LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN Ideas para seguir transformando la educación venezolana1 Luis Bonilla-Molina2 Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Centro internacional Miranda Deposito legal: lf35520143702756 ISBN: 978-980-7050-45-6 Impreso en Caracas en el año 2014 Dedicatoria Al hombre que me devolvió la esperanza: Hugo Rafael Chávez Frías, Hasta siempre hermano. A nadie pido que crea todo lo que digo. No soy un Oráculo, soy una pieza de muchas que juntas componen todo el espectáculo. Nunca aspire a que desfilen por todas las líneas de mi pensamiento. Ojala que te construyas en tus experiencias y tus sentimientos. No compro el pan que me llevo a la boca con esto que creo mi vergüenza. Amo el sinfín de saberes entrando y saliéndome de la cabeza. Lucho con todas mis fuerzas para que no crezca mi lado ladino. Canto para que una tormenta vaya acompañándote por el camino. Hay quien tiene enemigos que derrotar, puentes que levantar, cuerpos que curar, pues yo tengo el “papel en blanco” donde me invento, me borro, me vuelvo a tachar, me compongo, desarmo y me vuelvo a armar. Mi amuleto, mi credo, mi reto, mi asecho “papel en blanco”. Nadie me hirió tan profundo que tras dos canciones no haya perdonado. Ya no proclamo ser nada que haga un par de años, no haya practicado. Cada regalo que me ha hecho la vida venia dentro de un problema. Padecí patadas que honran, y loas que a veces queman. La soledad me acompaña pero entre proyectos casi nunca crece. Pegamento de las almas: los comunes intereses. Nunca le he pedido a Dios, pues nos dio bastante, si es que me está oyendo. Solo le pido a la muerte me permita acabar el concierto. Hay quien tiene horizontes que explorar, tesoros que encontrar, tierras que sembrar, pues yo tengo el “papel en blanco”. Hidra de cien cabezas con hambre total, dentelladas blancas sin piedad, solo para tenerme y saberme sangrando, negras letras. Hay quien tiene enemigos que derrotar, tesoros que encontrar, tierras que sembrar, pues yo tengo, yo tengo el “papel en blanco”, donde me invento, me borro, me vuelvo tachar, me compongo, desarmo y me vuelvo a armar. Mi amuleto, mi credo, mi reto, mi asecho: “papel en blanco”. Buena Fe, (2013, Papel Blanco) Luis Bonilla- Molina I 1.-La conspiración contra el proceso bolivariano En la serie Game of the thrones (Juegos de tronos), Ned Stark incurre en la ingenuidad de subestimar las conspiraciones contra la gobernabilidad del reino, y termina preso, decapitado y con sus hijos(as) y esposa perse- guidos. Esta ingenuidad que se convierte en error político por no cambiar ni enmendar flancos. En la relación dialéctica entre política y poder es muy importante no subestimar ni sobrestimar las acciones de quienes desean asumir de manera cruenta el poder. En el caso de Venezuela, la derecha no sólo quiere hacerse del poder, sino borrar la memoria histórica de la rebelión de los pobres, la Revolución Bolivariana, oponiendo contrarreformas que eliminen las más impor- tantes conquistas sociales, políticas y económicas que se han alcanzado. Por eso recurren a métodos fascistas de aniquilación y propaganda negra (guerra mediática). Esto fue lo que intentó la derecha venezolana con los hechos desestabilizadores que promovió desde el 12 de febrero de 2014, intentando una ruptura del hilo constitucional para poner en marcha su plan de regresión política y eventualmente desatar la más cruenta repre- sión contra el pueblo bolivariano y sus fuerzas revolucionarias. No enten- derlo es caer en la ingenuidad propia del personaje de la serie televisiva, con sus consecuencias para nada imaginarias. En esta coyuntura, como nos enseñó Chávez, es muy importante confiar en el empoderamiento de los sectores populares alrededor de las ideas movilizadoras del Plan de la Patria y “El golpe de timón”. Esto pasa por profundizar y avanzar en los procesos que otorguen capacidad deci- soria a las mayorías ciudadanas en todos los aspectos de la gestión pública. 2.-Bienvenida la apertura al debate nacional sobre la calidad de la educación El presidente Maduro y, más recientemente, el Ministro del Poder Popular para la Educación, Héctor Rodríguez, nos convocó a todos los venezolanos(as) a participar en un gran consulta nacional sobre la trans- formación educativa y, más específicamente, sobre la calidad de la educa- ción. Celebramos esa convocatoria. Desde la Sociedad Venezolana de Educación Comparada (SVEC) hemos decidido participar activamente, en el ánimo de presentar propuestas e ideas para el debate y la gestión del 7 La Calidad de la Educación cambio educativo. Con este texto se intenta contribuir a la reflexión sobre el tema. Bienvenido el debate para transformar prácticas, ideas, paradig- mas, modelos de gestión e imaginarios, teniendo como norte el compro- miso con los más humildes, la independencia nacional y el socialismo. 3.- El esquivo tema de la calidad educativa En algunos sectores de la sociedad venezolana se instaló por años la falsa idea de que la noción de la calidad en educación era una cuestión neoliberal o burguesa, obviando que éste ha sido un tema transversal en cada uno de los hitos históricos de la transformación educativa a escala planetaria. La reforma de Córdoba, el Mayo Francés, el movimiento por la reforma universitaria de los setenta, y la propia rebelión estudiantil de 1987 en Venezuela, son sólo algunos ejemplos. Si bien es cierto que en los ochenta y en los noventa –fundamental- mente a partir del llamado “Milagro asiático”– el neoliberalismo rese- mantizó el término para asociarlo a la política productiva de los llama- dos “ISO”, convirtiendo la calidad en una noción de mercado, esto sólo evidenció que la educación y todas sus aristas son asuntos fundamental- mente políticos. En ese terreno –el de la perspectiva político-pedagógica– debimos continuar peleando la histórica posición de la izquierda anticapitalista en torno a la calidad de la educación, que no es otra que una educación para la ciudadanía, con profunda pertinencia respecto a las necesidades locales y que “sirva para lo que dice servir”; es decir, para formar un hombre con conciencia crítica, comprometido con el destino independiente de su país. Para la sociedad venezolana es una muy buena noticia que se retome el debate sobre la calidad desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación, abriendo una consulta nacional. 4.- El foco de la calidad Entrando en materia, en un primer momento es necesario precisar el centro de interés educativo respecto a la expresión calidad de la educación, tanto para los ciudadanos como para los estudiantes y profesores, así como para el propio gobierno. Es urgente hacer un inventario de las posiciones actuales sobre este tema: las de Luis Bigott (2011), centradas en la cien- cia y la tecnología; Henry Giroux (2002), con énfasis en la formación de ciudadanía; Juan Carlos Tedesco (2013), sobre el sistema educativo; Jurjo 8 Luis Bonilla- Molina Torres Santomé (2011), sobre la justicia curricular; Carlos Lanz (1999), en torno a la escuela como centro del quehacer comunitario; Moacir Gadotti (2009), en torno a la educación para otro mundo posible desde la educación popular; Armando Rojas (2005), sobre el continuo humano; Peter McLaren (2007), acerca de la relación modelo social y escuela, y las que he mantenido en múltiples conferencias y textos, basadas en la nece- sidad de retomar la integralidad y totalidad del hecho pedagógico a partir del sujeto de la educación (Bonilla et al), por sólo mencionar algunas. Evidentemente todas son importantes. El desafío consiste en evitar que se canibalicen por egos académicos, por ambiciones políticas o por simple afán de protagonismo de quienes las defienden o defendemos. En este esfuerzo integrador de consenso como centro de la acción, es muy importante vincular cada una de esas posiciones con un nivel de interven- ción en el sistema educativo. Estos niveles serán definidos más adelante. Pensando en términos mundiales, es oportuno señalar que entre los errores más frecuentes que se suelen cometer, está el que considera la calidad de la educación de acuerdo con intereses coyunturales de los gobiernos –casi siempre vinculados a variables económicas– o con los niveles de rendimiento académico a partir de un currículo-didactismo despolitizado. Una visión parcelada de este tema sólo le puede interesar al capita- lismo globalizado para facilitar la adaptación de los sistemas educativos a sus requerimientos de producción. A partir de este “apoliticismo” sui generis se generan propuestas parciales de solución. Este parcelamiento impide ver la educación en sus múltiples relaciones y en toda su comple- jidad y, por lo tanto, surgen propuestas incapaces de producir cambios que fortalezcan la educación pública, gratuita y de calidad. Este “vacío” lo llenan las contrarreformas que conducen a la privatización y mercantili- zación educativa. Por lo tanto, determinar el foco de las políticas públicas en materia de calidad educativa es fundamental para avanzar en el diseño de un sistema de cambio y evaluación educativa profundamente comprometido con un proyecto emancipatorio de la sociedad. Ahora bien, lo que denominamos foco en este trabajo, está asociado a los niveles de agrupación e intervención en el sistema educativo. Veamos. 9 La Calidad de la Educación 5.- Los niveles de actuación con respecto a la calidad educativa A riesgo de simplificar el tema, pero en aras de cumplir con la necesa- ria síntesis expositiva, en este trabajo sólo enunciaré aquellos que consi- dero como los seis niveles o ámbitos de actuación en materia de calidad educativa, válidos tanto para la educación básica como para la universita- ria. En este sentido, temas como plantel son simples definiciones genéri- cas. Estos niveles no son compartimientos estancos sino que constituyen un sistema de interacciones. Para ello me fundamento, actualizo, amplío y adapto a nuestra realidad nacional los trabajos sobre esta materia reali- zados por organismos internacionales como la Oficina Regional para la Educación en América Latina y el Caribe (OREALC-Chile), además de investigaciones propias. Los niveles o ámbitos referidos permiten focali- zar de manera lógica los debates, sistematizar y organizar las propuestas y definir estrategias de acción mediante agendas derivadas de actuación sobre estos niveles, que hemos definido como sigue. - Nivel aula-procesos pedagógicos: está referido a “cómo se enseña”, no sólo contenidos sino métodos de aprendizaje; a la evaluación, planifica- ción y apuesta curricular. Este nivel demanda una estrecha relación con la perspectiva pedagógica crítica, el estudio de las prácticas pedagógicas según la estructura escolar, y una ruptura con la visión parcial exagera- damente sociológica. Es muy importante que quienes trabajen esta perspectiva sean teóricos con amplia experiencia en el aula para evitar reflexiones exclusivamente librescas sobre decisiones que afectan a niños, jóvenes y adultos que acuden a la escuela. Otro riesgo que se corre al estu- diar este nivel se refiere a adoptar una visión localista que fragmenta la integralidad y la totalidad del sistema educativo, haciendo que se pierda su teleología. - Nivel aula-plantel: se refiere a la relación de los procesos del aula con las dinámicas de trabajo del plantel (la forma de tomar decisiones, el papel de los estudiantes, representantes y comunidad en la conducción, entre otros). Este nivel demanda una adecuada lectura gerencial crítica, de participación comunitaria y de la epistemología propia de la pedago- gía crítica. - Nivel aula-plantel /comunidad de entorno: contempla las dinámi- cas de transformación del centro educativo respecto a las necesidades, requerimientos y expectativas de la comunidad que lo alberga. Es decir, se trata de lo que hace la escuela para transformar su contexto. El mayor riesgo de cualquier operación de cambio en este nivel está en asumir un rol paternalista que intenta resolver problemas sin trabajar la cultura de la 10