La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce en el yacimiento de El Portalón de Cueva Mayor, Sierra de atapuerca, Burgos the management of bone tools from the bronze Age Site of El Portalón of cueva mayor, Sierra de Atapuerca, burgos amalia Pérez roMero laboratorio de evolución Humana. universidad de burgos [email protected] José Miguel cArretero díAz laboratorio de evolución Humana. universidad de burgos [email protected] alfonso AldAy ruiz Área de prehistoria. universidad del país Vasco [email protected] María Ángeles gAliNdo PelliceNA Centro mixto universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de evolución y Comportamiento Humanos, madrid [email protected] gema AdáN álvArez Centro asociado u.N.e.d. asturias [email protected] Laura Juez APAricio laboratorio de evolución Humana. universidad de burgos [email protected] Juan Luis ArsuAgA ferrerAs Centro mixto universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de evolución y Comportamiento Humanos. departamento de paleontología, universidad Complutense de madrid, madrid [email protected] recibido: 06-05-2014 aceptado: 18-12-2014 resuMeN Se analiza el utillaje óseo de la Edad del Bronce recuperado en el yacimiento arqueológico de El Portalón de Cueva Mayor, en la sierra de atapuerca (Burgos). a día de hoy la Edad del Bronce es el periodo cultural mejor representado en la cavidad y su estudio nos ha obligado a unificar los distintos criterios de excavación y definición estratigráfica seguidos desde las primeras actuaciones arqueológicas de J.M. apellániz hasta las del actual equipo de investigación de atapuerca (EIa). Se han correlacionado, por primera vez, el inicial sistema de “lechos” de apellániz y la reciente lectura sedimentaria que reconoce 11 niveles cuyas dataciones radiométricas se encadenan desde fines del Pleistoceno a la Edad Media. El conjunto óseo recuperado de la Edad del Bronce incluye útiles y elementos de adorno muy variados con características tanto autóctonas como alóctonas, que indican la existencia de relaciones a corta y larga distancia en el seno de las poblaciones prehistóricas del interior peninsular. Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 113 ISSN: 1131-6993 http://dx.doi.org/10.5209/rev_CMPL.2015.v26.n1.49343 Amalia Pérez Romero et. al. La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... PAlAbrAs clAve: Sierra de atapuerca, Portalón de Cueva Mayor, holoceno, Edad del Bronce, industria ósea. AbstrAct In this paper we analyze the set of Bronze age bone tools recovered at the archaeological site of El Portalón of Cueva Mayor in the Sierra de atapuerca (Burgos). The Bronze age cultural period is the best represented in the cavity and its study has forced us to unify the different excavation and stratigraphical criteria undertaken from the earliest archaeo- logical excavations developed by J.M. apellániz during the 70s until the excavations of the current research team (EIa) since 2000. We propose here for the first time a relationship between the initial system of “beds” used by Apellániz and our recent sedimentary sequence that recognizes eleven stratigraphic levels radiometrically dated from the late upper Pleistocene to the Middle age. Within the bone industry assemblage we recognize a large variety of utensils and orna- mental elements, with native and allochthonous features, that make evident a regional as well as long distance relation- ships of these populations of the interior of the Iberian Peninsula during the recent Prehistory. Key words: Sierra de atapuerca, Portalón de Cueva Mayor, holocene, Bronze age, Bone Industry. 1. Introducción et al. 2008, pérez-romero 2009). es interesante retener las dimensiones del yacimiento para com- el desarrollo de una industria sobre soportes prender mejor las capacidades de acogida y sus duros animales es una de las características del posibilidades: la sala de entrada supera los 200 paleolítico superior. luego, tras varios milenios, metros cuadrados, y da acceso a galerías inte- donde el instrumental escasea y se reduce a ti- riores que sabemos fueron exploradas en la anti- pos muy primarios, desde el Neolítico avanzado güedad e, incluso, sirvieron para el desarrollo de y durante las edades de los metales, conoce una actividades artísticas. las excavaciones arqueo- nueva fase de esplendor. en este contexto el yaci- lógicas demuestran la intensidad de las activida- miento de el portalón de Cueva mayor viene en- des desarrolladas y para la edad del bronce, épo- tregando un inventario numeroso y diversificado ca que ahora interesa, se atestigua el valor de la de herramientas sobre hueso. aquí presentamos cavidad para la gestión de fauna doméstica, con el correspondiente a la edad del bronce ofrecien- algún tipo de estabulación, e incluso, complejas do su lectura tipológica, estudiando los soportes, estructura con rellenos de espacios con tierras proponiendo, en los casos que ha sido posible, aportadas de fuera para acondicionar el espacio una aproximación tecnológica, constatando su y hacerlo más habitable. es importante transmitir evolución llamando a sus paralelos y, en definiti- esta actividad desarrollada por los habitantes de va, intentando comprender su significado. el portalón en las edades de los metales, porque ayudan a entender el significado de la industria ósea que describiremos. Se inserta en un conjun- 2. El yacimiento de El Portalón de Cueva Mayor to de estrategias dinámicas desarrolladas por el grupo, y en algunos casos demuestran, aquí tam- 2.1. Localización geográfica bién, el interés por la ostentación. la Sierra de atapuerca, situada a unos 15 Km 2.2. Contexto arqueológico al este de la ciudad de burgos, forma parte de las estribaciones del Sistema Ibérico en el sector el yacimiento de el portalón es conocido desde conocido como “Corredor de la bureba”, pun- el S. XIX gracias a los trabajos de Sampayo y to de contacto entre este sistema, la Cordillera Zuaznávar (1868), breuil y obermaier (1913) y Cantábrica y la meseta (Fig. 1). la sierra, bien las decisivas intervenciones de Francisco Jordá conocida por sus yacimientos pleistocenos, pre- (inéditas), Geoffrey Clark (Clark 1979) y Juan mª senta, también, un rico y variado registro de la apellániz (apellániz et al. 1983; mínguez 2005). prehistoria reciente, destacando las cavidades del este último investigador desarrolló, entre 1973 y Sistema kárstico de Cueva mayor, en cuya entra- 1983, dos áreas de trabajo que se fueron exca- da, conocida como el portalón, se registra una vando “por lechos” definidos como “la unidad de prolongada ocupación humana desde el mesolí- depósito de materiales en un lapso de tiempo que tico hasta épocas históricas (apellániz y domin- se establece tomando como referencia los crite- go 1987; Clark 1979; mínguez 2005; Carretero rios de depósito de los materiales: huesos grandes Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 114 La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... Amalia Pérez Romero et. al. Fig. 1. localización de la sierra de atapuerca donde se encuentra el yacimiento de el portalón de Cueva mayor. Fig. 2. Propuesta de correlación estratigráfica y cultural entre los niveles excavados por J. M. Apellániz y los llevados a cabo por el equipo actual de Investigación de atapuerca (eIa). 115 Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 Amalia Pérez Romero et. al. La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... Tabla. 1. Correspondencia entre los diferentes niveles definidos en las 3 principales intervenciones arqueo- lógicas llevadas a cabo en el portalón, anotando los valores radiométricos de cada unidad. Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 116 La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... Amalia Pérez Romero et. al. y largos, lajas de piedra, fragmentos grandes y Clark y de apellániz, con el objetivo de acercar- manchas de ceniza” (mínguez 2001: 46; 2005: nos al sentido que pudieron tener estos objetos. 49). teniendo en cuenta los contextos describiremos Con el fin de conocer mejor el potencial ar- la materia prima utilizada, la morfología de las queológico de el portalón, está en marcha, desde piezas, las huellas de fabricación y uso y buscare- el año 2000, una nueva etapa de excavaciones mos los paralelos reconocidos en otros yacimien- dentro del proyecto de Investigación de atapuer- tos aproximadamente contemporáneos. ca que ha revelado una secuencia estratigráfica de más de 10 m de potencia con una unidad sedi- 3.1.1. La colección de materiales mentaria del Holoceno, dividida en diez niveles, y otra unidad infrayacente del pleistoceno supe- el número de piezas de industria ósea relaciona- rior con escasas huellas de presencia humana. en das con los niveles correspondientes a la edad del total 11 niveles sedimentarios. el registro mate- bronce es de 70, 50 correspondientes al bronce rial y una larga serie radiocronológica evidencian antiguo y 20 al bronce medio. Se trata de útiles ocupaciones de la edad media, Época romana, completos o casi completos, en materia dura de edad del Hierro I, toda la edad del bronce, Cal- origen animal (hueso, asta o piezas dentales) a la colítico, Neolítico, mesolítico y del pleistoceno que añadiremos la malacofauna. No se incluyen superior (Tab. 1) (Carretero et al. 2008). en este trabajo los huesos con marcas de carnice- entre los objetivos actuales está la correlación ría ni aquellos que presenten superficies alteradas y unificación de las diferentes lecturas sedimen- por procesos postdeposicionales (mordisqueos, tológicas (propuesta en cada intervención desde procesos físicos y químicos, etc.). diferentes criterios), con el fin de obtener una el inventario presenta, por lo general, un esta- interpretación de las distintas ocupaciones del do de conservación bastante bueno y son escasos yacimiento y del valor de sus industrias (tab. 1). los elementos fracturados, facilitando su clasifi- en este sentido recordemos que apellániz, cación y detectando en algunos casos, los proce- estableció una secuencia con tres niveles adscri- sos técnicos de fabricación y las diversas trazas biendo y dividiendo el inferior (III), en bronce antrópicas. antiguo, medio y final (Apellániz y Domingo 1987). Consultando sus memorias y diarios de 3.1.2. La materia prima y los soportes campo, las nuevas dataciones de C14 así como el estudio tipológico de las cerámicas, proponemos Se han identificado taxonómicamente 2.380 res- una nueva lectura cronocultural (Fig. 2) que di- tos de fauna en los niveles del bronce. tanto en el ferencia ocupaciones del bronce inicial y medio, bronce antiguo como en el medio se han podido hasta el momento, pero no de su tramo final (Ca- determinar la presencia de ovicaprinos (32,37% rretero et al. 2008). en el bronce antiguo y 32,46% en el bronce me- a partir de este momento, para el portalón dio), Bos taurus (b. antiguo 27,28%; b. medio ya no nos referiremos a los lechos definidos por 35,74%); Sus domesticus (b. antiguo 10,09%; b. Apellániz, sino a los niveles estratigráficos tal y medio 7,54%); Equus sp.gr. Equus ferus/Equus como se han definido en la actualidad (Carretero caballus (b. antiguo 20,65%; b. medio 14,21%); et al. 2008). Canis familiaris (b. antiguo 3,17%; b. medio 6,99%); Cervus elaphus (b. antiguo 1,06%; b. medio 2,19%); Capreolus capreolus (b. antiguo 3. Metodología 0,19%; b. medio 0,22%) y lepóridos (b. antiguo 4.51%; b. medio 0,55%). Sus scrofa y Vulpes 3.1. Elementos de análisis vulpes están representados en el bronce inicial con 0,3% y 0,4 respectivamente para ausentarse las excavaciones realizadas en el portalón están en el bronce medio. aportando ricos y variados elementos de cultura Como soporte de las herramientas se eligieron material (cerámica, lítica, metálica…), ocupán- distintas pates del endoesqueleto (41; 71%) jun- donos en el presente trabajo de la industria ósea to a astas (10; 17%), piezas dentarias (2; 3%) y, de la edad del bronce. estamos ahora en dispo- como bases aloctonas, conchas (4; 7%) y marfil sición de realizar una lectura conjunta de su in- (1; 2%) (Fig. 3). aunque no forma parte de este ventario, aunando lo recuperado por nosotros y, estudio, hay un ejemplo de industria ósea sobre una parte de lo correspondiente a los trabajos de hueso humano. 117 Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 Amalia Pérez Romero et. al. La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... Fig. 3. Contribución en tantos por ciento de cada una de las bases materiales. la determinación del origen taxonómico del soporte ha resultado muy compleja dadas las al- teraciones sufridas durante el proceso de fabrica- ción o por su uso posterior. de los 30 elementos en los que ha sido posible esta determinación (34%), hay un leve predominio de las especies domésticas frente a las salvajes. 3.1.3. Tipologías analíticas Fig. 4. la imagen superior (a) corresponde a las Para la definición, clasificación y estudio mor- tipologías óseas distribuidas según su contribución fofuncional hemos tomado como referentes las en el bronce antiguo (línea negra) y en el bronce listas-tipo generales y especificas (Barandiarán medio (línea roja). la abscisa representa las tipolo- 1964; alday 1987; rodanes 1987; Camps-Fabrer gías y la coordenada los % de cada una de estas ti- 1990; uscatescu 1992; averbouh 1995; pascual pologías en el bronce antiguo y en el bronce medio. benito 1998; maicas 2003-2004 y 2007 altami- la imagen inferior (b) corresponde al % de los di- rano 2011; lópez padilla 2011, adán 2013) pero ferentes tipos recuperados pertenecientes a la edad centrándonos especialmente en las de maicas ra- del bronce de forma conjunta. mos, altamirano y pascual benito. 4.1. Útiles la primera división de los 70 elementos en dos grandes grupos morfofuncionales distingue entre 4.1.1. Punzones útiles 44 (62%) (33 del bronce antiguo y 11 del bronce medio) y elementos de adorno 26 (38%) agrupa a más de la mitad de los apuntados, al (17 del bronce antiguo y 9 del bronce medio) reunir veinticuatro elementos. estos objetos han (fig.4). sido elaborados sobre hueso, asta y diente. aten- diendo a caracteres morfotécnicos cabe distinguir seis tipos: 4. Descripción de los objetos Punzones de economía. Integra a frag- organizamos la exposición del inventario distri- mentos y esquirlas con acondicionamiento buyendo los efectivos según los grupos tipológi- exclusivo de la punta conformando cuerpos cos representados (apuntado, romos y objetos de irregulares. adorno), señalando en la Tabla 2 lo correspon- Se han recuperado cuatro elementos realiza- diente a cada uno de los niveles estratigráfico- dos sobre hueso (tab. 2), en dos de los cuales culturales. no se ha podido determinación de la especie. Como datos morfológicos básicos destaca- Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 118 La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... Amalia Pérez Romero et. al. Tabla. 2. Clasificación de los útiles óseos según tipos industriales con mención a la naturaleza del soporte para los casos contrastados. mos uno de sección cóncavo-convexa, otro dentro de la colección contamos con tres oval con su superficie quemada y el sopor- ejemplares (tab. 2): uno sobre costilla de te en media caña sobre hueso posiblemen- équido de sección poligonal con tendencia te de un bóvido y un tercero que de nuevo circular en la punta y con marcas de puli- presenta huellas de fuego en su superficie y do intenso excepto en el extremo proximal evidencias de cocción ya que muestra un as- (Fig.5, c); otro sobre ulna derecha de ovicá- pecto más terso y a veces vítreo, con una co- prido de la que sólo se abrasionó el extremo loración más amarillenta y compactada que agudo, obteniendo una punta de gran resis- los que no han sido sometidos a este proceso tencia; el único del bronce medio está rea- (botella et al. 1999). por último contamos lizado sobre escápula derecha de ovicáprido con un punzón de base apuntada y extremo (parte de la cavidad glenoidea) fuertemente distal muy pulido realizado sobre metápodo pulida para su afilado distal. de ovicáprido (Fig. 5, a) (tab. 2). Punzones sobre pieza dentaria. los dos Sobre asta de cérvido se han identificado casos que nos ocupan fueron realizados so- cuatro elementos (tab. 2): uno de sección bre incisivos de suidos, cuyos ápices fueron plana y superficies irregulares, dos ápices biselados para obtener el apuntamiento dis- redondeados y quemados, y el último in- tal (tab. 2; Fig. 5, d). completo de extremo muy pulido (Fig. 5, b). Punzones tubulares sin base. encajamos Punzones con base articular o reservada. aquí tres elementos incompletos (tab. 2): 119 Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 Amalia Pérez Romero et. al. La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... uno sobre diáfisis de radio de ovicáprido existen dos ejemplares realizados sobre (Fig. 5, e) y dos sobre soporte no determi- fragmentos de diáfisis de hueso largo, posi- nable. blemente de ovicáprido, que no pueden en- Punzones hendidos. obtenidos a partir de cajarse dentro de tipos concretos al hallarse la diáfisis de los huesos largos. Presentan incompletos (tab. 2). los bordes del fuste paralelos o suavemente convergentes y la cara ventral alisada. Con 4.1.2. Picos esta tipología se han podido identificar cua- tro ejemplares: uno incompleto cuyo pulido Se trata de astas de cérvidos apenas elaboradas, afecta a la totalidad de la pieza, reduciendo de perfil acodado y cuya manipulación es un leve la mayor parte del canal medular (tab. 2; aguzamiento distal con escaso índice de penetra- Fig. 5, f), un segundo caso correspondiente a ción. en el portalón dos piezas siguen este es- un punzón realizado sobre una costilla de es- quema (tab. 2): una de ellas sobre asta de corzo pecie sin determinar, y dos más cuyas caras de 145 mm de longitud y 45 mm de grosor (Fig. ventrales fueron menos trabajadas. 6); la otra en asta de cérvido sin más precisión. Punzones Facetados. de los dos ejempla- Más allá de la convergencia en la clasificación res identificados (Tab. 2) uno se realizó so- tipológica se trata de elementos muy diferentes bre diáfisis de hueso largo, manteniendo una en dimensiones y formas y se ignora el uso real sección cuadrangular excepto en el extremo de los mismos. distal que es circular. Fue sometido a una in- tensa abrasión logrando un útil muy resistente 4.1.3. Puntas de flecha (Fig. 5, g). el otro, sobre asta, es de base rec- ta, bordes regulares y sección oval, con punta El conjunto de puntas de flecha recuperadas en los de sección circular (Fig. 5, h). niveles del bronce de el portalón está compuesto Punzones de tipología indeterminada. Fig. 5. representación de cada uno de los tipos de punzones descritos en el texto. a y b.- punzones de economía; c.- de base articular; d.- sobre pieza den- taria; e.- tubular; f.- hendido; g y h- facetados. los punzones b y h están realizados sobre asta, el resto Fig. 6. Útil sobre asta de corzo correspondiente al sobre hueso. bronce antiguo. Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 120 La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... Amalia Pérez Romero et. al. Fig. 7. Diferentes tipologías de puntas de flecha pertenecientes a la Edad del Bronce: a y b - tipo fusiforme; c.- tipo lanceolada y d - punta de flecha tipo “palmela”. por diez elementos (tab. 2) con tres variantes re- uno descentrado y alargado, posiblemente sobre presentadas: siete fusiformes (Fig. 7, a y b), dos costilla de ovicáprido, con bordes redondeados lanceolada (Fig. 7, c), y un ejemplar modelo “pal- y significativos brillos de uso (Fig. 8, a). el se- mela” (Fig. 7, d). Hemos comprobado que siete gundo, alterado por procesos posteposicionales son sobre hueso y tres sobre asta, estando dos en o quizá en proceso de fabricación (alday et al. proceso de fabricación y una fracturada, siendo a 2011) menudo visibles intensos pulidos así como mar- un tercer ejemplar corresponde a un objeto cas de corte y de enmangue. desde el punto de biapuntado con tendencia losángica asimétrica vista métrico estamos ante un conjunto heterogé- que alcanza los 7,8 cm de longitud por 0,85 de neo: las longitudes oscilan entre los 84 mm y 24 anchura siendo su sección plana. Su estado gene- mm, si bien en anchuras, espesores y secciones ral y la presencia de brillos pone de manifiesto el la producción está más normalizada, así como en carácter antrópico de la pieza: no se descarta que la proporción entre la longitud del cuerpo y del abrasiones u otros procesos posteposicionales ha- fuste (tab. 2). en realidad el conjunto de puntas yan otorgado la forma definitiva al objeto. de flecha recogidas en las diversas actuaciones el último caso corresponde a un objeto reali- de campo suman veintisiete efectivos tratándose zado en hueso, de planta romboidal alargada y de la colección más densa de la península según de sección circular con característico estrangula- consta en la bibliografía. Sin embargo, para la miento central mediante dos pequeñas muescas mayoría de ellas se desconoce con exactitud el opuestas (Fig. 8, b). en otra publicación (alday contexto en el que se recuperaron. es una pro- ducción bastante homogénea: dentro de la amplia variedad de tipos europeos, en atapuerca solo se reconocen modelos lanceolados (5), ovales (2), fusiformes (15), triangulares (2), atípicas o no definibles (3), faltando otros tan clásicos como el de pedúnculo y aletas. Seguramente la mayor parte pertenecerán a la edad del bronce (inicial o medio) ya que la datación radiocarbónica de una de ellas (atp´02 2) ha ofrecido un valor acorde con lo esperado para el Nivel 5 correspondiente al bronce antiguo y para la contextualización de un grupo tipológico que en la península carecía de dataciones absolutas: beta 269492 3630 ± 40 bp (4080- 4030 cal bp). 4.1.4. Biapuntados Fig. 8. dos ejemplos de útiles biapuntados recupe- dentro del conjunto de los biapuntados se han rados en las excavaciones de G. Clark y J. m. ape- reconocido cuatro piezas de aspecto losángico. llániz. 121 Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 Amalia Pérez Romero et. al. La gestión del utillaje óseo de la Edad del Bronce... et al. 2011) ya se ha especulado sobre su utilidad como anzuelos apoyándonos en sus caracteres morfológicos y en opiniones ajenas para útiles similares. 4.1.5. Agujas/alfileres Se han recuperado dos agujas decorativas sobre hueso en el portalón (tab. 2). Se trata de objetos con unas similitudes tipológicas y morfológicas tan evidentes que no aportan ninguna duda sobre su pertenencia a un mismo conjunto. Son piezas con una cuidada elaboración, largas (230 mm y 190 mm), de sección oval finamente pulidos, extremo perforado y parte del fuste adelgazado respecto a la cabeza (Fig. 9, a y b). Fig. 10. biselado/bruñidor sobre hueso. 4.1.6. Varilla Objeto fino y apuntado de sección redondeada de 4.2. Objetos de adorno 65 mm de largo por 5 mm de grosor. los bordes laterales son paralelos salvo en una pequeña zona 4.2.1. Cuentas distal. Se trata de una pieza con alta transforma- ción ya que su soporte se ha modificado por com- Han sido documentadas 13 cuentas (11 del bron- pleto, al igual que sus huellas de elaboración que ce antiguo y 2 del bronce medio) que conforman han sido borradas por un intenso pulido en la fase un grupo muy homogéneo aunque presentando final (Tabla 2, Fig.9, c). las habituales variaciones morfológicas, que sue- len estar relacionadas con la forma natural del 4.1.7. Biselado/bruñidor hueso: troncocónicas (Fig. 11, a) cilíndricas (Fig. 11, b) y discoidales (Fig. 11, c). las dimensiones, Útil sobre hueso cuyos tramos distal y medial que oscilan entre los 27,50 mm las más largas a fueron pulimentados de forma intensa, y sus bor- los 15 mm las de menor longitud, reproducen los des cuidadosamente biselados (tabla 2; Fig. 10). parámetros dimensionales de este tipo de ador- nos en la alta Cuenca del ebro (alday 1987). del conjunto, al menos 5, por ubicación espacial en el interior de la cavidad y características morfomé- tricas, pudieron pertenecer a un adorno complejo (Fig. 11, d). Fig. 11. Cuentas: a.- facetada; b.- cilíndrica c.- Fig. 9. A y b.-Agujas/ alfileres decorativas y c.- va- discoidea y d.- conjunto de cuentas formando un rilla recuperadas en el portalón. adorno complejo Complutum, 2015, Vol. 26 (1): 113-131 122
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