Corre el siglo XI: la Península se ve amenazada por la invasión de los almorávides, lodos, moros y cristianos, pueden sucumbir ante el arrojo de estos hombres liderados por el feroz Yusuf ben Tashufin. La supervivencia o desaparición de los pueblos peninsulares depende de su capacidad de unirse. Al-Mutamid sabe que quizá la única forma de lograr la continuidad de su reino, la taifa de Sevilla, sea contar con la protección del Rey-Emperador. ¿Qué mejor manera de asegurar una alianza que entregándole a su propia hija en matrimonio? Así pues, con apenas doce años, Zayda, hija del rey Al-Mutamid, es ofrecida al rey Alfonso de Castilla, que ya está casado con doña Inés de Aquitania. Zayda ha sido educada por las almeas y sabe de arte y literatura, así como de armas y batallas, además de tener una belleza excepcional. Consciente de que la princesa puede ser una aliada incomparable, el rey Alfonso acepta recibirla en su corte y promete casarse con ella cuando su esposa muera. Pero las cosas no resultan tan sencillas para la joven, quien deberá aguardar mucho tiempo, soportando los matrimonios y amoríos de su prometido. Mientras espera, Zayda intenta por todos los medios que su padre, Al-Mutamid, y Alfonso VI, el Rey-Emperador, unan realmente sus fuerzas contra los invasores almorávides, los fieros hombres velados de negro procedentes de África, y así impedir el desplome de los reinos de taifas. Basada en un personaje histórico, La concubina del Rey-Emperador se inspira en la vida de una mujer excepcional, testigo de los grandes cambios y logros del rey Alfonso VI, uno de los más recordados de la historia de España. Con una prosa hábil y un ritmo dinámico, Vicenta Márquez de la Plata recrea una época en la que las fronteras entre árabes y cristianos no estaban tan definidas, un momento crucial para nuestra comprensión del presente.