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JAVIER ALFONSO GiL* La teoría pura del comercio internacional. Alcance. Limitaciones y ... PDF

27 Pages·2011·12.91 MB·Spanish
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VV JAVIER ALFONSO GiL* La teoría pura del comercio internacional. Alcance. Limitaciones y alternativas** 0.- Presentación 1.— De Adam Smith a Ricardo. 2.- La Ley de costes comparativos 3.— Formación del valor-precio nacional e internacional 4.- Aportaciones de la Ley 5.- Refinamientos. Limitaciones y críticas a la doctrina de los costes comparativos. 6.— La aportación de Heckscher-Ohlin. Su significado. 7.— Dotación de factores y el teorema H-O. Evidencia empírica. 8.— H-O-S y la igualación de los precios de los factores. 9.— Hipótesis base. 10.— Alternativas teóricas. 0. PRESENTACIÓN "La preocupación por el mercado, por lo tanto, causó un redoblado senti miento a favor del libre comercio entre los hombres de negocios y los indus triales, un cambio de opinión que iba a tener importantes consecuencias, co mo ya veremos".1 Un nuevo paradigma aparecía en la ciencia económica, la superiori dad en un plano estrictamente científico de Adam Smith sobre la escue- * Depto. de Teoría Económica. Universidad Autónoma de Madrid. ** Este trabajo es parte de la tesis defendida por el autor en la Universidad Autónoma de Madrid. 1. P.T. ELLSWORTH (1964), pág. 23 166 JAVIER ALFONSO GIL la mercantilista sería abrumadora. Los presupuestos filosóficos de la "mano invisible" y de su brazo ejecutante, la "división del trabajo", nos darían las hipótesis "positivas" que debería seguir toda ciencia económica, para al desarrollarlas, enri quecerlas. Los Mercantilistas se habían obstinado en hacer prevalecer sus opi niones en cuanto a la necesidad de una balanza comercial favorable, (con la consecuente acumulación de dinero-mercancía), como modo óp timo de mejorar "la salud económica de la Nación".2 El exceso de celo de la crítica a los excedentes en la balanza co mercial de un país y al aumento en las divisas, (metales preciosos) del país beneficiario,3 ha hecho olvidar con demasiada frecuencia a las fuer zas reales que se encuentran debajo de toda balanza favorable o de todo incremento de reservas, a saber: nivel de ocupación de la población del país considerado. A la luz de este argumento quizá podamos aclarar la posible contradicción que se establece entre una teoría cuantitativa del dinero enunciada y por tanto conocida de los propios mercantilistas, y el incremento de las reservas monetarias, (oro entonces), en una nación. Todo incremento en las reservas, en la masa monetaria en una Na ción, (velocidad de circulación constante), traería como consecuencia un incremento de los precios y/o un descenso relativo en el valor de la moneda. El mecanismo de ajuste se pondría así en marcha demostran do que el perseguir una acumulación "per se" no tendría posibilidades de durar en el tiempo. Si los mercantilistas conocían la ley cuantitati- vista, ¿por qué entonces se obstinan en acumular?. Ellos no podían ex plicarlo pero constataban empíricamente, que todo aumento de las ex portaciones sobre las importaciones, traía consigo un mayor bienestar a la nación, vía puestos de trabajo y su remuneración. Así la pretendida contradicción se aclara, para los mercantilistas es un imperativo el velar por los puestos de trabajo, por lo tanto una balanza comercial positiva era sólo un medio y no un fin como han querido ver una gran parte de los escritores económicos.4 Había pues poderosas razones para luchar a favor de la intervención del comercio, a favor de una balanza comercial favorable. Dicha política era "orquestada" por el único agente económico que era capaz de imponer criterios a los demás agentes, el Estado-Na ción. A través de él se potenciaban las exportaciones y se desaconseja ban las importanciones. El intervencionismo era razón de estado y el comercio se veía restringido en su libertad. 2. J.M. KEYNES (1936), págs. 335-40 ó 347-48. 3. Observación comenzada por ADAM SMITH y que continúa en su aceptación por to dos los críticos del mercantilismo. 4. HARRY G. JHONSON (1975), pág. 12. JAVIER ALFONSO GIL* La teoría pura del comercio internacional. Alcance. Limitaciones y alternativas** 0.- Presentación 1.— De Adam Smith a Ricardo. 2.— La Ley de costes comparativos 3.— Formación del valor-precio nacional e internacional 4.— Aportaciones de la Ley 5.- Refinamientos. Limitaciones y críticas a la doctrina de los costes comparativos. 6.— La aportación de Heckscher-Ohlin. Su significado. 7.— Dotación de factores y el teorema H-O. Evidencia empírica. 8.— H-O-S y la igualación de los precios de los factores. 9.— Hipótesis base. 10.- Alternativas teóricas. 0. PRESENTACIÓN "La preocupación por el mercado, por lo tanto, causó un redoblado senti miento a favor del libre comercio entre los hombres de negocios y los indus triales, un cambio de opinión que iba a tener importantes consecuencias, co mo ya veremos".1 Un nuevo paradigma aparecía en la ciencia económica, la superiori dad en un plano estrictamente científico de Adam Smith sobre la escue- * Depto. de Teoría Económica. Universidad Autónoma de Madrid. ** Este trabajo es paite de la tesis defendida por el autor en la Universidad Autónoma de Madrid. 1. P.T. ELLSWORTH (1964), pág. 23. 166 JAVIER ALFONSO GIL la mercantilista sería abrumadora. Los presupuestos filosóficos de la "mano invisible" y de su brazo ejecutante, la "división del trabajo", nos darían las hipótesis "positivas" que debería seguir toda ciencia económica, para al desarrollarlas, enri quecerlas. * Los Mercantilistas se habían obstinado en hacer prevalecer sus opi niones en cuanto a la necesidad de una balanza comercial favorable, (con la consecuente acumulación de dinero-mercancía), como modo óp timo de mejorar "la salud económica de la Nación".2 El exceso de celo de la crítica a los excedentes en la balanza co mercial de un país y al aumento en las divisas, (metales preciosos) del país beneficiario,3 ha hecho olvidar con demasiada frecuencia a las fuer zas reales que se encuentran debajo de toda balanza favorable o de todo incremento de reservas, a saber: nivel de ocupación de la población del país considerado. A la luz de este argumento quizá podamos aclarar la posible contradicción que se establece entre una teoría cuantitativa del dinero enunciada y por tanto conocida de los propios mercantilistas, y el incremento de las reservas monetarias, (oro entonces), en una nación. Todo incremento en las reservas, en la masa monetaria en una Na ción, (velocidad de circulación constante), traería como consecuencia un incremento de los precios y/o un descenso relativo en el valor de la moneda. El mecanismo de ajuste se pondría así en marcha demostran do que el perseguir una acumulación "per se" no tendría posibilidades de durar en el tiempo. Si los mercantilistas conocían la ley cuantitati- vista, ¿por qué entonces se obstinan en acumular?. Ellos no podían ex plicarlo pero constataban empíricamente, que todo aumento de las ex portaciones sobre las importaciones, traía consigo un mayor bienestar a la nación, vía puestos de trabajo y su remuneración. Así la pretendida contradicción se aclara, para los mercantilistas es un imperativo el velar por los puestos de trabajo, por lo tanto una balanza comercial positiva era sólo un medio y no un fin como han querido ver una gran parte de los escritores económicos.4 Había pues poderosas razones para luchar a favor de la intervención del comercio, a favor de una balanza comercial favorable. Dicha política era "orquestada" por el único agente económico que era capaz de imponer criterios a los demás agentes, el Estado-Na ción. A través de él se potenciaban las exportaciones y se desaconseja ban las importanciones. El intervencionismo era razón de estado y el comercio se veía restringido en su libertad. 2. J.M. KEYNES (1936), págs. 33540 ó 347-48. 3. Observación comenzada por ADAM SMITH y que continúa en su aceptación por to dos los críticos del mercantilismo. 4. HARRY G. JHONSON (1975), pág. 12. LA TEORÍA PURA DEL COMERCIO INTERNACIONAL. ALCANCE 167 LIMITACIONES Y ALTERNATIVAS Contra ello, contra toda filosofía basada en la interferencia del co mercio, se alzó Adam Smith y los principales economistas continuado res de su pensamiento. Por todo ello este capítulo perseguirá dos obje tivos: Dar un breve recorrido por las hipótesis y teoremas estructurales en las que se ha basado la ciencia económica en su desarrollo de la teo ría del comercio internacional, y valorar tanto el estado actual de la teo ría como su relevancia para con la reaüdad. Que no es ocioso el remontarse a los clásicos para estudiar la Teo ría Pura del Comercio Internacional nos lo dice la longevidad que han demostrado las proposiciones ricardianas. En efecto, ni clásicos ni mar- ginalistas, ni neoclásicos (síntesis), por citar los grandes paradigmas ocu rridos dentro de la ciencia económica han alterado fundamentalmente la ley, y así ha ido superviviendo uno a uno a los embates académicos. Só lo eso nos daría derecho a hablar de una ley rara, quizá única en econo mía. 1. DE ADAM SMITH A RICARDO Si bien Adam Smith defenderá el libre comercio como ya ha que dado expresado, no es menos cierto que sus supuestos teóricos para "bendecir" dicho comercio no son muy afortunados. Lo que se conoce como la ley de costes absolutos nos expresa que las mercancías tenderán a producirse en aquellos países en los cuales los costes de producción sean menores. Estando los costes de producción expresados en unida des de trabajo, (valor-trabajo), el comercio para una mercancía se esta blecerá desde países donde su producción sea barata (menores unidades de trabajo para su producción), hasta países donde la misma mercancía, de producirse, resultaría más cara (mayores unidades de trabajo para su producción). Se trataba en definitiva de exigir que la industria exportadora de un país se encuentre en condiciones de producir con una cantidad da da de capital y trabajo, una cantidad mayor de mercancía que cualquier rival. La ventaja (coste) absoluta fue así expuesta, olvidándose de mu chos casos masque se podrían dar en el comercio, sin que las mercancías de un país necesitaran poseer una ventaja absoluta sobre las del otro, para poder ser objeto de comercio internacional. "Por medio de invernaderos muy buenas uvas pueden ser cultivadas en Esco cia, y por lo tanto muy buen vino puede conseguirse. Ahora bien, el precio resultante de ese vino será 30 veces más caro que el vi no, al menos de la misma calidad, traído de países extranjeros; ¿sería una Ley 168 JAVIER ALFONSO GIL razonable aquélla que prohibiera la importación de vinos expranjeros simple mente para incitar la crianza del clarete y el borgoña en Escocia?5 La ventaja aparecía como una ley restringida. En Ciencia, el pro greso se efectúa no sólo sustituyendo lo imperante sino que la nueva ley, al abarcar fenómenos no explicados por la anterior, debe también subasumir a fenómenos tratados por la antigua. Afortunadamente para la Ciencia Económica, pronto se pudo disponer de otra ley, la cual no sólo explicaba los casos cubiertos por la ventaja absoluta de Adam Smith, sino que al mismo tiempo ampliaba y daba origen a toda la Teo ría del Comercio Internacional. En el capítulo VII, "On foreign trade", de "The Principies of Poli- tical Economy and Taxation",6 David Ricardo expondría los supuestos básicos en que se centra la ley de costes comparativos. La ley expresa que siempre y cuando existan diferencias en los cos tes de producción entre dos mercancías en un mismo país y entre las mismas dos mercancías, en otro país diferente, será ventaja para los res pectivos países el especializarse cada uno en la producción de una de las mercancías, y de este modo iniciar el intercambio. La especialización respectiva no puede ser sino benéfica, piensa Ri cardo, y llevará con un capital y trabajo dado a una mayor producción de las dos mercancías al sumar las de ambos países.7 2. LA LEY DE COSTES COMPARATIVOS Al hablar de costes comparativos, estamos admitiendo que el inter cambio se realizará siempre y cuando los precios relativos se sitúen den tro del límite intraspasable de los costos de producción de las mercan cías en el país en cuestión. Por lo tanto, son los costes en última instan cia, los que controlan (ponen fronteras) a los límites del intercambio, y los que por lo tanto determinan la relación de precios en el comercio. Dentro de la banda de fluctuación dejada por los costes serán las de mandas recíprocas de Stuart Mili,8 las que nos darán la relación de pre cios definitivos. La aportación de Stuart Mili significará la posibilidad de incluir a los costes comparativos con otras teorías no basadas en el valor trabajo 5. ADAM SMITH (1976), Pag. 229 6. Ya es común enunciar si fue o no Ricardo el primer expositor de la ley de los costes comparativos. El Coronel Torcens es para algunos el verdadero y primogénito creador. Aquí como en prácticamente toda la literatura económica, seguiremos el camino de "culpar" a Ricar do por el hallazgo de la ley. D. RICARDO (1817), pág. 46. 7. El máximo de producción (out put) con un capital y trabajo dado o simétricamente el mínimo de trabajo y capital para una cantidad dada (out put) de mercancía. 8. JOHN STUART MILL (1847), pág. 158. LA TEORÍA PURA DEL COMERCIO INTERNACIONAL. ALCANCE } 69 LIMITACIONES Y ALTERNATIVAS y que por lo tanto le son extrañas. Lo que nos hace vislumbrar ya un problema teórico de fondo es la contestación a la pregunta de si son las cantidades de los factores capital y trabajo empleadas en la producción (costes de producción) los que determinan el valor, es decir, el precio de intercambio, o son por el contrario, las demandas recíprocas las que de terminan el precio y de ahí la remuneración de los factores.9 Las tijeras de Marshall no serán una síntesis adecuada, habrá que ver si alguna de las cuchillas corta más que la otra. ¿Qué tenemos enunciado hasta ahora? 1) Por un lado, una expo sición de la ley tal y como quedó configurada por Ricardo y, como ve remos, tal y como ha pasado a formar parte de la moderna teoría eco nómica, formulación que pone énfasis en las ventajas derivadas del co mercio mundial (Enunciados Normativos), y 2) el intento aportado por Stuart Mili y Marshall de dar un carácter general a la formulación Ricardiana (Enunciados Positivos), para obtener una teoría de la For mación del valor Internacional. En la economía ortodoxa los dos enunciados han ido tradicional- mente unidos, así se ha podido hablar de una ley de formación de los precios internacionales y al mismo tiempo de una ventaja mundial obte nida con la liberalización del comercio.10 Supongamos la siguiente estructura de costes medios en unidades de trabajo en dos países para dos productos, siendo éstos, por ejemplo, paño y cereal (trigo): Horas trabajo para producir una unidad En País X En País Y PAÑO 90 H/T 50 H/T CEREAL 70/HT 60 H/T En este ejemplo vemos que en el país X, para producir una unidad de paño (metro), se necesitan 90 horas de trabajo, mientras que en el país Y, sólo se necesitan 50 horas de trabajo. Con respecto al trigo, en el país X se necesitan 70 horas de trabajo para producir un quintal, y sólo 60 horas para producirlo en el país Y. El país Y tiene "ventaja absoluta" en los dos productos, con lo que, y siguiendo a Smith, el país Y no obtendría beneficio en comer- 9. A. EMMANUEL (1969), pág. 22. 10. JADISH BHAGWATY (1971), pág. 238. 170 JAVIER ALFONSO GIL ciar, puesto que tendría ya lo mejor de ambos mundos. Sin embargo, Ricardo, con su enunciado no será tan categórico, la Ley de Costes Comparativos nos dirá que "a pesar" de la ventaja absoluta disfrutada (el Y en nuestro ejemplo) síes posible el comercio, demostrándose ade más que la apertura del intercambio será beneficiosa para ambos países. Volviendo a nuestro ejemplo podemos obtener los precios a los que se intercambian al interior de cada país los dos productos expresa dos. Así tendremos: PAÍS X (Sin comercio) 1 m de paño = 9/7 de trigo = 1,28 1 Qm. de trigo = 7/9 de paño = 0,77 PAÍS Y (Sin comercio) 1 m. de pafio = 5/6 de trigo = 0,83 1 Qm. de trigo = 6/5 de paño = 1,20 Vemos que el metro de paño se intercambia contra 9/7 de trigo en el interior del país X, pero sólo se intercambia contra 5/6 de trigo en el inte rior del país Y; por lo tanto, en el país X el paño será "relativamente" más caro que el trigo, y en el Y, será el trigo el relativamente más caro; por lo tanto, al país Y le interesará enviar paño al País X a cambio de trigo. Estamos entonces en condiciones de decir que el país X tiene ven taja "comparativa" en la producción de trigo y el país Y la posee en la producción de paño, ¿por qué?. Sencillamente porque existe una es tructura de costes diferentes en cada rama de actividad en cada país. ¿Qué pasará con la producción total tanto a nivel nacional como a nivel mundial? Si la estructura (la diferencia) relativa de costes nos ha ce ver "ventajas" de cada país en cada rama, ello significará que si cada país se especializara en aquello en que tiene ventaja comparativa, no só lo la posición del país mejoraría, lo cual redundará en la nación, sino que además la producción global mundial (nuestros dos países en este caso) también aumentaría. Veamos: Antes del comercio sin especialización PAÍS Cereal Paño Total X 70 90 160 Y 60 50 110 270 LA TEORÍA PURA DEL COMERCIO INTERNACIONAL. ALCANCE 171 LIMITACIONES Y ALTERNATIVAS El cuadro expresa el número de horas/trabajo necesarios para la producción total mundial antes de la especialización; es decir, antes de que se abra el comercio; como vemos, el número de horas necesarias se eleva a 270 horas de trabajo. Lo importante para Ricardo, y para la ley de costes comparativos sería entonces poder medir las ventajas que traería consigo la apertura del comercio; ventaja que vendría expuesta en cuanto pudiéramos de mostrar que la misma cantidad de productos pudiera obtenerse con un número menor de horas de trabajo, eso y sólo eso significaría la ventaja de la especialización. Volviendo a nuestro cuadro, tenemos: Después del comercio con especialización PAÍS Cereal Paño Total X 140 140 Y 100 100 240 En esta nueva situación, tras la apertura de comercio la suma total de horas-trabajo necesarias para la producción de las unidades cereal y paño ha bajado a 240 horas trabajo. Por lo tanto nos encontramos ante una ventaja mundial, propiciada por el comercio vía la especialización de cada país en la producción de aquel producto donde mantiene una ventaja comparativa. Este era el mensaje de Ricardo sobre el comercio. Su apertura no puede sino beneficiar a los países que lo practican, re duciendo sus costes en horas de trabajo. En cuanto a qué país en concreto se beneficiaría de las 30 horas- trabajo ahorradas a nivel mundial con comercio, Ricardo, su ley, no nos lo dice, dependerá finalmente de los precios finales (relación de inter cambio) que rijan en la transacción. Ahora bien, lo que sí nos dice son los límites que la ley de costes comparativos impone a todo comercio. El trigo y el paño podrán ser objeto de comercio internacional siempre y cuando sus precios se mantengan dentro de las bandas siguien tes: 1 trigo = 7/9 paño en el país X; 1 paño = 9/7 de trigo en el país X o viceversa: 1 trigo = 6/5 paño en el país Y; 1 paño = 5/6 de trigo en el país Y 172 JAVIER ALFONSO GIL La relación 1 trigo = 7/9 de paflo será infranqueable para el país X; todo lo que consiga de más en paño le beneficiará hasta el límite de 1 trigo = 6/6 de paño que será el techo que pondrá el país Y. Simétri camente, a J trigo = 6/5 de paño como precio de intercambio, toda la ventaja del comercio será para el país X. Todo ello claro está, haciendo abstracción del transporte. Lo importante no obstante, no es quién ga na o deja de ganar entre esos límites infranqueables, lo importante es que nadie sale perjudicado, puesto que los costes llevan explícitos todas las remuneraciones de los factores, no existirá pérdida alguna por tanto pa ra el país que comercia. La formulación ricardiana sobre los costes comparativos puede concretarse en, 1) la apertura del comercio trae ventajas a todo el mundo (aquí dos países), vía reducción de las horas-trabajo necesarias para la producción, y 2) las ventajas se obtienen sin que ningún país salga perjudicado en el intercambio. "¿No es maravilloso este juego, donde uno tiene todas las oportunidades de ganar, sin el mínimo riesgo de perder?".11 El mecanismo de transmisión que representa la deducción ejem plarizada por Ricardo, va desde la ventaja mundial que se obtiene con el comercio, hasta pregonar como única política posible por parte de las naciones el libre cambio, la libertad sin restricciones del comercio. Así enmarcado, no cabe duda que interpretamos mejor el mensaje de la ley de costes comparativos. 3. FORMACIÓN DEL VALOR - PRECIO NACIONAL E INTERNACIONAL Toda la exposición realizada en el apartado anterior ilustra, cree mos que claramente, los propósitos de Ricardo, así como el alcance de la ley de costes comparativos. Antes no obstante de continuar el desarrollo de la ley a la luz de las escuelas económicas herederas de Ricardo en particular, y los clási cos en general, debemos hacer hincapié en algo que aunque es consus tancial a la ley de costes comparativos, normalmente se tiende a olvidar. Nos referimos a la teoría del valor-trabajo hipótesis principal de toda la Teoría Ricardiana y por lo tanto formando parte también del capitulo VII "On Foreign Trade", dentro de sus "Principies of Political Econo- my amd Taxation". Es allí donde Ricardo expresa la imposibilidad de 11. A. EMMANUEL (1969), pág. 30.

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29. W.W. LEONTIEF (1954), págs. 3-32. 30. H. ROBERT HELLER (1978), págs. 42-43. 31. Que sea la demanda o la oferta la fuerza predominante en
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