reseña doi:10.11144/Javeriana.uh82.aeag La antropología del estado desde Akhil Gupta: a propósito de Red Tape. Burocracia, violencia estructural y pobreza en India. Red Tape: Bureaucracy, Structural Violence, and Poverty in India. Akhil Gupta. 2012. Durham: Duke University Press. 368 pp. Julio Arias Vanegas1 Instituto Pensar, Universidad Javeriana, Bogotá 2 [email protected] 1 Investigador asociado 2 Candidato al doctorado en antropología, CUNY. Antropólogo y Magíster en antropología, Universidad de los Andes, Bogotá Documento accesible en línea desde la siguiente dirección: http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica/index á got Una mujer india de mediana edad sentada en su despacho frente a una o B a, mesa grande y desgastada donde posan sus lentes, su bolígrafo y unos n eria legajos, delante de armarios coronados por pilas y pilas de documen- v d Ja tos envejecidos, es una de las imágenes del proyecto “Bureaucratics” a d del fotógrafo holandés Jan Banning. Este proyecto buscó, complican- si ver do la visión weberiana de la burocracia, plasmar la diversidad de los ni U ar, funcionarios estatales alrededor del mundo y destacar cómo manejan s en la información, algo muchas veces materializado en caóticos arrumes P uto de carpetas y archivadores. La imagen de esta mujer india contrata- nstit da por ‘razones humanitarias’ después de la muerte de su esposo en s - I la misma oficina donde él trabajaba, protagoniza la portada del últi- a g ne mo libro del profesor de antropología Akhil Gupta: Red Tape (2012). a V s Aunque es un detalle que Gupta no revela, la imagen dialoga con el a o Ari título. Red tape es una expresión anglosajona para referir la excesi- uli J va rigidez y el sin fin del papeleo y de los procedimientos burocráti- cos3. De entrada el libro enfatiza en la materialidad del estado y pone sobre la mesa la relación entre estado, violencia y pobreza extrema. Precisamente, Red Tape empieza y termina con unas preguntas mo- rales y políticas que pocos antropólogos llegan a hacerse: ¿por qué un estado como el indio “cuyo objetivo proclamado ha sido fomentar el desarrollo, no ha podido ayudar al abrumador número de personas que viven en la extrema pobreza?” (Gupta, 2012, p. 4) Y, “¿por qué sus muertes no generan un escándalo que deslegitime el régimen domi- nante?” (Gupta, 2012, p. 278). Red Tape es una extensa reflexión alimentada por desespero y rabia, tal como Gupta señalaría después (Gupta, Nugent y Sreenath, 2015, p. 588), sobre cómo la violencia estructural ha sido constitutiva de la producción del estado en India en medio de políticas de desa- rrollo, liberalización económica y de un patrón de crecimiento econó- mico sostenido. El argumento general es que en India la “biopolítica funciona a través de procedimientos burocráticos ‘normales’, que ter- minan des-politizando la muerte de los más pobres” (Gupta, 2012, p. 279). Así plantea que los resultados aparentemente arbitrarios de los programas estatales de ‘cuidado de la población’ son producidos 3 La expresión Red tape, que al parecer surge en el siglo XIX, rememora el uso de cintas rojas para organizar ciertos documentos en la monarquía española del siglo XVI. universitas humanística no.82 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 464 bogotá - colombia issn 0120-4807 L a sistemáticamente por los mismos mecanismos y prácticas dirigidas a a n disminuir la pobreza extrema. En la trama del libro se imbrican este tro p o tipo de enunciados generales de corte teórico con viñetas etnográficas lo g ía que resultan de más de veinte años de trabajo con funcionarios del d e nivel medio y bajo en el estado de Uttar Pradesh, norte de India. l es ta d o d e Red Tape puede leerse como un recorrido por o una síntesis de sd e todo el trabajo de Gupta, el mismo que lo ha convertido en una re- Ak h ferencia fundamental desde Estados Unidos, de un campo conocido il G u p como la antropología del estado (Gupta y Sharma, 2006; Palacios, ta : a 2015)4. Como una forma de explorar algunos supuestos de este cam- p ro p po, en lo que resta de esta reseña quiero enfatizar en los aportes y ó s ito limitaciones de Red Tape para abordar conceptual y metodológica- d e mente al estado, teniendo en mente algunos aportes al estudio del Re d T estado desde Colombia. a p e . B u Un rápido recorrido por los capítulos de Red Tape nos permitirá roc ra reconocer algunos momentos y lenguajes dominantes de la antropo- cia , v logía del estado. Como su punto de partida es examinar las prácticas io le n cotidianas de los burócratas y las interacciones entre ellos y los ciuda- cia e danos –donde formas de cuidado y violencia coexisten–, Gupta organi- stru za el libro en tres grandes partes que dan cuenta de esas prácticas e ctu ra interacciones: corrupción, escritura y gubernamentalidad. La segunda l y p parte no solo explora cómo las prácticas y las lógicas de la corrupción ob re funcionan en tanto mecanismos que re-producen la violencia estructu- za e n ral, sino cómo determinadas narrativas sobre la corrupción la justifican In d y legitiman (Cfr. Gupta, 1995). La tercera parte, titulada “Inscripción”, ia. cuestiona la idea de que las prácticas de escritura de los burócratas son apenas un mecanismo de dominación de la gente pobre en contextos de analfabetismo extendido. La cuarta parte compara dos programas di- rigidos a mujeres pobres para explorar las continuidades y diferencias entre la gubernamentalidad ‘clásica’ y ‘la neoliberal’ en India. 4 Dos de sus artículos en particular (Gupta, 1995; Ferguson y Gupta, 2002) son de los textos más consultados y citados en esta literatura (Curtis, Ferguson y Gupta, 2011; Gupta, Nugent y Sreenath, 2015). En Colombia ambos artículos son referencias comunes y el primero de ellos acaba de ser traducido al español (Palacios, 2015). universitas humanística no.81 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 bogotá - colombia issn 0120-4807 465 á got La primera parte discute los conceptos de pobreza y violencia es- o B a, tructural. Inspirado en Agamben, Gupta señala que la violencia estruc- n eria tural –que él define como la deliberada y evitable muerte de las personas v d Ja más pobres– es constitutiva del estado moderno, una idea que complica a d el reconocido planteamiento foucaultiano del ‘dejar morir’. De ahí que si ver adopte una comprensión de la pobreza no como una cualidad en sí mis- ni U ar, ma, sino como una forma de violencia estructural que puede ser explica- s en da. Sin embargo, Gupta afirma que las ideas de Agamben están basadas P uto en una imagen monolítica del estado moderno que no permite explicar la nstit muerte de las personas más pobres en un contexto en el que se ha su- s - I puesto su inclusión a la ‘democracia formal’ y al estado desarrollista. En a g ne este punto insiste en que, para superar las visiones monolíticas y nor- a V s mativas sobre la burocracia estatal, es necesario mostrar las prácticas a o Ari cotidianas que producen tanto ‘la arbitrariedad’ como ‘la indiferencia’ uli J ante los impactos de las políticas y programas que reproducen la pobre- za extrema (Cfr. Herzfield, 1992). De esta discusión conceptual se desprenden unas premisas cen- trales: el estado debería ser estudiado etnográficamente en relación con otros problemas y no como un ‘objeto’ en sí mismo, y esas rela- ciones cambiantes deben llevar a una constante teorización de lo que entendemos por estado. Así, Gupta no apuesta por una categoría ana- lítica fija sino que plantea elementos para su comprensión y la de sus burocracias como problemas etnográficos. En mi opinión, es este últi- mo el gran aporte del libro, y no tanto lo que deriva de su más reciente interés por explicar la pobreza y la violencia estructural, problemas al final supeditados a su análisis sobre el estado. A grandes rasgos veo tres fuentes distintas que soportan la com- prensión de Gupta sobre el estado. Primero, su lectura de la confe- rencia de Phillip Abrams (1977/2006), desde la cual entiende que es necesario distinguir analíticamente entre ‘el sistema de estado’, como el aparato institucional y sus prácticas, y la ‘idea del estado’: cómo es imaginado concretamente y cómo las ideas sobre él legitiman la dominación política. Aunque el primero es un importante punto de entrada etnográfico, el segundo debe ser un objeto de estudio central para cuestionar la imagen del estado como una entidad dada y una universitas humanística no.82 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 466 bogotá - colombia issn 0120-4807 L a realidad ontológica (Gupta, 2012, p. 43). Segundo, Red Tape es un a n extenso ejemplo de la crítica poscolonial a ciertas concepciones libe- tro p o rales y eurocéntricas (ver Hansen y Stepputat, 2001). En palabras de lo g ía Gupta, desde ‘una perspectiva antiorientalista’ cada parte cuestiona d e ideas universalistas y expansionistas, pero limitadas y provinciales, l es ta d sobre la corrupción (Gupta, 2012, p. 76, 79, 91), sobre la relación o d e entre alfabetismo y democracia (Gupta, 2012, p. 220-221), y sobre sd e el estado de bienestar y el liberalismo (Gupta, 2012, p. 248, 276). Ak h Tercero, y más determinante a mi juicio, trata de reconciliar las pre- il G u p misas fundamentales de Foucault y de los estudios de gubernamen- ta : a talidad con la etnografía del estado (Curtis, Ferguson y Gupta, 2011). p ro p Esto implica distanciarse de algunos de los enunciados del mismo ó s ito Foucault (1978/2006) que conducían a un abandono del estudio del d e estado (Cfr. Mitchell, 1999) y al mismo tiempo, a no limitar la guber- Re d T namentalidad ni a una sola forma histórica de gobierno ni exclusi- a p e vamente a la relación entre estados y ONG’s (Cfr. Ferguson y Gupta, . B u 2002). Red Tape sin duda sigue los objetos y las categorías provenien- roc ra tes de los estudios de gubernamentalidad (Cfr. Inda, 2005). Aunque cia , v Gupta no lo afirma, cada parte del libro enfatiza más en unas dimen- io le n siones de estos estudios que en otras (fiel a la propia trayectoria del cia e autor): discursos, narrativas y racionalidades –en corrupción–, prácti- stru cas y técnicas –en inscripción–, y técnicas y formación de sujetos –en ctu ra gubernamentalidad5. l y p o b re Desde este marco Gupta propone una ‘mirada desagregada del za e n estado’, quizá su apuesta metodológica más significativa. Esta mi- In d rada enfatiza el carácter contradictorio, translocal, pluricentrado y ia. multi-nivel del estado, para cuestionar la idea tan naturalizada y problemática de este como una entidad coherente y unificada. De ahí, Gupta afirma que cualquier estudio sobre el estado debe aclarar y está mediado por el nivel, la ubicación institucional y la rama del estado estudiada. Esta mirada debe conducir a una conciencia so- bre la parcialidad y la situacionalidad del análisis, y por esta vía, el 5 Así, la etnografía del estado a lo Red Tape se limita a examinar prácticas, interacciones y discursos, casi siempre en instituciones y actores que son considerados como estatales. Según Gupta, esto es necesario para contrarrestar la ubiquidad del estado que él ve en Gramsci y Althusser. De allí, la diferencia con otros enfoques que no se concentran exclusivamente en instituciones estatales como los de Truillot (2001) o Corrigan y Sayer (1985). universitas humanística no.81 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 bogotá - colombia issn 0120-4807 467 á got etnógrafo debe reconocer su lugar en las mismas prácticas e institu- o B a, ciones estatales. Este reconocimiento de la especificidad no niega las n eria conexiones translocales ni ver lo local en tanto atravesado y consti- v d Ja tuido por otros niveles. Así, Gupta clarifica que su etnografía no es a d sobre ‘el estado local’ como una cosa fija y cerrada que se opone al si ver estado regional o nacional, sino sobre el estado ‘en’ el nivel local –una ni U ar, distinción significativa. De acuerdo con él, esta mirada desagregada s en es importante en términos políticos ya que permite dar cuenta de las P uto formas de reificación del estado que las élites emplean, resalta sus nstit múltiples tensiones y contradicciones y abre la posibilidad de plan- s - I tear nuevas tácticas para la acción política y en contra de la aparente a g ne arbitrariedad de los programas burocráticos. a V s a o Ari Gupta logra desarrollar estos principios en relación con su énfasis uli J usual en discursos e interacciones mundanas –reflejado desde la por- tada– a diferencia de otros estudios que privilegian coyunturas y even- tos puntuales. La tercera parte es particularmente novedosa y brillante al mostrar cómo la elaboración de quejas y reclamos revela tensiones entre distintos funcionarios estatales y algunas estrategias subalter- nas de resistencia en contextos de restringido alfabetismo pero inten- sa democracia. Asimismo, explora la reverencia a los documentos de parte de los funcionarios estales, en relación con la construcción de capital cultural y académico. Igualmente, el último capítulo (el sépti- mo de la cuarta parte) revela de forma detallada las similitudes entre un programa neoliberal (Mahila Samakhya) y un programa clásico del estado de bienestar (el Servicio Integrado de Desarrollo Infantil) en las técnicas de dominio y vigilancia y en la explotación de mujeres subem- pleadas, y los cambios marcados por las transformaciones de la eco- nomía política india y la influencia de los discursos transnacionales de desarrollo de corte neoliberal. Sin embargo, justo en la cuarta parte y en el epílogo, empiezan a ser más claras las limitaciones para entender el estado y la violencia estructural. El epílogo (una suerte de capítulo corto adicional) explo- ra un paisaje más amplio de proyectos y luchas políticas (alrededor del acceso a la tierra, por ejemplo), la transformación de la economía india hacia los servicios (la cual no permite solucionar el desempleo universitas humanística no.82 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 468 bogotá - colombia issn 0120-4807 L a rural) y el rol de las clases industriales emergentes en los programas a n de desarrollo neoliberal y en la mutación de la hegemonía en India. tro p o Así y a pesar de las referencias a Gramsci hechas desde el inicio, en lo g ía la mayoría del libro es clara la ausencia de un análisis en términos d e de hegemonía, de relaciones de fuerza y de cambios en la economía l es ta d política para responder a sus preguntas iniciales. o d e s d e Por esta vía, creo que hubiera sido clave un mayor compromiso Ak h con el proyecto más amplio de Abrams (1977/2006), para así entender il G u p histórica y etnográficamente las luchas entre distintos actores por el ta : a dominio y la sujeción política. Esta falta de análisis sobre la relación p ro p entre quiénes y cómo, es evidente cuando Gupta usa la palabra estado ó s ito como sujeto u objeto en muchas frases a lo largo del libro, sin ningún d e detalle o traducción, y muy a pesar de su interés en no reificar al esta- Re d T do. Cuando uno habla de estado este es uno de los retos más grandes: a p e tratar de mostrar no solo el cómo, sino los quiénes en unas relaciones . B u muy concretas, para no hacer del estado un sujeto dado. Además, creo roc ra que estas limitaciones tienen que ver con que Gupta está fuertemente cia , v plegado a una etnografía en términos de gubernamentalidad donde, io le n a pesar de todos los esfuerzos, el estado termina siendo un elemen- cia e to distinguible, un conjunto de instituciones o incluso, un actor más stru (aunque ‘desagregado’) de una red de actores y formas de gobierno. ctu ra También creo que esto se relaciona con una comprensión de lo etno- l y p gráfico más preocupada por las prácticas, discursos y narraciones, y ob re mucho menos por dar cuenta de posiciones sociales, relaciones y lu- za e n chas entre distintos actores. In d ia . Para finalizar, debo aclarar que estas críticas no solo surgen de los caminos que Gupta abre en las últimas páginas de su libro, si no de pensar sus preguntas iniciales en relación con algunos estu- dios sobre el estado en Colombia. En general, estos estudios revelan actores, poderes políticos, disputas y relaciones concretas (incluidas las de parentesco), que están en juego cuando hablamos del esta- do en lo local y lo regional (por nombrar solo dos grandes ejemplos, ver Ocampo, 2014; Ramírez, 2001). Algunos de ellos, inspirados en enfoques más cercanos a Abrams (Corrigan y Sayer, 1985; Joseph y Nugent, 1994/2002, han enfatizado en una concepción de formación universitas humanística no.81 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 bogotá - colombia issn 0120-4807 469 á got del estado que nos permitiría entender ‘lo fallido’ y las supuestas au- o B a, sencias del estado como una producción misma de las trayectorias n eria de poder, de la comprensión de lo político y de la cristalización de lu- v d Ja chas entre distintos actores y proyectos de dominación en contextos a d específicos (González, Bolívar y Vásquez, 2003; González y Ocampo si ver 2006; Ramírez, 2001). Así, estas miradas permitirían explicar más ni U ar, complejamente la pregunta por lo fallido que le preocupa a Gupta, s en cuestionando visiones normativas sobre el estado (Ver también la dis- P uto cusión de Buchelly, 2015). Por esta vía, complejizando también ‘la nstit mirada desagregada’, estos trabajos proponen analizar cómo se confi- s - I guran “presencias diferenciadas del estado” (González, 2014) y cómo a g ne lo marginal y periférico, como lo fallido, son producciones sociales y no a V s realidades dadas (Ramírez, 2001; Serje, 2013). a Ari o uli J Claro, estos estudios se ven enfrentados a la dificultad de usar el estado como una categoría analítica, sin caer en su reificación y sin imponerla como única forma de entender lo político (Bolívar, 2010). También es cierto que estas aproximaciones han sido fruto de una preocupación por explicar el estado en medio de la guerra y la violen- cia política. Por eso último, aunque hay importantes trabajos sobre la violencia más allá del conflicto armado, las preguntas de Gupta sobre la relación entre violencia estructural y estado son importantes hoy en Colombia. Sin duda, este tipo de preguntas se hacen más urgen- tes en un contexto donde el desarrollo y el crecimiento económico son constantemente invocados como promesas del posconflicto, mientras la pobreza extrema y la desigualdad, y las muertes que producen, con- tinúan sin que se ‘deslegitimen los regímenes dominantes’. Referencias Abrams, P. (1977/2006). Notes on the difficulty of studying the state. En A. Sharma y A. Gupta (Eds.), The anthropology of the state (pp. 112-130). Malden, MA Oxford: Blackwell. universitas humanística no.82 julio-diciembre de 2016 pp: 463-473 470 bogotá - colombia issn 0120-4807
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