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La crítica historicista de Michel Foucault al Psicoanálisis en Historia de la Locura. Marco Alexis PDF

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A Parte Rei 70. Julio 2010 La crítica historicista de Michel Foucault al Psicoanálisis en Historia de la Locura. Marco Alexis Salcedo [email protected] Resumen El siguiente texto corresponde a un análisis de los principales argumentos que Michel Foucault formula en Historia de la locura en contra de la doctrina psicoanalítica, desde una perspectiva historicista de tipo Nietzscheano. Se sostiene de manera general que Freud fue una figura central en la reflexión que realizó Foucault sobre la locura y que este fue cuestionado al no haber situado sus descubrimientos teóricos en un contexto de análisis histórico. Palabras Claves Foucault, Freud, Psicoanálisis, Historia de la locura, historicismo. «Historie de la folie» y Freud. Si se revisan los cuatro textos anteriores a «Historie de la folie» se encontrará que Freud es la única figura intelectual común que Foucault en forma explícita y continua referencia, agudamente confronta, y en ocasiones reverencia. En forma muy visible, Freud es el eje de los textos «l'introduction à Rêve et Existence de Binswanger», «Maladie mentale et personnalité», «La psychologie de 1850 à 1950», y «La recherche scientifique et la psychologie». Sin embargo, en «Historie de la folie» Freud ya no parece ser el autor eje. Siendo esta, en su versión francesa, un tratado de más de 600 páginas, si se incluye los anexos de 1972 -La folie, l’absence d’œuvre” y “Mon corps, ce papier, ce feu”-, en toda la obra el nombre de Freud aparece 26 veces, y sus derivados dos veces1; la palabra psicoanálisis aparece 17 veces y sus derivados, una vez (psicoanalistas). En total, las referencias al modelo freudiano suman 46 entradas2, 36, sin los anexos de 1972. Este número es inferior en contraste y en proporción con los textos anteriores, cuestión en cierto modo inevitable por cuanto la época que es objeto de su análisis, l’âge classique de la modernidad, no vio nacer al psicoanálisis. Es verdad que el título de su disertación doctoral, haría creer que el padre del psicoanálisis tendría exigua relevancia en el desarrollo argumentativo de la discusión. Sin embargo, a pesar de lo que señalan las circunstancias argumentativas que rodean la obra de «Historie de la folie», en relación con el padre el psicoanálisis se sostiene que Freud es central en la reflexión de Foucault en el tema de la locura. Aunque las referencias a Freud son relativamente escasas, no obstante, no fueron marginales o superficiales, primordialmente porque en el extremo del periodo analizado, más allá del periodo clásico de la modernidad, Foucault colocó al psicoanálisis, más que a la psiquiatría, como penúltimo punto de llegada de la 1 una vez freudismo, y otra, freudiano. 2 La mayoría de las 46 referencias se encuentran en la parte tercera de la obra en mención con 35 entradas, ante todo concentrada en los últimos capítulos (Chapitre IV, Naissance de l'asile y Chapitre V, Le cercle anthropologique y el primer anexo), en especial en el capítulo 4 y en el anexo de La folie, l’absence d’œuvre http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 1 Marco Alexis Salcedo discusión sobre la locura3. Foucault retoma a Freud, adjudicándole una crucial contribución en el cambio de perspectiva que la época contemporánea ha tenido con la locura, contribución aparentemente extraña puesto que él trató el tema de la locura de manera muy tangencial. Esa es la tesis de Foucault, sustentada por el filósofo con una incomprensible parquedad en sus argumentos, a diferencia de otros aspectos relacionados con Freud en el que se extendió mucho más. Según Foucault, «Historie de la folie» es una “grande ligne brisée qui va de la Nef des fous aux dernières paroles de Nietzsche et peut-être jusqu'aux vociférations d'Artaud”4. En esa gran línea, Freud tiene un lugar preeminente, especialmente por la cercanía de su discurso con las «paroles de Nietzsche», que Foucault lo refleja asociando, en ciertas ocasiones, el nombre de Freud con el de Nietzsche. Sobre este aspecto debe tenerse a la vista que Foucault, separado de los derroteros conceptuales de la clínica, concibe la locura como una forma de experiencia límite que arqueológicamente representa para la cultura occidental, a partir de Descartes, lo exterior, lo otro, con un sólido vinculo con la sinrazón. Con la ascensión de la medicina positivista, la locura fue “considérée par notre science comme maladie mentale”5, instalándose como “objet de perception”6, absolutamente alejada del molde originario que la ligaba con la sinrazón. Lo que Foucault específicamente afirma es que Freud, con Nietzsche, pretendió restablecer en la época moderna el dialogo roto de la locura con la sinrazón. “La psychanalyse… a essayé de ré affronter folie et déraison”7. Según Foucault, el acierto del padre del psicoanálisis fue total al dejar ver la inaugural relación negada de la locura con la sinrazón. “Freud… restituait, dans la pensée médicale, la possibilité d'un dialogue avec la déraison. Ne nous étonnons pas que la plus “ psychologique» des médications ait rencontré si vite son versant et ses confirmations organiques”8. Toda la gloria y transcendencia que Foucault le concede a Freud en «Historie de la folie» se concentra en ese aspecto. “Freud dans la psychanalyse renouera prudemment l'échange, ou plutôt se mettra à nouveau à l'écoute de ce langage”9. Ahora bien, debe indicarse que Freud aparece como un personaje que ocupa simultáneamente dos planos antagónicos, por lo que su valoración va a ser a todas luces ambigua, pues es agente de ruptura pero a su vez, de continuación, de una elección cultural contemporánea y de un dispositivo normativo implementado por la sociedad moderna occidental –el gran encierro y la creación del asilo- para resguardar y afirmar esa elección. En cuanto al aspecto crítico hacia Freud, que es el que se tratará en este texto, Foucault llega a decir lo siguiente: «La psychanalyse peut dénouer quelques-unes des formes de la folie; elle demeure étrangère au travail souverain de la déraison. Elle ne peut ni libérer ni transcrire, à plus forte raison expliquer ce qu'il y a d'essentiel dans ce labeur». Esta categórica frase de cierre del capítulo “Naissance de l'asile” deja obviamente preguntas: ¿Por qué el psicoanálisis sólo podrá resolver algunas de las formas de la locura? ¿Por qué no puede explicar lo esencial del trabajo soberano de la 3 El punto final es Nietzsche y las “vociférations d'Artaud”. Sin embargo, es de destacar que en la síntesis que hizo en 1965 la casa editorial norteamericana Random House de la obra doctoral de Foucault y que se tituló Madness and civilization, el capítulo numero 9, el ultimo previo a la conclusión, Freud y el psicoanálisis es el último tema tratado. 4 Michel Foucault. “ Introduction”. Troisième Partie de Histoire de la folie à l’âge classique. En Le Foucault Electronique. Infobase. Folio Corporation. Version 2001. p. 432 Todas las citas en frances de Foucault provienen de esta misma fuente. 5 Ibíd. Le nouveau partage”. Chapitre II de Troisième partie p. 493. 6 Ibíd. “ p.485. 7 Ibíd. “La grande peur”. Chapitre I de Troisième partie. P.456. 8 Ibíd. “Médecins et malades”. Chapitre IV de Deuxième partie. P. 428. 9 Ibíd. “Naissance de l'asile”. Chapitre IV de Troisième partie. p. 616. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 2 La crítica historicista de Michel Foucault al Psicoanálisis en Historia de la Locura sinrazón? En general, ¿por qué le resulta extraña su labor, si no fue precisamente Freud, vía Nietzsche, quien volvió a entablar el dialogo con ella? Para sustentar su postura crítica contra el Freud de la cura psicoanalítica, Foucault presenta un argumento que se relaciona con un tema que los marxistas popularizaron, y que según Foucault describe la intencionalidad general de su texto. “Histoire de la folie reprendre un problème qui était celui des marxistes, la formation d'une science à l'intérieur d'une société donnée”10. En el contexto de esa intencionalidad, Foucault hará los comentarios críticos al psicoanálisis en «Historie de la folie», interrogando, así, la fuente que vendría a validar sus afirmaciones, sus prácticas, sus denuncias y sus descubrimientos. La critica historicista a la doctrina Freudiana. El cuestionamiento historicista a las disciplinas Psy no es una inquietud que sólo viene a surgir en «Historie de la folie». Cuatro años antes, en «La recherche scientifique et la psychologie», Foucault había formulado esta pregunta: “Le développement de toutes les recherches et de toutes les sciences ne se trouve-t-il pas lié aux conditions de la vie économique et sociale?”11. En ese orden de ideas, analizando el caso de la psicología, no del psicoanálisis, Foucault pretende ahí discernir el estatuto desde el cual está sancionaba su conocimiento y orientaba su investigación. No era la ciencia, dijo, puesto que el saber psicológico no se establecía como “une recherche dans l'espace d'une science, mais comme le mouvement dans lequel se recherche une science”12. Complementó afirmando que tampoco era la Historia el estatuto que legitimaba el saber de la psicología ya que «la recherche historique ne tente pas de se mettre hors de l'Histoire, alors que la recherche psychologique doit nécessairement se laisser conduire par le mythe de l'extériorité, du regard indifférent, du spectateur qui ne participe pas». El estatuto de la psicología era el de la desmitificación, el revés nocturno de una ciencia. «Par sa vocation et son origine, elle est critique, négative et démystificatrice; elle forme l'envers nocturne d'une science psychologique qu'elle a pour vocation de compromettre; les questions qu'elle pose s'inscrivent, non pas dans une problématique du savoir, ni dans une dialectique de la connaissance et de son objet, mais dans une mise en doute et dans la réduction de la connaissance à son objet». De este modo, los psicólogos constituyen su saber, sus enseñanzas y sus prácticas fungiendo el rol de desmitificadores. Y la validez de sus denuncias, como la seguridad que le confieren a sus juicios, la brinda el mito de la objetividad de la ciencia positiva, «le mythe de l'extériorité, du regard indifférent, du spectateur qui ne participe pas », lo que le permite al psicólogo desmitificador enunciar esta proposición: “Nosotros, que revelamos las ilusiones que obnubilan las conciencias de los otros psicólogos, no somos víctima de ninguna ilusión, por poder ver las ilusiones de los otros desde la ventana de Dios”. En otras palabras, “quienes se dejan engañar por la astucia del genio maligno son los otros, no nosotros, que bien la conocemos”. Así logran hacer creer que portan verdades inmemorables “qui maîtrisent le temps, contestent l'histoire, reconduisent l'homme à ses vérités essentielles, et l'identifient dans l'immémorial au Premier Homme naturel et au Premier Homme social”13. 10 Michel Foucault. En Michel Foucault, Entretien avec Roger-Pol Droit (1975). En http://foucault.info/documents/foucault.entretien1975.fr.html 11 Michel Foucault. “3 La recherche scientifique…”. Op Cit. En Dits Et Ecrits I p 151. 12 Ibíd. p 139. 13 Michel Foucault. “Naissance de l’asile”. Op. cit. Chapitre IV de Troisième partie de Histoire de la folie. p. 590. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 3 Marco Alexis Salcedo Pero, repito, la materia objeto de análisis en «La recherche scientifique et la psychologie» es la psicología, no el psicoanálisis. Sin embargo, de pasada, hace una referencia a las situaciones «plaisantes» de «guerres picrocholines» que se presentan entre los psicoanalistas, la cual deja entrever desde que estatuto ellos operan. «Les imputations d'attachement œdipien ou de fixation narcissique que se lancent entre eux les psychanalystes ne sont guère que variations plaisantes et guerres picrocholines sur ce thème fondamental: le progrès de la recherche en psychologie n'est pas un moment dans le développement de la science, c'est un arrachement perpétuel aux formes constituées du savoir, sous le … aspect d'une démystification»14. De este modo, los comentarios que Foucault hace en «Historie de la folie» sobre el psicoanálisis tienen de base los mismos presupuestos de las observaciones que realizó en «La recherche scientifique et la psychologie» sobre la psicología. Exceptuando la cuestión de «le mythe de l'extériorité, du regard indifférent», que imputará exclusivamente a la psicología y a la psiquiatría del siglo XX, no a la psiquiatría del siglo XIX, ni al psicoanálisis, Foucault declarará en «Historie de la folie» que el Freud de la cura psicoanalítica -del mismo modo que el psicólogo-, maniobró con su disciplina como un desmitificador, no como un historiador, ni propiamente como un científico. O mejor, el Freud mencionado no asignó «ses méthodes, ses concepts, ses connaissances aux structures et aux événements, aux formes culturelles de son époque» por lo que no logra restituir “l'histoire à sa vérité propre”15. La crítica de Foucault al psicoanálisis se reduce entonces a este aspecto; en el psicoanálisis de Freud no hubo una toma «de conscience progressive de sa situation historique comme culture, de sa valeur comme technique, de ses possibilités de transformation réelle et d'action concrète sur l'Histoire». A la sazón, las palabras de Foucault no desmienten que hubo, en el sentido pleno de la expresión, una postura historicista en Freud. Lo que indican es que Freud no logró avanzar demasiado en la senda historicista. Lo retuvo los compromisos explícitos e implícitos con la causa médica del siglo XIX. Dos casos son los que Foucault discute, que comprometen críticamente al psicoanálisis, en el sentido de que ilustran la historicidad negada por Freud. Estos son la sexualidad y la locura El primero de ellos, la sexualidad, tendría para Foucault una relación tal con la doctrina freudiana, que años después, cuando escribe «Historie de la sexualité», declarará que dicha historia es una arqueología del psicoanálisis. En cierto modo, en «Historie de la folie» Foucault anticipa lo que va a ser su futuro trabajo de «Historie de la sexualité», al indicar que no hay en la sexualidad ninguna verdad inmemorial del ser humano; el lazo que une la sexualidad con la sinrazón no está hecho de los hilos que configuran la condición humana, cualquiera sean estos, sino de la malla que origina la disposición arqueológica de una época especifica de la cultura occidental. La verdad de la sexualidad es histórica no ontológica. Tal consideración se encuentra en «Le monde correctionnaire», el capítulo III de la primera parte de «Historie de la folie». Esta observación Foucault la desarrolla ahí haciendo notar al lector las divergencias que existirían entre el movimiento de la cultura platónica y la época del clasicismo moderno, en las formas de articulación del tema del amor con el tema de la locura. Según Foucault lo advierte, la relación entre la locura y el amor se organizó en la cultura platónica de acuerdo con las distintas formas de conocimiento que Platón estableció, graduadas por el nivel de verdad y luz que contenían. 14 Michel Foucault. “3 La recherche scientifique…”. Op Cit. Dits Et Ecrits I p 145 15 Loc. Cit. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 4 La crítica historicista de Michel Foucault al Psicoanálisis en Historia de la Locura Désormais, de nouveaux rapports sont instaurés entre l'amour et la déraison. Dans tout le mouvement de la culture platonicienne, l'amour avait été réparti d'après une hiérarchie du sublime qui l'apparentait, selon son niveau, soit à une folie aveugle du corps, soit à la grande ivresse de l'âme dans laquelle la Déraison est en puissance de savoir. Sous leurs différentes formes, amour et folie se distribuaient dans les diverses régions des gnoses16 En cambio, en la época moderna, la relación quedo restringida a un esquema de dos vías: la razón y la sinrazón. “L'âge moderne, à partir du classicisme, fixe un choix différent: l'amour de raison et celui de déraison. L'homosexualité appartient au second. Et ainsi, peu à peu, elle prend place parmi les stratifications de la folie. Elle s'installe dans la déraison de l'âge moderne, plaçant au cœur de toute sexualité l'exigence d'un choix où notre époque répète incessamment sa décision”17. Foucault aquí no desconoce a la sexualidad como un ámbito clave para asir la sinrazón. Su reflexión asiente la importancia concedida a la sexualidad por el psicoanálisis. “À la lumière de son ingénuité, la psychanalyse a bien vu que toute folie s'enracine dans quelque sexualité troublée; mais ceci n'a de sens que dans la mesure où notre culture, par un choix qui caractérise son classicisme, a placé la sexualité sur la ligne de partage de la déraison”18. Pero como lo dice desde el inicio de la anterior cita, esta importancia es coyuntural, no ontológica en el hombre, resultado de una selección inédita que hizo nuestra época y nuestra cultura. “De tout temps, et probablement dans toutes les cultures, la sexualité a été intégrée à un système de contrainte; mais c'est dans la nôtre seulement, et à une date relativement récente, qu'elle a été partagée d'une manière aussi rigoureuse entre la Raison et la Déraison, et bientôt, par voie de conséquence et de dégradation, entre la santé et la maladie, le normal et l'anormal”19. Esta observación sobre la condición histórica de la sexualidad, Foucault la vuelve a reiterar, sin cambio alguno, en La Faculté Des Arts Libéraux De L'université de Tokyo, en octubre de 1970. …on a là un phénomène très curieux. Jusqu'au premier tiers du XIXe siècle, jamais en Europe on n'avait eu l'idée qu'il pouvait y avoir un lien ou une relation entre la maladie mentale et le dérèglement de la conduite sexuelle. L'idée qu'un homosexuel puisse être en quelque sorte quelqu'un qui s'apparente de près ou de loin à un malade mental était une idée qui n'avait jamais affleuré l'esprit d'un Européen. L'idée qu'une femme nymphomane pût être une malade mentale, ça aussi, jamais cela n'avait été formulé en Occident, ni par les juristes, ni par les médecins, ni par qui que ce soit20 Su convicción en esta tesis que afirma el carácter histórico de la sexualidad fue tal que Foucault nunca renunció a ella. En «Historie de la sexualité» él volverá a retomarla, por lo que éste se convertirá en uno de los textos más críticos escritos por Foucault contra el psicoanálisis, según lo indica Jacques Alain Miller: “En La Voluntad De Saber, el psicoanálisis ocupa un lugar simétrico e inverso del lugar que ocupaba en Las palabras y las cosas. El psicoanálisis ya no está en el principio de la indagación sino que es objeto de ésta. No guía al 16 Michel Foucault. “ Le monde correctionnaire”. Op. cit. Chapitre III de Première partie de Histoire de la folie. p. 123. 17 Loc. Cit. 18 Loc. Cit. 19 Loc. Cit. 20 Michel Foucault. “ 222 La folie et la société”. Op Cit. Dits Et Ecrits III p 487 http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 5 Marco Alexis Salcedo arqueólogo sino que sufre su contraataque; no se lo ensalza; por el contrario se le cubre de sarcasmos. El psicoanálisis ya no hace presentir la próxima ruptura en las disposiciones fundamentales del saber, circunstancia en la que muy bien pudiera ocurrir que el hombre se borrara “como en el límite del mar un rostro de arena”. El psicoanálisis pertenece a un dispositivo cuyo surgimiento histórico es contemporáneo de las ciencias humanas; procede de una retroversión histórica cuya arqueología está por hacerse a fin de permitirnos liberarnos de él”21 El segundo caso es la locura. Jacques-Alain Miller enseña que las historiografías de Foucault tienen un implícito: anuncian la pronta desaparición, muerte o transmutación de la cuestión que es objeto de su discusión. Así, en «Historie de la sexualité» lo que se anticipa es el fin de la sexualidad. Y en «Les mots et les choses», lo que se describe es la agonía de las ciencias humanas. En este orden ideas, «Historie de la folie» es entonces el primero de los textos de Foucault que proclama la caída próxima de un asunto que se tornó en algún momento de la cultura occidental en objeto fundamental de conocimiento, el de la locura. Esto es exactamente lo que se sugiere entre líneas en «Historie de la folie», y palmariamente transmitirá en «La folie, l’absence d’œuvre», en el que se pronostica que la muerte del «homo dialecticus» arrastrará a la locura a su desaparición, como objeto de saber medico y quizás como fuente de angustia para el hombre común. Ce mouvement unique par lequel nous venons à la rencontre de la folie dont nous nous éloignons, cette reconnaissance épouvantée, cette volonté de fixer la limite et de la compenser aussitôt par la trame d'un sens unitaire, tout cela sera réduit au silence, comme est muette pour nous, aujourd'hui, la trilogie grecque mania, ubris, alogia, ou muette la posture de la déviation chamanique dans telle société primitive.22. Puntualiza que su pronóstico no comporta el supuesto del surgimiento de una sociedad o de una nueva época en la cultura occidental en la que se desvanece la transgresión que la locura representa. Implica la simple creencia de que ésta prontamente adoptará un nuevo ropaje que no tramita culpa o angustia para el hombre occidental. Il n'y a pas une seule culture au monde où il soit permis de tout faire.… Dire que la folie aujourd'hui disparaît, cela veut dire que se défait cette implication qui la prenait à la fois dans le savoir psychiatrique et dans une réflexion de type anthropologique. Mais ce n'est pas dire que disparaît pour autant la forme générale de transgression dont la folie a été pendant des siècles le visible visage. Ni que cette transgression n'est pas en train, au moment même où nous nous demandons ce qu'est la folie, de donner lieu à une expérience nouvelle23. El cuestionamiento de Foucault al psicoanálisis radica entonces en atribuir a su teorización la pretensión de no historizar la locura, perennizándola, hacia el futuro como verdad siempre presente en el hombre, hacia el pasado, como verdad inmemorable de la condición humana. Específicamente, con respecto a la forma de compresión que la cultura occidental adoptó de la locura después de Kant y Hegel, si 21 Jacques-Alain Miller. “Michel Foucault y el psicoanálisis”. Capitulo 4. De Michel Foucault, Filósofo. P. 67 22 Ibíd. p. 415. 23 Loc. Cit. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 6 La crítica historicista de Michel Foucault al Psicoanálisis en Historia de la Locura esta es ausencia de obra, ausencia de un acto transgresivo que subvierte con angustia el orden de verdad de una época, Foucault considera que Freud estableció una perfecta simetría entre el lenguaje de la obra y el lenguaje de la locura, de modo tal que la culpa asociada a la obra se tornó inherente a la locura. Es decir, el psicoanálisis vería en toda locura el lenguaje de la obra y del mundo moderno, como la psicología y la psiquiatría contemporánea vería en toda obra el lenguaje de la locura. Si en la psiquiatría contemporánea reinaría el peligro del patetismo de las maldiciones, en el psicoanálisis reinaría el peligro inverso, pero simétrico: la revelación de una maldición en todo patetismo. “…la folie de Nietzsche…, est ce par quoi cette pensée s'ouvre sur le monde moderne… Cela ne veut pas dire que la folie soit le seul langage commun à l'œuvre et au monde moderne (dangers du pathétique des malédictions, danger inverse et symétrique des psychanalyses)”24. Foucault en «Historie de la folie» realiza un esfuerzo intelectual enorme para mostrar que el loco, aunque su figura es transgresiva, no ha cargado desde siempre el lastre de las maldiciones, al hablar, con su locura, el lenguaje de la obra. Somos nosotros, dice literalmente Foucault en «La folie, l’absence d’œuvre», aquellos que más se han acercado a dos frases jamás pronunciadas realmente: “yo escribo” y “yo deliro”. Desde luego, un efecto de gran escala y misterioso en sus consecuencias generó la conjunción de esas dos frases. Pero esta transmutación, por grande que llegara a ser, no prueba que la locura haya contenido oculta, desde los tiempos inmemorables, la verdad de la obra. Por ejemplo, el loco anterior al clasicismo, y aún en el mismo clasicismo, no anuncia tal verdad. il n'y a pas dans l'âge classique de littérature de la folie… On reconnaissait le langage secret du délire; on tenait sur elle des discours vrais. Mais elle n'avait pas le pouvoir d'opérer d'elle-même, par un droit originaire et par sa vertu propre, la synthèse de son langage et de la vérité. Sa vérité ne pouvait qu'être enveloppée dans un discours qui lui demeurait extérieur. Mais quoi, «ce sont des fous»... Descartes dans le mouvement par lequel il va à la vérité rend impossible le lyrisme de la déraison.25. Expliquemos lo anterior de esta otra forma. Foucault no historiza la locura como lo hizo Hegel. “Sur la question de savoir si l'histoire a une cause et un effet et si la volonté humaine est réalisable, [Hegel] explique que la notion selon laquelle une cause produit un effet n'est possible qu'à un niveau sémiologique, que l'histoire elle-même n'a ni cause ni effet et qu'il n'y a pas de lien de cause à effet”26. Foucault historiza la locura al modo nietzscheano. “Je crois que Nietzsche propose par là l'idée que l'histoire n'est due qu'au hasard, que c'est un enchaînement d'événements qui se produisent par hasard et qu'il n'y a là ni concept de progrès ni régularité”27. Por tanto, «Historie de la folie» no es una historia de la locura pensada «à un niveau sémiologique»; no es la historia del decantamiento de la verdad de la locura, de cómo ella se fue purificando hasta el grado de refinamiento que hoy día le conocemos. Es una historia pensada como un «enchaînement d'événements qui se produisent par hasard et qu'il n'y a là ni concept de progrès ni régularité», y como bien lo indicaba Octave Mannoni, instala un «“momento de vacilación” donde “la historia habría podido ser otra»28. El azar en 24 Michel Foucault. “Le cercle anthropologique”. Op. cit. Chapitre V de Troisième partie p. 663. 25 Ibíd p. 638. 26 Michel Foucault. “235 Méthodologie pour la connaissance du monde: comment se débarrasser du marxisme”. Op. cit. Dits Et Ecrits III p.598 27 Loc. Cit. 28 Didier Eribon. Foucault y sus contemporáneos. Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1995. P. 213 http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 7 Marco Alexis Salcedo «Historie de la folie» Foucault lo conceptuó como elección de una época, «choix où notre époque répète incessamment sa décision», una elección que conlleva a «élision des événements qui s'y produisent», «inventions de voix derrière les textes», «assignation de l'originaire comme dit et non dit dans le texte». Y si la elección hubiera sido otra, otra habría sido la verdad de la locura. Ahora bien, con la atribución de un encuadre histórico a las relaciones causales descubiertas por el psicoanálisis con la sinrazón, Foucault no está recusando los efectos provocados en los pacientes a través de la cura. En ninguna parte de su texto siembra la duda al respecto. Por el contrario, el recorrido que hace Foucault, a través de los documentos que registran las intervenciones efectuadas por los psiquiatras del siglo XIX con los locos, avala los resultados conseguidos por ellos en la relación médico- paciente, aval que válidamente se podría transmitir a los éxitos descritos por Freud en sus textos, en el siglo XX. Y es que el punto es precisamente ese: el médico dispuesto en el dispositivo asilar obtiene sonoros resultados con su técnica que trata la locura. ¿Por qué? “Ce pouvoir obscur dont il ne connaît plus l'origine, où il ne peut pas déchiffrer la complicité du malade, et où il ne consentirait pas à reconnaître les anciennes puissances dont il est fait, il faut qu'il lui donne un statut”29. Esa misma inquietud es la que implícitamente Foucault traslada al psicoanálisis, ya que, según lo observó, la cura freudiana hace uso de la misma estructura asilar del siglo XIX, con algunas variaciones. “Encore serait-il plus juste de dire qu'elle [la psychanalyse] a doublé le regard absolu du surveillant de la parole indéfiniment monologuée du surveillé -conservant ainsi la vieille structure asilaire du regard non-réciproque, mais en l'équilibrant, dans une réciprocité non-symétrique, par la structure nouvelle du langage sans réponse”30. Foucault no localiza la explicación en «les pouvoirs du langage». En eso es bastante claro. Hace notar que la palabra en sí misma no produce los resultados señalados. En cambio, su jerarquización social, en relación a quien la emite, determina que se presente o no el efecto reconocido. Il y a toujours, dans toute société, un système … qui fait que la parole de certains individus n'est pas reçue de la même façon que la parole de n'importe qui. Des individus dont la parole est plus sacrée que les autres, ou dont la parole au contraire est plus vaine et plus vide que les autres, et qui, à cause de ça, quand ils parleront, n'obtiendront pas la même créance, ou n'obtiendront pas avec leurs paroles les mêmes effets que les individus normaux. Ce que dit un prophète dans les sociétés de type judaïque ou ce que dit un poète dans la plupart des sociétés n'a pas le même statut que ce que dit n'importe qui31. Foucault va a mencionar, entonces, que es fundamentalmente por el rol que ocupa el médico en el sistema social que su palabra tiene en el asilo efectos sugestivos en los pacientes, hasta el grado del encantamiento, un poder mágico que la sociedad validó, no por su ciencia sino por su moral. Être traité comme les autres insensés: cela ne signifie pas subir un traitement médical; mais suivre le régime de la correction, en pratiquer les exercices, et obéir aux lois de sa pédagogie. Des parents qui avaient mis leur fils à la Charité de Senlis à cause de ses «fureurs» et des «désordres de son esprit», demandent son transfert à Saint-Lazare, «n'ayant point en dessein de 29 Ibíd. “Naissance de l’asile”. P. 630. 30 Ibíd. p. 605. 31 Michel Foucault. “ 222 La folie et la société”. Op Cit. Dits Et Ecrits III. P. 483. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 8 La crítica historicista de Michel Foucault al Psicoanálisis en Historia de la Locura faire périr leur fils, lorsqu'ils ont sollicité un ordre pour le faire enfermer, mais seulement de le corriger et de ramener son esprit presque perdu 4». L'internement est destiné à corriger, et si tant est qu'on lui fixe un terme, ce n'est pas celui de la guérison, mais celui, plutôt, d'un sage repentir32 Vale decir, es en tanto agentes de los valores y elecciones de la moral burguesa de la sociedad contemporánea que los psiquiatras del siglo XIX obtuvieron su aura religiosa de misticismo. “La terapéutica de la locura es el arte de subyugar y domesticar, por así decirlo, al alienado, poniéndolo bajo la estricta dependencia de un hombre que, por sus cualidades físicas y morales, tenga la capacidad de ejercer sobre él un influjo irresistible y modificar el encadenamiento vicioso de sus ideas”33. En los términos de «Historie de la folie»: Je vous disais tout à l'heure que le grand signe auquel on reconnaissait, dans des sociétés industrielles comme les nôtres, les premières manifestations de la maladie mentale était l'inadaptation aux règles de travail. Il existe également un second grand signe, au moins aussi important que celui-là, sinon plus, c'est le dérèglement du comportement sexuel… C'est simplement à partir du XIXe siècle que, très curieusement, cet éloignement par rapport à la morale familiale a pris l'allure et finalement le statut de la maladie mentale. Le malade mental est non seulement celui qui ne peut pas travailler, mais c'est celui qui ne peut pas s'adapter aux règles de la morale familiale, qui ne peut pas s'intégrer à ce système éthique et juridique que constitue la famille européenne bourgeoise34 Asegura Foucault que es esa moral la que permitirá potenciar los efectos que comporta la palabra del psicoanalista y a su vez la que Freud pondrá en descubierto con el psicoanálisis, no como lo que era, la moral burguesa, sino como propiedad inherente de la locura. Freud, qui en connaissait un rayon sur ce problème de la maladie mentale, répondit un jour à quelqu'un qui lui demandait: «À quoi reconnaît-on un névrosé?» «Être névrosé, c'est très simple: c'est ne pas pouvoir travailler et c'est ne plus pouvoir faire l'amour.» Ces deux grands critères de la maladie mentale, l'incapacité à travailler et l'incapacité à avoir une conduite sexuelle normalement reconnue par la société européenne, c'est cela, je crois, qui montre combien encore dans nos sociétés le fou est celui qui est éprouvé, reconnu à partir de ce double système d'exclusion que supposent les règles du travail, les règles de la famille, les règles de la production économique et les règles de la reproduction sociale35. Foucault reprocha a Freud su intento por negar la fuente de los efectos de su palabra como psicoanalista, encubriéndola con mitos. De modo que allí donde Freud fundó un mito, Foucault ve las grandes estructuras y valores de la moral burguesa de la sociedad europea del siglo XVIII y XIX. 32 Michel Foucault. “Expériences de la folie”. Op. cit. Chapitre IV de première partie. P. 154. 33 Philippe Pinel, Traité médicophilosophique. Citado por Michel Foucault. “La fuerza del loco”. En: El poder psiquiátrico. Fondo de cultura económica. Buenos aires, Argentina. 2005. 34 Michel Foucault. “ 222 La folie et la société”. Op Cit. Dits Et Ecrits III. p. 488 35. Loc. Cit. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 9 Marco Alexis Salcedo Les prestiges du patriarcat revivent tout autour d'elle dans la famille bourgeoise. C'est cette sédimentation historique que la psychanalyse, plus tard, remettra à jour, lui prêtant par un nouveau mythe le sens d'un destin qui sillonnerait toute la culture occidentale et peut-être toute civilisation, alors qu'elle a été lentement déposée par elle, et qu'elle ne s'est solidifiée que tout récemment, dans cette fin de siècle où la folie s'est trouvée deux fois aliénée dans la famille -par le mythe d'une désaliénation dans la pureté patriarcale, et par une situation réellement aliénante dans un asile constitué sur le mode familial36 Las anotaciones de Foucault no problematizan en sí misma la relación que tendría el psicoanálisis con la moral del tiempo en que surgió, pues los planteamientos del filósofo son contrarios al supuesto de que pueda haber alguna clase de técnica, saber o dispositivo humano libre de las determinaciones morales de su época, de lo cual, además, cabría inferir que si el psicoanálisis logrará de algún modo desconocido eximirse por completo de los designios de la moral que rige en la sociedad, con ese mismo acto estaría perdiendo el poder taumaturgo que se le ha conferido. La crítica de Foucault se encuentra en que considera que con la mitología Freud impugna la historicidad y relatividad cultural que tienen los descubrimientos de la clínica. Por ejemplo, en el mito del patriarca, que augura el destino de «toute la culture occidentale et peut-être toute civilisation», hay una historicidad negada. Esta historia es la de un acontecimiento, que relativiza la formula psicoanalítica de los complejos familiares, sólo certeza indiscutible a partir de la imposición y extensión de un precepto jurídico que constituyó la práctica psiquiátrica: la menoría bajo tutela de la familia. Dans la grande réorganisation des rapports entre folie et raison, la famille, à la fin du XVIIIe siècle, joue un rôle décisif -à la fois paysage imaginaire et structure sociale réelle; c'est d'elle que part, c'est vers elle que s'achemine l'oeuvre de Tuke. … Par le fait même la minorité sous tutelle de famille, statut juridique dans lequel s'aliénaient les droits civils de l'insensé, devient situation psychologique où s'aliène sa liberté concrète. Toute l'existence de la folie, dans le monde qu'on lui prépare maintenant, se trouve enveloppée dans ce qu'on pourrait appeler, par anticipation, un «complexe parental»… Désormais, et pour un temps dont il n'est pas encore possible de fixer le terme, les discours de la déraison seront indissociablement liés à la dialectique mi- réelle, mi-imaginaire de la Famille37. De este modo, Freud, al no situar sus descubrimientos en un contexto de análisis histórico, a través de su mitología elevó al rango de verdad arcaica de la condición humana las convicciones y las elecciones de una época. Y esto porque compartió con los psiquiatras el imperativo de objetivizar la locura, tornarla objeto positivo de conocimiento, imperativo que Foucault interpreta como el fervor sin límite de toda una cultura, la del clasicismo en adelante, por constituir una garantía de la no- locura. L'objectivité que nous reconnaissons aux formes de la maladie mentale, nous croyons aisément qu'elle est offerte librement à notre savoir comme vérité enfin libérée. En fait, elle ne se donne qu'à celui précisément qui en est protégé. La connaissance de la folie suppose chez qui la détient une certaine 36 Michel Foucault. “Naissance de l’asile”. Op. cit. Chapitre IV de Troisième partie de Histoire De La Folie. p. 608. 37 Loc. Cit. http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei 10

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Binswanger», «Maladie mentale et personnalité», «La psychologie de .. conséquence et de dégradation, entre la santé et la maladie, le normal et
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