Le dijeron a Olivia que la iban a enviar a Tierras Fronterizas en una misión de descubrimiento, pero para lo que realmente la querían era como cebo. Ninguna mujer viaja voluntariamente a las Tierras Fronterizas.
Es donde están los Alfas.
Se mantienen solos en el bosque, y la civilización beta sabe mantener las distancias. Especialmente las mujeres beta... por miedo a que no sean beta después de todo.
Las órdenes de Olivia eran sencillas. Viajar a las Tierras Fronterizas, observar de forma encubierta un espécimen alfa y enviar sus datos. El gobierno le prometió todas las precauciones. Prometieron que estaría a salvo. Pero no le dijeron que lo que realmente necesitaban era un cebo.
Y cuando el alfa al que la habían enviado a observar descubre al espía en su propiedad, está decidido a vengarse... de la forma que quiera.