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Himno Nacional Argentino Su Historia PDF

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by  Anon
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HIMNO NACIONAL ARGENTINO SU HISTORIA SUS LETRAS SU MUSICA SUS AUTORES Y PROTAGONISTAS Buenos Aires, primavera de 2002 1 HISTORIA La necesidad de tener una canción patriótica se sintió en Buenos Aires en 1812, es decir antes de la Declaración de Independencia (que ocurrió el 9 de julio de 1816). Las llamadas entonces Provincias Unidas de Sudamérica se habían dado un gobierno propio el 25 de mayo de 1810, y en 1812 el gobierno del Triunvirato entendió que debía darle al pueblo un canto nacional de mayor importancia que el que hasta entonces se entonaba. En un oficio del 22 de julio de 1812, dirigido al Cabildo, sugería a éste que mandase a componer "la marcha de la patria", para ser ejecutada al principio de las funciones teatrales, debiendo el público escucharla de pie y descubierto, así como en las escuelas al finalizar diariamente las clases. Luego de un tiempo, el 6 de marzo de 1813, la Asamblea mandó a componer la letra del Himno Nacional, la cual fue aprobada el 11 de mayo de 1813. El título de nuestra máxima canción sufrió algunas alteraciones y cambios. En 1813 se lo llamó "Marcha Patriótica", luego "Canción Patriótica Nacional", y más tarde se lo conoció como "Canción Patriótica". Una copia de 1847 lo tituló como "Himno Nacional Argentino", denominación que recibe en la actualidad. La letra del Himno Nacional estuvo a cargo de Vicente López y Planes y la música fue compuesta por Blas Parera. Se estima que se entonó por primera vez antes del 25 de mayo de 1813 (aunque antes, en privado, se habría escuchado en la terturlia de Mariquita Sánchez de Thompson), ya que el 28 de ese mismo mes, se cantó en un teatro, durante la función patriótica efectuada por la noche. 2 MODIFICACION DEL HIMNO NACIONAL PARA SER CANTADO Tenido por himno nacional la Canción Patriótica de López; a través de un largo período de la nacionalidad fue interpretado de acuerdo con el texto original; mas desaparecido el furor de la contienda con España, en aras de un sentimiento legítimo de acercamiento y comprensión con la madre patria, la canción nacional sufrió en su enunciado una modificación de forma en lo relativo a aquella parte que pudiera tener en el presente un concepto peyorativo, ya sin objeto para la soberanía del Estado. Durante la presidencia del general Roca en el año 1900 fue sancionado un decreto refrendado con la firma del Presidente de la Nación y de los ministros: Felipe Yofre, Luis M. Campos, José María Rosa, Martín Rivadavia, Martín García Merou y Emilio Civit, disponía: "Que, sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie, el presidente de la República, en acuerdo de ministros decreta: Artículo 1°. En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y coro de la canción nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de marzo de 1813". DATOS HISTORICOS ADICIONALES 1. Testimonio de un viajero: En 1817, un norteamericano, el diplomático Henry M. Brackenridge, fue testigo de la extraordinaria difusión que había 3 tenido en el pueblo rioplatense la canción patriótica que la Asamblea del año 1813 había consagrado como Marcha Nacional. Brackenridge viajaba en un pequeño barco desde Montevideo a Buenos Aires y, en el transcurso de la travesía, escuchó las estrofas del himno coreadas espontáneamente por sus acompañantes. El relato de Brackenridge, tomado de su libro Voyage to South America, publicado en Baltimore en 1819, decía: “Por la tarde, nuestros compañeros, después de beber un vaso de algo estimulante, rompieron con una de sus canciones nacionales, que cantaron con entusiasmo como nosotros entonaríamos nuestro ‘Hail Columbia!’. Me uní a ellos en el fondo de mi corazón, aunque incapaz de tomar parte en el concierto con mi voz. La música era algo lenta, aunque audaz y expresiva... este himno, me dijeron, había sido compuesto por un abogado llamado López, ahora miembro del Congreso, y que era universalmente cantado en todas las provincias de El Plata, así en los campamentos de Artigas, como en las calles de Buenos Aires; y que se enseña en las escuelas como parte de la esencia de la educación de la juventud...” 2. Versión oficial: En el Archivo Histórico Nacional se exhibe el cofre que guarda la versión oficial de la letra del Himno Nacional. 3. Monumento a V. Lopez y Planes: En la Plaza Vicente López de Buenos Aires se encuentra emplazada la estatua del poeta. 4 LETRAS Por decreto del Poder Ejecutivo de fecha 30 de marzo de 1900, en las festividades oficiales o públicas, así como en los colegios o escuelas del Estado, sólo se cantará la primera y la última cuarteta y el coro de la canción sancionada por la Asamblea General del 11 de mayo de 1813. Versión abreviada Oíd mortales el grito sagrado Libertad, Libertad, Libertad, oíd el ruido de rotas cadenas ved en trono a la noble igualdad. Ya su trono dignísimo abrieron las Provincias unidas del Sud, y los libres del mundo responden al gran Pueblo Argentino Salud. Sean eternos los laureles que supimos conseguir coronados de gloria vivamos, o juremos con gloria morir. 5 Versión completa Oid ¡mortales! el grito sagrado: ¡Libertad, Libertad, Libertad! Oid el ruido de rotas cadenas: Ved en trono a la noble Igualdad. Se levanta la faz de la tierra Una nueva y gloriosa Nación: Coronada su sien de laureles Y a sus plantas rendido un León Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. Pero sierras y muros se sienten Retumbar con horrible fragor: Todo el País se conturba por gritos De venganza, de guerra y furor. Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. ¡No lo véis sobre Méjico y Quito Arrojarse con saña tenaz, Y cuál lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y la Paz! ¡No lo véis sobre el triste Caracas Luto y llantos y muerte esparcir! 6 ¡No lo véis devorando cual fieras Todo pueblo que logran rendir! Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. A vosotros se atreve ¡Argentinos! El orgullo del vil invasor, Vuestros campos ya pisa contando Tantas glorias hollar vencedor. Más los bravos que unidos juraron Su feliz libertad sostener, A esos tigres sedientos de sangre Fuertes pechos sabrán oponer. Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. El valiente argentino a las armas Corre ardiendo con brío y valor, El clarín de la guerra cual trueno En los campos del Sud resonó, Buenos Aires se pone a la frente De los pueblos de la ínclita Unión, Y con brazos robustos desgarran Al ibérico altivo León. En los fieros tiranos la envidia Escupió su pestífera hiel, Su estandarte sangriento levantan Provocando a la lid más cruel. De los nuevos campeones los rostros Marte mismo parece animar; 7 la grandeza se anida en sus pechos, A su marcha todo hace temblar. Se conmueven del Inca las tumbas Y en sus huesos revive el ardor, Lo que ve renovando a sus hijos De la Patria el antiguo esplendor. Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. San José, San Lorenzo, Suipacha, Ambas Piedras, Salta y Tucumán, La Colonia y las mismas murallas Del tirano en la Banda Oriental; Son letreros eternos que dicen: Aquí el brazo argentino triunfó Aquí el fiero opresor de la Patria Su cerviz orgullosa dobló. Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. La victoria al guerrero argentino Con sus alas brillantes cubrió Y azorado a su vista el tirano, Con infamia a la fuga se dió; Sus banderas, sus armas se rinden Por trofeos a la Libertad, Y sobre alas de gloria alza el pueblo Trono digno a su gran majestad. 8 Sean eternos los laureles Que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir. Desde un polo hasta el otro resuena De la fama el sonoro clarín, Y de América el nombre enseñando, Les repite: ¡Mortales! Oid: ¡Ya su trono dignísimo abrieron Las provincias unidas del Sud! Y los libres del mundo responden: ¡Al Gran Pueblo Argentino Salud! 9 MUSICA El maestro español de piano y violín, Blas Parera fue quien tuvo a su cargo la partitura musical. En 1860, el maestro Juan Esnaola realizó unos ajustes a la música del Himno, basándose en antiguos manuscritos de Parera, y en 1944 estos arreglos fueron declarados por el Poder Ejecutivo, como versión musical definitiva. Esta es la 1ª. página de la partitura: 10

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