Comienza la novela describiendo el retorno a la Tierra de los supervivientes de Oberón, regreso que coincide con la confirmación por parte de los científicos de la necesidad imperiosa que tienen los sadritas de transmutar el Sol en una estrella de helio mortal para los terrestres… Y efectivamente lo transmutarán apenas unos meses después, cuando los terrestres no estaban todavía preparados para la guerra. Un enorme autoplaneta repleto de helio y lanzado a velocidades próximas a la de la luz, lo cual de acuerdo con la Teoría de la Relatividad hizo aumentar miles de veces su masa, pasa rozando a la Tierra para incrustarse en el Sol transmutándolo inmediatamente en un astro de helio. Por si fueran pocas las desgracias, la Tierra ve detenido su movimiento de rotación a causa de la atracción gravitatoria del intruso.El Sol ha muerto, siendo sustituido por una estrella dañina bajo la cual no puede prosperar la vida de carbono, razón por la cual la humanidad se ve abocada por tercera vez a una evacuación masiva de sus tres planetas (Venus, la Tierra y Marte) marchando en forzado exilio a Redención, salvo un pequeño grupo encabezado por los Aznar que preferirá partir en busca de los lejanos planetas thorbod.