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La Argentina PDF

298 Pages·2008·3.26 MB·Spanish
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Martín del Barco Centenera La Argentina o La conquista del Río de la Plata poema histórico Índice Al Marqués de Castel Rodrigo, Virrey, Gobernador y Capitán General de Portugal, por el rey don Felipe III, Nuestro Señor Don Martín del Barco Centenera, Arcediano del Río de la Plata La Argentina Canto primero En que se trata del origen de los Chiriguanas o Guaranís, gente que come carne humana, y del descubrimiento del Río de la Plata. Canto segundo En este canto se trata de la grandeza del Río de la Plata, del Paraguay, y de las islas, peces, aves que hay en ellos Canto tercero En que se trata de la calidad de la tierra, animales, reptiles y espantosísimas víboras y serpientes; de la sirena, del carbunclo, de unas mariposas que se tornan en gusanos, y después en ratones, y otras maravillas Canto cuarto En que se trata de la más cruda hambre que se ha visto entre los cristianos, la cual padecieron los de don Pedro de Mendoza en Buenos Aires, y cómo se pobló el Argentino Canto quinto En este canto se dice cómo vino Alvar Núñez Cabeza de Vaca al Río de la Plata, y de su prisión y trabajos que de ella sucedieron, y del gran Moxo, Señor del Paytití Canto sexto Viene Obispo al Paraguay. Muere Domingo de Irala. Eligen por Gobernador a Francisco Ortiz de Vergara y sale con el Obispo al Perú Canto séptimo Llegan a la Asumpción el Obispo y General. Prende el General al Obispo, y después el Obispo al General, y llevándole a Castilla, muere el Obispo Canto octavo Sale Juan Ortiz de Castilla, llega a Canaria y de ahí a Cabo Verde, de adonde viene en demanda de la isla de Santa Catalina Canto nono En este canto se cuenta la grande hambre de la isla de Santa Catalina, con las desventuras lastimosas que en ella se padecieron Canto décimo En este canto se cuenta cómo, vuelto el Adelantado de Ibiaza, fue al Río de la Plata, y de la venida del capitán Rui Díaz en su demanda Canto undécimo Estando en tierra firme poblada la gente, son muertos y cautivos de indios cien hombres. Retráense los que quedan a la isla de San Gabriel, donde mueren muchos de hambre Canto duodécimo Viene Rui Díaz Melgarejo; múdase el armada a la isla de Martín García; baja Garay con socorro; sucede la muerte de los dos firmes amantes Yanduballo y Liropeya Canto decimotercio Entra Rui Díaz en el Carcarañá; baja Martín García; pretende Yamandú dar en la isla; padece Garay naufragio en el Uruguay Canto decimocuarto En este canto se cuenta la batalla que hubo entre los de Garay y los Charrúas, y cómo fue herido Garay en los pechos y su caballo muerto, y muchos indios muertos y heridos Canto decimoquinto En este canto se trata de las crueles y terribles muertes que los indios daban a los cristianos cautivos Canto decimosexto Levántase don Diego de Mendoza en Santa Cruz de la Sierra; sale el virrey don Francisco de Toledo del Perú con gran ejército en su demanda Canto decimoséptimo En este canto se trata de la muerte y justicia que hizo el virrey don Francisco de Toledo de don Diego de Mendoza en Potosí, y del gran señor Topamaro en el Cuzco Canto decimoctavo En este canto se trata cuán mal lo pasaba la gente de Juan Ortiz en San Salvador, y cómo, ido al Paraguay, murió, dejando por Gobernador a su sobrino Diego de Mendieta Canto decimonono Trátase del mal gobierno de Diego de Mendieta, y de cómo fue preso en Santa Fe; y de cómo salió Garay al Perú, y volvió huyendo, y en su seguimiento el capitán Valero Canto vigésimo Cuéntase en este canto cómo un indio llamado Obera se intitulaba hijo de Dios, y a un hijo suyo Papa, y a otro Emperador; y cómo Garay entró en los Nuaras, y de vuelta rompió la palizada de Yaguatatí Canto vigésimo primero Puebla Garay a Buenos Aires; levántanse en Santa Fe los mestizos y eligen por su General a Cristóval de Arévalo, el cual, alumbrado de Dios, cortó las cabezas a los principales del motín y restituyó al Rey su tierra Canto vigésimo segundo Viene y atraviesa el Estrecho el capitán Francisco Drake. Prende Lerma al Deán y religiosos en Tucumán. Tiembla y húndese Arequipa. Sucede la dolorosísima muerte de Gil González en Mizque Canto vigésimo tercio Trátase del Concilio que se congregó en Lima, y de las galas de aquella ciudad, y de dos temblores gravísimos que en ella sucedieron Canto vigésimo cuarto En este canto se cuenta de la ida de Sarmiento a Castilla por el Estrecho de Magallanes, y de la venida de Diego Flores al Brasil, y don Alonso de Sotomayor a Chile por el Argentino; y de la muerte del capitán Garay y del gobernador Mendieta Canto vigésimo quinto En que se trata de la junta que hizo Ibitupué y asaltos que los suyos dieron en tierra del Perú, del acuerdo del Audiencia de los Charcas y de un temblor terrible en Lima Canto vigésimo sexto Cómo el capitán Tomás Candish, señor de Mitiley, salió de Inglaterra, y atravesó el Estrecho de Magallanes, y tomó tierra en la Puná y Paita en el Perú, y de vuelta tomó un navío que venía de la China Canto vigésimo séptimo En este canto se trata de la toma y robo del puerto de Santos y San Vicente, y de los insultos y maldades que allí hizo el capitán Tomás Candish, Señor de Mitiley y Capitán General de la Reina de Inglaterra Canto vigésimo octavo En este canto se cuenta la gran victoria que tuvieron los portugueses contra el Señor de Mitiley, y de la pérdida y desbarate de su armada Al Marqués de Castel Rodrigo, Virrey, Gobernador y Capitán General de Portugal, por el rey don Felipe III, Nuestro Señor Don Martín del Barco Centenera, Arcediano del Río de la Plata Habiendo considerado y revuelto muchas veces en mi memoria el gran gusto que recibe el humano entendimiento con la lectura de los varios y diversos acaecimientos de cosas, que aun por su variedad es la naturaleza bella, y que aquellas amplísimas provincias del Río de la Plata estaban casi puestas en olvido, y su memoria sin razón obscurecida, procuré poner en escrito algo de lo que supe, entendí y vi en ellas, en veinticuatro años que en aquel nuevo orbe peregriné: lo primero, por no parecer al malo e inútil siervo que abscondió el talento recibido de su señor; lo segundo, porque el mundo tenga entera noticia y verdadera relación del Río de la Plata, cuyas provincias son tan grandes, con gentes tan belicosas, animales y fieras tan bravas, aves tan diferentes, víboras y serpientes que han tenido con hombres conflicto y pelea, peces de humana forma, y cosas tan exquisitas que dejan en éxtasis a los ánimos de los que con alguna atención las consideran. He escrito, pues, -IIv- aunque en estilo poco pulido y menos limado, este libro, a quien intitulo y nombro Argentina, -6- tomando el nombre del subjeto principal, que es el Río de la Plata; para que Vuestra Excelencia, si acaso pudiera tener algún rato como que hurtado a los necesarísimos y graves negocios de tan grande gobierno como sus hombros tienen, pueda con facilidad leerle, sin que le dé el disgusto y fastidio que de las largas y prolijas historias se suele recibir; y heme dispuesto a presentarla y ofrecerla a Vuestra Excelencia como propia suya; pues, según derecho, los bienes del siervo son vistos ser del señor. Y así confío que, puesto en la posesión del amparo de Vuestra Excelencia, cobrará nuevo ser y perpetuo renombre mi trabajo; y pido a Dios se siga sólo haber acertado a dar a Vuestra Excelencia algún pequeño contento con este mi paupérrimo servicio, lo que será para mí muy aventajado premio, y crecerán en mí las alas de mi flaco y débil entendimiento para volar, aspirando siempre a cosas más altas y mayores, enderezadas todas a su fin debido, que es el servicio de Dios, de Su Majestad y de Vuestra Excelencia, a quien Dios nos guarde por largos y felicísimos tiempos, para el buen gobierno y amparo de este reino, y como yo, siervo y perpetuo capellán de Vuestra Excelencia, deseo. De Lisboa, 10 de Mayo de 1601. -7- -1r- La Argentina Canto primero En que se trata del origen de los Chiriguanas o Guaranís, gente que come carne humana, y del descubrimiento del Río de la Plata. Del indio Chiriguana encarnizado en carne humana, origen canto solo. Por descubrir el ser tan olvidado del argentino reino, ¡gran Apolo!, envíame del monte consagrado 5 ayuda con que pueda aquí, sin dolo, al mundo publicar, en nueva historia, de cosas admirable la memoria. Mas, ¡qué digo de Apolo!, Dios eterno, a vos solo favor pido y demando. 10 Que mal lo puede dar en el infierno el que en continuo fuego está penando. Haré con vuestra ayuda este cuaderno, del argentino reino recontando diversas aventuras y extrañezas, 15 prodigios, hambre, guerras y proezas. -8- -1v- Tratar quiero también de sucedidos y extraños casos que iba yo notando. De vista muchos son, otros oídos, que vine a descubrir yo preguntando. 20 De personas me fueron referidos con quien comunicaba, conversando de cosas admirables codicioso, saber por escribirlas deseoso. Perú de fama eterna y extendida 25 por sus ricos metales por el mundo; la Potosí imperial ennoblecida por tener aquel cerro tan rotundo2; la tucumana tierra bastecida3 de cosas de comer, con el jocundo 30 estado del Brasil, darán subjeto a mi pluma que escriba yo prometo. Que aunque en esta obra el fundamento primero y principal, Río de la Plata, y así es primero su descubrimiento; 35 con todo no será mi pluma ingrata, que aquí pintará al vivo lo que siento del nuevo orbe al marqués Mora; y si trata contrario a la verdad, yo sea borrado de su libro, y a olvido condenado. 40 -2r- También diré de aquel duro flagelo que Dios al mundo dio por su pecado, el Drake que cubrió con crudo duelo4 al un polo y al otro en sumo grado. Trataré de castigos que del Cielo 45 parece nuestro Dios nos ha enviado: temblores, terremotos y señales que bien pueden juzgarse por finales. -9- En todo hallará bien si lo quisiere a su gusto el lector, gusto sabroso. 50 Y guste lo que más gusto tuviere, y deje lo sin gusto y disgustoso, hará al fin lo que más gusto le diere, que esto de escribir es azaroso. En nombre de Jesús comienzo agora, 55 y de la Virgen para Emperadora. Después del gran castigo y gran justicia que hizo nuestro Dios Omnipotente por ver cómo crecía la malicia del hombre que compuso sabiamente, 60 habiendo recibido la propicia señal del amistad, Noé prudente, de Japhet, hijo suyo, así llamado, Tubal nació valiente y esforzado5. -2v- Aquéste fue el primero que en España 65 pobló; pero después viniendo gentes con la de aqueste Tubal y otra extraña más, del mismo Noé remanecientes, España se pobló, y tanta saña creció entre unos hombres muy valientes 70 Tupís que por costumbre muy tirana tomaron a comer de carne humana. Creciendo en multitud por esta tierra Extremadura bella, aquesta gente de tan bestial designio y suerte perra, 75 por atajar tal mal de incontinente hicieron los Ricinos grande guerra6 contra aquestos caribes fuertemente; en tiempo que no estaba edificada la torre de Mambrós tan afamada7. 80 -10- Ni menos el alcázar trujillano, en que vive la gente trujillana, ni la puente hermosa que el Romano en Mérida nos puso a Guadiana. Ni había comenzado el lusitano8, 85 que habita en la provincia comarcana. Empero había Ricinos en la tierra, muy fuertes y valientes para guerra. -3r- Aquéstos son nombrados Trujillanos, cual pueblo Castrum Julii fue llamado9, 90 que cuando le poblaron los Romanos el nombre de su César le fue dado. Fronteros de estas tierras los profanos de aquel designio pérfido, malvado, caribes inhumanos habitaban, 95 y toda la comarca maltrataban. Corriendo las riberas del gran Tajo, y a veces por las sierras de Altamira10, ponían en angustia y en trabajo la gente con su rabia cruda y dira. 100 No dejan cosa viva, que de cuajo, cuanto puede el caribe, roba y tira; a cuál quitan el hijo y los haberes, y a otros con sus vidas las mujeres. Vistos por los Ricinos trujillanos, 105 con ánimo invencible belicoso, contra aquellos caribes inhumanos formaron campo grande y poderoso. Venido este negocio ya a las manos, de entre ambas partes fue muy sanguinoso; 110 mas siendo los caribes de vencida, las reliquias se ponen en huida. -11- -3v- Expulsos de la tierra, fabricaron las barcas y bateles que pudieron, y a priesa muchos de éstos se embarcaron 115 y sin aguja al viento velas dieron. A las furiosas aguas se entregaron, y así de Extremadura se salieron; y a las islas, que dicen Fortunadas, aportan con sus barcas destrozadas. 120 Platón escribe y dice que solía el mar del norte, Atlántico llamado, ser islas lo más de él, y se extendía la tierra desde España en sumo grado. Y que en tiempos pasados se venía 125 por tierra mucha gente; y se han llamado las islas Fortunadas que quedaron, cuando otras del mar Norte se anegaron11. Y así a muchos pilotos yo he oído que navegando han visto las señales 130 y muestras de edificios que han habido12 (cosas son todas estas naturales, que bien pueden haber acontecido) por donde los Tupís descomunales irían fácilmente a aquellas partes, 135 buscando para ello maña y artes13. -4r- Llegando, pues, allí ya reformadas sus barcas y bateles, con gran pío, tornáronse a entregar a las hinchadas ondas del bravo mar a su albedrío. 140 Las barcas iban rotas, destrozadas, cuando tomaron tierra en Cabo Frío, que es tierra del Brasil, yendo derecho al Río de la Plata y al Estrecho. -12- Comienzan a poblar toda la tierra, 145 entre ellos dos hermanos han venido. Mas presto se comienzan a dar guerra, que sobre un papagayo ha sucedido. Dejando el uno al otro, se destierra del Brasil, y a los llanos se ha salido. 150 Aquel que queda ya Tupí se llama, estotro Guaraní de grande fama14. Tupí era el mayor y más valiente, y al Guaraní menor dice que vaya con todos sus soldados y su gente, 155 y que él se quedará allí en la playa. Con la gente que tiene incontinente el Guaraní se parte y no desmaya, que habiendo con su gente ya partido, la tierra adentro y sierras ha subido. 160 -4v- Pues estos dos hermanos divididos la lengua guaraní han conservado, y muchos que con ellos son venidos en partes diferentes se han poblado, y han sido en los lenguajes discernidos, 165 que por distancia nadie ha olvidado. También con estos otros, aportaron, que por otro viaje allá pasaron. Mahomas, Epuaes y Calchines, Timbúes, Cherandíes y Beguaes, 170 Agaces, y Nogoes, y Sanafines, Maures, Tecos, Sansoues, Mogoznaes. El Paraná abajo, y a los fines habitan los malditos Charruaes, Naúes y Mepenes, Chiloazas; 175 a pesca todos dados y a las cazas. -13- Los nuestros Guaranís, como señores, toda la tierra cuasi dominando, por todo el Paraná y alrededores andaban crudamente conquistando. 180 Los brutos, animales, moradores del Paraguay sujetan a su mando. Poblaron mucha parte de esta tierra, con fin de dar al mundo cruda guerra. -5r- Poblando y conquistando han alcanzado 185 del Perú las nevadas cordilleras, a cuyo pie ya tienen subyugado15 el río Pilcomayo y sus riberas16. Muy cerca de la sierra han sujetado a gente muy valientes y guerreras 190 en el río Condorillo y Yesuí, y en el grande y famoso Guapaí. Una canina rabia les forzaba a no cesar jamás de su contienda. Que el Guaraní en la guerra se hartaba 195 (y así lo haría hoy, sin la rienda que le tenemos puesta), y conquistaba sin pretender más oro, ni hacienda, que hacerse como vivas sepulturas de símiles y humanas criaturas. 200 Que si mirar aquéstos bien queremos, caribe dice, y suena sepultura de carne, que en latín caro sabemos que carne significa en la lectura. Y en lengua guaraní decir podemos 205 ibi, que significa compostura de tierra do se encierra carne humana; caribe es esta gente tan tirana. -14- -5v- Teniendo, pues, la gente conquistada, en mil parajes se poblaron de hecho. 210

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y andar aperreado por habella, si Dios por me azotar me da pobreza. ¿A quién presentaré yo mi querella 940 si la Suprema Causa y Suma Alteza.
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