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Historia De La Iglesia Catolica I PDF

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LLORCA, GARCÍA VI LLOSLADA, MONTALBAN de la Com jpañía de Jesús HISTORIA DI LA IGLESIA CATÓLICA En sus cuatro graneles edades: Antigua, Media, Nueva, Moderna I EDAD ANTIGUA La Iglesia en el mundo grecorromano POR BERNARDINO LLORCA, S. I. PROF. EM. DE HISTORIA ECLESIÁSTICA EN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA QUINTA. EDICIÓN^ BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS MADRID m MCMLXXVI I N D T C E G E N E R AL Págs. J \ _ ? PRESENTACIÓN \ 13* ORIENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA \, 21* ABREVIATURAS MÁS USADAS 62* INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I.—El mundo romano a la venida de Cristo 3 I.—La plenitud de los tiempos 3 II.—Unidad del Imperio romano 4 III.—Estado religioso del Imperio romano 6 IV.—Decadencia de los sistemas filosóficos 10 V.—Decadencia del estado social romano 15 CAPÍTULO II.—El mundo judío a la venida de Cristo 20 I.—Estado político del pueblo de Israel - 20 II.—Desarrollo religioso del pueblo judío • 22 III.—Estado social y moral del mundo judío 37 IV.—Los judíos de la dispersión 38 PARTE I Fundación y primeras luchas de la Iglesia (1-313) INTRODUCCIÓN 43 PERIODO A.—Los tiempos apostólicos (1-100) 45 CAPÍTULO I.—El Fundador y la fundación de la Iglesia ... 45 I.—Jesucristo, figura palpitante de la Historia 46 II.—Fundación de la Iglesia por Cristo 53 CAPÍTULO II.—Pentecostés y primeras manifestaciones de la Iglesia 63 I.—Vida de la naciente Iglesia 63 II.—Primeros encuentros con los judíos 68 III.—El Evangelio y el mundo gentil 72 ^Biblioteca de Autores Cristianos, de EDICA, S. A. Madrid 1976 CAPÍTULO III.—Conversión y primer viaje apostólico de Con censara, eclesiástica , . . ,-.(,, , i* ••'•',''¡'-[ ¡i,', San Pablo 78 Depósito'legal I' M. 21646. '-1976 I.—Conversión y preparación de Pablo para el apos tolado 78 ISBN 84-220-0134-9 II.—Primeros trabajos apostólicos 82 Impreso en España. Printed in Spain III.—Primer viaje apostólico de Pablo (35-39) 84 6* ÍNDICE GENERAL ÍNDICE GENERAL 7 Págs. Págs. CAPÍTULO IV.—Ulterior actividad de San Pablo hasta su CAPÍTULO IV.—Lucha de la filosofía pagana contra el muerte 88 cristianismo. El gnosticismo 212 I.—Concilio de Jerusalén y sus derivados (49-50) ... 88 I.—Renovación de la filosofía pagana 213 II.—Segundo viaje apostólico (50-53) 92 II.—Idea general del gnosticismo 214 III.—Tercer viaje apostólico de Pablo (53-58) 99 III.—Principales sistemas y jefes gnósticos 219 IV.—San Pablo en Jerusalén. Cautividad y muerte ... 102 IV.—Marción y el marcionismo 222 CAPÍTULO V.—San Pedro. La Iglesia de Antioquía y la V.—Maniqueísmo 224 Iglesia romana 112 VI.—Lucha de la Iglesia contra estos enemigos 227 I.—San Pedro y sus primeras actividades 113 CAPÍTULO V.—La herejía en sus diferentes manifestacio II.—San Pedro en. Roma 116 nes 233 CAPÍTULO VI.—San Juan Evangelista y los demás após I.—Primeras desviaciones heréticas 233 toles 123 II.—Tendencias y errores rigoristas 236 III.—Adopcianismo o dinamismo 241 I.—San Juan Evangelista 123 IV.—Monarquianos o sabelianos ... 243 II.—Los demás apóstoles 127 CAPÍTULO VI.—Primeras escuelas y doctores cristianos: CAPÍTULO VIL—Origen apostólico de la Iglesia española. 131 Alejandría, Antioquía, Cartago 247 I.—Predicación de Santiago en España 132 I.—Literatura primitiva 247 II.—Aparición de la Virgen del Pilar 140 II.—Los Padres Apostólicos 250 III.—Santiago de Compostela y las reliquias del apóstol 146 III.—Nuevas escuelas orientales 256 IV.—Venida de San Pablo a España 157 IV.—Escritores cristianos más insignes 261 V.—Los Siete Varones Apostólicos 160 VI.—Propagación del cristianismo en España 162 CAPÍTULO VIL—Ejercicios de la jerarquía: papas, obispos CAPÍTULO VIII.—Estado de la Iglesia a fines del siglo I ... 164 y presbíteros 268 I.—Penetración del cristianismo en la sociedad ro I.—La jerarquía católica desde el siglo i 269 mana 165 II.—Primado de San Pedro y de la Iglesia romana ... 272 II.—El cristianismo en los diversos territorios 167 III.—Causas de la rápida propagación del cristianismo. 175 CAPÍTULO VIII.—Florecimiento del culto y sacramentos ... 276 CAPÍTULO IX.—Persecuciones por parte del Estado roma I.—Culto cristiano: eucaristía 277 no. Ideas generales 178 II.—El sacramento del bautismo 282 III.—El sacramento de la penitencia 285 I.—Causas de las persecuciones 177 IV.—Otros sacramentos 289 II.—Base jurídica de las persecuciones 179 V.—Celebración de las fiestas cristianas 291 CAPÍTULO X.—Primeras persecuciones contra los cristianos 183 I.—Primera persecución: Nerón (54-68) 184 II.—Segunda persecución: Domiciano (81-96) 187 PERIODO C.—Las grandes persecuciones contra el cristia nismo (249-313) 295 PERIODO B.—Desarrollo del cristianismo y primer flore cimiento de la Iglesia docente (100-250) 189 CAPÍTULO I.—Persecuciones de Decio y Valeriano. Cambio de sistema en la persecución 295 CAPÍTULO I.—La persecución en tiempos de Trajano, I.—Persecución de Decio (249-250) 295 Adriano y Marco Aurelio 189 II.—Persecución de Valeriano (253-260) 304 I.—Segundo período de las persecuciones 189 II.—Las actas de los mártires 197 CAPÍTULO II.—Persecución de Diocleciano y Maximiano. CAPÍTULO II.—Reacción cristiana. Los Apologetas 200 Fin de las persecuciones 311 I.—Escritos paganos contra el cristianismo 201 I.—Antecedentes de la persecución 311 II.—Defensa literaria del cristianismo: Apologías 202 II.—Desarrollo de la persecución 317 III.—Apologías más insignes 204 III.—Persecución en Italia 321 IV.—Persecución en España 323 CAPÍTULO III.—Tercer período de persecución (193-249). V.—África y otras regiones del Imperio 327 Persecución general no sistematizada ... 208 VI.—Final de la persecución 329 g* ÍNDICE GENERAL ÍNDICE GENERAL S Págs. Págs CAPÍTULO III.—La Iglesia hasta el año 268. Diversas cues CAPÍTULO VI.—Juliano el Apóstata. Últimos esfuerzos del tiones doctrinales 331 paganismo 418 I.—Evolución de Juliano y su odio contra el cristia I.—Las iglesias de Roma y Cartago 332 nismo 418 II.—Las iglesias de Oriente 338 II.—Actividad anticristiana de Juliano el Apóstata ... 420 CAPÍTULO IV.—La Iglesia después del papa Félix I III.—Efímero resultado de la campaña de Juliano ... 422 (269-313) 344 CAPÍTULO VIL—Triunfo de la ortodoxia. Teodosio el I.—Iglesias de Occidente 344 Grande 424 II.—Iglesias de Egipto. Escuela de Alejandría 350 I,—De Joviano hasta Teodosio el Grande 425 III.—Antioquía y el resto del Oriente 352 II.—Teodosio el Grande. Apogeo del Imperio cristia no (378-395) 428 CAPÍTULO V.—las catacumbas y principio del arte cris tiano 354 CAPÍTULO VIII.—Herejías durante este tiempo. Concilio de I.—Las catacumbas de Roma 355 Constantinopla (381) 432 I.—El macedonianismo o herejía contra el Espíritu II.—El arte cristiano en las catacumbas 361 Santo ": 432 II.—El apolinarismo. Principio de las herejías cristo- lógicas 434 PARTE II III.—Prisciliano y el priscilianismo 439 IV.—Otros errores o desviaciones cismáticas 443 La Iglesia en su triunfo y ulterior desarrollo (313-750) CAPÍTULO IX.—La Iglesia occidental y sus principales re presentantes 445 INTRODUCCIÓN 36? I.—La Iglesia romana, centro de la cristiandad 446 II.—La Iglesia en la península Ibérica 449 PERIODO D.—La gran victoria del cristianismo (313-395) ... 370 III.—Iglesias principales de Occidente 452 CAPÍTULO I.—Constantino da la paz a la Iglesia e inicia CAPÍTULO X.—La Iglesia en el Oriente 458 su triunfo 370 I.—En torno a los movimientos doctrinales 458 II.—Los tres grandes Capadocios 461 I.-—Evolución y cambio realizado por Constantino ... 371 III.—Otros escritores eminentes de Oriente 465 II.—Efectos inmediatos del cambio realizado 374 CAPÍTULO II.—Política religiosa de Constantino. El dona- PERIODO E.—Apogeo de los Santos Padres. Cuestiones dog tismo 37g máticas y concilios (395-590) 470 CAPÍTULO III.—Primera lucha contra el arrianismo. Con cilio de Nicea (325) CAPÍTULO I.—La Iglesia a la muerte de Teodosio. Los dos 383 I.—El arrianismo hasta el concilio de Nicea (325) ... 384 Imperios 470 II.—Concilio de Nicea (325) I.—Imperio occidental después de Teodosio 1 471 388 III.—Constantino y el arrianismo después del concilio. 392 II.—Imperio bizantino hasta Justiniano I 473 III.—El cristianismo fuera del Imperio 476 CAPÍTULO IV.—Los hijos de Constantino el Grande. Lucha contra el paganismo CAPÍTULO II.—Pueblos bárbaros. Invasiones 480 398 I.—Política general de los hijos de Constantino 3 I.—Significación general de las invasiones 480 99 II.—Nuevos triunfos del arrianismo 400 II.—Invasiones. Primer contacto con el cristianismo.. 482 III.—Triunfos pasajeros de la ortodoxia 403 CAPÍTULO III.—Los visigodos, vándalos y suevos en España 484 CAPÍTULO V. — Constancio, único emperador (350-361). I.—Invasiones en la Península 485 Apogeo del arrianismo 406 II.—Reino visigodo en España 488 I.—Medidas religiosas de carácter general 4 07 CAPÍTULO IV.—Establecimiento del cristianismo en Italia II.—Constancio, apoyo principal del arrianismo III.—Cuestión del papa Liberio 407 y en las Gallas 493 409 IV.—El caso de Osio de Córdoba I.—El cristianismo en Italia 493 413 V.—Últimos años de Constancio, Rímini-Seleucia II.—La Iglesia en las Galias 498 41s 10* ÍNDICE GENERAL ÍNDICE GENERAL 11 Págs. Págs CAPÍTULO V.—Grandes cuestiones dogmáticas. Agustín. PERIODO F.—El cristianismo, robustecido en los nuevos Es Pelagianismo y semipelagianismo 501 tados europeos (590-750) 621 I.—Idea de conjunto de las herejías 501 CAPÍTULO I.—La Iglesia en tiempo de San Gregorio 621 II.—San Agustín. El donatismo 503 I.—Gobierno espiritual de Roma y de la Iglesia ... 623 III.—Lucha de San Agustín contra el pelagianismo ... 509 II.—San Gregorio Magno, defensor de la Iglesia uni IV.—El semipelagianismo 51"7 versal 627 III.—San Gregorio Magno y el patrimonio de San Pedro. 636 CAPÍTULO VI.—Nestorianismo. San Cirilo de Alejandría. IV.—Actividad literaria de San Gregorio Magno 639 Concilio de Efeso (431), tercero ecuménico. 522 CAPÍTULO II.—La Iglesia en la Gran Bretaña. San Agustín I.—La herejía nestoriana 522 de Inglaterra 644 II.—Oposición ortodoxa. San Cirilo de Alejandría ... 524 III.—Concilio tercero ecuménico: Efeso (431) 527 I.—Progreso del cristianismo en Irlanda y retroceso en IV.—Después del concilio de Efeso 531 la Gran Bretaña 645 II.—Conversión de los anglosajones. San Agustín de In CAPÍTULO VIL—Monofisitismo y Eutiques. San León Mag glaterra 649 no. Concilio cuarto ecuménico, Caldedo- nia (451) 535 CAPÍTULO III.—La Iglesia en las Gallas y en Alemania 662 I.—La Francia de los merovingios 662 I.—La doctrina monofisita y sus opositores 535 II.—La Iglesia merovingia 66e II.—Intervención de San León Magno. Latrocinio de III.—La Iglesia católica en Germania 66£ Efeso (449) 538 III.—Concilio cuarto ecuménico: Calcedonia (451) 542 CAPÍTULO IV.—La Iglesia visigótica en su mayor apogeo ... 67E IV.—El monofisitismo después del concilio de Calce I.—Florecimiento general. Los concilios de Toledo ... 67E donia 546 II.—La obra de los concilios de Toledo 68C III.—Otras manifestaciones de la cultura católica 69S CAPÍTULO VIII.—Imperio bizantino. Cuestiones dogmáticas 551 IV.—Cultura de la España visigoda 703 I.—El emperador Justiniano I (527-565) 551 CAPÍTULO V.—La Iglesia en el África e Italia 70C II.—Cuestiones origenistas 553 III.—Cuestión de los «tres capítulos». Quinto concilio I.—La Iglesia en el norte de África 70E ecuménico, segundo de Constantinopla (533) 558 II.—La Iglesia en Italia después de San Gregorio Magno 711 CAPÍTULO IX.—Apogeo de la literatura occidental. San Je rónimo, San León 563 CAPÍTULO VI.—El Islam, nuevo enemigo de la Iglesia 71í I.—Hasta la muerte de San Agustín (430) 563 I.—La Arabia antes de Mahoma 71í II.—Desde 430 hasta San León Magno (f 461) 567 II.—Mahoma y su actividad personal 71* III.—Después de San León Magno (461-590) 570 III.—La religión musulmana. El Corán 72: IV.—Literatura cristiana en la península Ibérica 576 IV.—Propagación rápida del Islam 73; CAPÍTULO VIL—Lucha contra la heterodoxia. Los mono- CAPÍTULO X.—La literatura oriental 580 teletas 73( I.—Escuela de Alejandría 581 I.—El problema del monotelismo 73' II.—Escuela de Antioquía 583 II.—Primera fase del monotelismo: 625-638 74( CAPÍTULO XI.—Origen y desarrollo de la vida monástica III.—Segunda fase del monotelismo: 638-668 74' en Oriente 587 IV.—Tercera fase del monotelismo: 668-681 75: L—Primeras manifestaciones: los anacoretas 587 CAPÍTULO VIII.—Los defensores de la Iglesia en el campo II.—Desarrollo ulterior de la vida monástica. Los ce literario 761 nobios 592 I.—Escritores eclesiásticos de Occidente 761 III.—Sistemas especiales y desviaciones 596 II.—Escritores eclesiásticos de Oriente 77. CAPÍTULO XII.—El monacato en Occidente. San Benito ... 600 CAPÍTULO IX.—El Papado y la jerarquía en este período ... 77' I.—Los primeros centros monásticos de Occidente ... 601 I.—Ejercicio del primado de Roma 771 IL—Vida monástica en Irlanda, Inglaterra y Alemania. 606 II.—Patriarcas, metropolitanos y concilios 79: III.—Principio del monacato en España 609 III.—El clero y la administración eclesiástica 80 IV.—La Regla de San Benito. Los benedictinos 615 i 12* ÍNDICE GENERAL P R E S E N T A C I ÓN Págs. CAPÍTULO X.—Desarrollo de la liturgia. Sacramentos 809 I.—Liturgia en general. Sagrada Eucaristía 809 II.—Fiestas del año eclesiástico 814 III.—Administración de los sacramentos 821 CAPÍTULO XI.—El arte cristiano en su ulterior desarrollo. 826 PRIMERA EDICIÓN I.—Elfarte cristiano en los siglos IV-VI 827 1<r -«TI.—El arte cristiano bizantino _ 835 III.—El arte cristiano visigodo ./ 841 I—I ASTA hace pocos años no se contaba en España con un CAPÍTULO XII.—Vida cristiana. Estado^general del cris •*• Manual de Historia eclesiástica para las clases pensa tianismo ,/ 846 do y escrito en castellano. Abandonando por insuficientes I.—Cristianización del Estado 7 847 los que entre nosotros produjo el siglo XIX, se vivía de tra II.—Vida religiosa cristiana,..'. '". 852 ducciones y adaptaciones de textos alemanes y franceses, III.—Vida social y piedad publica cristiana 858 como los de Alzog, Marx, Funk, Knópfler y Boulenger. Esta IV.—Vida de piedad del pueblo cristianó 866 deficiencia se ha subsanado en nuestros días mediante los libros de texto de Sanchis y Sivera \ Horca2 y Olmedo3, APÉNDICE .'. :.. 871 este último de pluma mejicana. Aunque susceptibles de rke- ÍNDICE ALFABÉTICO DE MATERIAS, PERSONAS Y LUGARES 875 joras y reajustes, como se ve en la sexta edición del nías acreditado de ellos, el del P. Llorca4, estos manuales res ponden con decoro a una necesidad nacional sentida du-~^ rante largos años. Falta, en cambio, en la historiografía española una His toria de la Iglesia católica de tipo más extenso y funda mental, destinada a la lectura y consulta, más bien que a la mera enseñanza, a la manera del clásico Handbuch der Kirchengeschichte del cardenal Hergenróther, traducido a las principales lenguas cultas5, perfeccionado después de la muerte de su autor por Mons. Kirsch b e imitado con varia fortuna y estilo por el francés Mourret7, por el holandés De Jong 8 y por el italiano Saba 9. A una primera clarividen te iniciativa del Instituto Gallach, de Barcelona, recogida y vigorosamente secundada posteriormente por la benemérita Biblioteca de Autores Cristianos, de Madrid, se debe que los 1 JOSÉ SANCHIS Y SIVERA, Compendio de Historia eclesiástica general 2.a ed. (Valencia 1934). 2 BERNABDINO LLORCA, S. J.. Manual de Historia eclesiástica 6.a ed. (B. 1966). 3 DANIEL OLMEDO, S. I., Manual de Historia de la Iglesia 3 vols. (México D. F. 1946-50). 4 Barcelona 1960. Véase su introducción a la quinta edición. 5 JOSEPH HERGENRÓTHER, Handbuch der allgemeinen Kirchengeschichte. La pri mera edición es de 1876, en dos volúmenes. A la segunda de 1879, añadió un tercero con fuentes y bibliografía. La traducción española (M. 1883-89) se hizo sobre estas primeras ediciones. En cambio, la italiana del P. ENRICO ROSA, S. 1. (R. 1907ss), reproduce la cuarta, reformada ya por MONS. JOANNES PETER KIRSCH, de la que hablamos .en seguida. 6 Hergenróther's Handbuch der allgemeinen Kirchengeschichte neu bearbeitet von DB. IOANNES PETES KIRSCH (Friburgo de Brisgovia 1902). Hasta 1924 reeditó Mons. Kirsch otras dos veces la obra.. 7 FERDINAND MOURRET, Histoire genérale de l'Eglise (P. 1920s) 9 vols. Es cono cida entre nosotros la versión española hecha por el P. FR. BERNARDO DE ECHA- LAR, O. M. Cap. (M. 1926ss). 8 DR. J. DE JONG, Handboek der Kerhgeschiedenis 4 vols. 4.a ed. (Utrecht 1963). 9 AGUSTINO SABA, Storia della Chiesa 4 vols. (Turín 1938ss). 14* PRESENTACIÓN A LA PRIMERA EDICIÓN PRESENTACIÓN A LA PRIMERA EDICIÓN 15* firmantes de estas líneas concibieran y hayan ido realizando de una mayor organicidad de criterio y de estilo en todo el designio de llenar esa laguna de la producción sacra es el relato, nosotros hemos preferido repartirnos proporcio- pañola. nalmente las cuatro partes recién esbozadas, esperando que Es sabido que la primera edición de la Historia de la con la reducción para cada autor del campo de estudio ga Iglesia del cardenal Hergenróther se presentó en tres partes, naría la obra en competencia crítica. Nos acercamos así al correspondientes a la división tradicional: Antigüedad (si criterio seguido en las Historias universales más recientes, glos l-Vll), Edad Media (ss. VHI-XV), Época Moderna (si tanto de la Iglesia (v. gr., la de Mons. Kirsch en Alemania n glos XVI-XIX). Pero ya Mons. Kirsch, al preparar desde 1902 y la de Fliche y Martin n en Francia) como general de la las nuevas ediciones de la obra, creyó conveniente desglosar cultura y política (p. ej., las de Sagnac y Halphen en Fran de la Edad Media los siglos XIV y XV, y de ¿a Moderna cia 13, Finke-Schnürer en Alemania 14, Gustav Glotz15 en Pa el XVI y primera parte del XVII, formando con ellos una rís). Nos distinguimos, sin embargo, de ellos en reducir a época propia que ni es ya Edad Media ni llega todavía a sólo tres el número de colaboradores. Sin duda que con esto ser Moderna w. También a nosotros nos ha parecido más se asegura menos en ciertos puntos la especialización del científico y más cómodo contemplar y exponer el desarrollo relato, pero con ventajas para su coherencia visual e inter de la vida de la Iglesia católica (como institucionalmente se pretativa. hace en la Facultad de Historia Eclesiástica de la Pontificia Es claro que nos guía en la rebusca y en la exposición Universidad Gregoriana) en cuatro grandes síntesis o agru la historiología católica. Además de ser la única verdadera, paciones de hechos, y repartir, consiguientemente entre nos es también la única que corresponde tanto a los autores que otros, su exposición de la manera siguiente: escriben como a las naciones católicas a las que preferente mente se dirigen. Nuestro intento, por otro lado, ni es exclu EDAD ANTIGUA, o la Iglesia de Cristo en el mun sivamente crítico ni directamente apologético, sino objetivo- do grecorromano (siglos I-VID, por el P. BER- informativo, como nuestro Santísimo Padre el Papa Pío XII NARDINO LLORCA, S. I. deseaba para la enseñanza y la exposición de las disciplinas EDAD MEDIA, o la cristiandad en el mundo históricas en el campo más general de las disciplinas sagra europeo y feudal (siglos VIII-XIID, por el P. RI das l6. Por eso mismo, no agrandamos los aspectos nacionales de la Iglesia en España, con merma de la universalidad de CARDO GARCÍA-VILLOSLADA, S. I. la Esposa de Cristo, aunque sí deseamos hacer resaltar, den EDAD NUEVA, o cristianismo e Iglesia en los si tro de esa universalidad supranacional, los tiempos y los glos de las reformas y de los grandes descubri problemas típicamente españoles. mientos (siglos XIV-XVII), por los PP. BERNAR- Festividad de San Ignacio de hoyóla, 31 de julio de 1949. DINO LLORCA y RICARDO G.-VILLOSLADA, S. I. EDAD MODERNA, o la Iglesia católica en su lu BERNARDINO LLORCA, S. I. cha y relaciones con el laicismo, tanto ideológi RICARDO GARCÍA-VILLOSLADA, S. 1, co como político y social, desarrollado en Euro- América (siglos XVIII-XX), por el P. FRANCISCO FRANCISCO JAVIER MONTALBÁN, S. I JAVIER MONTALBÁN, S. I. 11 Kirchengeschichte unter Mitwirkung von Andreas Bielmair, Joseph Grevert und Andreas Veit herausgegeben von J. P. KIRSCH, vol.l (Friburgo de Brisgo- Los términos más precisos de esas divisiones y los motivos via 1930). En vía de publicación. Las razones de abandonar el manual de Her genróther en esta nueva obra (que en los tomos siguientes de Veit, Hollsteiner ideológicos en que se fundan serán expuestos en el tomo y Eder no ha correspondido del todo a lo que de ella se esperaba), ibídem, respectivo de cada Edad por cada uno de los diversos auto pp.V-VII. 12 Histoire de l'Eglise depuis les origines jusqu'á nos jours, publiée sous la res de la Historia. direction de AUGUSTIN FLICHE et VÍCTOR MARTIN (P. 1934ss). En via de publicación. Porque es ésta de diversos autores otra novedad que pre 13 Peuples et civilisations. Histoire genérale publiée sous lo, direction de Louis HALPHEN et PHILIPPE SAGNAC (P. 1935SS). Hasta 1955 van publicados 20 volú senta nuestro designio. Mientras que las obras hasta aquí menes, que llegan en el relato hasta 1939. recordadas se deben a una sola pluma, con la ventaja obvia 14 Ceschichte der führenden Vólker herausgegeben von H. FINKE, H. JUNKEB, G. SCHNÜRER (Friburgo de Brisgovia 1931ss). Se interrumpió con la guerra en el vol.7. 10 Como queda indicado, la innovación de MONS. KIRSCH se hizo en la cuarta 15 Histoire genérale publiée sous la direction de GUSTAVE GLOTZ (p. I93is). En edición de la obra, año 1902. Mons. Saba sigue, en parte, la nueva división, vía de publicación. pues termina igualmente con Bonifacio VIII la Edad Media; pero la abandona 16 En la alocución Solemnis conventus, a los alumnos de los seminarios, co luego al proponer como una sola época los siglos xiv-xx. El cardenal De Jong legios e institutos romanos de ambos cleros, del 24 de junio de I93g. Cf. Acta da, como Mons. Kirsch, una división cuadripartita, mas con hitos de arranque Apostolícae Sedis 31 (1939) 248-249; y además la carta a la Facultad de Historia diversos: Antigüedad, 1-692; Edad Media, 692-1517; Época Moderna, 1517-1789- Eclesiástica de la Pontificia Universidad Gregoriana del 10 de febrero de 1944 Época Contemporánea, 1789-1964. ibíd., 36 (1944) 101. PRESENTACIÓN A LA QUINTA EDICIÓN 17* QUINTA EDICIÓN introducidas anteriormente, ha sido aceptada por una gran mayoría del público. Este se refleja claramente en el hecho de haber sido agotada la cuarta edición. Más aún, juzgamos í ON verdadera satisfacción presentamos de nuevo al pú- sinceramente que nuestro trabajo no mejoraría si intentá *^ blico el volumen primero de esta Historia de la Iglesia ramos darle una forma que se acomodara al gusto y estilo Católica en su quinta edición. Esto es la prueba más eviden modernos. Un templo gótico o románico, hechas las repa te de la buena acogida que nuestro trabajo ha obtenido de raciones o mejoras oportunas conforme a su estilo, debe con parte de nuestros lectores. Lo cual tiene mayor significa tinuar tal como es. Los hombres modernos, que no se dejan ción si se tiene presente, por un lado, lo numerosas que llevar de apasionados extremismos, sabrán apreciar su be fueron las primeras ediciones y, por otro, el hecho de que lleza y sus cualidades características. Algo semejante ocurre, precisamente durante estos últimos años han ido publicán a nuestro entender, con las obras literarias. Esperamos, pues, dose diversas obras similares, que indudablemente le han que ocurra lo mismo, según se ha observado hasta ahora, hecho una intensa competencia. con nuestro trabajo. Como hemos apuntado anteriormente, Agradecemos, pues, con toda el alma a nuestros lectores la mejor prueba de ello es que, presentándose como es, con la benévola acogida que han dispensado a nuestro trabajo. tinúa gozando de la aceptación y benevolencia de gran nú Es el mejor galardón humano a que podemos aspirar. En mero de lectores. realidad ha sido universal el aplauso sincero y espontáneo Hecha esta observación, que juzgamos absolutamente in que hemos recibido de todas partes, no obstante las deficien dispensable, añadiremos lo siguiente. Sobre la base de un cias de nuestra obra, de que somos plenamente conscientes. constante empeño de que la presente edición, aun conser Mas, por otro lado, nos han llegado de diversas partes al vando su forma y estilo característicos, responda a los últi gunas observaciones sobre determinados puntos particula mos resultados de la investigación moderna, hemos intro res, hechas con el mejor deseo de contribuir al mejoramiento ducido importantes innovaciones, de las que indicaremos de nuestra obra. En este sentido las hemos tomado, por lo brevemente aquí las principales. cual estamos profundamente agradecidos a los que nos las Como se hizo en las anteriores ediciones, también en la han remitido. Más aún: por eso mismo agradeceremos do presente se ha puesto el máximo interés en la revisión de blemente en lo sucesivo las nuevas observaciones y sugeren toda la bibliografía que se extiende a lo largo de la obra cias que se nos hicieren. y el trabajo de ponerla al día en cada uno de sus puntos. Sin embargo, a este propósito, queremos hacer una ob Para realizarlo con la mayor exactitud posible, no hemos servación fundamental. Si tuviésemos presentes las aspira ahorrado esfuerzo de ninguna clase, acudiendo a todos los ciones expresadas por algunos lectores, tendríamos que cam recursos que estaban a nuestro alcance. El resultado ha sido biar sustancialmente todo el enfoque de la obra. Al decir un número realmente considerable de obras de diversa ín esto, nos referimos directamente a este volumen I, de cuya dole, que hemos podido añadir a las diversas notas biblio quinta edición nos ocupamos; pero algo semejante, conforme gráficas del presente volumen. Como se podrá ver fácilmen a esos mismos lectores, se debería realizar en ¡os demás vo te, la renovación y el enriquecimiento de la bibliografía, sobre todo en algunos temas principales, es muy conside lúmenes de la obra. rable. De hecho, habiendo aparecido su primera edición hace En este punto notemos de un modo especial la mejoría más de treinta años, se explica que su estilo y todo su enfo bibliográfica introducida en la cuarta edición, consistente que sean los que entonces se acostumbraban. Si se tratara en la Orientación bibliográfica del principio de la obra. Te de redactar ahora una obra nueva, sería sin duda más acer niendo presente que se trata del volumen I de esta Historia tado darle otra forma más monográfica y un estilo más con de la Iglesia Católica, quisimos que la Orientación biblio forme con el que se prefiere en nuestros días. Pero, frente gráfica fuese general para toda la obra. Así, pues, abando a nuestro trabajo, redactado entre 1940 y 1942, y tratando de nando el sistema de las precedentes ediciones, de ofrecer en hacer una nueva edición del mismo, no dudamos tampoco este lugar a los lectores solamente una sencilla selección de en que lo más acertado es reproducirlo sustancialmente, si fuentes y de otras obras básicas, hemos querido presentar bien con las adiciones y mejorías introducidas en las edi un conjunto de bibliografía suficientemente completo, tal ciones anteriores y las que en la presente juzguemos oportu como se suele hacer hoy día en obras similares. De este modo no añadir. esta primera sección de la obra ha resultado notablemente En realidad, tal como está la obra, con las innovaciones enriquecida. La presente edición quinta, como es natural, 18* PRESENTACIÓN A LA QUINTA EDICIÓN ha completado abundantemente esta orientación general bi PRESENTACIÓN A LA QUINTA EDICIÓN 19* bliográfica, cuyas características son las siguientes: la más concienzuda crítica, siguiendo las indicaciones de Los primeros apartados de Obras generales, Fuentes y dichos documentos, se ha podido descubrir toda una nueva Ciencias auxiliares quedan completamente renovados. El época contemporánea de Cristo y de los apóstoles y de la cuarto, sobre Historiografía eclesiástica, ha sido también primitiva Iglesia. mejorado. Más importantes son las innovaciones del apar Así, pues, en su lugar correspondiente damos una síntesis tado sobre la Historia por secciones, donde hemos añadido del contenido de estos documentos y de las diversas cues alguna nueva de particular interés en nuestros días. El apar tiones relacionadas con el cristianismo a que ha dado lugar tado último, sobre «Obras de carácter general», lo hemos el estudio que de ellos se ha hecho durante los últimos años. dividido en dos, que resultan particularmente útiles; el sexto, Allí mismo se podrá ver una abundante selección de la volu que comprende la Bibliografía general sobre la historia de minosa literatura existente en la actualidad sobre esta ma la Iglesia. En cada una de las obras aquí indicadas se ha teria. llará en su lugar correspondiente lo que se refiere a la Edad Lo que sobre este asunto y los problemas de él derivados Antigua. Finalmente, el séptimo apartado, Bibliografía es expusimos en la tercera edición y, con su respectivo comple pecial para la Edad Antigua, es casi enteramente nuevo; pero mento, repetimos en la cuarta, lo confirmamos ahora. Pero no hay duda que tiene particular importancia, por ser el en la presente quinta edición añadimos algo fundamental. más propio y específico de este volumen. Son los trabajos y discusiones, protagonizados por el jesuíta Además de la renovación y complemento de la biblio P. José O'Callaghan, sobre un punto particular en el estudio grafía, que constituye el trabajo más considerable de esta de los descubrimientos en la cueva 7 de Qumrán, es decir, quinta edición, queremos observar, que se mantienen en sobre la identificación de algunos versículos del Evangelio ella en toda su integridad las innovaciones de la segunda •de San Marcos en unos papiros allí encontrados. Como indi edición sobre las tradiciones españolas en torno a la intro caremos en su respectivo lugar, esto justifica plenamente ducción del cristianismo en España. Repetidas veces hemos •algunas importantes conclusiones respecto del valor del tex recibido plácemes por la forma, ecuánime y objetiva, en que to de este Evangelio y de su verdadera antigüedad. presentamos estas tradiciones. Las persistentes y apasionadas Para terminar esta, ya demasiado larga, introducción, discusiones de los últimos años en torno a estos problemas aludiremos todavía a un par de importantes innovaciones. y los nuevos trabajos realizados en las excavaciones de San Ante todo, como en ediciones anteriores, también en esta tiago de Compostela, nos confirman una vez más en la po quinta verificaremos a lo largo de todo el volumen peque sición que hemos adoptado. ños retoques, que no cambian sustancialmente el sentido del Como un primer viaje a Santiago de Compostela y el texto. Pero, fuera de esto, se insiste de un modo especial en detenido examen de las excavaciones realizadas y de los es lo relacionado con las Iglesias orientales y sus relaciones tudios hechos por significados especialistas sobre estas ma con el Primado de Roma. Tratándose de una cuestión de terias, fueron la ocasión para la refundición realizada en tanta actualidad y siendo este punto tan vital en orden a la la segunda edición, un segundo examen personal practicado unión con los Hermanos separados, particularmente los or recientemente nos ha confirmado plenamente en esta deci todoxos orientales, juzgamos de particular interés el poner sión. De hecho, el estado de las excavaciones debajo de la bien en claro las relaciones existentes entre los diversos pa catedral y en torno al sepulcro de Santiago no ha variado triarcados orientales y el llamado patriarcado de Roma en sustancialmente los resultados ya anteriormente obtenidos. los últimos siglos de la Edad Antigua. Si los dirigentes ac Por esto reproducimos ahora lo que publicamos en la cuarta tuales de la ortodoxia, correspondiendo a los sinceros cona edición. tos de unión de Juan XXIII y de Pablo VI, insisten en que De particular interés nos parece una de las principales hay que volver a la situación anterior a la separación de innovaciones introducidas en la tercera edición. Nos referi los siglos IX y XI, podemos sin dificultad aceptar esta invi mos al problema, que continúa manteniendo en nuestros días tación, teniendo presente que en la unión existente enton una importancia muy particular, es decir, el de los Docu ces entre los cuatro patriarcados (Antioquía, Alejandría, Je- mentos del mar Muerto. Iniciado su descubrimiento en 1947 rusalén y Constantinopla) con Roma, no sólo era recono por unos sencillos pastores y continuado posteriormente en cido el Romano Pontífice como «primus Ínter pares», sino muy diversas formas, constituye uno de los acontecimientos con verdadera jurisdicción y autoridad de primado en cues científicos más importantes de los últimos años. Las dudas tiones dogmáticas y disciplinares. y confusiones iniciales se han ido aclarando, y a la luz de Pero en esta quinta edición nos ha parecido conveniente aludir a tres puntos particularmente significativos y de gran 20* PRESENTACIÓN A LA QUINTA EDICIÓN actualidad, es decir, el concepto de la Iglesia de Cristo, el ORIENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA alcance de la infalibilidad pontificia y la verdadera signifi cación del culto a la Santísima Virgen. De hecho, por la especial importancia que han alcanzado durante los últimos decenios, e incluso por haber dado ocasión a algunas inter pretaciones y discusiones más o menos peligrosas, merecen una atención muy particular, sobre todo en nuestros días. A lo cual se añade el hecho que gran parte de las investi gaciones modernas en dichos problemas, como en otros se mejantes estudios teológicos y eclesiásticos de nuestros días, tienen como base los documentos de la Antigüedad cristiana Aunque no es nuestro intento presentar aquí una biblio y de los Santos Padres de la Iglesia, todo lo cual cae de lleno grafía completa, por no tratarse de una obra de amplia in en lo que es propio de este volumen, la Edad Antigua. vestigación, sin embargo, creemos oportuno ofrecer a nues tros lectores una selección relativamente abundante de las obras que constituyen la base de la historia eclesiástica, y BERNAHDJ.NO LLORCA, S. I. que puedan orientarlos en su estudio y ulterior investiga ción. Por otra parte, por tratarse del volumen I de esta His toria de la Iglesia católica, juzgamos necesario dar un ca rácter general a esta orientación bibliográfica, de modo que pueda servir para las cuatro edades, en que dividimos la Historia de la Iglesia, si bien, al final, dedicaremos un apar tado especial a la Bibliografía de la Edad Antigua, propia de este volumen. /. OBRAS GENERALES Como introducción a esta orientación bibliográfica, es conveniente conocer algunas obras de carácter general y fundamental. Tales son, en primer lugar, las que nos dan a conocer el método que debemos seguir en el estudio e in vestigación histórica. En segundo lugar, las bibliografías de carácter general o las restringidas a una nación o algún tema especial, todas las cuales pueden ser denominadas bi bliografías de bibliografía. En tercer lugar colocamos las obras enciclopédicas o biografías generales, que orientan al estudioso al iniciar cualquier trabajo. BERNHEIM, E., Lehrbuch der historischen Methode, 6.a ed. (Leipzig 1914). Nueva edición 1960. FEDER, H., Lehrbuch der historischen Methode, 3.a ed. (Ratisbona 1924). VILLADA, Z. G., Metodología y crítica históricas, 2.a ed. (B. 1921). SÁNCHEZ TRINCADO, J. L., Didáctica general y Metodología (M. 1935). FONCK, L., Wissenschaftuches Arbeiten, 3.a ed. (Innsbruck 1926). GHELLINCK, F. DE, Les exercices practiques du «séminaire» en Théo- logie, 4.a ed. (P. 1949). Normas de transcripción y edición de textos y de documentos (M. 1944). LASSO DE LA VEGA, I., Cómo se hace una tesis doctoral, 2.a ed. (M. 1958).

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