ' cio althusseriano implicaría incluso una denegación de nos conceptos y nociones, pero de ninguna manera nues la actual ·coyuntura. Buscar esas coordenadas en el tro texto puede considerarse como exposición o aún pasado significa remitirse a las discusiones sobre lo "real", aclaración/ explicitación de las tesis de Althusser sobre lo "concreto" y la "praxis", sobre si la filosofía es ideo el mismo tema 1• · logía o si no lo es, sobre si el materialismo histórico es 1-;. un historicismo absoluto, si se confunde con el materia lismo dialéctico, etc. Discusiones. plagadas de truísmos [· ~ ¿Por qué Althusser entonces? ¿Qué sentido tiene con y recurrencias en las que por largos años pareció con '. !:. tribuir a que se conozcan e investiguen tesis que sabe densarse y agotarse el esfuerzo teórico del marxismo: ¡(:'; mos deben revisarse y re-examinarse, no sólo en sus con discusiones que permitieron mantenerse al margen de (:: ten~dos específicos, sino también en sus fundamentos las luchas ideológieas nadonales y de la investigación f.: teóricos y en sus pretensiones políticas? científica consecuente. ·,e.·•,:: · . ';:;': "[ ... J La empresa cuestionadora de Althusser -escTi Las intervenciones de Althusser pueden pensarse como (: be § Badiou- está en situación de ruptura. En no pocos tomas de posición respecto de Sartre y de Lévi-Strauss, :~· "'' : ;: aspectos, la gobierna aún un resentimiento teórico que por un lado, y de los italianos Gramsci, della Volpe, Co ~ :·;. por momentos oculta su dependencia respecto· a la tra letti, por el otro ( Poulantzas, 1960ss.) Althusser in ~-::: dición filosófica, por no decir ideológica." La impar tenta aportar una demarcación clara y neta en el ámbito :~:··< ·: tanda de Althusser . reside en la dimensión crítica de esas discusiones. ¡'·- •. operada por sus intervenciones y en el modo como éstas Luego, sus interlocutores inmediatos y directos, ex-plí :-~ ·, .,-; se arUculan ~on una coyuntura teórica y política precisa. citos, son el historicismo, el humanismo, las diferentes Resentimiento teórico, función política que no corres formas de idealismo y espiritualismo, la filosofía de la ',· ponde a la que Althusser parece suponer. Conviene que praxis, el vínculo Marx/Hegel como inversión, la lla estas ideas sean aclaradas, por lo menos en parte. mada teoría materialista del •conocimiento, etc. í .:: El resentimiento teórico indica que la problemática Si hay resentimiento teórico, que no sólo incide en la 1 :.· 1.:·.: en la que Althusser se mueve no es extranjera a ciertos obra de Alrhusser sino que sobre todo la define estruc supuestos fundamentales de la filosofía, sobre todo en turalmente, esta negatividad tiene una importancia deci . ·: su. relación con las ciencias y la política. Indica que esos siva. Los efectos de las posturas arriba mencionadas ·:; textos constituyen un magnífico esfuerzo por plantear y ( historicismo, etc.) no se agotan en Sartre o en Lefebvre, resolver problemas ajenos a dicha problemática, por si ni se reducen a la sola coyuntura francesa: son localiza tuarse. ·en otro escenru.io: allí donde las preguntas y res bies en otros autores y en otras coyunturas, donde fun puestas· filosóficas ya no tengan razón de existir. cionan de un modo relativamente semejante. Las inter · Pero también .indica que las coordenadas efectivas del venciones de Althusser son para nosotros valiosas: nos nt¡'~' espacio · altlmsseriano se encuentran en el pasado más arman para enfrentarr las diversas versiones de aquellas r·. bien que en el pTesente; más aún, que la impmtancia posturas, nos permiten una primera toma de conciencía 1. '' • 1 . . de Althusser reside en lo que permite criticar, antes que de sus supuestos y callejones sin salida. 1.·:· k~: en la, instauración unívoca de una problemática teórica Este punto acarrea dos consecuencias. La primera: h f r:- :· ~ ' t~ F· :· ,-i 1.: ~'1..!~ :;~. 1 16 SAOL KARSZ LECTURA DE ALTHUSSER 17 las críticas que se pueden dirigir a Althusser, a nivel diría Louis Althusser, este tipo de crítica instaura una ... teórico e ideológico-teórico, serían de dos tipos, que cla ruptura epistemológica que es también una ruptura po- sificamos en "pre" y "post-althusserianas". El primer lítica. · tipo corresponde a alguna variante de historicismo, hu Podemos deducir entonces la: segunda consecuencia manismo, etc.: piensan desde y en una problemática de la toma de conciencia. Justamente: toma de concien~ 1 1 que Althusser intenta dejar atrás y de la que. en todo cía, instrumento para_- modificar nuestra acción frente a caso nos señala la debilidad e inconsistencia. En prin IIJ las variantes humanistas, historicistas, etc., representa cipio, toda reivindicación de lo "concreto" y lo "real", ción de su universo de discurso y de sus efectos políticos, de la "praxis" y la "acción purificadora", del "Proleta instrumento para recusar las pretension.es Científicas de riado Agente de la Historia", opuestos a las tesis de Al buena parte de las llamadas ciencias sociales. Toma de thusser, nos hacen retroceder más acá de la subversión conciencia, pero no conocimiento de las mismas. De que ellas persiguen. Por el contrario, llamaríamos "post donde podemos nombrar ·el interlocutor implícito de althusserianas" a las que toman en cuenta: el esfuerzo de Althusser; o, mejor dicho; el contexto implícito de sus Althusser por dejar atrás esas problemáticas, crític::ts trabajos: la crisis del movimien~o obreTo internacional, que de alguna manera se encuentran ya en otra proble el revisionismo auto-titulado socialista, la revolución cul Íl mática. tural china y, sobre todo, el hecho de que las actuales En otros términos, Althusser puede ser analizado y ~ frnmas revolucionarias de la lucha de clases ya no se ' criticado: sea desde ese campo difícilmente acotable que '!~ identifican con los partidos comunistas• pro-soviéticos. se denomina "ciencias humanas" (R. Aron), cuyas debi \1 La toma de conciencia para. la que los trabajos de ~ lidades teóricas sólo se comprenden por sus sólidos inte ; Althusser pueden ser empleados no alcanza . para cues •,., reses ideológicos; sea desde alguna variante -francesa .11 tionar de raíz ni much¡o menos para plantear otra estra :;.1 ':·; o no- del marxismo vulgar (como escribe Badiou para in tegia teórica y política·. No alcanzan para pensar las :-, i cluir por ej. a Sartre, Goldmann o Lefebvre); sea, en diversas fOirmas revestidas por el revisionismo ni, poi ::-·i fin, desde una posición como la de Ranciere o Badiou 2 tanto, para comprender e intervenir eficazmente en otras • :¡ :..:.. ¡¡ Esta última posibilidad es un ejemplo de lo que clasifi formas socialistas de la lucha de clases. El citado artícu J. ::::, camos como "crítica post-althusseriana", la única que lo de Ranciere esclarece este proble:rll.a-. : .. ¡ en nuestra opinión sea: eficaz y pertinente. De ahí la importancia de Althusser; de ahí, además, ··¡ su limitación fundamental. Rechazarlo en bloque sin Sin duda, esto no significa que se h·ate de continuar .:¡ la línea althusseriana, ·corrigiendo ciertos detalles suple ~1·•g~ ' '\ conocer~'O, nos; condena a dar vueltas en 1redondo, a re :;j inventar la pólvora ge lo .. concreto" y de lo ""real", de J. mentarios: el artícu~o de Ranciere incluido en este ·\¡'·,, las palabras que ofician de conceptos y de los conceptos :;:1 volumen es tanto una crítica global a Althusser cuanto \\.,, que ofician de militancia. Publicando esta lectura de ·' una auto-crítica del autor ( cf. por ej. su nota 3). Una ~~ Althusser no invitamos a un hipotético "althusserianis crítica "post-althusseriana" no implica conservar la "or )J mo", sino a un esfuerzo ·de reflexión y de aomprensión todoxia", sino recomponer el edificio entero. Pero im ; -~ con vistas a otra manera de considerar e incidilf en nues plica, también, que n.o se toma partido entre las proble tra propia coyuntura política, ideloógica y teórica. máticas dtadas y la problemática althusseriana.: se con sidera que no son éstos los términos de la opción. Como o. ""' ;:i :: ~ ~-' i i:'. ¡.:· ¡-·· ') 1 18 SAOL KARSZ LECTURA DE ALTHUSSER 19 U nas pocas palabras sobi:e nuestra lectura. Como espacio marxista, la posición precisa donde esos discur ~·:: ''.. dijimos al comienzo, no es tanto una exposición de Al sos se enuncian y constitu~en. ' 1 thusser cuanto más bien un intent]o por acla!Tar algunas Se llamará materialismo . histórico ( MH) y . materia ¡;. tesis y enunciados, dentro de los límites fijados püir sus 1 lismo dialéctico ( MD), respectivamente, a sus aspectos ;:· 1 textos. Prácticamente no se encontrarán críticas a Al científico y filosófico. Dicha lectura indicará, sobre thusser, sino delimitaciones críticas inspiradas en Althus todo, algunas canicterísticas del espacio en cuestión, ser y referidas a los análisis que llamamos ccpre-althus acentuando su novedad radical. La hipótesis . central es ~ .-:: serianos". Aprovechando las facilidades de una intro que hay una revolución teórica en Marx y a partir da ducción, preferimos acentua;r el contenido propiamente Marx, una mutación no sólo en el modo de tratar los dicho de las teorías de Althusser, sus diferencias respec problemas (científicos, ideológicos, filosóficos, políticos) to de ciertas problemáticas ante.r_!ores, la especificidad sino también en la posibilidad misma de que ésos sea~ .. que esas teorías entienden apodar. Los artículos que los problemas a discutir. Cambian la manera de consi i completan este volumen suministrarán al lector alguno.i derar los problemas y los problemas a considerar: muta elementos críticos, pre o post-althusserianos. El sentido ción del espacio teórico en su conjunto. r1 de un volumen colectivo consiste justamente en que cada r La empresa althusseriana se afirmw como investiga trabajo incluido se especialice en tal o cual aspecto y ción epistemológica cuyo objeto de estudio es la revo que el conjunto ofrezca líneas de investigación a conti lución teórica de Marx: su diferencia específica y f'xclu :tmar o imágenes globales a retener. Otro volumen de siva. Su proyecto es mostrar en qué consiste esa revo esta colección podría consagrarse a una revisión crítica lución. y analítica de conjunto. Este primer punto es fundamental. En gran parte, la trad¡.ción marxista se ha limitado a repetir más o menos eficazmente los postulados mayores asentados por sus <(!- <(!- fundadores. Pocas obras han aportado nuevos conoci mientos. Sus investigaciones -en his!tmia, psicología, etc.- suelen estar atravesadas por una doble exigencia ;:· A continuación, intentaremos fijar las grandes líneas i_;' contradictoria: por un lado, proclamación de fidelidad !::' que definen la empresa de Althusser, de modo que el programática a los principios reputados marxistas; por '· lector pueda orientarse en los análisis contenidos en los :-:: el otro, investigación empírica y empkista·, más o me cuatro capítulos siguientes. Tomaremos en cuenta, casi '-:; nos teñida de mecapicismo, en la que dichos principios exclusivamente, lo que denominamos «interlocutor ex no son piezas imprescindibles. El marxismo aparece plícito, de Althusser y críticas "pre-althusserianas". como un manifiesto de intenciones, pero para llevarlo ! .': ! : a la práctica en tal o cual dominio se acude a los lugares Althusser ]ee Marx en filósofo, planteándole pregun ,, i comunes de la tradición no-marxista (empirismo, mate tas y problemas filosóficos ( LII,l2). Su empresa se pre 1· rialismo vulgar, humanismo, historicismo, economicismo). senta, en primer téJ:mino, oomo epistemológica: la lec tura de la Introducción a la Crítica de ldJ E1conomía Po O bien, en el caso de la filosofía: teoría especulativa lítioa y El Capital intenta señalar las coordenadas de] del reflejo, moralismo, dogmatismo de parroquia, saber 1:::· t·:: ~·:·:· t-•:· ··;•,1;.,·,-.;-.;1'

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