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IMPERFECCIONES, DEMONIOS Y HEROES ANDINOS Alejandro Ortiz Rescaniere PDF

34 Pages·2010·1.36 MB·Spanish
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IMPERFECCIONES, DEMONIOS Y HEROES ANDINOS Alejandro Ortiz Rescaniere f*) Fdsil del pasado, la religidn actual andina fue entendida como un vestigio desarticulado, esp6reo. La decadencia del evol~~cionismnoos lleg6 con fuerza. Julio C. Tello y Luis E. Varcarcel iniciaron en cl Peru una nueva ma- nera de estudiar a1 indio: fundaron la arqueologia, la ctnologia, la antropolo- gia. El proposito era doble: reconstruir el pasado con 10s rezagos actuales y, a travBs del pasado restaurado, comprender el presente. Se elabor6 de esa ma- nera una historia y un presente imaginaries. Un ejemplo de esa orientacion es el articulo "Wallallo" de Julio C. Tello y Prospero Miranda (Revista Inka, vol. I, Lima, 1923). con la finalidad de describir y de comprender la ccremo- nia de "La Limpieza de Acequia" de Canta, pueblo campesino de la Sierra de Lima, 10s autores mencionados realizan un ingenioso ensamblaje de datos ar- queologicos, historicos y etnograficos de la region. El sentido final, la expli- cation del funcionamiento intimo del ritual de la acequia, lo da la perspecti- va historica, que es, a1 mismo tiempo, la que legitima las combinaciones he- teroclitas empleadas. Asi empieza la antropologia peruana: con una metodo- logia cuyadebilidad ya habia sido seiialada como "historia conjetural". Empezabamos, asimismo, con otro error de procedimiento: combi- nar hasta la confusion, diversos datos de la realidad. Se emprendio una lectu- ra lineal de 10s mitos, no para entenderlos en si, sino para comprender 10s su- cesos o la fisonomia de la antigua sociedad peruana. Se origina, en consecuen- cia, una serie de "historius itzcas" cn que la fabula prueba el hecho y vicever- sa. Estos yerros epistemologicos han hecho buen camino entre nosotros. La aceptacion se debe quizas a una coincidencia ontologica: tambikn para 10s incas 10s mitos constituian la historia oficial del pasado y la ideologia de su presente. Por otra parte, 10s cronistas tomaron como historias reales el pasa- do fabuloso de 10s incas. Apenas si dudaron de la historicidad de Manco Ca- pac, el inca que emergi6 de las entrafias de una montafia-templo o del lago Titicaca. La Antropologia de ayer como la antigua crdnica centraron sus es- fuerzos en deslindar 10s contornos de la religion andina: lo hispanico de lo aborigen, lo cristiano y rescatable de lo demoniac0 y condenable. A pesar (*) El presente articulo reproduce y amplia dos conferencias: una dada en la Uni- versidad Menhndez Pelayo (Espaiia) (1983), y la otra, en el IX Congreso Nacional de Folklore (Perii), (19 86). 1 93 de este determinism0 historico, aparecen numerosas obras fkrtiles: la del es- tirpador de idolatrias del siglo XVI, padre Francisco de ~vila',l a del antro- pologo y novelists JosC Maria Arguedas. lnvestigadores como Maria Rostorowski y Franklin Pease buscan una sugerente variante, proponen reconstruir el pasado y entender el presente an- dino confrontando, criticarnente, la historia mitica y 10s documentos histori- cos con la etnografia de todos 10s tiempos2. Mas, a pesar del esfuerzo meto- dologico, la etnohistoria no escapa a la estCril encrucijada historicista: utiliza 10s documentos de mitos del pasado como documentos de historia. Se persis- te en tomar la mitica como si fueran hechos, sucesos realmente acaecidos. De tal suerte que cuando en las postrirnerias del siglo XVI el informante de Francisco de Avila afirma que Huayna Capac llam6 a la montaiia divina de Pariacaca y Csta le envi6 a su hijo Macahuisa, el estudioso pretenderi que, historicamente, en una fecha concreta, se reunieron efectivarnente la huaca y el Inca. Una nueva tendencia trata de leer.10~m itos andinos como tales, rela- cionandolos unos con otros, estableciendo analogias y oposiciones elementa- les. Citaremos una antologia que muestra 10s matices de este estructuralismo, a veces esquematico, a veces sugerente: la obra de Juan Ossio, "Ideologia Me- sihica del Mundo ~ndino"'. Entre la cr6nica y la actual etnohistoria no existe un vacfo. Con poca preocupaci6n teorica, persiste una vieja etnografia. Consigna, a veces con fantasias, a veces con minuciosa objetividad, los.ritos, 10s mitos, las "costum- bres" de 10s pueblos andinos. Contarnos por eso con innumerables revistas, cancioneros y monograffas4. Estas dos actividades -la etnogrifica y la de inspiracih teorica- sin duda por ser de larga tradicibn, ofrecen a1 estudioso un material variado y complejo del mundo religioso andino. Vamos a seiialar lo que a nuestro juicio constituyen algunas de las ca- rencias y defectos que en general poseen las investigaciones actuales acerca de la problematica religiosa andina: -Tendencia a1 estudio fragrnentario; faltan investigaciones de aliento (1) Francisco de Avila, "Dioses y Hombres de Huarochiri. . .", Museo Nacional de His- toria. IEP, Lima [1598] 1966; Jose Maria Arguedas, "Puquio una cultura en pro- ceso de cambio", RMN, Lima, 1964. (2) Rostworowski de Diez Canseco, "Urpayhuachac y el simbolo del mar", Arqueolo- gfa No. 14, PUC, Lima 1975; Franklin Pease, "El Dios creador Andino", Mo~ca Azul Ed., Lima, 1973. (3) Juan Ossio, "Ideologia Mesihica del Mundo Andino", Prado ed., Lima 1975. (4) "Monograffa de la Provincia de Parinacochas", 2 vols., Centro de Colaboraci6n Pro- vincial del Magisterio Primario de la Provincia de Parinacochas, Lima, 1951. 194 global. 0 se describen y analizan las fiestas patronales de un pueblo sin regis- trar 10s cultos alejados de la iglesia o se trabaja sobre el curanderismo sin atender a 10s mitos. Muy pocas son en este sentido las excepciones; por ello es digno de tener presente "El mundo religioso de Urcos", 197 1, del padre Manuel Mar- zal, "Cristianismo y religion quechua en la prelatura de Ayaviri", 1972, dc Mateo Garr. Si bien estos trabajos, mb alla de sus metas antropologicas, tie- nen una finalidad' pragmitica -la cuestion pastoral-, no por eso dejan de constituir lo que son, raros estudios del complejo total religioso de la comu- nidad andina. -Pocas veces se hace una distincion metodologica de forma y de con- tenido. Salvo cuando el ocasional investigador descubre que en el culto a una imagen de la Virgen de las Mercedes se encuentra encubierto el de la Madre Tierra, salvo, pues, en estos casos de formas catolicas y de fondo pre-cristia- no, no ha sido tenida en cuenta dicha distincion. Ello ha dado lugar a que se conciba que Wiracocha fue una divinidad singular, temporalmente ubicable en el Cuzco pre-imperial, con un significado, con una iconografia, un culto y una historia peculiares, y que esta religibn haya sido reemplazada, historica- mente, por un dios solar. Se ha olvidado asi uno de 10s rasgos mAs elementa- les de la religiosidad andina y, en general, de la popular, la gran fluidez que hace que un mismo nombre de divinidad sirva, segh el contexto, para dife- rentes funciones. Especulando sobre las posibilidades de superar 10s equivocos aqui se- iialados a bastos trazos, presentamos tres pequeiios ensayos en torno a 10s mitos andinos. Ellos estan orientados por un estructuralismo que busca for- mas constantes y por un sesgo fenomenologico que trata de conciliar distin- tos planos del universo social de 10s andes. 1. LA CREACION IMPERFECTA Afirma un estudioso peruano, el doctor Radicatti, que en las hebras ide~~raficas'inca1s0,s quipus, el hilo de un color uniforme y sin nudo ni cam- bio en su torcedufa quiere decir ausencia, vacio. El tiempo es pleno. Resulta del compromiso entre el dios de lo eter- no -~ariacaca, Wiracocha o Sol- y el belicoso, amenazante dios del devenir, . Pachachac, el Sefior de 10s Temblores: es la divinidad que corta el tiempo en dos. El corte implica doble movimiento: destruction y creacibn, muerte y vida. "El fin del Mundo Pasado", "el inicio del Tiempo Presente", son tkrmi- nos que apuntan a1 juego abstract0 de la vida y de la muerte. Si estos concep- tos se expresan de manera tan absoluta, el vacio no puede ser extra0 a la re- flexion y al ensueiio del andino. Pachacimac marca 10s limites entre el Mundo Presente y el Mundo Pasado. Este ultimo no existe, esta vacio de todo contenido: es la esfera de 10s dioses vencidos, enigmas malignos que el hombre rehuye per0 tarnbien busca temeroso. Si el vacio fue imaginado, todo es imaginable. Antes que cruzaran por primera vez el firmamento fueron semillas. El Sol y la Luna vivieron su infancia en las fragas secas de la Madre Tierra. Las tinieblas cercaban a 10s deseos. Penetraron en una caverna: La madre fue devorada por el Wa-kon, nombre del monstruo engafiador de 10s nifios. Wa- kon 10s persiguio por 10s intersticios de la Tierra por 61 fracturada. Huyeron . 10s willkas o semillas celestes. Se refugiaron en el olvido: una zarigiiella, ma- dre de las ocas; ella 1nat6 al Wa-kon. La Tierra genninada fructifico; ya no era necesaria la presencia de 10s willkas. Satisfechos (sin saber por que) em- prendieron el carnino que perpetua sus deseos y obras: el hambre satisfecho, el olvido redentor. Los willkas son incestuosos: comieron 10s frutos de su madre, la ~ierra.' Los nifios pagan la analogia. El incesto trae sequias y estas recuerdan el pecado. Como 10s willkas miticos, 10s nifios entrafian las contradicciones entre el hombre, la tierra, 10s frutos, la muerte y la renovacion. Tal vez por ello 10s niiios son castigados simbolicamente por fantas- mas rituales y narratives: 10s cuentos y la danza del Wa-kon tienen, como uno de sus propositos, asustar a 10s pequefios. El incesto contarnina. La sociedad asume la culpa. Pero 10s nifios son victimas expiatorias precisas y comodas; sacrificandolos se borra el pecado de toda la sociedad; se evita la sequia; se asegura el perpetuo recorrido de 10s primeros violadores y fructificadores de la Madre Tierra: el Sol y la Luna. Un personaje pareciera precisar una de las implicaciones semanticas de la ambivalencia del Wa-kon: el engafio. Nos referimos a1 Raupa Machu de la variante singular de una interpretacion de la ~scuelaR~a.u pa Machu vive, como el Wa-kon, en el interior de un cerro. En ambos relatos dos huerfanos van por una Tierra sin Padre. (La Tierra es viuda, el Inca ha muerto). Se diri- 1. Tomado de un mito actual de la regibn de Cajatambo (Lima). 1. Ver mito de la Escuela en: Alejalidro Ortiz, "De Adaneva a Inkarri", Lima, 1973. 19 6 gen con engaiiosos deseos a la cueva. El Raupa Macl-iu es un mentiroso; diri- ge la caverna de la Escuela. En ese lugar el ogro Raupa Machu da a 10s huCr- fanos una vision falseada del mundo pasado. Los huerfanos representan dos mundos futuros. El Presente repite este juego divino de lo falso y de lo ver- dadero, de 10s espejos que son la vida. "Antes de ahora habian 10s gentiles. Cada uno trabajaba para si; no habia cooperacion. Para que esta situacion se acabara llo- vio como nunca. La tierra se transformo en una masa. Los gen- tiles y sus animales que lograron escapar dejaron sus huellas en el barro. Despues amanecieron 10s cerros negros: brillaron dia y nochk. Solo las montafias poderosas se salvaron del calor, ahora tienen neverias en sus puntas. El mundo era pura agua. Los huesos de 10s gentiles formaron la Tierra. Antes el mundo era solo tierra. Lleg6 un diluvio para castigar a la gente que era pervertida. En el mundo de 10s gentiles habian dos Incas: Uno estaba arriba y el otro estaba abajo. Sus esposas eran la Madre Lago Titicaca y la Madre Mar. El oro brillaba. Los gentiles comian piedras verdes, piedras en forma de aj i, guijarros por papas. Por eso llegaron tres soles: uno donde nace, en el cenit y el ter- cero, en el poniente. Ahi se acabo el orgullol ". La "pemersion", el "egoismo" de 10s gentiles, su pecado esencial, es aclarado en este relato. Eran malos por inversos y sim6tricos a nosotros, 10s del Mundo Presente. Es un pecado logico, no moral. A1 otro lado del Gran Lago, el mar, que separa el mundo, esti el va- cio que nos da sentido. El vacio marino amenaza el Orden del presente. Hace asi posible o explica el tiempo concebido como ilusion inmovil. El vacio es el Futuro y el Pasado. El aspect0 amenazante y mesianico del vacio fue divini- zado: Paehaciimac; mas tarde, el Sefior de 10s Temblores, el Sefior de 10s Mi- lagros, que son imagenes de unas procesiones catdicas. Deseribamos a este ultimo. Es un Cristo oscuro, muerto, en medio de una tarde borrosa, L2 lu- na y el sol se juntan. Abajo, la Madre Virgen llora la derrota del Hijo. En el reverso de esta escena, esta pintada otra, donde lo femenino. lo celeste y la 1. Tomado de una reciente investigaci6n nuestra en Moya (Huancavelica). Fernando Fuen- zalida ha publicado y analizado un material exhaustive sobre el mismo terna y recogido en Moya en 1964 y 1965. "El Mundo de 10s gentiles y las tres eras de la Creacibn", RUC., No 2, Lima, 1977. felicidad predominan. La iconografia, la historia y las propiedades de esta imagen doliente, remiten, en lo esencial, a Pachacimac, dios del Pasado y del Futuro, dios del vacio. El Padre, el Ave y la Madre estan presentes. La muer- te del Hijo marca el inicio de su triunfo y de su reinado. Es la representacion del Pachacuti, del fin de un Presente y el inicio de otro. En 10s mitos andinos se describe el Pachacuti utilizando variados temas, entre 10s que destaca el de la union de lo irreconciliable (el Zorro de Arriba y de Abajo se reunen y coin- ciden: el mundo esta enferrno, uno nuevo debe de empezar)'. La luna y el sol presentes en un mismo cielo oscuro sugieren el tema mitico: "Mama killas tayta Intiwan hununakusqa, puka, turupas amaru- wan Pachafiatoqsi puriryta". "La Madre Luna y el Padre Sol se juntaron, el tor0 rojo y el Amaru. El mundo avanzo1'. (Alejandro Ortiz, Op. cit., pp. 135- 139). La Madre del Sefior de 10s Milagros y la Viuda del mito del Wa-kon son ambas viudas (del Marido o del Hijo). La Madre llora el Pachacuti. A1 re- verso de la imagen unas santas damas, por ser tales, parecieran mediar entre la irnagen divinizada del vacio amenazante y este Mundo Presente. El orden se negocia entre 10s hombres y el SeAor de 10s Milagros. Esta imagen del Sefior fue pintada por un negro en barrio de negros: ~achacamillaU~.n te- rremoto respeto la imagen. Asi nacio una devocion de desenfrenada esperan- za per0 marcada por el miedo a1 misterio. Son tres las salidas procesionales y duran doce horas; cada una agrupa una poblacion constante, desordenada de cientos de miles de personas. Es, con la del Sefior de 10s Temblores del Cus- co, la procesion mas prestigiosa del Perk En 10s dos casos no son propias de indios; per0 tarnbien son veneradas y respetadas por ellos. Terremoto, temor y esperanza, desorden, y la misma etimologia, Pacha (Mundo), indican las epifanias de una noci6n religiosa: el vacio que amenaza, que transforma el Presente. El Sefior entraiia 10s peligros de lo desconocido, la atraccion mesid- nica por lo mismo. El dios caminante entre las cosas, empobrecido por su materialidad, tornase en anciano repulsivo que peregrina por 10s espejismos del mundo: fue una fiesta aquel Presente. Los disfraces escamotearon la verdad divina. La ternura y la curiosidad permitieron recorrer la esfera vacia, trascender 10s 1. Ver mito de 10s Zorros Devoradores: A. Ortiz, "Huarochiri. 400 afios despu&", PUC., Lima, 1980. 2. Seen la Doctora Maria Rostworowski; un grupo humano proveniente de Pachacamac servia a1 seiior espaiiol de Pachacamilla. Con el correr de 10s afios estos indios fueron reemplazados por gentes de origen africana. cortes del tiempo. Ahi estin, la curiosa y sus pertenencias transfonnadas en piedral. ' Distingamos otra signification en el motivo del castigo: la curiosidad. Como alegoria mitica del pensamiento humano podria evocar no solo el cas- tigo por apropiarse del espacio de 10s dioses, sino por el hecho de que el hombre mira el Pasado; obra tambi6n de dios. Tiempo peligroso, el Pasado. La mujer que mira2 a dios a pesar de su miseria aparente es premiada por el anciano. Cuando mira a1 Pachacuti -Presente que en Pasado se esta transfor- mando- es castigada. Doble es la actitud del logos divino frente a la vision humana del misterio; o tal vez se refiera so10 a1 aspect0 mediador, y por lo tanto, doble, de la mujer visionaria. En todo caso, la conception andina esta planteada: el logos divino no es conocido o reconocido por el hombre; mas iste, o algunos de sus tCrminos mediadores, entreven o escuchan lo insonda- ble. Ambas actitudes contrarias son respondidas por un juego de premios y de castigos3. Este juego es el. preludio de la emergencia del Presente. Este mundo esta marcado por el juego entre la raz6n humana y el misterio del lo- gos divino. ~ acu'ri osidad en el mundo andino es un don. La rnujer del mito fue curiosa y vio lo que no debia: 10s hombres le rinden culto. Curioso es aquel que ve lo que nadie puede o se atreve a mirar: el misterio, la armonia oculta de las cosas. Curioso es el adivino, el maestro musico, la maestra tejedora. Los curiosos son apreciados y temidos por la sociedad; son .los que median el campo de lo humano con la esfera de lo desconocido. Asimismo, la curio- sidad repara premios y desgracias. El andino mira e imita a Occidente, siente fascinacion por toda alegoria a la esfera vacia de lo divino. Es un actor cons- tante; tal vez no tenga un solo rol verdadero, o Sean sus disfraces sus unicos vestidos. POR QUE EL HOMBRE NO COME UNA SOLA VEZ AL DlA. "Dios creyo prudente que el hombre comiera una sola vez en el curso de cada dia y mando a1 chiwaco o zorzal a participar su determinacion. Pero el ave minti6, cambio el encargo de Dios y dijo: 1. Ver mitossobreel Pueblo Sumergido: Morote Best, Efrain, "Aldeas sumergidas", "Fol- klore Arnericano", NO 1, Lima, 1953. 2. En algunas versiones del Pueblo Sumergido la mujer reconoce a dios. 3. Los de la fiesta del Presente que termina no reconocen a dios: son castigados con un diluvio que 10s torna en Pasado. -La que reconoce a dios es premiada, . -La que mira (conoce o reconoce) la accion divina es cqstigada. "Sapa p'unchaysi kinsa tawata mihunkichis. . ." ("Dice 61 que a1 dia comeras tres y hasta cuatro veces"). Y la mentira se cumpho. Como consecuencia, Dios en su furia dijo la maldicion: "Kunanga p'itakachaspaykin wanka mihuspaykin bidaykita pasanki ... Tutataqmi iskayta kinsata p'itaspayarpaypi illarin- ki ..." ("Desde hoy pasaras tu vida saltando sin tregua. Por ias noches te arrebatara el hambre y amaneceras hambriento"). Por eso la tripa se le hico un recoveco y el pajaro cuando come deyecta de inmediato. Es proverbialmente azotado por el ham- bre. A quien come a cada instante se le llama chiwaku o hakahi- llu"' . Las aves engaiiaron a Dios. En sus viajes entre el cielo y la tierra sus cantos trocaban las ordenes creadoras. La traduccibn traiciono las intencio- nes divinas de un paraiso terreno. El hombre es fruto de aquel equivoco. Hoy dia solo unas pocas aves llevan el estigma del engafio. El zorzal, el chi- waco o el hakahillu recuerdan con sus cantos su hambre depredador y su de- bilidad, el pecado original. El hombre detesta a esas aves. Representan y son el origen de las imperfecciones humanas. Segun este mito no hub0 paraiso primero. En las palabras y el canto engaiiador quedose la intention divina de perfeccion. La relacion metaforica de causa y efecto, entre el hambre del pB- jar0 y del hombre esta profundamente marcada. El relato de las aves que en- gaiiaron a Dios es una ilustracion explicita de dicho lazo: -El chiwaku es un eterno insatisfecho oral. El zorzal, en 10s cantos, es el mozo amante sin pareja. . -ks imperfect0 como el hombre. Esta falla inicial de la creacion se refleja no solo en la debilidad del individuo. En el mundo de la sociedad, la familia se reproduce gracias a un juego de armonia y desequilibrio. En efecto, 10s mitos y la sociedad reflejan una relacion familiar en la cual la mujer origina una oposicion y una media- cion de la misma. El doble rol de la mujer explica tal vez su posicion social ambivalente. Como esposa anla a su marido; como madre prefiere a su hijo; en direccion contraria, detesta a1 padre y prefiere a1 hijo, entre el padre y el hijo, la oposicion es funcional, el uno representa el orden y el otro, la re- creation. 1. Tornado de "Las aves que engaiiaron a Dios", Efrain Morote Best, de la revista "Peru Indigena", Vol. V. NO 13, PP. 108-109, Lima, Diciembre, 1954.

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incas 10s mitos constituian la historia oficial del pasado y la ideologia de su 14, PUC, Lima 1975; Franklin Pease, "El Dios creador Andino", Mo~ca . El mundo avanzo1'. (Alejandro Ortiz, Op. cit., pp. 135-. 139). La Madre del Sefior de 10s Milagros y la Viuda del mito del Wa-kon son ambas viudas
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