LA FORMACIÓN DELTEJIDO URBANO EN AL-ANDALUS ManuelAciénAlmansa Universidad de Málaga Para exponer la formación del tejido urbano en al-Andalus se hace ineludible referirse a la problemática general en que se enmarca, que no es otra sino la de la caracterización de la ciudad islámica. Es por ello que en la presente exposición se dedicaráun primerapartadoadicho tema, al que seguiráel referidos al urbanismoen al-Andalus, debiendo advertir que de este último tan sólo se abordarán unos escasos elementos, de los múltiplesposibles, yesos setratarán casi exclusivamenteapartirde los datos arqueológicos, como muestra del carácter probatorio que posee esta infor mación. La caracterización de la ciudad islámica Parece claro que de la ingente bibliografía sobre el tema se puede extraeruna primera conclusión, como es que bajo el mismo término de "ciudad islámica" se esconden diversos conceptos, puesto queresultadifícil aceptaralguna unanimidad en tan dilataday abundante producción bibliográfica. Entiendoqueesosdiversosconceptossepuedenresumirendosgrandesgrupos, como son, por una parte, los que piensan que en esa extensa bibliografía sólo se ha ido dando una simple acumulación de matices sobre un estereotipo invariable desde hace casi un siglo; tal es la opinión de NezarAISayyad, quien incluye en esa mera acumulación aportaciones tan recientes como la de Albert Hourani y Besim Salim Hakimi; mientras que para otros, los diversos conceptos a los que alude el término se derivarían de variaciones en la aproximación, pudiendo entender ésta como simple mente físico-topográfica, desde unaóptica social centrada en laorganización urbana, a partir de la influencia del derecho, o como resultado de la actividad económica, aproximaciones que conllevarían una traducción física, y así la organización urbana seplasmaríaen los barrios separados, el derechoen latramadeviariosy laeconomía en el espacio del mercado. Pero con independencia de que se acepte una u otra posición, el hecho es que desde los años ochenta se han vertido una serie de críticas sobre el conceptotradicio i N. AISayyad, CitiesandCaliphs: On the GenesisofArab Muslim Urbanism. Westport, 1991, pp. 26 y 33. Lasobras citadas son A. Hourani, "The lslamic City in LightofRecent Research", en A. Hourani y S.M. Stern, TheIslamicCity,Oxford, 1970;y B.S. Hakim,Arabic-lslamicCities:BuildingandPlanning Principies,Londres, 1986. :"ThelslamicCity: HistorieMyth,lslamic EssenceandContemporaryRelevance",InternationalJournal ofMiddleEastStudies, 19/2(1987),pp. 155-176. '"TheUsesofaConcept:'TheMuslimCity"",enK.Brown,M.Jolé,P.SluglettyS.Zubaida(eds.),Middle EasternCitiesinComparativePerspective,Londres, 1986. 11 ManuelAciénAlmansa nal, de lo que son buenamuestra los trabajos deJ.L.Abu-Lughod2, K.L. Brown3,Ph. Panerai4 o R. Ilbert5, que han continuado en los años noventa el propio AISayyad y una serie de investigadores japoneses6. La intensidad de los ataques, o el revuelo suscitado, no ha pasado desapercibido para los estudiosos de al-Andalus, y así, en una obra tan reciente como la de P. Cressiery M. García-Arenal (eds.), Genésede la ville islamique en al-Andalus etau Maghreb occidental, (Madrid, 1998), los editores se ven en la obligación de considerarel concepto como"poco adecuado" debido a su "inmutabilidad"7. Sinembargo,enunartículodelmismovolumen, PierreGuichardse haceecode los intentosderecuperacióndel conceptotradicional,alquese leconcede "cierta validez", y trata de adaptarpara al-Andalus, frente a los ataques de inmutabi lidad, la"evolución cronológica"propuestaparalasciudadesdeOriente Próximopor J.C1. Garcin8. Como se acaba de decir, las críticas son bastante numerosas, por lo que no resulta fácil resumirlas aquí, si bien se pueden destacar algunos de los componentes más repetidos, como que se trata de un concepto elaborado por el colonialismo, entendiendo éste en el sentido "orientalista" que denunció Edward Said, ya que este últimoautorincluyóen sudemoledoracríticaalafiguradeGustavevonGrunebaum, quien venía siendo considerado comoel responsable de la síntesisdefinitivadel con cepto tradicional9. Estaopinión es matizadaen algún caso con laadjudicación prefe rente al colonialismo francés, puesto que se pretende ver en el congreso de Oxford, publicado porAlbert Hourani y S.M. Stern, el inicio de los ataques y la revisión del conceptotradicional porobradeantropólogosysociólogosamericanosybritánicosi0. Pero, más concretamente, las críticas se refieren al sentido de inmutabilidad con que se concibe la ciudad islámica, en correspondencia con la imposibilidad de evolución que se aplica al conjunto de la sociedad que crea tal ciudad, pero también a que se utilizan esquemas simplistas basados en dicotomías, como la contraposición ciudad europea / ciudad islámica, o lo que es lo mismo, orden / desorden; la radical separa ciónentreciudadycampo;o losqueven unapresenciadeterminantedel islam, frente a los que defienden unaausenciatotal de lareligión en el urbanismo musulmán. 4"Surlanotiondevilleislamique",Peuplesméditerranéens,46(1989),pp. 13-27. 5 "La ville islamique: réalité et abstraction", Les Cahiers de la recherchearchiteetural, 10-11 (1982), pp. 6-13. *ReunidosenM.HanedayT.Miura(eds.),IslamicUrbanStudies.HistoricalReviewandPerspectives,Lon dres-NuevaYork, 1994;másrecientemente,T.Miura,"Thecityasaframeofreference:beyondthedichotomy oftheorientalistidea",enM.NaciriyA.Raymond,Sciencessocialesetphénoménesurbainsdanslemonde Arabe. Actes du colloquede l'ALMA, Casablanca, 30novembre-2 decémbre 1994, Casablanca, 1997, pp. 43-57. 7"Présentation",p. 12. *"Lesvillesd'al-Andalus etde l'Occidentmusulman aux premiers siéclesde leurhistoire. Unehypothése récente"p. 39; lareferencia, J.-Cl Garcin, "LeCaireet l'évolution urbainedespaysmusulmans", Annales islamologiques,25(1991),pp.289-304. ''E.W.Said,Orientalismo,Madrid, 1990pp.348-352.LasíntesisdevonGrunebaumen"TheStructureofthe MuslimTown",enIslam:EssaysintheNatureandGrowlhofaCulturalTradition,AnnArbor, 1955(reed., Londres, 1961). 0'M. Kisaichi,"The Maghrib",enM. HanedayT. Miura(eds.),Islamic UrbanStudies,pp. 35-36;enclaro contraste con la opinión yaexpresada deNezarAISayyad, como muestrade la falta de unanimidad en los críticos. 12 Laformacióndeltejido urbanoenal-Andalus La revisión más exhaustiva y crítica al concepto tradicional es la que llevan a cabo los investigadores japoneses citados, quienes concluyen que se trata de una "abstracción ideológica", producto de la manera europea de entender el mundo islá mico ". Frente a la inmutabilidad del concepto tradicional, abogan por un estudio de la ciudad islámica desde su aparición hasta "la moderna industrialización y urba nización" 12, y el concepto que consideran válido para ello es el de unframework, adjetivado como "islámico". Framework es también el término alternativo que pro pone N. AISayyad para superar la definición topográfica del concepto tradicional '\ si bien con una amplitud bastante diferente, puesto que este autortan sólo lo aplica a la génesis de la ciudad islámica. Parece ser que el sentido propuesto por los autores japoneses sería el de "sistema", tan en boga últimamente en las denominadas "cien cias sociales", antes que el también posible de "estructura", resultando curioso que frente al rechazo tajante del concepto de ciudad islámica, sí se acepte, en cambio, un "sistema islámico" y un "mundo islámico" 14, si bien no llegan a definir nunca lo que entienden por "islámico". Sin embargo, Toru Miura apunta en su "Conclusion" que una línea efectiva para estudiar los elementos islámicos podría ser la compara ción con ciudades como Estambul oAlepo, "con sus amplias poblaciones no musul manas"15, de donde se deduce el empobrecedor sentido del adjetivo "islámico", sólo como religión. Ademásde lascríticasalosviejosescritoscolonialistas,también en laactuali dad se han denunciado ciertas caracterizaciones como políticamente inaceptables, tal y como ha puesto en evidencia B. Ward-Perkins con respecto a las definiciones que los autores israelíes Y. Tsafrir y G. Foersterproponen para la Scythopolis del s. VII, donde se da, según ellos, "una combinación de estilos constructivos romano y orien tal", locual parael arqueólogobritánicodenuncianteconstituyeuna identificación de lo romano con Tel Aviv y lo oriental conAlepo. además de que lo que dichos autores identifican como romano parael s. VII es académicamente incorrecto16. Considero que también se pueden advertir unos determinados intereses en el proyecto centrado en la Universidad de Tokyo, con una fecha de inicio tan reciente como 1988 y que cuenta con 120 investigadores, lo que facilita la exhaustividad ya dicha. Una primera sorpresa surge al observar, entre los centenares de citas biblio gráficas, una única alusión, y ésta de carácter historiográfico, a los estudios que viene ofreciendo A. Northege sobre un yacimiento tan fundamental para el conoci 11 M. Haneda, "Introduction. An Interpretation oftheConceptofthe <Islamic City>", en M. Haneda y T. Miura(eds.),IslamicUrbanStudies,p.9;T.Miura,"Mashriq",enidem,pp. 157-158. '2T. Miura, "Conclusion. Reinterpreting Urban Studies: Towards a New Perspective", en M. Haneda y T. Miura(eds.),IslamicUrbanStudies,p.331. 13N.AISayyad,CitiesandCaliphs,p. 1. 14T.Miura,"Conclusion",p.332. 15Pp.334-335. 16B.Ward-Perkins,"UrbansurvivalandurbantrasformationintheeasternMediterranean",enG.P.Brogiolo (ed.),EarlyMedievalTownsinthe WesternMediterranean. Ravello, 22-24September1994,Mantua, 1996, p. 150. El artículo de los autores israelíes, "From Scythopolis to Baysan", en G.R.D. KingyA. Cameron (eds.),TheByzantineandEarlyIslamicNearEast,II.LandUseandSettlementPatterns,Princeton. 1994.pp. 95-115. 13 ManuelAciénAlmansa miento del urbanismo musulmán como el de Samarra, del que sólo aparece el artí culo "Creswell, Herzfeld and Samarra" (Muqarnas, 8, 1991)". Apartirde esa primera sorpresa se comprende que el autor del capítulo "The Maghrib", Masatoshi Kisaichi, anuncie en laprimera página de su escritoque lo referente a al-Andalus sólo aparecerá "episódicamente" '8, lo que efectivamente cumple, pese a ser profesor de "Medieval History ofthe Maghrib and the Islamic Spain", y lo cual no se puede entender como un problema lingüístico, a la vista de la variadísima bibliografíacitada, donde también aparece algunacita en español. Si a ello añadimos que, pese a laenorme extensión del estudio -desde las ciudadesturcas hastael Magreb pasando porlas iranias, otomanasy del PróximoOriente-,noseincluyen,porej.,lasdel SEasiático,pareceserquealacro nología amplia de estos autores no les interesan las ciudades que han dejado de existir, aunque sea Samarra, ni las que han dejado de serislámicas, las del antiguo al-Andalus, sino sólo las ciudades vivas, en transformación, "hasta la moderna industrialización y urbanización", y a las que pueden seguir transformando los productos de la industria japonesa, como ya han conseguido con las del SE asiático, que no tienen cabidaen el exhaustivoestudio. Portanto,enestecaso lacríticaalconceptotradicionalsemuestracomobastante interesada, pero en los restantes críticos lo que se advierte es, cuando menos, un error metodológico,en loscasosenqueproponenconceptosalternativos,pueséstossebasan en estudios sobre larealidadactual,o subactual,comoel llevadoacabo,desdeel punto de vista sociológico, por K.L. Brown sobre la ciudad de Salé, donde defiende la base delaurbanidaden lacooperaciónysolidaridadciudadana,frentealapartadotradicional de grupos y barrios cerrados", o en el estudio del antropólogo Dale Eickelman sobre el barrio de Boujad, también en Marruecos, y su concepto de qraba20, que incurren en unaciertacontemporaneidad, pues los conceptos alternativos que proponen los extraen de ejemplos afectados, o plenamente transformados, por el capitalismo, aunque ese capitalismo, como viene repitiendo SamirAmin, en el Tercer Mundo hace pobres yno proletarios. Desde la teoríade los modos de producción el capitalismo es radicalmente diferentede las sociedadestributarias, a las que pertenece la formación social islámica, y lo que se trataría de estudiar es el urbanismo de dicha formación social. Para ello, salvo en el aspecto arqueológico, las ciudades actuales no tienen nada que aportar, y elegir entre el capitalismo global y el capitalismo colonial no supone ninguna ventaja científica,aunquesí deotrotipo, paralos interesados. El concepto tradicional, que se elabora desde los trabajos de los hermanos Marcais:' hastalasíntesisdevon Grunebaumde 1955, enefecto,comohan puestoen evidencia los críticos, posee una serie de connotaciones políticas de tipo colonial, e i7T.Miura,"Mashriq",p. 175. 1"P. 11. "PeopleofSalé: TraditionandChangeinaMoroccanCity I830-1930,Manchester, 1976. :°D.F. Eickelman,"IsThcrean IslamicCity?TheMakingofaQuarterinaMoroccanTown",International JournalofMiddleEastStudies,5(1974). :' Se suele considerarcomo la primera expresión de la teoría el artículo de W. Marcais, "L'islamismeet lavieurbaine"Comptes-rendusde l'Académiedes inscriptionsetbelles-lettres, (janvier-mars 1928), pp. 86-100; mientrasqueel deG. Marcais, "Laconception desvillesdans 1'Islam"Revued'Alger, 2 (1945), pp.517-533,seríaunacopiodematerialesafavordelateoría. 14 Laformacióndeltejido urbanoenal-Andalus incluso racistas, que son totalmente inaceptables. Pero además de ello, el concepto se suele resumir en tres componentes, como son el desorden urbano que tiene su expre sión en la planta laberíntica, la influencia del islam en ese desorden y su inmutabili dad, y el papel determinante del süq, del mercado, en la economíayconfiguración de esas ciudades. Deesostrescomponentes, laplantalaberínticacomoconsustancialy,portanto, también originaria de la ciudad islámica, resulta indefendible en la actualidad, a la vistade lamultiplicaciónde losdatos arqueológicosquedemuestran todo locontrario 22. Con respecto a lo segundo, la influencia del islam, en realidad las opiniones de los autores englobados en el concepto tradicional son más diversas y matizadas que lo que expresan sus críticos. En principio, en el sentido estricto de islam como religión, lasdivergenciasentre losautoressonbastantenotables,porej.,enlasalusionesorefe rencias coránicas sobre el urbanismo, donde algunos, comoA. Lézine, no encuentran ninguna, o sólo una, en lasüra XXXIII cuando se aconseja a las mujeres permanecer en su residencia21, mientras queotros, como B.S. Hakim, consiguen reunirun extenso apéndice de citas coránicas sobre política edilicia24. La identificación entre religión islámicayciudadapareceyaen los hermanos Marcais, pero un autorcomoCl. Cahen no encuentra ninguna influencia de la religión, y de ahí su conocida argumentación de que no hay ninguna diferencia en el s. XI con las ciudades bizantinas e italianas, y hasta el s. X no había ningunadiferenciaesencial con laAntigüedad clásica25. Pero en la mayoría de los autores lo islámico no se limita a lo estrictamente religioso, y así, en la síntesis de von Grunebaum, el islam se considera como "civili zación", aunque sí acepta que el islam es una religión de ciudadanos, cuya expresión material es la mezquita; paraJacques Berque laciudadesel lugarde laley (islámica), adiferenciade la badiya, de los medios rurales, donde impera lacostumbre26; yen el esclarecedor artículo de Robert Brunschvig, no sólo la ciudad está regida por la ley islámica, sino que dicha ley marca su evolución, con locual lapretendida inmutabili dad del concepto desaparece, yademásquedaexplicadoel paso de latramaortogonal originaria, quedemuestra laarqueologíafrentea losdefensores del desorden original, a latrama laberínticatradicional, queesel resultado de una evolución, y portanto no es inmutable, y dicha evolución la impone el derecho defina', lo que he entendido como una de las manifestaciones de la hegemonía de lo privado, desde mi punto de vista, uno de los componentes fundamentales de la ideología de la formación social islámica27. 22Aunque más adelante se verá la opinión coincidente de otros autores, he hecho un resumen del tema en "Sobreel papel de la ideologíaen lacaracterización de las formaciones sociales. La formación social islámica",Hispania,200(1998),enespecial,pp.937-938. 23Deuxtillesd'lfriqiya. Etudesd'archéologie, d'urbanisme, dedémographie. Sousse, Tunis,París, 1971, p. 131. 24Arabic-IslamicCities, Apéndice 1,pp. 142-145. 25 "Mouvements populaires et autonomisme urbaine dans l'Asie musulmane au moyen age", Arabica, 5 (1958),6(1959). 26"Médinas,villeneuvesetbidonvilles",LesCahiersdela Tunisie,6/21-22(1958). 27 El artículode Brunschvig, "Urbanismemediéval etdroitmusulman",Revuedes études islamiques, 15 (1947),pp. 127-155;hedefendidosutrascendenciaen"Sobreelpapeldelaideologíaenlacaracterización delasformacionessociales". 15 ManuelAcién Almansa La importancia del derecho en la configuración y evolución de la ciudad islá mica,puestaderelieveporR. Brunschvig,hasidoampliadaporalgunosautores auna ética e ideal islámicos, como S. Mouline28 y el citado B.S. Hakim, pero la relación entre derecho islámico y urbanismo constituye en la actualidad una de las líneas de investigación más fructíferas, como lo demuestran los trabajos de Baber Johansen y Jean-Pierre van Staevel. Enconsecuencia, el sentidode islámico enel conceptotradi cional no estan estricto como loquieren versus críticos, puestoqueosciladesde una civilización a un derecho, frente al reducido sentido religioso con que lo entendía un T. Miura, pero sobretodo, noesunframeworkatemporal queabarcatantounaciudad capitalista como una tributaria, sino que es mucho más adecuado a la existencia his tórica de la ciudad islámica, entendida éstacomo uno de los componentes materiales fundamentales de la formación social islámica. El tercer componente en que se resumía el concepto tradicional venía a ser el de la importancia del mercado, sobre el cual, con independencia de matices como mercado central o mercados específicos, etc., su relevancia ha sido puesta de mani fiesto desde los escritos de William y Georges Marcais, e incluso con anterioridad para Louis Massignon el mercado era la "esencia" de la ciudad islámica2''; para G. von Grunebaum el mercado es la"cualidadesencial de laestructura de laciudad islá mica", lo que es compartido por L. Gardet30, y también para J. Berque la ciudad, a diferencia de la badiya, es el lugar del intercambio; el destacadísimo papel del mer cado es lo que se destacatambién en monografías sobre ciudades, comoel estudio de Michel Brett sobre Trípoli3', o el de H. Gaube sobre las ciudades iranias32; y aunque la atención preferente de Jean Sauvaget se fijó en la autonomía de los barrios como reflejo del mosaico social, otro de los subtemas del concepto tradicional, su repeti- dísimo esquema de transformación de la avenida porticada en süq, o el plano que publicó de los mercados de la ciudad deAlepo33, demuestran con la mayor nitidez la especial relevancia del mercado en laciudad islámica tradicional. El papel del mercadoha sidotambién uno de lospuntos fundamentalespara la caracterización de la ciudad islámica en que se ha centrado el geógrafo Eugen Wirth, cuyas publicaciones se pueden considerar como las aproximaciones más rigurosas al tema en la actualidad. A él se deben las más decididas argumentaciones sobre la planificación consciente en la fundación de nuevas ciudades, con independencia de la fecha, temprana o tardía, de tales fundaciones, como se puede ver en sus artículos sobre las ciudades meriníes y almohades en Marruecos34, y asimismo ha sido de lo 2*"Lavilleetlamaisonarabo-musulmanes",BulletinéconomiqueetsocialduMaroc, 147-148(1983). 29"Lescorpsdemétiersetlacitéislamique",RevueInternationaledesociologie,28(1920);reed.enOpera minora,vol. 1,Beirut, 1963. 30Lacitémusulmane. Viesocialeetpolitique,París, 1954. " "TheCity-StateinMedievalIfriqiya:TheCaseofTrípoli",LesCahiersdelaTunisie,34/137-138(1986). 32IranianCities,NuevaYork, 1979. 33Alep. Essaisurledéveloppementd'unegrandevillesvriennedesorigines aumilieuduXIX"siécle, París, 1941. 34"StadtplanungundStadgestaltungimislamischenMaghreb. 1,FesDjedidals 'villeroyale'derMeriniden (1276 N. Chr.)", Madrider Mitteilungen, 32 (1991), pp. 213-231; y "Stadtplanung und Stadgestaltung im islamischenMaghreb.2,dieRegelhafteRaumorganisationdesalmohadischenPlankonzepts",MadriderMit teilungen,34(1993),pp.348-368. 16 Laformacióndeltejido urbanoenal-Andalus más crítico con las definiciones topográficas, sobre lo cual llegó a afirmar que si se cambiara el término "mezquita" por el de "iglesia" o "catedral", la definición servi ría igualmente para las ciudades occidentales35. Pero además, se puede observar una interesanteevoluciónensucaracterización, puesen el artículo de 1982 efectivamente defendía que el zoco es lo que diferenciaba a la ciudad islámica de las de "cualquier otra época histórica y de cualquierotra cultura"36, porconsiguiente individualizando y situando en su contexto histórico a dicha ciudad, pues, según afirmaba, "el süq es probablemente el único criterio determinante de la ciudad del Oriente Medio que puede ser considerado como herencia cultural del islam"37; y continuaba, "pero el zoco,entretodas las instituciones,es laquetienemenos relación con el islam en tanto que religión", por lo que concluía, "no hayciudadislámica, sino ciudadorientar™. El sentido restrictivo de islam como religión fue criticado acertadamente por Hichem Djai'ten sucapítulo"L'orientalismeetlaville islamique"39,aloquese puede añadirel olvido del esclarecedorartículo de Robert Brunchvig de 1947; sin embargo, en su artículo de 1993, a partir de la ciudad de Fez40, y en el más reciente y general de 19974I, precisa que la dominante esencial es la vida privada, lo cual es la causa de que en latopografía urbana el espacio público sea lo negativo, frente a lo positivo del espacio privado, y que esa vida privada que rige el urbanismo es algo más que la simple defensa de la intimidad, del honor familiaro del papel de la mujer. La evo lución del pensamiento de Eugen Wirth ha sido una feliz coincidencia, pues vengo defendiendo, desde 1987, la hegemonía de lo privado como característica propia de la ideología de la formación social islámicay sumaterialización en el urbanismoy la vivienda42, lo que ahora se refuerza desde el campo de la geografíay la planificación urbanística. Yparaterminarconestarápidarevisión bibliográfica, sehadealudira laspro puestas de Jean-Claude Garcin sobre la reivindicación del concepto tradicional y su evolución,claramentedirigidascontralascríticasalainmutabilidad. Elrecienteresu men de la hipótesis efectuado por Pierre Guichard43 me exime de entrar en detalles, pero sí deseo señalar la fuerte vinculación que se establece entre Estado y evolución urbana, ya que las distintas fases de ésta se corresponden con los distintos grados de presencia,evoluciónoausenciadeaquél,en loquevieneacoincidir,para lasprimeras fases de la ciudad "gentilicia" y la originada por el poder estatal, con la conclusión deAISayyad de que tienen más que ver con el deseo de la autoridad que con ideales 35"Villesislamiques,villesarabes,villesorientales?Uneproblematiquefaceauchangement",enA.Bouhdiba yD.Chevallier(eds.),Lavillearabedansl'Islam,Túnez-París, 1982,p. 194. 36ídem,p. 197. 37ídem,p. 198. 38ídem,p. 199. 39Al-Kufa:Naissancedelavilleislamique,París, 1986,pp. 139-154. 411"Esquissed'uneconceptionde lavilleislamique.Vieprivéedans l'Orientislamiqueparoppositionávie publiquedansl'Antiquitéetl'Occident",Géographieetcultures,5(1993),pp.71-90. 41 "Lavieprivéeentantquedominanteessentielledesvillesde l'Orientislamique",enM.NaciriyA. Ray- mond,SciencessocialesetphénoménesurbainsdanslemondeArabe.Actesducolloquedel'ALMA, Casa- blanca,30novembre-2decémbre 1994,Casablanca, 1997,pp. 123-130. 42"Madrnatal-Zahra'enelurbanismomusulmán",CuadernosdeMadínatal-Zahrá',1(1987),pp. 11-26. 43"Lesvillesd'al-Andalusetdel'Occidentmusulman",pp.39-40. 17 ManuelAciénAlmansa urbanos islámicos44,a loqueañadeGarcinconsecuentementequelaausenciadeauto ridad es lacausa de la aparición de la ciudad tradicional. En resumen, la relevancia o "esencia" del mercado que observan todos los autores se puede poner en relación con lo que SamirAmín denominó modo de pro duccióndepequeñomercado simple, modode producción queservía paradiferenciar a la formación islámicade las restantes formaciones sociales tributarias. Partiendode S. Amín, he propuesto una caracterización de la ideología de dicha formación social, uno de cuyoscomponentes es la hegemoníade lo privado, loquesematerializa, entre otras cosas, en el predominio de lavida urbana, la especial concepcióndel urbanismo y de la vivienda. Esto no es nada atemporal, pues su vigencia será la de la propia formación social, e históricamente se encuentra ya desde sus inicios, como ha recor dado Pedro Chalmeta, de lo que destacaré que el primer funcionario que nombró el Profeta tras la conquista de La Meca fue el camilal-süq, que el espacio reservado al mercado en la nueva Kufa era igual que el concedido a la ideología (dár al-imara y yámi'), y que en el famoso edicto de cUmar b. cAbd al-cAzfz, se tendía ya a oponer árabe-musulmán-ciudadano, a no musulmán-campesino45. En consecuencia, no cabe laciudad "gentilicia"= tribal, como una fasede laciudad islámica, pues ladiferencia en este caso no es sólo entre formaciones sociales, sino en el modo de producción, tribal/tributario. Esto no quiere decir que no hayan existido, realmente, elementos tribales en determinadas ciudades islámicas, pero era una realidad inaceptable para la ideología, y he señalado que una de las causas por las que al-Farabi compone su al-Madína al-fadihi es para terminar con esos elementos4\ Pero la teorización de al-F<3r¿?bfes mucho más que eso, pues supone la identificación definitiva entre ciudad e ideología islámica, lo que implica, entre otras cosas, la ordenación de todo el territorio -no sólo el urbano-, la hegemonía de lo privado y laespecial división técnica del trabajo. Aunque los estudiosos del urbanismo no suelen prestarle mucha atención, la teoriza ción de al-F<5rabf unifica e individualiza a la ciudad islámica frente a las de otras formaciones sociales, y ha tenido vigencia hasta que han cambiado las relaciones de producción, hasta la imposición del capitalismo. Lavigenciade lateorización no implica la inmutabilidad, ydehecho lamayor presencia, o evolución, del Estado puede significar cambios en la fisonomía de la ciudad, como quiere Garcin, por ej., en la aparición de las al-mudaynals en lo que denomina la "ciudad de los caballeros", pero la evolución de la ciudad no la impone el Estado, ni laciudad tradicional se debealaausenciade autoridad, porque laevolu ción que da lugar a la ciudad tradicional está regida por elfiqh, y éste se basa en la hegemonía de lo privado que impone la ideología, loque hasabido observarE. Wirth através de la planimetría. Este concepto se encuentra lejos del modelo colonial, pero creo que está más lejos aún de sus críticos contemporaneistas 44N.AISayyad.CitiesandCaliphs,p. 114. 45 P. Chalmeta. "Fontions urbaines et administraron", en M. Naciri y A. Raymond, Sciences sociales et phénoménes urbains dans le mondeArabe. Acíes du colloque de I'ALMA, Casablanca, 30 novembre-2 decémbre1994,Casablanca, 1997,pp.59-65. 46"Sobreelpapeldelaideologíaen lacaracterizacióndelasformacionessociales",p.949. 18 Laformacióndeltejido urbanoenal-Andalus La ciudad islámica en al-Andalus Una de las evidencias de que el concepto abstracto de modo de producción tributario seadecúaa la realidadconsisteen laidentidad,odifícil distinción,enbuena parte de la culturamaterial de las sociedadesconcretasenque dominadicho modode producción. Es lo que ocurre, con respecto a las fuerzas productivas, por ej., en los útiles de trabajo, y también se puede encontrar el mismo origen en las críticas a la definición topográfica de ciudad islámica, por ej., en la evolución aludida de Eugen Wirth y sus dudas en denominarla como ciudad oriental, o aproximarla, sarcástica- mente, a la ciudad feudal. Pero, de la misma manera, la validez del concepto de formación social ha de dar cuenta, además de las identidades aludidas, también de las diferencias con res pecto a las restantes formaciones sociales que participan del mismo modo de pro ducción. Sobre esas diferencias en la cultura material de la formación social islámica apuntaba, entre otras posibles, la fortificación, el urbanismo, la vivienday la decora ciónarquitectónica. Enel mismotrabajome limitéal últimodelostemasaludidos47,y me refería a las investigaciones de los autores franceses sobre al-Andalusy su carac terización de los husün rurales como correspondientes a un mundo sin señores, a diferencia de los contemporáneos edificados por los feudales48, por lo que ahora me ocuparé de otro de esos componentes, el urbanismo, limitándome al espacioandalusí para el que se nos convoca. En realidad, las limitaciones son bastante mayores que las del espacio citado, pues, enprincipio, losmúltiples aspectosytemáticas quedeberían sertratadosen una aproximación al urbanismo andalusí resultan imposibles de abarcar en una introduc ción como la presente, pero además intencionadamente me limitaré a la información arqueológica, y desde éstaatan sólo tres aspectos del urbanismo, como son la apari ción de la ciudad islámica, el planeamientoy lapresenciadel modo deproducción de pequeño mercado simple. La información procede principalmente de excavaciones y trabajos recientes, pues no se pretende ninguna revisión bibliográfica, y es por ello por lo que no aparecen autores tan significados en el tema como un Leopoldo Torres Balbás, lo que no se ha de entender como indiferencia, sino más bien como todo lo contrario, pordarloporsabido,comopuntodepartidainexcusable,yquesiguesinser sustituido porobras bastante recientes, pese a sus pretensiones49. La aparición de la ciudad islámica Porloquerespectaalaapariciónde laciudad islámicaenal-Andalus,sepuede establecer una primera división entre las ciudades de nueva creación y en las que se da una pervivencia de las ciudades del mundo antiguo. Dentro de las primeras se 47"Sobreelpapeldelaideologíaen lacaracterizacióndelasformacionessociales",pp.961-968. 48"Aloqueahorasepuedeañadir laejemplarconfirmación de P. Cressier, "Cháteauxetterroirs irrigués danslaprovinced'Almería(Xc-XVsiécIes)",enCastrum5.Archéologiedesespacesagíairesméditerra- néensauMoyenAge,Madrid-Roma-Murcia, 1999,pp.439-453. 49Como ladeC. Mazzoli-Guintard, Villesd'al-Andalus. L'EspagneetlePortugalál'époquemusulmane (VI11'-XVsiécles),Rennes, 1996. 19 MANUHLACIÉN Al.MANSA encuentran las ciudades erigidas o impulsadas porel poder, de lo que son excelentes ejemplos la ciudad de Murcia en el s. IX, o Almería y Madmat al-Zahr<5' en el siglo siguiente, y las ciudades espontáneas, surgidas al margen del poder, y cuyo ejemplo más conocido es el de la ciudad de Bayyana. Unasyotras se pueden considerarcomo plenas ciudades islámicas desde su origen, por su obvia conexión con el poderen un caso, yporconstituirla unapoblación socialmente islamizadaen el otro,con indepen dencia del origen de dicha población, y como lo demuestra su preferente actividad mercantil y artesanal. El caso más problemático esel de latransformación, opervivencia, de lasciu dades antiguas, sobre lo cual, lo primero que se ha de advertir es que no se trata de un fenómeno exclusivo de la antigua Hispania, sino que es común a otras zonas de expansión del islam, como el Oriente Próximo yel Magreb. Paraéstas seviene admi tiendo que la transformación de la ciudad antigua se ha producido con anterioridad a la conquista islámica, como defiende Hugh Kennedy sobre las ciudades sirias, frente a la opinión de un Sauvaget que la situaba en época islámica o, como se ha visto, de un Cl. Cahen?". Es la misma conclusión a la que llega Stephen Roskams para el Magreboriental,dondeel anfiteatrodeTebessaesabandonadoenel s. Vyconvertido en fortaleza, al igual que el resto de monumentos antiguos en todo el país, en Sbeitla después del período romano las presas de aceite se sitúan en el foro y en las calles, en Timgad -con fuerte, iglesias y cementerios bizantinos y cristianos fuera de la ciu dad- la imagen asemeja no la herencia bizantina de una ciudad romana a pequeña escala, sino una ocupación poli-focal fuera del primerasentamiento, mientras que las transformaciones del s. III y IV en Lambaesis y Rugga muestran que esos últimos desarrollosestán más en función de la dinámicadel Bajo Imperio que aconsecuencia de las conquistas vándalay bizantina5i. Esas mismas transformaciones han sido advertidas para las antiguas chútates de Hispania,comosepuedeapreciarenlostrabajosde SoniaGutiérrez Lloret",quien defiende la continuidad funcional de la ciudad tardoantigua hasta el s. VIII, pese a los procesos de "desurbanización" y desaparición de la coherencia urbanística que caracterizan adichaciudad. El resultado es que trasesastransformaciones serán muy escasas lasinfluenciasopervivenciasen laciudad islámica. Entreéstassehaapuntado la pervivencia del trazado del viario en ciudades como Zaragoza o Ecija53, si bien la '""FromPolistoMadtna: UrbanChageinthe LateAntiquityandEarlyIslamicSyria",PastandPresen!. 106(1985),pp.3-27. " "The Urban Transition in the Maghreb". en G.P. Brogiolo (ed.), EarlyMedieval Towns in the Wesíern Mediterranean,pp.45-47. 52 "De la civitas a la madína: destrucción y formación de la ciudaddel surestede al-Andalus. El debate arqueológico",enIVCongresodeArqueologíaMedievalEspañola(Alicante. 1993)Alicante, 1994,t.I,pp. 13-35;"LecittádellaSapgnatraromanitáe islamismo",enG.P. Brogiolo(ed.),EarlyMedievalTownsin theWesternMediterranean,pp.55-66;y"Ciudadesyconquista.Elfindelaschitatesvisigodasylagénesis de lasmudunislámicasdel surestedeal-Andalus",en P. CressieryM. García-Arenal(eds.), Genésedela villeislamique,pp. 137-157. 53 H. Kennedy, "FromAntiquityto Islam in theCitiesofal-Andalusandal-Mashriq",en P.Cressiery M. García-Arenal(eds.),Genésedelavilleislamique,p. 57; 1. RodríguezTemiño,"Pervivenciadealineacio nesdeépocaromanaenel tejidourbanoactualde Ecija(Sevilla)",ArcheologiaMedievale,XVII (1990), pp.613-623. 20
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