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Gramsci y Althusser. Marxismo hoy. La herencia de Gramsci y Althusser PDF

136 Pages·2015·3.29 MB·Spanish
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El marxismo hoy. La herencia de Gramsci y Althusser Carlos Fernández Liria © Carlos Fernández Liria, 2015 © de esta edición, Batiscafo, S. L, 2015 Realización editorial: Bonalletra Alcompas, S. L © Ilustración de portada: Nacho García Diseño de portada: Víctor Fernández y Natalia Sánchez para Asip, SL Diseño y maquetación: Kira Riera O Fotografías: Todas las imágenes publicadas en este volumen son de dominio público, excepto las de págs. 13 (Everett Historical/Shutterstock.com); 15 (Keystone France/Getty¡mages,com); 28 (Nikita Maykov; Shutterstock.com): 54 (Everett Hístorical/Shutterstock.corn); 67 (KamilloK/Shutterstock.com); 111 (studio55/Shutterstock.com). Depósito legal: B-21695-2015 Impresión y encuadernación: Impresia Ibérica Impreso en España Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o pardal de esta obra por cualquier medio o procedimiento y su distribución mediante alquiler o préstamo públicos. Gramsci y Althusser El marxismo hoy. La herencia de Gramsci y Althusser Carlos Fernández Liria CONTENIDO Marx, Gramsci y Althusser en la actualidad 7 ¿Marxismo y actualidad? 7 Rescatar a Marx del marxismo: Althusser y Gramsci 9 Antonio Qramsci (1891-1937) 14 Touis Althusser (1918-1990) 15 La relectura estructuralista de Marx 19 Marxismo escolástico 19 Acerca de las supuestas «leyes de la historia» 21 'La Historia, según 'Engels 28 El contexto estructuralista 29 El concepto de causalidad estructural 32 La estructura profunda del capitalismo 36 El mundo de las estructuras, en clave platónica 42 Causalidad estructural, «ausente» o «metonímica» 49 La polémica sobre el antihumanismo 53 Superhombre y hombre basura: el nihilismo 53 Antihumanismo 58 Vos textos «antihumanistas» 59 Consecuencias morales: violencia y «pecado estructural» 63 La banalidad del mal y la complejidad estructural 69 I I auge actual del pensamiento de Gramsci 79 El marxista de las superestructuras 79 7.as relaciones de producción 81 Hegemonía y voluntad general 82 El Gramsci de los poderosos: los think tanks 86 La guerra de posiciones y la guerra de movimientos 88 'La dimensión populista 91 7.a guerra de posiciones 92 El marxismo actual 95 El futuro del marxismo 95 Hespública Woumenon 96 La herencia de Gramsci frente al sentido común actual 104 El socialismo como freno de emergencia ' 107 Para concluir, un texto de Marx 117 ¿Cabe* el capitalismo en el mundo? 123 Un ejercicio de reflexión 123 'Bibliograjh ’ 129 Cronología 133 Índice de nombres 139 Marx, Gramsci y Althusser en la actualidad ¿Marxismo y actualidad? Hablar de marxismo y de actualidad puede parecer, incluso, contra­ dictorio. En este libro se trata de explicar por qué no lo es. mostrando qué aspectos de la tradición marxista han quedado, sin duda, obsole­ tos y cuáles, en cambio, conservan su actualidad. Y conviene comen­ zar reparando en que, en este mundo vertiginoso donde todo caduca enseguida, hay algunas realidades que, desde los tiempos de Marx, no han cambiado tanto como a veces se quiere hacer creer. Se oye decir, por ejemplo, que ya no hay «obreros» y «capitalistas», sino «empren­ dedores». El discurso de las clases sociales que tanto caracterizara al marxismo ha sido superado, se dice, por el advenimiento de la econo­ mía del conocimiento, por el crecimiento del sector servicios, por los fondos de pensiones invertidos en bolsa y por tantas cosas más. En re­ sumen, Marx estudió la sociedad moderna y hace ya bastante tiempo que vivimos en una cada vez más imprevisible posmodernidad. 8 (¡rainm y Allhuttxrr Ahora bien, tanta inasible novedad se desvanece tan pronto como uno se pregunta, por poner un ejemplo, por la ropa que lleva encima. Algunas noticias de mayo de 2015 nos pueden servir para reflexionar un poco. En esos días, un importante periódico publicaba el siguiente reportaje: «Quién hace tu ropa: mujer joven, asiática, con un salario de 40 euros por 12 horas de jornada». Valgan estas líneas como re­ sumen del artículo: «La Coordinadora Estatal de Comercio Justo ha publicado un informe sobre la situación del sector textil en el mundo, un sector que esconde “situaciones de esclavitud moderna”: las orga­ nizaciones denuncian que las grandes compañías de la moda siguen vulnerando los derechos laborales más elementales». Poco después, el mismo periódico publicaba el siguiente titular: «Ehsan Ullah Khan, el líder contra la esclavitud infantil que incomoda a las grandes multina­ cionales». A continuación, podía leerse la siguiente entradilla: «Este pakistaní asegura que el 100% de la producción de Zara en Asia se sustenta con mano de obra infantil». Las condiciones laborales de los que, así pues, parece que fabrican la ropa que probablemente llevamos puesta en estos momentos, eran descritas con las siguientes palabras: «Un menor que trabaja en una fábrica de Pakistán, de Camboya o de Bangladesh entra a las 4 de la mañana y sale a las 6 de la tarde. Las jornadas rondan entre las 10 y las 16 horas y el salario no supera los 2 euros al día. Las industrias de ropa, alfombras, fútbol o de material médico se sustentan con el trabajo de menores que son vendidos a las mafias o a las empresas por sus propios padres». Leyendo a algunos autores posmodernos y a no pocos de nuestros intelectuales de moda, uno llegaría, en cambio, a pensar que nuestras camisas y nuestras faldas se han cosido a sí mismas en algún esca­ parate global. En este mundo ya no hay obreros, ni en general clases sociales ni, por supuesto, si fuera posible, debería haber sindicatos ni convenios colectivos. Las cosas aparecen y desaparecen en el merca­ Marx, ijrnmsci y Althumrr en la actualidad 4 do como por encanto. El caso es que esto fue lo que. precisamente, Marx llamó, hace ya dos siglos, el «fetichismo de la mercancía». Y en este caso, como en tantos otros, su análisis no solo sigue siendo acer­ tado en la actualidad, sino que, más bien, se queda corto. Rescatar a Marx del marxismo: Althusser y Qramsci ¿Por qué precisamente Althusser y Gramsci a la hora de hablar del marxismo actual? ¿Y por qué en este orden, primero Althusser y luego Gramsci? El principal motivo es que este último es, sin lugar a dudas, el autor marxista más citado y más influyente en los últimos tiempos. Creemos que esto es difícil de poner en duda. Pero algunos pensamos, también, que sin la intervención de Althusser -y de su famoso semi­ nario «Lire le capital»- la obra de Marx habría sido muy difícil de recuperar con un mínimo de rigor. El sentido de la contribución de Marx a la historia del pensamiento político y a la filosofía se habría extraviado en un embrollo ideológico en el que el mito y el dogma se impondrían sin remedio. Si así hubiera sido, el marxismo, al desapare­ cer su funcionalidad mitológica -ligada a movimientos políticos que cambiaron el curso de las cosas, pero que, en cualquier caso, ya han pasado a la historia-, habría perdido también toda vigencia y todo interés teórico. No ha sido así, sin embargo. Hay, ciertamente, una actualidad del marxismo. Y, desde luego, Gramsci se ha convertido en el epicentro de todo este fenómeno. Ahora bien, queremos mostrar en este libro que el marxismo que hoy renace con fuerza es mucho más compatible con la propia obra de Marx que con esas escuelas ideológi­ cas que se llamaron «marxistas». Y estamos convencidos de que, res­ pecto a la obra de Marx en sí misma, la escuela althusseriana abrió la posibilidad de realizar una lectura libre de muchos prejuicios fatales. 10 (¡rurnsvi y Atthusxor Nuestro tema es «el marxismo en la actualidad». Creemos que conviene -incluso a expensas de invertir el orden cronológico- que partamos de una reflexión althusseriana sobre la obra de Marx, para luego intentar explicar en qué medida el renacimiento gramsciano al que asistimos en la actualidad merece llamarse, en algún sentido im­ portante, «marxista». Si hubiera que escoger entre las contribuciones de Althusser a la historia del marxismo, sin duda alguna habría que resaltar el hecho de que gracias a él fue posible abordar la obra de Marx con un poco de serenidad académica. Esto no significa en absoluto un abandono de su vertiente política, pero sí un giro radical en el orden del asunto. En lugar de buscar en la obra de Marx lo que políticamente ya se había decidido que tenía que decir, gracias a Althusser se cambió de actitud y se comenzó a comprobar primero qué decía Marx para, luego, en todo caso, sacar las conclusiones políticas oportunas. Por decirlo de alguna manera, era preciso «rescatar a Marx del marxismo» (Fernández Liria y Alegre, 2010: primera parte). El mar­ xismo no era solo una escuela filosófica, sino un movimiento políti­ co que había cambiado la faz del planeta, movilizando a millones de personas y a países enteros. Alguien podría pensar que, frente a se­ mejantes movilizaciones históricas, la tarea de abrir la obra de Marx y, sencillamente, comenzar a leerla, era una mera anécdota academi- cista intrascendente y aislada. En semejante torbellino de la historia, había demasiados intérpretes autorizados de la «doctrina marxista» -institucionalizados, además, en partidos e incluso en estados comu­ nistas-, de modo que la pretensión de entender a Marx sencillamente leyendo su obra era casi una patética osadía. El seminario de Althusser «Lire Ze capital» (Althusser y Balibar, 1965) cambió enteramente este panorama. Creo que -de alguna for­ ma vamos a intentar mostrarlo en este libro- esta tarea de «leer a Marx, Qramxci y Althusser eu la actualidad I Marx» tuvo una gran trascendencia política a largo plazo, una reper­ cusión que llega hasta el momento presente. Porque resultó que la obra de Marx no encajaba con lo que, en la tradición marxista -con sus enormes diferencias internas-, se había decretado que Marx decía. Y como veremos más adelante, encajaba, sin embargo, con algunos planteamientos de muy acuciante actualidad. En este seminario, que tuvo lugar en 1965, participaron Althusser, Étienne Balibar, Maurice Godelier, Jacques Ranciére, Roger Establet y Pierre Macherey. Se trata­ ba de un puñado de grandes pensadores, fundamentalmente filósofos, que iban a cambiar para siempre la interpretación de la obra de Marx. En 1965, Althusser publicó también una recopilación de artículos con el título Tour Marx. Algunos pensamos que este libro, junto con la publicación de las ponencias del seminario, marcaron un antes y un después en el marxismo. En primer lugar, Althusser insistió en algo que, con respecto a cualquier otro pensador de la historia de la filosofía, habría resulta­ do muy elemental. No todos los textos de Marx estaban al mismo nivel. Había que distinguir, para empezar, entre lo publicado y lo no publicado. La obra de Marx es inmensa, pero solo una mínima parte fue publicada en vida de su autor. Durante la mayor parte de su vida trabajó en escribir El capital. Por sí misma, esta obra tiene ya el in­ conveniente de no estar acabada. Marx publicó el Libro I, pero, de los tres otros libros previstos, no contamos más que con un conjunto de borradores a medio terminar. Por otra parte, disponemos de otra obra monumental de Marx que en 1858 estaba, en cambio, casi terminada: los famosos Qrundrisse {'Elementos fundamentales para la crítica de la economía política). Pero, por algún motivo, precisamente cuando esta obra podría haber sido rematada para su publicación, Marx deci­ de guardarla en un cajón y volver a comenzar desde el principio. Todo esto no ha facilitado las cosas. Marx se niega a publicar lo que termina

Description:
Este libro pretende ensamblar las herencias de Althusser y Gramsci en un proyecto común: el de entender la persistencia del marxismo en la actualidad. No cabe duda de que un cierto marxismo fue derrotado y, de algún modo, sepultado para siempre en la historia del siglo pasado. Pero el siglo xxi as
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