1 Jorge Luis Ampelio Muñoz Hernández Contacto e-mail: [email protected] Webs del autor www.autonomiamx.wordpress.com www.biomagnetismosocial.wordpress.com www.comunifad.wordpress.com Xochimilco, Cd. Mx. mayo 2020 2 Índice General Índice Desglosado 4 Prólogo 7 Introducción 9 Autonomía 15 Poder y Autonomía 39 Bases Neuro de la Autonomía 49 Capitalismo y Autonomía 85 Rehacer la Vida Colectiva 110 Teoría del Chorizo 129 Educación Autonómica 146 Colofón 167 Apéndices 169 Manifiesto Ciudadano 169 Genealogía de la Autonomía 188 3 índice Desglosado Prólogo 7 Introducción 9 Una ingeniería inversa 9 Mirar el Camino 11 De las Ideas y de los Chorizos 13 Autonomía 15 Crear Naturaleza 15 Organización u Organicidad 16 Superar la Ideología Burguesa 17 Medios de Comunicación y Autonomía 19 Ideales y Autonomía 20 Como Iniciar una Autonomía 22 El poder del Gregarismo 23 Necesidades y Seguridades en la Construcción de Autonomías 24 La Autonomía Como Acción, el Poder Como Propuesta 30 Evitar el Sectarismo Autonomista 32 La Anorganización 33 Gregarismo en Vez de Organización 35 La Vía de los Hechos 37 Poder y Autonomía 39 El Showman: Sistema y Autonomías 39 El Sistema Dopaminérgico de Control 41 El Futilismo 44 Notas para una Genealogía del Poder como Administración de la Imaginación 46 El Sistema Como Modulación Senso-perceptual 47 Experiencismo 48 Bases Neuro de la Autonomía 49 Vida, Motivación y Autonomía 49 Cuando las Deficiencias nos Traicionan 52 De la Dejadez 53 Neurobiología del control 55 El Espacio Mental 57 El Yo Como Estructura de Dominación 61 Orientación de la Actividad Cerebral (Intuitiva y Consciente) 63 Funciones Socio-Cerebrales 66 Herencia Genética 68 Las Emociones 69 De la Consciencia y la Intuición 71 Motivación humana 72 Amígdala y Miedo 73 Crear Poderes Alternativos Reales 73 Soportes del Poder 75 4 Función Cerebral y Poder 77 Acotar al poder tutelar 83 Capitalismo y Autonomía 85 De la Utopía a la Autonomía 85 Los Canales Vitales del Capitalismo y las Autonomías 86 El Superhombre y la Autonomía 88 Autonomía y Sentido de la Vida 90 Ubicarse en la Vida 92 Los Peligros de Trabajar la Consciencia 94 Contradicciones del Capitalismo 97 Hijos de Tigre 98 Radicales y Alucinados Como Soportes del Despotismo 99 Machismo 101 El Machismo Capitalista 103 Sobre el Papel de los Intelectuales 105 No Jugar el Juego del Sistema 108 Rehacer la Vida Colectiva 110 El Modelo de Dominación Familiar 111 Sincronía o Sincronicidad Colectiva 115 Campo Cerrado 117 Definición de Vida 118 Gente Ingrata 118 El Devenir del Cambio Social 119 Ocio y Entretenimiento en una Autonomía 120 El Sustrato Colectivo 123 Los Riesgos de la Inteligencia Emocional (IE) y la Programación Neurolingüística (PNL) 126 Teoría del Chorizo 129 Chorizo y Autonomía 132 El Proceso del Chorizo 134 El Valor del Chorizo 135 La Producción de Chorizo 139 La Suprema Función del Chorizo 141 Chorizo y Ciencia 142 El Conocimiento 143 Pasar de la Ciencia a la Experiencia 144 Educación Autonómica 146 ¿Son las Comunidades Autónomas Pequeños Infiernos? 146 Las Tres Partes de la Verdad 149 Del Enojo 150 El Camino de la Bestia 151 El Camino del Entendimiento y la Fraternidad 155 El Papel de la Teoría 157 Notas para Los Usos de la Consciencia 160 Las Preguntas y sus Respuestas 163 Ni Entender ni Transformar al Mundo, Solo Vivirlo 164 Colofón 167 Apéndices 169 Manifiesto Ciudadano 169 I. MOVIMIENTO CIUDADANO 169 5 II. EL NUEVO MUNDO 171 III. CALIDEZ DE NUESTRA CULTURA COMO MARCO POLÍTICO-CULTURAL 175 IV. ESTRATEGIA: RECUPERAR LA VIDA COLECTIVA 177 V. POR UNA ECONOMÍA CIVIL 182 VI. ¿QUÉ HACER? 185 Genealogía de la Autonomía 188 6 Prólogo Este libro estaba destinado a escribirse en la experiencia, a que se fuera desarrollando conforme se construían autonomías, se federaban y confederaban hasta quedar como un hermoso poema de eso que llaman realidad. Si así hubiera sido, no hubiera importado que tan tunco quedara, porque siempre habría más tiempo para seguirlo escribiendo. El libro estaba destinado a imprimirse en los cuerpos de la gente, en las casas que habitaran, en las calles que recorrieran y en las cosas que usaran. Lejos, muy lejos quedó la intención original. Tuvo que ser escrito de modo digital, porque ya ni el papel se usa. Fue obviamente engendrado por el sistema, al que nunca pude superar. En vez de escribir este libro, lo usual era haber cedido y embarcarme como líder, político, funcionario o al menos ponerme a amasar alguna fortuna que me permitiera iniciar un proyecto autonomista como el que aquí platico, pero se me pidió un precio demasiado alto. La lucha le hice para que se construyera en la experiencia (que no en la praxis). A fines del siglo pasado me acerque a los personajes “más poderosos” de Xochimilco (que hoy ya ni recuerdo son), que llegaron a ser delegados, pero ni siquiera logré captar su atención. Lo intenté con René Bejarano, pero la difunta Yolanda Torres Tello y su marido Maltos, ni siquiera me dejaron acercarme. Ingenuamente le mandé mis borradores casi con desespero por saber cuál era su destino. Alguna vez fui a una asamblea del Peje, pero pasé como un fantasma. En alguna reunión de izquierda, en algún hotel lujoso de reforma, leí cuatro cuartillas a matacaballo porque todos esperaban su turno para tirar su neta en aquella pequeña Babilonia. Como militante de la izquierda clandestina solo tenía la intuición de algo, que no era la revolución que buscábamos. Me refugié entonces con lo que parecía un movimiento ciudadano hasta caer en la grilla xochimilca ya con alguna idea sobre el autonomismo. Para 94 le envié a Marcos algo ya más elaborado con el fin de contactar, pero él perseguía su propio estrellato. A final de cuentas ¿quién era yo? Supe entonces que contra Dios no se puede, y con Dios fungiendo como el despotismo en turno, menos. Eso fue antes y aún lo es. Este libro es propositivo pero lo que propone equivale a pura imaginación, o al menos equivale a nada que tenga que ver con la realidad (la del sistema, que es la dominante). Aspira a alimentar la imaginación autonomista, aunque me daría por bien servido si alguien saca algo de él. Pero no se crea que me instalo en el desencanto y la frustración. No lo hago por qué soy consciente de que debe surgir una nueva literatura 7 destinada explícitamente a alimentar imaginaciones autonomistas. Los despotismos se han alimentado de todos los profetas, teóricos, pensadores e intelectuales que él mismo ha parido. Ojalá y esto sea un buen o mal parto y no un aborto. Hubiera querido escribir palabras borrosas que, como la realidad, fuesen tan claras como imposibles de expresar en lengua alguna. Este intento de tachonadura es lo que salió y estoy contento. Tachonar la lengua, bien que hace falta. 8 Introducción Una ingeniería inversa La dominación suele montarse en lo que la gente hace, ya sea que lo hace por costumbre o por impulso vital. Al montarse, la dominación pervierte los fines o las intenciones originales tornándolos en contra de la misma gente. Uno de los pilares humanos en que se monta el sistema (y cualquier despotismo) es precisamente la congruencia. La congruencia y la consecuencia son actitudes con lo que nos quisieran agarrar, que siempre fuéramos los mismos y que además de coherentes fuéramos consecuentes con nuestros actos. El despotismo requiere gente predecible, incluso que sea incoherente e inconsecuente, pero que siempre lo sea. No debería haber problema con la coherencia y la consecuencia, en tanto que son impulsos vitales bio-sociales. El problema viene a que usualmente cualquier despotismo impone su “congruencia” y su “ser consecuente”, por lo que, no suele haber otra congruencia y consecuencia que la que se desprende del propio sistema. Las coherencias fuera del sistema se les llama disparates y a la consecuencia: fanatismo o ignorancia. Ser congruente es abrazar al conocimiento: ese conjunto de discursos que necesitan ser validados por los aparatos de control del despotismo. Ser consecuentes es realizar actos que no incomoden a los déspotas en turno. Ni coherente ni incoherente. El libro está escrito para ser entendido, por lo que, aunque no es mi deseo, intenta usurpar lo que tendría que resolverse frente a frente: intenta un discurso utilizable en la construcción de autonomías, asunto de interés exclusivo de las propias autonomías. Pero muy posiblemente ni siquiera se entienda, porque vivimos encerrados en la estructura perceptual que alimenta el despotismo. Los despotismos asocian sus intereses a los impulsos vitales de los dominados subsumíendolos. Esos impulsos vitales y la forma como la dominación los asocia con sus intereses, son de lo que trata este libro, fundado un tanto en lo que Foucault proponía. Este libro, ni es para esta época ni para ninguna. Ni siquiera corresponde a la palabra tupinambá que no se dirige a nadie ni quiere significar algo. No es que lo haya escrito en el vacío, es solo que el solo pensamiento de que se pueden crear autonomías aquí y ahora, aparece como utópico, rayano en la ingenuidad y la incoherencia. Es como si el libro se hubiera escrito solo siguiendo algunos de mis desvaríos. Lo escribí porque al igual que mis necesidades vitales, al margen de lo que hubiera deseado, solo ocurrió como resonancia de mis desesperos. Por suerte hoy día florecen en todo el mundo comunidades autónomas o que buscan la autonomía. Son ellas las que finalmente justifican mis impulsos. 9 Las ideas del libro nacen de mi paso por diversos movimientos, mismos que resultaron solo grilla. Se me grabó en la piel que no es posible cambio alguno que no venga desde abajo. Pero no del abajo marxista, o del abajo cristiano, sino del abajo que reinventa todo. Pero como no es posible hacer algo distinto a lo que decía Descartes, se tienen que utilizar los tabiques viejos para construir algo nuevo; cosa perfectamente posible porque no hay nada nuevo bajo el sol. La idea del libro es recoger los éxitos del despotismo y aplicarlos a la construcción de autonomías, sin otra lógica de construcción que la que decidan las comunidades. Se trata solamente de mostrar los tabiques, cómo están enraizados en nuestros impulsos básicos y cómo podemos aprovecharlos con la misma eficiencia con que los utilizó y utiliza el despotismo, pero ya no para dominar, sino solamente para la vida. Mi primer impulso fue el de escribir algo como una crítica radical de la dominación a lo largo de la historia. Mi intuición nunca dio con nada y venció mi abulia. Finalmente entendí que ya había mucho chorizo y que muchos de ellos son muy buenos, que no valía la pena un chorizo más. En consecuencia, no había porque devanarse los sesos en largas explicaciones y demostraciones que finalmente alimentan la imaginación de los déspotas, y muy poco a los impotentes y jodidos de siempre. La sustancia del libro radica en una utopía, consistente en esperar que se invierta la acción contestataria, y que se tengan muchas nueces con poco ruido. De la izquierda radical a la conservadora o autonomista hablan, protestan, hacen teoría, pero muy poco hacen para sustentarla materialmente. Multitud de pensadores y articulistas escriben profundas y furibundas críticas al sistema, gastan esfuerzos enormes en creatividad, misma que queda al servicio del sistema. Si la mitad de ese esfuerzo se dedicara a buscar las bases materiales de su crítica, otro gallo nos cantara. Mucho ayudaría convertir sus publicaciones en propaganda de soluciones comunitarias en curso. Rescatar experiencias comunitarias y publicitarlas con el mismo furor con que critican, daría con otro mundo. Teoría autonomista ya hay bastante, lo que falta es suficiente acción autonomista. Por otra parte, hay verdaderos ejércitos de activistas que queman energías y vidas en protestas estériles y en luchas callejeras que finalmente sirven al despotismo para ver en donde hay que ajustar políticas y acciones para seguir dominando. Protesta y lucha son indispensables para la sobrevivencia de los oprimidos, pero dispersa y sin objetivos vinculados a la construcción de la liberación son meras válvulas de escape para el sistema. Pero no se trata de repetir los viejos moldes de los liderazgos, de la praxis o de la teoría revolucionaria. Se trata de rehacer la vida colectiva soportada en los elementos que permiten la subsistencia para que sean los colectivos los que decidan su destino y su forma de interacción con su entorno físico y social. 10