Description:El saloon Rosie, de Denver, estaba en el apogeo de su animación cuando las puertas batientes fueron empujadas y El Taciturno entró en el local. Cualquiera que hubiese oído hablar de aquel hombre habría pensado, a causa de su apodo, que era uno de esos pistoleros con eterna cara de mala sombra y que ni siquiera sonríen cuando le obsequian a uno con una bala. Pero no se trataba exactamente de eso. Quién así, pensara hubiera cometido un error. El hombre que entró en el Rosie empezaba por no llevar armas. No las usaba jamás excepto cuando se encontraba en las montañas, y aun para eso tenían que provocarle. En segundo lugar, no se sabía de él que hubiera matado a nadie. Por lo demás, nunca armaba camorra.