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La teología fundamental de Balthasar PDF

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Teología y Vida, Vol. L (2009), 225 - 241 Sergio Silva Facultad de Teología Pontificia Universidad Católica de Chile La teología fundamental de Balthasar La tarea que se me ha encomendado –exponer la teología fundamental de Hans Urs von Balthasar– no es fácil, ya que Balthasar no ha escrito un tratado de teología fundamental (Tampoco escribió ninguno de los otros tratados clásicos de la teología tal como se enseña en facultades y seminarios, quizá porque nunca tuvo una cátedra). Por lo tanto, he debido delimitar a priori tanto los textos que tendré en cuenta como la perspectiva en que los leeré. Los textos son fundamentalmente los de su Trilogía (Gloria, Teodramática y Teológica, publicados entre 1961 y 1987, aunque el primer tomo de la Teológica retoma un libro de 1947), incluyendo el Epílogo (de 1987). He tenido en cuenta también el libro Sólo el amor es digno de fe (de 1963), porque según el propio autor en él expone el sentido de la estética teológica que ha desarrollado en los volúmenes de Gloria. El punto de vista en que he leído estos textos ha sido el de las cinco funciones que, a mi juicio, debe desempeñar la teología fundamental, tal como se le han ido imponiendo a lo largo de su historia. La función apologética hunde sus raíces en los inicios mismos de la fe cristia- na, como se ve por los versículos de la 1ª carta de Pedro, que piden a los creyentes: “estén dispuestos a dar razón de su esperanza a quien se la pida, pero con modera- ción y respeto” (1Pe 3,15-16). El ser humano necesita comprender lo que vive; con mayor razón, si se trata de su fe religiosa, que es la que le da sentido a su vida; por eso, esta función es inherente a toda religión que no desconozca el valor de la razón humana. La función gnoseológica o de teoría del conocimiento fue explicitada por Melchor Cano en sus Lugares teológicos, con motivo de la negación luterana del valor de la tradición. Esta negación obligó a pensar reflexivamente las condiciones y las fuentes del conocimiento teológico de acuerdo a la tradición teológica católica. La función sistemática se hizo presente en forma explícita con ocasión del cuestionamiento del deísmo, a partir del siglo XVII, que obligó a los teólogos a re- flexionar sobre la necesidad y la posibilidad de una revelación “sobrenatural” y acerca de los criterios para reconocerla en la historia. A esta reflexión sobre la revelación se une necesariamente la reflexión sobre la fe, que es la condición que, en el receptor, hace posible que la revelación de Dios sea acogida por el ser humano. La función fronteriza y dialogal se hace plenamente consciente en el Concilio Vaticano II, que pone término oficial al largo período de enfrentamiento de la Iglesia 226 SERGIO SILVA católica con la modernidad y favorece una nueva actitud de diálogo con la cultura moderna y con las ciencias desarrolladas en ella. Finalmente, la función autocrítica, que surge orgánicamente de la función anterior, en la medida en que un diálogo honesto lleva a ponerse en el lugar del in- terlocutor y a mirarse con sus ojos, descubriendo lo que él ve en uno, tanto lo bueno como lo malo. Se puede objetar que este procedimiento violenta los textos de Balthasar, porque introduce en ellos preguntas y perspectivas que les son ajenas. Ya Rino Fisichella se enfrentó a esta objeción al escribir el capítulo sobre teología fundamental en el libro sobre la figura y la obra teológica de Balthasar editado por Karl Lehmann y Walter Kasper a un año de su muerte. Su respuesta es que, al intentar reconstruir lo que el propio Balthasar no hizo, se introduce inevitablemente la idea del que hace la recons- trucción; en el caso de Fisichella, que la teología fundamental tiene como tema de estudio el acontecimiento de la revelación y su credibilidad (1). A esta respuesta se puede añadir que, en principio, siempre es lícito plantear a los textos preguntas nuevas, que el texto mismo no parece responder directamente. Esto es evidente en el caso de la Escritura, que debe ser interrogada una y otra vez, desde las preguntas que surgen en las distintas culturas de la humanidad a lo largo del tiempo, pues de otro modo no podríamos vivir de ella. En lo que sigue presento el resultado de una primera aproximación a los textos de Balthasar, que requiere ser profundizada; puede considerarse como una hipótesis de trabajo para una futura investigación más pormenorizada. Los resultados se ciñen a las cinco funciones de la teología fundamental, pero no siguen exactamente el orden en que las he presentado. 1. LA FUNCIÓN APOLOGÉTICA Balthasar rechaza tajantemente la apologética clásica racional, desarrollada en los siglos XVI a XVIII y que dominó en la teología católica hasta bien entrado el siglo XX. Su rechazo se basa en una idea que juega, a mi entender, un papel clave en toda su teología (y que tendremos ocasión de desarrollar algo más a comienzos del próximo apartado, sobre la revelación); se trata de su concepción del cristianismo: éste es, en primer lugar, una acción de Dios en la historia, no una doctrina. En parti- cular, su rechazo se dirige a dos formas que ha tomado esta apologética racional. En primer lugar, la apologética que él denomina cosmológica, propia de la Antigüedad. El Logos encarnado aparece a la vez como plenitud del sentido frag- mentario del mundo –un mundo habitado por la divinidad, que se hace presente en los logoi spermatikoi– y como su conversión. Plenitud, porque estos logoi parciales encuentran su centro en el Logos y se reúnen en él; conversión, porque se habían absolutizado (2). (1) Rino Fisichella, “Fundamentaltheologisches bei Hans Urs von Balthasar”, en Karl Lehmann und Walter Kasper (Hrsg.), Hans Urs von Balthasar. Gestalt und Werk. Köln, Communio, 1989, 298-311; la alusión, 298-299. (2) Ver Sólo el amor, 13-15 (Nur Liebe, 8-9). LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL DE BALTHASAR 227 Se pueden espigar en sus escritos tres razones teológicas del rechazo de la apologética cosmológica. Una es que esta apologética trabaja solo con el hecho a posteriori de la revelación, entregando su sentido a priori a la teología; dicho de otro modo, no sabe leer el sentido (teológico, es decir, de Dios) en la acción misma por la que Dios se revela en la historia. Desconoce, por lo tanto, que los hechos de re- velación no sólo proponen una interpretación más del mundo, sino una tal, “que en ella (a pesar de su carácter a posteriori e histórico) se pueda leer a priori su carácter insuperable (su cada-vez-más)” (3). En segundo lugar, la apologética cosmológica pretende demostrar el hecho re- velador; para ello recurre sobre todo a dos argumentos: los milagros que hacen los portadores de revelación y el cumplimiento de las profecías. Sin embargo, Balthasar cree que todo lo que puede ser demostrado puede ser también refutado, lo que deja a la apologética racional “empatada” con sus contradictores (4). Finalmente, le reprocha que pierde el carácter dialogal dramático de la reve- lación, porque se asemeja a una mera “lección sobre el arte de la esgrima o de la lucha. Las respuestas están ya previamente elaboradas como en conserva, ya no se dejan afectar por la pregunta y mucho menos por el que la hace” (5). A partir de Blondel se ha desarrollado en la teología otra forma de apologética, que para Balthasar es de talante antropológico. También la rechaza: “De todos modos, nunca se ha colocado –seriamente– el criterio de verdad de revelación en el piadoso sujeto humano, ni se ha medido el abismo de la gracia por el abismo de la necesidad o del pecado, ni se ha juzgado el dogma por la influencia bienhechora que pueda tener en el hombre” (6). Aunque no le parece la apologética adecuada, no la rechaza tan tajantemente como a la anterior; rescata de ella su valor cristiano. En efecto, Dios en su revelación quiere tocar al ser humano no por fuera sino en su interior, para que se la pueda apropiar y lo transforme: “Dios, que en su revelación se inclina graciosa- mente hacia su criatura, no quiere aprehenderla y plenificarla externamente, sino en lo más íntimo. La revelación histórica en el Hijo tiende a una apropiación transfor- madora del sujeto y a la revelación del Espíritu Santo de la libertad y de la filiación en el espíritu humano. Ya los padres de la iglesia acentuaron que la salvación obje- tiva no aprovecha nada si no se renueva subjetivamente como co-morir y co-resucitar con Cristo en el Espíritu; y la edad media (Bernardo, Eckart, etc.) y el barroco han repetido incansablemente esa verdad” (7). Aun más positiva es la actitud de Balthasar (3) Teodramática 2, 107; “dass an ihr –trotz ihrer historischen Aposteriorität- ihre Unüberbietbarkeit (ihr Je-mehr) a priori ablesbar wird”, Theodramatik 2,1, 103. He corregido la traducción: “leer” en vez de “deducir”. (4) Se trata de una idea de Georg Simmel que Balthasar acepta: “Leuchtet Jesus ein?”, en Internationale Katholische Zeitschrift Communio 7, 1978, 319-322; la alusión a Simmel en 319. (5) Teodramática 1, 121. “(...) gleicht eher einem Unterricht in Fecht- oder Ringerkunst. Die Antworten liegen vorweg wie in Konservenform bereit, man lässt sich von der Frage nicht ursprünglich betre- ffen, noch weniger deshalb vom Fragenden”, Theodramatik 1, 115. (6) Sólo el amor, 37. “Indes ist doch nie im Ernst das Kriterium der Offenbarungswahrheit in die Mitte des frommen menschlichen Subjekts gelegt, der Abgrund der Gnade am Abgrund der Bedürftigkeit oder der Sünde gemessen, der Inhalt der Dogmen nach ihrer wohltätigen Wirkung auf den Menschen beurteilt worden”, Nur Liebe, 27. (7) Sólo el amor, 36-37. “Gott, der in seiner Offenbarung sich gnädig zu seinem Geschöpf neigt, will es nicht äusserlich, sondern im Innersten ergreifen und erfüllen. Geschichtliche Offenbarung im 228 SERGIO SILVA ante una de las formas de esta apologética antropológica, la que ha sido desarrollada en la estela del pensamiento dialógico: “Mientras que, por cualquier otra vía, al fin de la reducción antropológica se encuentra el hombre, que se comprende a sí mismo, y que en esa comprensión se apodera también del mundo y de Dios (...), en esta vía, en cambio, al final de esa reducción se abre algo así como una pista (8): si Dios, el totalmente-otro, quiere encontrar a cada hombre, el lugar de su manifestación debe ser ese cada hombre-otro, cada ‘prójimo’ que, a la vez, es el que está más lejos de mí, pues yo puedo saber y experimentar mucho ‘de él’, ‘sobre él’ y ‘a través de él’, pero nunca puedo saber ni experimentar nada sobre él en su peculiaridad. Si Dios viniera sólo como ‘espíritu’ íntimo al espíritu del hombre, no se manifestaría en su esencial ser-otro; como ‘espíritu’ sólo puede venir para confirmar, aclarar e intimar su ser-otro, su ‘palabra’ que procede de arriba, de fuera, del otro” (9). A esto se añade que en la relación entre un yo y un tú humanos se hace presente la relación del Yo de Dios con el tú humano. En efecto, al cristiano “[s]u fe le enseña a intuir en la más tenue relación yo-tú la presencia real (el ‘sacramento’) de la eterna relación Yo-Tú que es el fundamento de la creación en la libertad y, además, el fundamento de por qué Dios Padre entregó y sacrificó en la muerte y la tiniebla a su Hijo por la salvación de cualquier otro tú” (10). El Reinado de Dios “se encuentra entre nosotros en el yo-tú de los hombres” (11). Para Balthasar la credibilidad del cristianismo radica en el amor y sólo en el amor (12). Esto vale tanto para los creyentes como para los no creyentes. Para los creyentes, en la medida en que Dios, que es Amor, se ha manifestado plenamente en su Hijo encarnado. El aporte principal de Jesús no es de carácter ético, aunque lo incluye; es su “dejar acontecer”, su “dejarse expoliar y repartir en la pasión y la Sohn zielt auf verwandelnde Aneignung durch das Subjekt, auf Offenbarung des Heiligen Geistes der Freiheit und Kindschaft im menschlichen Geist. Schon die Väter betonten, dass alle objektive Erlösung nichts nützt, wenn sie sich nicht subjektiv als Mitsterben und Mitauferstehen mit Christus im Heiligen Geist erneuert; das Mittelalter (Bernhard, Eckhart, usf.), der Barok haben diese Wahrheit unablässig wiederholt”, Nur Liebe, 26. He corregido la traducción, que dice “descendencia” en vez de “filiación”. (8) La traducción dice erradamente: “se llega a una nueva verdad”. (9) Sólo el amor, 40. “Während überall sonst am Ende der anthropologischen Reduktion der sich selbst verstehende und im Selbstverständnis auch der Welt und Gottes habhaft gewordene Mensch steht (...), öffnet sich hier so etwas wie ein Hinweis: sollte Gott, der Ganz-Andere, je dem Menschen be- gegnen wollen, dann müsste der Ort seines Erscheinens der je-andere Mensch sein, jener ‘Nächste’, der immer zugleich auch der Fernste ist, weil ich zwar vieles ‘über ihn’ und auch ‘von ihm’ und ‘durch ihn’ erfahren und wissen kann, ihn selbst aber in seiner Einmaligkeit nie. Käme Gott nur als ‘Geist’, der dem eigenen Geist des Menschen je-innerlicher ist, so wäre er in seinem wesen- haften Anderssein gar nicht erschienen; als ‘Geist’ kann er nur kommen, um dies sein Anderssein, sein ‘Wort’, das von drüben her, von aussen, vom Andern her kommt, zu bestätigen, zu verklären, zu intimieren”, Nur Liebe, 29. (10) Gloria 5, 598. “Sein Glaube weist ihn an, im unscheinbarsten Ich-Du die Vergegenwärtigung und das ‘Sakrament’ des ewigen Ich-Du zu verstehen, das der Grund der freien Schöpfung ist und noch- mals der Grund, warum Gott der Vater seinen Sohn für das Heil jedes Du in den Tod der Finsternis dahingibt”, Herrlichkeit III,1,2, 977. (11) Teodramática 1, 625. “(...) Reich Gottes, das im Ich-Du der Menschen mitten unter uns ist”, Theodramatik 1, 603. (12) Lo afirma el título de su libro de 1963: Sólo el amor es digno de fe. LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL DE BALTHASAR 229 eucaristía” (13). Con la entrega de Jesús hasta la muerte “comienza y termina el amor divino real e inimaginable, y a la vez es en ese hecho donde ese amor se hace ple- namente evidente. En último término, sólo se puede creer en absoluto en ese hecho porque, en caso de que se haya realizado realmente, es el amor absoluto, es el amor como lo absoluto, como concepción inabarcable del Dios totalmente-otro”. (14) A partir de lo evidenciado en Jesús, Balthasar se introduce en el interior de Dios mismo: “todo el ser humano de Jesús se convierte en una autodicción y autodonación de Dios” (15); el vacío del dolor y de la muerte se hacen en Jesús expresión del Amor que es Dios: “Donde sufrimiento y muerte eran con bastante frecuencia aquello de lo que la religión debía librar al hombre o de lo que subsistía un resto, sin desapa- recer, y frente a lo que uno se podía inmunizar a lo sumo mediante una indiferencia superior (16), esto se convierte, visto cristianamente, en la suprema demostración de que Dios es amor, porque Cristo en la cruz, al revelar en sí el amor de Dios, toma sobre sí el pecado del mundo y lo sepulta en su muerte” (17). En la generación del Hijo hay “algo así como una ‘muerte’, una primera ‘kénosis’ radical, si se quiere: una super-muerte que, como momento, está en todo amor (...)” (18). Más aun, “el dar-se absoluto está más allá del ‘poder’ y de la ‘impotencia’: en el poder-dejar-ser están imbricadas ambas cosas. La ‘sustancia’ está ahí para la ‘transubstanciación’, para la ‘comunión’. Así son del todo compatibles ‘inmutabilidad de Dios e historia de Dios’” (19). La condición para reconocer este argumento es saber ver, es decir, la fe. Porque Dios se ha revelado no sólo en el ser humano, que es enteramente otro que Él, sino “en aquello del hombre que lo hace aparecer lo más desemejante a Dios (20). Ahora bien, ese signo de contradicción y encubridor (21) lo es sólo para el hombre y en el campo de su razón natural y pecadora, pero no lo es para Dios; y si éste, en su libertad soberana, elige este signo como imagen-expresión suya, resulta ser éste ade- cuado (y no paradójico), lo cual se observa fácilmente poniéndose el hombre (en la (13) Teodramática 3, 35. “Geschehen-lassen, Sich-verteilen-und-ausbeuten-lassen in Passion und Eucharistie”, Theodramatik 2,2, 26. (14) Nur Liebe, 92. “beginnt und endet die wirkliche, uneinholbare, unausdenkbare, aber dabei als Liebe völlig evidente göttliche Liebe. Letztlich kann nur an diese Tat absolut geglaubt werden, weil sie allein, falls sie getan wird, absolute Liebe ist: Liebe als das Absolute, als unfasslicher Inbegriff des ganz-anderen Gottes”, Nur Liebe, 67. (15) Epílogo, 85. “So wird Jesu ganzes Menschsein zu einer Selbstaussage und Selbsthingabe Gottes” Epilog, 70. (16) La traducción dice “reflexiva”. (17) Epílogo, 37 “Wo Leiden und Tod oft genug das war, woraus Religion den Menschen befreien sollte, oder was ein Rest blieb, der nicht aufging, und dem gegenüber man sich höchstens durch überlegene Indifferenz immunisieren konnte, das wird, christlich gesehen, zum höchsten Beweis dafür, dass Gott Liebe ist, weil Christus am Kreuz, Gottes Liebe in sich offenbarend, die Weltschuld auf sich nimmt und sie in seinen Tod hinein begräbt”, Epilog, 29. (18) Teodramática 5, 83. “eine erste radikale ‘Kenose’, wenn man will: einen Über-Tod, der als Moment in jeder Liebe liegt (...)”, Theodramatik 4, 74. (19) Teodramática 5, 74. “das absolute Sich-Geben steht jenseits von ‘Macht’ und ‘Ohnmacht’: im Sein- lassen-Können liegt beides ineinander. ‘Substanz’ ist da zur ‘Transsubstantiation’, zur ‘Kommunion’. So lassen sich ‘Unveränderlichkeit Gottes und Geschichte Gottes’ durchaus vereinen”, Theodramatik 4, 65; cita de Klaus Hemmerle, Thesen zu einer trinitarischen Ontologie, Einsiedeln, Johannes Verlag, 1976, p. 64. (20) La traducción dice: “en aquel hombre al que deja aparecer como lo más opuesto a sí”. (21) La traducción es ambigua: “ese signo encubridor de contradicción”. 230 SERGIO SILVA fe) en el punto de vista de Dios, pues entonces ve con certeza (certitudo fidei) que el amor de Dios –en su incomprensibilidad– ha encontrado la más expresiva de todas las palabras” (22). Para los no creyentes, se trata del argumento del amor de los cristianos, que cul- mina en los santos; para Balthasar “el testimonio de vida individual es primeramente, según la voluntad explícita de Cristo, la realización del amor fraterno intraeclesial, mediante el cual la Iglesia como un todo da ante el mundo y para el mundo tes- timonio de la credibilidad del amor de Dios en Cristo” (23). “En los santos, como hombres que intentan referirlo todo únicamente al amor de Cristo, se encuentra –según el mismo Cristo– la credibilidad de su fundación” (24). De ahí la insisten- cia en que este amor no debe encerrarse sino que los cristianos tienen que darse al mundo: “Pero la semilla de trigo cristiana sólo tiene fertilidad genuinamente forma- dora si no se encastilla, cerrándose sobre sí misma hasta llegar a la esterilidad, en una forma peculiar ilusoria (25) al lado de las formas (26) del mundo, sino que, de acuerdo con la proto-imagen del fundador, se entrega y se ofrece a sí misma como forma peculiar, sin angustia ante la angustia del abandonarse y del ser abandonado. Y la razón es que, para el mundo, sólo el amor es creíble” (27). Balthasar es consciente sin embargo de que este argumento enfrenta serias obje- ciones, que surgen de la realidad del mal, del sufrimiento, del infierno. Respecto del infierno, rechaza las soluciones que llama “sistemáticas”, que son dos: la cosmológi- ca, que pretende saber que algunos seres humanos se salvan y otros se condenan, y la antropológica, que afirma que el infierno tiene una función sólo pedagógica, pues finalmente todos se salvan. Balthasar propone la esperanza cristiana, que no se sitúa en el nivel del saber sino, precisamente, en el de la esperanza, basada en que Dios quiere que todos los seres humanos se salven (28). (22) Sólo el amor, 79, nota 1. “(...) in demjenigen des Menschen, das ihn Gott am unähnlichsten erschei- nen lässt. Aber das verhüllende Widerspruchszeichen ist ein solches eben nur für den Menschen in seiner natürlichen und sündigen Vernunft, nicht für Gott; und wenn Gott in souveräner Freiheit dieses Zeichen zu seinem Bild-Ausdruck wählt, ist dieses von ihm her unüberholbar adäquat (und keineswegs ‘paradox’), was sich sofort erweist, wenn der Mensch (im Glauben) sich auf Gottes Blickpunkt eins- tellt. Er sieht dann mit Gewissheit (certitudo fidei), dass Gottes Liebe –in ihrer Unfasslichkeit- das sprechendste aller Worte gefunden hat”, Nur Liebe, 58, nota 1 que viene de p. 57. (23) Teológica 3, 405-406. “Deshalb ist das einzelne Lebenszeugnis nach dem ausdrücklichen Willen Christi zunächst die Verwirklichung der innerkirchlichen Bruderliebe, wodurch die Kirche als ganze vor der Welt und für sie das Zeugnis für die Glaubwürdigkeit der Liebe Gottes in Christus ablegt”, Theologik 3, 379. (24) Sólo el amor, 112. La traducción dice “postura” en lugar de “fundación”. “In den Heiligen als den Menschen, die alles auf die einzige Liebe Christi zu stellen versuchten, liegt die –nach Christus selbst– einzige Glaubhaftigkeit seiner Stiftung”, Nur Liebe, 82. (25) El traductor se saltó “ilusoria”. (26) El traductor usó el singular. (27) Sólo el amor, 127. He corregido la última frase, que tiene una traducción erradísima: “creer sólo es amar”. “Aber genuine formende Fruchtbarkeit hat das christliche Weizenkorn nur, wenn es sich nicht in eine illusorische, zur Sterilität sich verurteilende Sonderform neben den Weltformeln einkapselt, sondern nach dem Urbild des Stifters sich preisgibt und als Sonderform opfert -ohne Angst vor der Angst des Losgelassenseins und selber Loslassens. Denn glaubhaft für die Welt ist nur Liebe”, Nur Liebe, 91. (28) Ver Sólo el amor, 83-86 (Nur Liebe, 60-63). LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL DE BALTHASAR 231 Respecto del sufrimiento la respuesta no puede ser otra sino la Cruz de Jesús. Ella expresa la compasión de Dios mismo por los que sufren, la extrema locura de su Amor (29). En cuanto al mal, que en la perspectiva de un Dios que es Amor es lo in- comprensible por antonomasia, la respuesta es que abre a la misericordia, aun más incomprensible, de Dios (30). 2. LA FUNCIÓN SISTEMÁTICA Presento los dos conceptos que se suelen tratar en la teología fundamental como base de todo el edificio teológico sistemático, el de la revelación y su correlato la fe. 2.1. La revelación La revelación no es en primer término una doctrina, la mediación de un saber. En la revelación realizada en Jesús “se trata de mucho más que de un problema de lenguaje: lo que Dios realiza en él por el hombre es totalmente distinto de una aseveración verbal de su amor, es una acción omnipotente, de la cual el discurso clarificador es sólo una parte, y ni siquiera la más importante” (31). “(...) el cristia- nismo, como verdadera religión revelada, no puede considerarse primaria, sino sólo secundariamente, como mediación de un saber, como ‘doctrina’; puesto que primaria- mente sólo puede considerarse como una acción de Dios, como realización del drama de Dios con la humanidad, comenzado con la antigua alianza” (32). Es verdad que hay en ella palabra; pero es sólo la parte explicativa –que no es la más importan- te– de la revelación. Es verdad también que Jesús es la “Palabra” de Dios; pero esto hay que entenderlo sobre el horizonte del Antiguo Testamento, en el que “palabra” es mucho más que mero discurso (33). La verdad que es Jesús “no es un principio ni unos hechos, sino revelación del amor absoluto” (34). La revelación es, ante todo, una acción de Dios; Newman ha subrayado que su centro es Jesucristo y no un conjunto de proposiciones (35). En lo que Dios quiere (29) Ver Teodramática 2, 111 (Theodramatik 2,1, 107-108); Teodramática 4, 178-179 (Theodramatik 3, 180); Teodramática 5, 482 (Theodramatik 4, 456); Epílogo, 37 (Epilog, 29). (30) Ver Teodramática 5, 486 (Theodramatik 4, 460). (31) Teológica 2, 265. “(...) um sehr viel mehr geht als um Probleme der Sprache: was Gott in ihm für den Menschen leistet, ist alles andere als eine mündliche Beteuerung seiner Liebe, es ist eine allmä- chtige Tat, von der die erklärende Rede nur ein Teil, und nicht einmal der wichtigste ist” Theologik 2, 251. (32) Sólo el amor, 63-64. He puesto “mediación de un saber” donde la traducción dice “posibilidad sapiencial”, y “acción de Dios”, donde dice “conducta de Dios”. “(...) das Christentum, als echte Offenbarungsreligion nicht primär, sondern nur sekundär eine Wissensvermittlung, eine ‘Lehre’ sein kann. Es kann primär nur ein Handeln Gottes sein, die Durchführung des in der alten Bundesstiftung begonnenen Dramas Gottes mit der Menschheit” Nur Liebe, 46. (33) Ver Teológica 2, 266 (Theologik 2, 251). (34) Teológica 2, 306. “ist kein Satz und kein Sach-Verhalt, sondern Offenbarung der absoluten Liebe”, Theologik 2, 290. (35) Ver Teodramática 2, 120 (Theodramatik 2,1, 117-118). 232 SERGIO SILVA decir a la humanidad en Cristo “se trata de algo teológico, o mejor, teopragmático; se trata de un hecho de Dios que éste mismo muestra ante y para el hombre (y, en consecuencia, también con y en el hombre)” (36). La revelación es, más concretamen- te, el drama de la relación de Dios con la humanidad. Balthasar insiste en que esta acción reveladora de Dios “sólo aparece adecuadamente ante la vista si es representa- da como centralmente dramática” (37). La acción reveladora dramática de Dios se despliega en la historia en dos mo- mentos, caracterizados por la presencia de Jesús y del Espíritu, respectivamente. Jesús es el intérprete del Padre, “el que lo explica” (38); el Espíritu es el intérprete que hace posible para nosotros comprender esa interpretación de Jesús. Jesús es el Hijo de Dios encarnado. En él se revela el amor absoluto del Padre, que brota de su libertad (39). Se trata, por un lado, de su amor intratrinitario que constituye la vitalidad de la Trinidad, la santidad de Dios; la muerte “económica” del Hijo es la revelación de una kénosis intratrinitaria anterior, de la “abnegación intra- trinitaria del amor de Padre e Hijo” (40). Por otro lado, se trata también del amor de Dios al mundo, que lo ha hecho entregarse por entero en el Hijo encarnado, de manera que no se ha reservado nada (41); de aquí Balthasar concluye que no hay, tras la Trinidad o más allá de ella, una sustancia divina inaccesible (42). Así, es el Amor la verdad de la revelación; como ésta es gracia, gracia y verdad son uno-en-dos (43). Hay que advertir sin embargo que esta entrega total de Dios en el Hijo no implica que el Padre se disuelva en Jesús; es claro que, para éste, el Padre es su referente permanente, distinto de él. La conclusión es que Jesús es “símbolo” del Padre (en el sentido griego de las dos partes que calzan exactamente porque provienen de haber sido quebrado un único objeto): calzan exactamente el que se expresa (el Padre) y la expresión (el Hijo encarnado) (44); pero no se puede ir al Padre sino por Jesús, el mismo Padre nos remite a él, de manera que Jesús nunca puede ser dejado de lado (45). Dicho de otra manera, el Reinado de Dios está presente incoativamente en Jesús, él lo contiene en plenitud. El Espíritu es el que despliega, en la historia, el Amor de Dios revelado en Jesús. Así, “el contenido en apariencia finito de su expresión (sea cual sea la forma (36) Sólo el amor, 10. “(...) was Gott in Christo dem Menschen sagen will, (...) ist unbedingt theo- logisch, besser theo-pragmatisch: Tat Gottes auf den Menschen zu, Tat, die sich selber vor dem Menschen und für ihn (und so erst an ihm und in ihm) auslegt”, Nur Liebe, 5. (37) Teodramática 2, 51. He corregido la traducción, que dice: “sólo puede ser contemplada de modo adecuado si es presentada desde su núcleo en clave dramática”. “(...) nur dann adäquat vors Auge tritt, wenn sie zentral als dramatische dargestellt wird”, Theodramatik 2,1, 46. (38) Teológica 2, 18. “(...) der (...) ‘Auslegende’”, Theologik 2, 14. (39) Ver Gloria 7, 97: las diversas teologías del Nuevo Testamento encuentran su unidad “en la mirada común que se dirige hacia lo alto, hacia el único centro personal de toda teología: a Jesús el Cristo de Dios, a la aparición e interpretación del amor del Padre” (im gemeinsamen Emporblick zum einzigen personalen Zentrum aller Theologien: zu Jesus dem Christus Gottes, der Erscheinung und Auslegung der Liebe des Vaters Herrlichkeit III, 2,2, 101). (40) Teológica 3, 298. “Selbstlosigkeit der Liebe von Vater und Sohn”, Theologik 3, 276. (41) Ver Teológica 2, 116 (Theologik 2, 108). (42) Ver Teológica 2, 146 (Theologik 2, 137-138). (43) Ver Teológica 2, 21 (Theologik 2, 17). (44) Ver Teológica 2, 261 (Theologik 2, 247). (45) Ver Epílogo, 92-93 (Epilog, 77). LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL DE BALTHASAR 233 en que ésta se produzca), y con ello los ámbitos de silencio que permanecen en ella, siguen confiados a una hermenéutica del Espíritu Santo que continúa de forma in- terminable dentro de la historia de la Iglesia; mediante dicha hermenéutica, lo aparentemente silenciado que se encuentra dentro de lo dicho puede disponerse en pa- labras siempre nuevas, que lo ahonden y expliquen, sin llegar a un final en tiempo ni eternidad, es decir, sin llegar nunca a una verbalización definitiva de la trasposi- ción totalmente adecuada de Jesús, y con ello a una ‘elaboración’ y desaparición de la ‘major dissimilitudo’ de Dios” (46). El Espíritu ya estaba presente en la acción de Jesús, pero no podía derramarse hasta que el destino de Jesús hubiese llegado a su término (47). Entre la acción reveladora del Espíritu y la de Jesús hay una diferen- cia, pues mientras la de Jesús ya está cerrada, la del Espíritu está siempre abierta, arrojando una nueva luz sobre el Cristo que está haciéndose siempre presente en el tiempo (48). Balthasar es consciente de que a esta revelación histórica y dramática de Dios se añade su revelación mediante las creaturas del mundo (49). Mi impresión es, sin embargo, que no integra bien estas dos formas de la revelación, que quedan en cierto sentido yuxtapuestas (una dificultad que aparece también y decisivamente en la fun- ción gnoseológica, como expondré al final). Por el hecho de ser creadas, las creaturas son imagen, son símbolo de Dios y de la Trinidad, porque no hay diferencia entre la sustancia divina y las hipósta- sis (50). “Por tanto, debe haber en el ámbito del mundo una representabilidad de lo trinitario con la que puede y debe conectarse para su autoexpresión el Logos que se explica” (51). Esto implica que hay en el ser humano –como han mostrado Tomás y Blondel entre otros– un conocimiento implícito de Dios, de manera que Dios es para nosotros una certeza inmediata, una lengua que sabemos sin haberla aprendido. Sin embargo, ningún concepto puede explicitar adecuadamente este conocimiento (52). Vale la pena añadir cinco rasgos que Balthasar descubre en la revelación de Dios en la historia. De partida, no existe si no es acogida, mediante la fe, por el ser humano y, más a fondo, si no es comprendida como expresión del amor unilateral de Dios (53). De aquí la permanente referencia a la relación de la madre con su hijo; el (46) Teológica 2, 269. “(...) wobei der endlich scheinende Gehalt seiner Aussage (in welcher Form auch immer diese geschehen mag) und damit die in ihr verbleibenden Räume des Schweigens einer unabscliessbar weitergehenden Hermeneutik des Heiligen Geistes innerhalb der Kirchengeschichte anheimgestellt bleiben, der das innerhalb des Gesagten liegende scheinbar Verschwiegene in je neue, vertiefende und erläuternde Worte zu fügen vermag, ohne in Zeit oder Ewigkeit je an ein Ende, das heisst zu einer abs- chliessenden Auswortung der ganzen adäquaten Transposition Jesu und damit zu einem ‘Aufarbeiten’ und Verschwinden der ‘major dissimilitudo’ Gottes zu gelangen”, Theologik 2, 254. (47) Ver Teológica 3, 20 (Theologik 3, 13). (48) Ver Teológica 3, 200 (Theologik 3, 182). (49) Ver en Teológica 1 el párrafo titulado “Participación y revelación”, sobre todo las páginas 227-229 (Theologik 1, “Teilnahme und Offenbarung”, 263-266). (50) Ver Teológica 2, 39 y 176 (Theologik 2, 33 y 166). (51) Teológica 2, 39. La traducción dice “en su autoexpresión”. “Es muss deshalb im weltlichen Bereich eine Abbildlichkeit des Trinitarischen geben, an die der sich auslegende Logos zu seinem Selbstausdruck wird anknüpfen können und müssen”, Theologik 2, 33. (52) Ver Teológica 2, 99-102 (Theologik 2, 91-94). (53) Ver Sólo el amor, 69 (Nur Liebe, 50). 234 SERGIO SILVA amor unilateral de la madre se dirige al hijo antes que éste pueda responderle, y es este amor el que le regala el mundo al hijo (54). En segundo lugar, se trata de una revelación indirecta. No sólo porque Dios se revela encarnado en un ser humano, sino porque lo hace en lo más desemejante, es decir, en la cruz. Esto es así, porque Dios quiere dejar el espacio de libertad al amado, sin el cual su respuesta no es de amor (55). En tercer lugar, el final del drama de la revelación está asegurado, Jesús ha re- sucitado y los creyentes tienen la esperanza de que resucitarán con él. Pero esto no le quita lo dramático, pues la esperanza cristiana no es un saber anticipado de tipo gnós- tico respecto del fin (56). En cuarto lugar, la revelación sigue teniendo lugar en el tiempo histórico, des- pués de Cristo. Balthasar cita a Adrienne von Speyr: “Nada, pues, está concluido, todo está en devenir y en crecimiento y, por consiguiente, es revelación cristiana” (57). Finalmente, en la revelación el Misterio que es Dios se revela como tal, el mis- terio no desaparece; por el contrario, al crecer la comprensión que podemos tener de la revelación, crece al mismo tiempo la comprensión de su carácter inagotable, “[p]ues en ella queda abierto el cada-vez-más de Dios” (58). Esto es así porque Dios se hace inmanente al mundo sin perder su trascendencia (59). 2.2. La fe La fe es la respuesta del ser humano al amor de Dios manifestado en Cristo (60). Es la “respuesta humana total a la llamada total del ‘factum’ Jesucristo” (61). Es una respuesta libre, por lo que no caben demostraciones concluyentes, que esquivarían la fe de manera racionalista (62). Es, además, una respuesta que llega siempre atrasada, porque el amor de Dios es siempre anterior y unilateral (63). La fe es hecha posible gracias al Espíritu, que da al creyente ojos para ver al Padre en la “explicación” que es Jesús; le permite “percibir la revelación de Dios como una figura unitaria, orgánicamente diferenciada”, y no desde la distancia de un observador frío sino “mediante la inclusión en la figura misma, cuya exactitud sólo (54) Por ejemplo, Sólo el amor, 68: “En la vida humana, después de que la madre ha sonreído al hijo a lo largo de días y semanas, hay un momento en que recibe como respuesta la sonrisa del hijo” (“Wenn die Mutter viele Tage und Wochen das Kind angelächelt hat, erhält sie einmal das Lächeln des Kindes zur Antwort”, Nur Liebe, 49). (55) Ver Sólo el amor, 79, nota 1, y 135 (Nur Liebe, 57-58, nota 1, y 96). (56) Ver Teodramática 2, 72-73 (Theodramatik 2,1, 68). (57) Teodramática 5, 125. “Nichts also ist abgeschlossen, alles ist werdende und wachsende und darum christliche Offenbarung”, Theodramatik 4, 113 (la cita es de Johannes, Bd. 3, 505. Einsiedeln, Johannes Verlag). (58) Teodramática 2, 71-72. “Denn Gottes Je-Mehr ist in ihr aufgetan”, Theodramatik 2,1, 66. (59) Ver Teodramática 3, 465 (Theodramatik 2,2, 464-465); Teológica 1, 224-226 (Theologik 1, 259-262). (60) Ver Sólo el amor, 93 (Nur Liebe, 67). (61) Teológica 2, 253. “(...) menschliche totale Antwort auf den totalen Anruf des ‘Faktums’ Jesus Christus”, Theologik 2, 239. (62) Ver Teodramática 2, 119 (Theodramatik 2,1, 116). (63) Ver Nur Liebe, 93 (Nur Liebe, 67).

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Urs von Balthasar– no es fácil, ya que Balthasar no ha escrito un tratado de Balthasar rechaza tajantemente la apologética clásica racional, “Gottesoffenbarung als eine einheitliche, organisch differenzierte Gestalt wahrzu-.
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