La Tierra, con un alto grado tecnológico en una sociedad medieval, está sojuzgada bajo el Trono de la Humanidad desde hace milenios. La legitimidad de quien lo ocupa se transmite por vía materna, pero el verdadero poder lo ejercen los hombres. Los sucesivos emperadores, reducidos al papel de marionetas de la nobleza, aseguran que las grandes casas sigan en control de la economía. Sin embargo, Defia, la joven emperatriz que será coronada tras la muerte prematura de su padre, recibe un mandato de la diosa que la obliga a cambiar a estructura del imperio hasta hacerlo desaparecer. En La agonía de la diosa, los dioses se comunican con los humanos y la magia se manifiesta en solo dos de las órdenes sacerdotales. Las fuerzas insurgentes de la Tercera Rebelión de los Relapsos buscan recuperar la doctrina original. Construir un mundo mejor, sin dejar el anterior en ruinas, sitúa a la emperatriz en el lado más peligroso del devenir histórico.