AGRÁRIA, São Paulo, Nº 4, pp. 40-68, 2006 LA REVOLUCIÓN VERDE EN MÉXICO. A REVOLUÇAO VERDE NO MEXICO A GREEN REVOLUTION IN MEXICO Beatriz Pichardo González Geógrafa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) [email protected] Resumen Este trabajo se propone analizar el impacto del modelo de Revolución Verde en la reconfiguración de los espacios rurales mexicanos, así como los cambios en los procesos tecnológicos globales para la aplicación de la Revolución Verde en la estructura agraria mexicana. Para comprender cuáles fueron los sucesos políticos, económicos y sociales que favorecieron los cambios tecnológicos para la implementación de la Revolución Verde, además de advertir qué sucedió con las alteraciones en la organización del espacio rural mexicano tras la implementación del modelo tecnológico y qué consecuencias resultaron para la población mexicana. De ahí surge el interés en el estudio de los espacios rurales a través de la agricultura, es decir, tomando ésta como los anteojos que nos permitan comprender los cambios ocurridos en los espacios rurales, sobre todo después de la década de 1940 con la implementación de un modelo tecnológico en la agricultura. Palabras clave Revolución Verde, espacio rural, agricultura, tecnología, organización empresarial. Resumo Neste trabalho, propõe-se analisar o impacto do modelo da Revolução Verde na reconfiguração dos espaços rurais mexicanos, assim como as mudanças nos processos tecnológicos globais para a aplicação da Revolução Verde na estrutura agrária mexicana. Para compreender quais foram os acontecimentos políticos, econômicos e sociais que favoreceram as mudanças tecnológicas para a implementação da Revolução Verde, além de advertir o que aconteceu com as alterações na organização do espaço rural mexicano sob a implementação do modelo tecnológico e quais conseqüências resultaram para a população mexicana. Daí surge o interesse na pesquisa dos espaços rurais por meio da agricultura, o seja, tomando-a como os instrumentos que nos permitam compreender as mudanças acorridas nos espaços rurais, sobretudo depois da década de 1940 com a implementação de um modelo tecnológico na agricultura. Palavras chaves Revolução Verde, espaço rural, agricultura, tecnologia, organização empresarial. Abstract The purpose of this work is the analyse the impact of the Green Revolution model in the reconfiguration of Mexican rural spaces, such as the changes in global technological 41 AGRARIA, São Paulo, Nº 4, 2006 GONZALES, B. P. processes for the application of the Green Revolution in the Mexican agrarian structure. To understand what’s the political, economic and social events were that favoured technological changes for the application of the Green Revolution, furthermore, it explains what happened to the alteration in the organization of the Mexican rural space behind the implementation of the said technological model and world consequences it presented to the Mexican population. From then, arose the interest in studying the rural spaces through agriculture, or rather, adopting as the focal point that permit us to understand the changes happened the rural spaces above all, after the decade of 1940’s with the implementation of the technological model in agriculture. Key words The Green Revolution, rural space, agriculture, technology, company organization. La espacios rurales fueron afectados durante la Revolución Verde a través de la agricultura, por ello se considera necesario abstraer esta actividad de los elementos conformadores de dicho espacio rural, pues si bien éstos no se explican únicamente con la agricultura sin embargo es tomada como una característica importante que expone su conformación. Este hecho se debe a que, considerando lo planteado por Lefebvre, la comunidad rural ha trascendido en el capitalismo para dejar de serlo, porque el campesino, como dice Kautsky, se convierte en un simple agricultor, y por lo tanto, la agricultura se convierte en la actividad característica y de mayor peso de los espacios rurales. Dicha abstracción es necesaria porque “el hombre no puede conocer el contexto de la realidad de otro modo que separando y aislando los hechos del contexto, y haciéndolos relativamente independientes. Aquí está el fundamento de todo conocimiento: la escisión del todo.” (KOSIK, 1979; 70) Para abordar la dinámica de los espacios rurales se debe hacer hincapié y tener en cuenta la estructura de la propiedad de la tierra. En este trabajo de investigación, se toma la agricultura como categoría analítica pero siempre pensando y explicando a través de ella, las relaciones sociales resultado de las estructuras de poder en relación con la propiedad de la tierra, cuestiones que son dictadas por la etapa técnica en que se sitúa, es decir, por el sistema económico dominante. La Revolución Verde En México, pp. 40-68 42 1.1 La agricultura y su tecnificación como un elemento sustentador del espacio rural y del espacio rural mexicano. En el inicio de la historia de la sociedad la agricultura era una actividad más dentro de las muchas otras que se realizaban; sin embargo constituía la más importante, pero a lo largo del desarrollo tecnológico se ha conformado como una actividad característica e importante de los espacios rurales siendo, además, la que mayormente ha resistido los embates del capitalismo salvaje y su lanza tecnológica, resultado ello, de la diversificación social que dentro de sí guarda y que actualmente se refleja en una clara diferenciación y marginación espacial. El descubrimiento de la agricultura se dio por medio de la técnica, no se reprodujo per se sino que requirió las manos de la sociedad, es decir, fue creada por el trabajo humano, y actualmente no se puede explicar sin el desarrollo y perfeccionamiento de las técnicas. Por otro lado, tenemos que el campo y la ciudad se han visto como opuestos y como si el primero llevara al segundo. Los antecedentes de este pensamiento los tenemos con la entrada del capitalismo. Si recordamos, en la época feudal la forma de organización se basaba en las actividades campesinas (agricultura, artesanías, ganadería) –que ahora llamamos rurales- y si bien comenzaban a existir las ciudades no se veían como opuestas sino como complementarias en sus actividades. Con la transición al capitalismo las ciudades empiezan a tomar fuerza y comienza a surgir la vida urbana, Siqueira y Osorio (s/d) aclaran, citando a Marx, que urbano no significaba industrialización pues antes de que la técnica pudiera suplir del todo a la fuerza para mover las máquinas estas se hallaban en el campo, porque era el lugar en el que se podía encontrar la fuerza necesaria para su movimiento (animal o humana); cuando por fin las máquinas no necesitan de esta fuerza es cuando se nota una verdadera diferencia entre la ciudad y el campo. Por esto es que, en el capitalismo primero encontramos la industrialización minando el campo y, posteriormente, la urbanización transformándolo nuevamente. Desde esta posición, la industrialización del campo supone una modernización de los países; en el caso de México se asumió que el campo estaba retrasado respecto al mayor desarrollo de la ciudad. La modernización es la premisa de la estrategia de industrialización. 43 AGRARIA, São Paulo, Nº 4, 2006 GONZALES, B. P. La agricultura en México y su tecnificación se presenta más contundente y homogénea desde la llegada de los españoles, pues anterior a este suceso la técnica que se había desarrollado para los cultivos agrícolas prehispánicos se basaban en el sistema de milpa (policultivo) con la coa1 como herramienta única de cultivo; con la llegada de los españoles se presenta una introducción de las técnicas europeas empleadas en la agricultura basadas principalmente en el monocultivo y en herramientas de metal como el arado, “la hoz, la guadaña, el azadón, el garabato y el almocafre”2(AGUILAR et. al., 2003; 96), entre otras técnicas que favorecieron el cambio espacial de la agricultura, (recordemos que a pesar del apogeo en la minería y el comercio, las actividades seguían girando en torno a ésta y comprensiblemente, a las haciendas), también se introdujo la ganadería teniendo un alto impacto en la transformación del espacio hasta el punto de terminar con la fertilidad del suelo por la erosión y la pérdida de la cubierta vegetal por el sobrepastoreo. Es importante recordar que, aunado a todas estas acciones estuvo el despojo y ocupación de las tierras de los pobladores prehispánicos por los españoles. Tras la técnica prehispánica y la colonial tenemos el siguiente periodo de tecnificación de la agricultura mexicana que es la Revolución Verde, según las autoras de Los sistemas agrícolas de maíz y sus procesos técnicos, al cual se hará referencia más adelante. Antes es importante realizar un breve repaso por la situación política del país para comprender el desarrollo de esta innovación tecnológica. Cabe mencionar que esta periodización se encuentra marcada por lo periodos propuestos por Milton Santos los cuales son: a) medio natural, si bien existían técnicas, éstas se encontraban en íntima relación con la naturaleza, es decir, no ejecutaban una transformación en ella sino que la dinámica y procesos propios de la naturaleza determinaban de alguna manera su utilización. En este sentido es importante comprender que la sociedad transforma su entorno para su beneficio, pero en esta etapa 1 Especie de pala usada para la labranza, se usaba para abrir hoyos en la tierra y cultivar. 2 Instrumentos de labranza: ARADO: Sirve para labrar la tierra abriendo surcos en ella, puede ser movido por fuerza mecánica o animal; HOZ: Instrumento formado por una hoja de hierro curva, afilada en la parte interna, provista de un mando de madera que sirve para segar; GUADAÑA: Utensilio para segar a ras de tierral que se maneja con ambas manos, formando una cuchilla puntiaguda, menos curva y más ancha que la hoz, sujeta en la parte ancha en un palo largo que está en el mismo plano que la hoja, formando con ella un gancho; AZADON: Instrumento agrícola de trabajo a mano, formado por una pala de hierro cuadrangular y ligeramente curvada. Uno de sus lados es cortante, y el opuesto está provisto de un anillo donde encaja un mango de madera, que forma con la pala un ángulo. Sirve para cavar tierras, amasar, remover, etc.; GARABATO: Instrumento de hierro cuya punta esta vuelta en semicírculo, palo de madera dura que forma gancho en un extremo; y ALMOCAFRE: Instrumento que sirve para escarbar y limpiar la tierra de mala hierbas, y para transplantar plantas pequeñas. La Revolución Verde En México, pp. 40-68 44 lo hacía considerando la dinámica de la naturaleza, es decir, era regulado por ella. “La armonía socioespacial así establecida era, de ese modo, respetuosa con la naturaleza heredada en el proceso de creación de una nueva naturaleza” (Santos, 2000: 199) En esta etapa, el instrumento artificial utilizado por la sociedad es la herramienta, la cual es movida sólo por la fuerza de los seres sociales y bajo su control; b) medio técnico, está conformado por elementos más artificiales y mecanizados, es decir, se presenta la invención y uso de máquinas que están unidas al suelo y forman parte de él. Esta etapa está marcada por la importancia que las técnicas alcanzaron a través de la máquina (el instrumento artificial utilizado en este período) La Revolución Industrial es la base de la transformación del espacio por las máquinas, es en esta etapa cuando se comienza a imitar a la naturaleza en sus procesos para mecanizarlos y, a partir de ello, llegar a la industrialización con otros recursos; y c) medio técnico científico-informacional, la tecnología es la base de apoyo; la propagación de las innovaciones es imperiosa; la técnica es apoyada por la ciencia y la información habiendo una profunda interacción entre ellas: son los pilares. La tecnología en las comunicaciones es esencial para que las fuerzas dominantes de este periodo se presenten en prácticamente todas las áreas de la Tierra; el mercado es el motor principal y las empresas multinacionales, por su gran poder apoyado en los Estados, son las encargadas de desarrollar la dinámica espacial- temporal y convertirlo en un mercado global.3 Por lo tanto, la época prehispánica correspondería, a grandes rasgos, con el medio natural. Como se mencionó anteriormente, en la época prehispánica la producción agrícola no representaba en sí misma una obtención de productos cuyo fin era la mercantilización, es decir, a grandes rasgos significaba la reproducción de la vida, de ahí la necesidad de mantener un equilibrio según las cosmovisiones de los diversos grupos humanos mesoamericanos. La llegada de los españoles está inmersa en el medio técnico pues la introducción de herramientas simples en primer instancia, pero posteriormente de herramientas que no requerían ser movidas o manejadas por los seres sociales hasta constituirse una máquina favorecen una transformación mayor en la agricultura. La importancia de esta etapa en la agricultura mexicana radica en la introducción de plantas, ganado y granos, entre otras cosas, debido a la demanda mundial Finalmente, la Revolución Verde constituye el ejemplo fehaciente del medio técnico-científico-informacional. 3 Para mayor detalle consultar (SANTOS, 2000:197) 45 AGRARIA, São Paulo, Nº 4, 2006 GONZALES, B. P. 1.2 La Revolución Verde El cambio tecnológico que se efectúa a mediados del siglo XX es un acontecimiento de suma importancia para entender la situación de los granos que se cultivan en México como productos elementales para la comercialización nacional e internacional. La Revolución Verde se refiere a un modelo implementado en la agricultura a fin de obtener mayores rendimientos, este modelo nace en Estados Unidos tras las investigaciones para la creación de semillas híbridas, porque tras la Revolución Industrial con el requerimiento de la producción de alimento para sustentar la industrialización y la presencia tanto de eventos climáticos como escasez o inundaciones así como de enfermedades hizo resaltar la importancia de la producción alimentaria. Asimismo, “Events during World War I in the years between the two world wars demonstrated that agricultural production was essential for the security of individual nations” (PERKINS, 1997; 102) Este punto comienza con la Revolución Verde, pero no se le abordará primeramente, como se esperaría, es decir, dándole una definición sino que nos apoyaremos del método que va de lo abstracto a lo concreto de Marx, es decir, se tratará el modelo de revolución verde a través de sus diversos aspectos para llegar a comprender lo que este modelo significa. De este modo, empezaremos con la Revolución Verde y los elementos que la constituyen para terminar con la Revolución Verde y es que, “el ascenso de lo abstracto a lo concreto es un movimiento en el que cada comienzo es abstracto, y cuya dialéctica constituye en la superación de esta abstracción. Dicho ascenso es, pues, en general, un movimiento de la parte al todo y del todo a la parte.” (KOSIK, 1979; 49) 1.2.1 Contexto político y económico modelador del espacio rural mexicano en la Revolución Verde México, desde el momento mismo en que se constituye como tal, es decir, después de su lucha de independencia (1821), se construye de una manera tambaleante debido a que lo hace como nación “homogénea” olvidándose de la gran diversidad étnica que sobrevivió al embate español, además, lo realiza, persiguiendo la La Revolución Verde En México, pp. 40-68 46 copia del modelo estadounidense olvidando que las conquistas y colonias fueron distintas. Bajo la colonización española los habitantes de la Nueva España se vieron despojados de sus tradiciones y orillados, en algunos casos, a tener que combinarlas creando nuevas. Asimismo, la propiedad de la tierra en pequeños y medianos productores fue una reproducción a dicho modelo, por lo que se propuso terminar con las grandes propiedades del clero y de los sistemas comunales. El presidente del país, Benito Juárez (1859-1872) siendo liberal, abogó por ello bajo el entendido que liberándolos de tales tipos de propiedad llegarían a ser libres como en la versión estadounidense. (ESTEVA, 2003; 182) Pero más bien se provocaron desalojos en las comunidades y apropiación de grandes tierras. a) La Revolución Mexicana La Revolución Mexicana4 constituye el siguiente evento importante en el país en la cuestión agraria. La lucha que se enfrentó durante ésta consiguió, en la teoría, el reparto agrario a los campesinos del cual habían sido despojados cientos de años antes con la colonización y el porfirismo. La dotación de tierras de que fueron objeto los campesinos conllevaba cierta certeza legal que se traducía en un desarrollo agrícola independiente y autónomo. Dicha certeza legal se definía con la obtenida también por aquellos propietarios privados, que sin lugar a dudas eliminaba (jurídicamente) el latifundio extensivo pero los seguía manteniendo en situación privilegiada. La revolución de 1910 significó un paso importante, aunque pareció temporal por las reformas políticas que se dieron a continuación las cuales sostenían una entrada de México a la industrialización y, de esta manera, seguían minando aún más la agricultura como forma de vida de la población mexicana. Hay que tomar en cuenta que la ganaderización y el monocultivo se extendieron sumándose a una nueva legislación con la cual se fueron dando cambios con reformas a las leyes que protegían las tierras, estos cambios permitieron que a largo plazo se realizara con mayor facilidad la introducción de variedades así como su industrialización 4 Lucha armada contra los grandes terratenientes buscando la repartición de las tierras para todo aquel que la trabajaba. Encabezada, principalmente, por Francisco Villa en el norte, y Emilizano Zapata en el sur del país. 47 AGRARIA, São Paulo, Nº 4, 2006 GONZALES, B. P. El estado posrevolucionario había realizado un reparto importante de tierras, pero importante también es el hecho de que las tierras de los grandes terratenientes no habían sido tocadas. Si bien el reparto se efectuaba eso no quería decir que se realizara de manera igualitaria y equitativa pues el objetivo no era “regresar”5 las tierras a los campesinos que, muchos años atrás les habían sido despojadas, sino simple y llanamente cumplir con el reparto sin importar las condiciones físicas de los terrenos así como las condiciones sociales y económicas que de ello emanarían. Más que realizar un reparto se reparó en el hecho de crear pequeñas y medianas propiedades, con lo que no se estaban eliminando las haciendas, sino, como se dijo, evitando el latifundio extensivo. Así que, la Constitución de 1917 definió dos sectores agrarios, por un lado estaban las propiedades privadas y por el otro, los campesinos usufructuarios del suelo, hallándose claramente limitados y las propiedades privada en gran ventaja ya que contaban con mayores superficies, calidad de tierras superiores y privilegios legales. El presidente mexicano Plutarco Elías Calles (1924-1928) tenía bien claro que el sistema ejidal era tan sólo un paso para llegar a la propiedad privada pues no creía en el ejido como forma de producción agrícola, sino que buscaba fomentar la industria agrícola. De esa manera, “los proyectos de desarrollo del estado posrevolucionario se encaminaron fundamentalmente a la apuesta de una economía agrícola moderna, vale decir, a la promoción de la propiedad de tipo empresarial consagrada a los cultivos de exportación o, más generalmente, comerciales” (RAJCHENBERG, 2000; 161) En este contexto, la Comisión Nacional de Irrigación fue creada en 1925 y con ello se proponía la creación de zonas de riego como parte del proceso de modernización y crecimiento económico agrícola. Del mismo modo los gobiernos que siguieron al presidente Calles continuaron con el modelo, viéndose reforzado por los hechos ocurridos en 1929, es decir, la crisis financiera, que puso en entredicho la base de las economías, colocando 5 Con regreso me refiero a dos vertientes: a) La versión neozapatista del regreso de tierras, en el caso específico de la población indígena, la cual había ocupado y producido las mejores tierras en su propia organización ancestral y de las cuales fueron despojados en la colonia. b) Durante la Colonia y el México ‘independiente’, en el sentido zapatista de “la tierra es de quien la trabaja”, esto es en el caso de las poblaciones mestizas y, aún, las indígenas que habían estado trabajando en las haciendas, -jornaleros, aparceros, peones, etc.-, ya que, pues si bien hay casos en los que los territorios hacendarios fueron repartidos entre la población éstos se hacían únicamente con aquella que había trabajado para la hacienda indemnizando, además, a las personas afectadas. Para el resto de la población fue “reparto de tierras de cultivo”, siendo exigentes en la veracidad de las tres primeras palabras sin necesariamente cubrir las dos siguientes, es decir, sí hubo reparto pero una gran parte de estas tierras eran improductivas. La Revolución Verde En México, pp. 40-68 48 en el mercado mundial las exportaciones de bienes de origen primario (hechos que serían revalidados con la Segunda Guerra Mundial que demandaba bienes industriales). b) El Cardenismo Bajo las consecuencias de la crisis de 1929, donde la clase terrateniente se debilita y desiste la presión al reparto, asciende a la presidencia de la república Lázaro Cárdenas (1934-1940) encontrándose con una estructura que “avanzaba al ritmo de la expansión capitalista” (ESTEVA, 2003; 190) porque, si bien se habían expropiado tierras de las haciendas tras el estallido revolucionario y efectuado el reparto, se mantenía aún la propiedad privada extensiva (en los hechos) cuyo fin era evitar una confrontación con los intereses hacendarios, teniendo siempre presente el reparto como un paso a la privatización. (Ibíd) Para validar esta no afectación de tierras de grandes familias adineradas o con poder político se promulgaron varias leyes, a pesar de ser, de antemano, favorecidos. Así que las dos décadas posteriores a la Revolución Mexicana tuvieron un tinte proteccionista a la clase poderosa pues en el marco legal se realizaron y actualizaron leyes para frenar el reparto agrario “que no fueron sino muestra del desvirtuamiento de los fines sociales de la reforma agraria” (DURAND, 2002; 305) Muy a pesar de que el artículo 27 constitucional vaticinaba sólo dos formas de propiedad agraria, los cuales eran el ejido y la pequeña propiedad sin existir ya la forma latifundista de la tierra como propiedad. La antesala del actuar cardenista fue la reforma que el presidente de México, Abelardo L. Rodríguez (1932-1934) ordenó al artículo 27 constitucional en 1934, a pesar de que en el congreso había mayoría callista, esta reforma contenía ciertos candados que seguían favoreciendo a ciertos grupos. Para este efecto, se señala la defensa a las agroindustrias como parte de cinco de los aspectos que en el Código Agrario, según Durand, se consideran problemas medulares, “El doble discurso aplicado, en torno a la reforma agraria es claro, el Código enlista más de diez circunstancias en virtud de las cuales se les mantiene como inafectables a los latifundios. Sobresale la empecinada defensa a la agroexportación, que en aquel entonces controlaban empresas trasnacionales, al respecto se mencionaban a los ingenios cañero, las fincas productoras de plátano, café, árboles frutales, etcétera.” (Ibíd., 2002;308) 49 AGRARIA, São Paulo, Nº 4, 2006 GONZALES, B. P. El inusitado impulso que inicia Cárdenas es porque, tal y como lo advertía en su campaña, llegó siendo “congruente con los postulados del artículo 27 constitucional, elaborando breves y contados decretos agrarios, pero aplicando consistentemente el reparto agrario” (Ibíd., 2002; 305) aunado a esto, se encuentran todos los apoyos directos a la nueva producción agraria como obras de riego, créditos, impulso a la explotación colectiva o cooperativa, e indirectos como apoyos a la salud, nacionalización de empresas, la expropiación petrolera, etc. En este sentido es trascendental señalar el apoyo crediticio por parte del Estado, ya que Cárdenas lo consideraba fundamental para la producción agrícola ejidal recalcando que la creación del Banco Nacional de Crédito Ejidal (BNCE) correspondía a brindar un servicio para beneficiar a los campesinos basándose en principios cooperativos, sin embargo este crédito que abarcaba a ejidatarios y a pequeños propietarios también incluyó a agricultores particulares mediante el Banco Nacional de Crédito Agrícola (BNCA). Pese a lo anterior, siempre se contempló y se creyó en la posibilidad del retorno al empoderamiento de las grandes extensiones de tierra por parte de los latifundistas que se dejaban de manera transitoria por medio del ejido pero que, sin embargo, en algún momento pasarían a propiedad privada. No obstante, es notable el ejercicio de Lázaro Cárdenas al dar apoyo a los campesinos y agricultores, tanto de los ejidos como de pequeña propiedad para que esta actividad se viera reflejada como parte de una dinámica nacional con beneficios en y para el mismo territorio mexicano. Por ello es que con su gobierno, el reparto agrario adquiere nuevas dimensiones tras considerarlo una base del desarrollo agrícola y nacional. De hecho, hay quienes consideran que “probablemente es durante el cardenismo que la gente del campo se alimenta mejor que nunca en la historia del México independiente y colonial” (RAJCHENBERG, 2000: 164) porque en muchas de las tierras recién repartidas fueron abandonados los cultivos comerciales por los tradicionales (maíz, fríjol, chile). Romero (2002) encuentra una explicación de este impulso al reparto agrario durante este lapso en ciertos puntos importantes: como parte de la necesaria reactivación de la producción agrícola después de la lucha revolucionaria y de los efectos de la depresión de los años treinta así como la presión que se generaba por la demora del reparto agrario por parte de los campesinos además de la necesidad de una estabilidad social y económica sin dejar a una lado los ideales sociales que acompañaban a Cárdenas.
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