ebook img

La conjuración sagrada : ensayos 1929-1939 PDF

272 Pages·2008·7.485 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview La conjuración sagrada : ensayos 1929-1939

Georges Bataille Georges Bataille La conjuración sagrada Ensayos 1929-1939 Selección, traducción y prólogo de Silvia Mattoni Adriana Hidalgo editora fi'losofta e historia Editor: Fabián Lebenglik Diseño de cubierta e interiores: Eduardo Srupía y Pablo Hemández © Editions Gallimard, CEuvm Compll:tes. Tome 1, 1970 © Adriana Hidalgo edirora S.A., 2003 Córdoba 836- P 13- 0[ 130! (1 054) Buenos Aires e-mail: ahidalgo@)infovia.com.ar ISBN: 987-9396-90-1 Hecho el depósito que indica la ley 11.723 Impreso por Grafinor s.a. -Lamadrid 1576-Villa Ballcster, en el mes de mayo de 2003 Ruff' s Graph Producciones-Estados U nidos 1682 3m Impreso en Argentina Prínted in Argentina Prohibida la reproducción parcial o rotal sin permiso escrito de la editorial. Todos los derechos reservados. PRóLOGO Los textos que integran este volumen han sido extraídos del tomo I de las Oeuvres completes de Georgcs Bataille editadas por Gallimard. Se trata de un conjunto de ensayos que se han dividido aquí en tres secciones. La primera -"Documentos"· conticne los primeros escritos ele Bataille aparecidos en la revis ta homónima, dedicados principalmente a observaciones sobre artes antiguas y modernas. Su punto culminante es el exuaor dinario ensayo sobre Van Gogh, aunque también encontramos allí el proyecto muy personal que Bataille emprendió junto a Michel Lciris -al que denominó "diccionario crítico"- en el que a partir de los términos más familiares se revelan unas aso ciaciones inquietanres, una sensibilidad alerta que no se deja apaciguar por ninguna definición preconcebida. La segunda sección -"La crítica social"-también se organiza en torno a los materiales que Bataille produjo para una revista, si bien noto dos los textos incluidos fueron publicados en ella. A partir de dos ensayos fundamentales como "La noción de gasto" y "La eséructura psicológica del fascismo", se siguen ciertos desarro llos sobre lo social que deben relacionarse con el Colegio de Sociología fundado y promovido por Bataille, Leiris y Roger Caillois en la década de 1930. Por ültimo, "Lo sagrado" reúne textos que se publicaron en diversas revistas y que -si bien no 5 Silvio Martoni dejan de estar estrechamente vinculados con los anteriores-deben su impulso a la vida efímera e intensa de la revista Acéphale, para la cual el artículo "La conjuración sagrada" hiciera las veces de manifiesto o declaración inaugural. En todos los ensayos que se leerán, pintura, literatura, filo sofía o sociología se ponen bajo la advocación de la experiencia, transmiten una imensid~d que atraviesa toda la.obra de Bataillc, como si su pensamiento siempre hubiera desplegado las mis mas obsesiones, quizá porque todo pensamiento que haga ho nor a su nombre se revela en su grado de fidelidad consigo mismo. En el primer ensayo de nuestra selección hallamos una vindicación de lo informe, de los monstruos que imitan y exas peran las aristas de unas figuras cuya simetría les resulta inJ.cce sible. En el último -también arbitrariamente elegido aunque simboliza los diez años en los que se escribieron todos los de m~s ensayos-el arre moderno se describe como una búsqueda misteriosa, casi inconsciente, de lo sagrado: los resultados si guen mostrando e! carácter inaccesible dd objeto, y por lo tan to persisten en su falta de forma, en la incompletud. Podría mos decir que tanto los bárbaros que copian mal un caballo griego como los pintores y escritores surrealistas que no acatan ningún principio de realidad dejaban huellas de lo heterogé neo. Quizás a los objetos del gasro improductivo, a los seres excluidos; a lo divino y a lo miserable -aquello que Baraille denomina elementos del mundo heterogéneo, opuesto a la homogeneidad de la producción que garantiza la reproducción de las sociedades....::"Cluizás a todo ese ámbito de pura negatividad donde radica sin embargo Ja cohesión social, lafuerza, la finali dad de una comunidad, habría que añadirle estas figuras de lo irrepresentable. En arre, entonces, lo heterogéneo sería lo que no puede ser leído como representación de alguna realidad com- (i Prólogo ----- pleta. Y Batai!le agrega que la oposición entre lo monstruoso y lo simétrico, entre lo informe y la regularidad impuesta, existe también fuera del mundo humano: el caballo es académico, la araña o el hipopótamo, no. Hay algo incompleto o inacabado en ciertas formas naturales que se rehusarían a ser asociadas con emblemas de poder y de orden, d~ homogeneidad. Una flor puede parecer bella, y hasta simétrica, pero sólo porque: se pien sa en oposición alá materia pútrida e informe que la engendra, entre las raíces y el húmedo abono. · Finalmente, Bataille encuentr;1una figura, un mito para plas mar gráficamente la búsqued~ interminable que lo rige, aunque sea una figura que niegue absolutamente toda"c:irientdción, toda regencia. Hablo del "Acéfalo", un dios o un monstruo, o apenas Ún ser sin cabeza, un cuerpo no sometido a !a' superioridad jerár quica dd órgano central. Por medio de una de esas grotescas divinidades inferiores con que los gnósticos representaban el ca-, rácter maldito, inacabado, insalvable del mundo terrestre, Bataille piensa también en un plano político: laexistenci:1 de una cabeza· tiene como resultado no sólo posible, sino casi necesario, el fas cisn'lo u otras formas del dominio absoluto de lo uno sobre lo diverso. Por supuesto, una sociedad acéfala se acerca al límite de su propia. disgregación, pero sólo en ese límiée, al borde de la descomposición, podrá constituirse como s~ciedad policéfala. Sin embargo, antes de ese horizonte todavía monstruosamente inaccesible, se trata de promover las decapitaciones en todos los sentidos, celebrar los misterios del Acéf.1lo. En los momentos en que cae la cabeza, en los instantes sagrados de la fiesta, el éxtasis, la alegría ante la muerte, el goce erótico, se funda la comunidad imposible, la comunidad deseable. ¿De qué habla Bataille en esta época: y quiz;Ís en t ~ . u, obra? Habla de la amistad, única forma de la vida soc· ·_. ~Ue se 7 Sílvio Marroni aproximaría a la comunidad policéfala. Cuando refiere la pre sencia del pintor André Masson, que ha dibujado al dios sin cabeza y sus emblemas, cuando Bataille piensa en el dolor de su amigo -que no puede soporrar la idea de su propia muerte y la de los suyos- se toc:t el fundamento verdadero, lo común, de una conjuración sagrada. Se trata de actuar sin perder de vista ese límite atroz que la muerte diseña a cada momento. En pa labras de Baraille, debemos "danzar con el tiempo que nos mata", encontrar la alegría intensa del presente, y J.!lí al fin la presencia del otro, un amigo, varios. La amistad -que parece una rela ción social sin peso específico, casi relegada a la esfera del entre tenimiento o la banalidad-cuando roza el objeto que b deter mina, y que es a la vez la muerte propia y la del otro, puede ser la promesa de una fiesta común, celebración del nacirnienco de un dios policéfalo. Y la amistad sólo puede alcanzar ese carácter absoluto, aunque no se manifieste y parezca seguir ostentando las maneras displicentes, tácitas, interrumpidas que la definen, cuando no hay idea de un más allá, cuando se piensa que los amigos, como uno mismo, están destinados a desaparecer defi nitivamente, que no hay siquiera posteridad, que los libros no retienen nada, son una cosa más añadida al mundo atestado de objetos que tan sólo confirma la ausencia irremediable. Que dan, claro, los mitos que se convirtieron para alguien en desti no, pero que apenas pueden revivir un instante si otro los quie re para sí. ¿Y cómo sería posible ese otro si no se vislumbra la comunidad sagrada con que sueña Bataille? La amistad no es simétrica, no es monocéfala, y hasta pode mos desdecirnos y negar que sea el fundamento de cualquier otra cosa. Forma lábil del amor, no puede definirse sino corno la sensación de alegría asociada a alguna causa externa. Pero la alegría sólo pertenece al presente. Corno sugiere Blanchot, cuan- 8 Prólogo -------------------- ~--------------------- do escribe soore h imposibilidad de que su amistad con Bataille sea objeto de una rememoración: "Todo lo que decimos no tiende sino a ocultar la única afirmación: que todo debe des aparecer y que no podemos permanecer ficl_es más que velando por este movimiento que desaparece, al que algo entre noso uos, algo que rechaza todo recuerdo, pertenece desde ahora." La ausencia del otro señala el intervalo, la interrupción de una charla que no podrá recuperarse. Sin embargo, antes de morir, el goce de un presente que se sabe finito, que extrae su intensi dad de esa conciencia de un límite que es inseparable del deseo de anularlo, abre el espacio de la amistad como festejo discreto del día, de la noche, de la hora. En un manuscrito inédito, Bataille anota que "aquel que contempla la muerte y se regocija ya no es m<Ís el individuo destinado a la putrefacción del cuer po, puesto que la mera puesta en juego de la muerte lo había proyectado ya fuera de sí mismo, riéndose de todas las miserias en el seno de la comunidad gloriosa, donde cada instante ex pulsa y aniquila al anterior, y el triunfo del tiempo se le revela unido al movimiento de conquista de los suyos. No es que así imagine escapar a su suerte reemplazándola por una comuni dad más perdurable que la persona. Todo lo contrario, la co munidad le resulta necesaria para tomar conciencia de la gloria ligada al instante que lo verá arrancado del ser." En esa gloria de la supresión anticipada de un ser que intensifica lo único que hay, toda presencia se vuelve sagrada. Y la presenci:1 sólo puede pensarse sin cabeza, es decir, con varias. Una para vivir los éxta sis de ciertas experiencias que rebasan la discoÍi.tinuidad del ser individual. Otra para contar los detalles que separ:1n los mo mentos propicios para que un individuo encuentre su propia imposibilidad de repetirse. Otra más, para imaginar los deseos ajenos y el dolor. La última quizás, para regalar a los amigos 9 Sil vio Mattoni entre las risas de un banquete animado por un dios escondido, morral, que desaparece después de la ocasión. Que Bataillediga mejor lo que vale su experiencia y su pensa miento. Tan sólo quisiera señalar ahora, superficialmente, la par ticularidad de su estilo, lo valioso de su escritura en apariencia desmañada, apresurada. Sería contradictorio, y hasta falaz, que en su búsqueda de lo excesivo, lo monstruoso, lo heterogéneo, Bataille asumiera el academicismo de la gramática francesa. Los saltos ·que ejecuta a veces de una idea a otra tienden a adquirir una velocidad y una violencia que el idioma hci. puede contener,' se alejan de cualquier frase hecha. 'Los escritos de Bataille siempre parecen estar en gestación. Los guiones, las intercalaciones, los do~ puntos que indican soluciones de continuidad soh como las huellas mudas de algo. que pasó por la página tan rápidamente que ningún rérmino alcanzó a nombrarlo.Leemos mucho en Bataille, y cosas de la mayor importancia, pero nada se ha dicho todavía porque el silencio pesa, porque la práctica de la alegría ante la muerte no puede enseñarse, porqu~ nada se convierte en hábito. Y por eso Bataille sigue escribiendo, durante casi treinta años después de estos ensayos. ¿Podemos decir que escribe lo mismo, siempre? Algo que no está en lo escrito, algo imprevisi ble en cada texto suyo, desde el principio, nos da la sensación de que todavía se está escribiendo. Él está escribiendo si somos la comunidad sagrada que puede hacer de la ausencia un movi miento de intensificación del presente. Si hago silencio, seré ese "¿quién?" sin respuesta conjurado por mi propia desesperación y mi propia certeza del fin. Si/vio Mattoni Córdoba, 12 de diciembre de 2002 10

See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.