Description:Mientras la paciente se vestía, al otro lado del biombo, Richard Butler cogió su talonario de recetas y empezó a escribir con su bolígrafo de oro, regalo de un enfermo que ya tenía encargado su ataúd. Y lo hubiera ocupado muy pronto, de no ser por el doctor Butler, quien supo diagnosticar y combatir eficazmente la grave dolencia que padecía, salvándole la vida. El enfermo, agradecido, le obsequió aquel precioso bolígrafo de oro, además de abonarle sus honorarios. Richard Butler era un médico joven, pues sólo tenía treinta y dos años, pero ya había dado sobradas muestras de su inteligencia, solucionando casos realmente difíciles.