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FCEN-UBA | Pereyra, JA. PDF

15 Pages·2012·1.32 MB·Spanish
by  PereyraJ. A.
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Miscelánea ornitológica Pereyra, J. A. 1942 Cita: Pereyra, J. A. (1942) Miscelánea ornitológica. Hornero 008 (02) : 218-231 www.digital.bl.fcen.uba.ar Puesto en linea por la Biblioteca Digital de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Buenos Aires 218 MISCELANEA ORNITOLÚGICA (*) POR JOSE A. PEREYJiA Algunas de nuestras aves que anidan en cautividad. - Además de ciertos pájaros que es muy común ver anidar y procrear enjaulados y que hacen cruza con canarios, comoser: el jilguero Sicalis flaveola pel- zelni y los c,abezasnegras del género Spinus, tenemos también a la reina mora Cyanocompsa cyanea argentina, de laqueelseñorIván Garcia Reyno- so,de Santa Fe, aficionado a la cría de aves en cautiverio, llegóa conse- guir que un casal de ellos anidara y pusiera huevos, incubándolos por poco tiempo, sin llegar a sacar pichones, y cuyas observaciones se pu- blicaron en el n° 3, vol. 7, pág. 425 de esta revista. Pueden también fácilmente reproducirse en pajareras los cardenales: el copetón, Paroaria cristata; el sin copete, Cocops1s capitata, y el car- denal amarillo, Gubernatrix cristatela, al cual he visto, en una pequeña jaula hacer nido y poner algunos hu~vosinfecundos, pues se encontraba sola. El tero común, Belonopterus cayennens'is lampronotus, ya es muy vulgar verlo anidar en cautiverio, en pequeños parques o jardines cercados; y comolo he manifestado en la revista «El Hornero », que en eseestado cambia completamente su manera de ser, pues así como en libertad es celoso de su nido y trata de despistar, en cautiverio se hace tan manso que, estando incubando, permitía que el dueño de casa pusiera la mano por debajo de su cuerpo para ver si habían nacido los pichones, sin que se inquietara; habiendo hecho hasta tres crías en el año. Los tinámidos: perdiz copetona, Calopezus elegans; perdiz colorada, Rhynchotus rufesc6ns, y la perdicita de monte, Crypturellus tataupa, han sido experimentados en ese sentido por varias personas, llegando a con- seguir criar pichones. El boyero negro del Delta, Amblycercus solitarius, en casa de nuestro distinguido consocio,actual Intendente de la Capital, Dr. Carlos Alberto Pueyrred6n, donde poseeuna gran pajarera; estos pájaros han construído (*) Conferencia dictad. el 28 de mayo de 1942. " .1942 José A--: Pereyra: Miscelánea ornitol6gica 219 varias vecesnidos, con paja rafia que se les facilitaba para ello, llegando .a criar pichones, los cuales, luego de un cierto tiempo de nacidos,se mo" rían, tal vez por carencia de una alimentación adecuada. Allítambién el zorzal colorado, Turdus rufiventris, del cual tiene varios casales, han \ hecho, durante varios años; nidos con paja y barro, ubicándolos en una gran higuera y otros árboles que se encuentran dentro de la pajarera, la que está cercada con alambre tejido. Hicieron hasta dos crías por ,año, criando muy bien a los pichones y no hay duda que se benéficia- rían con los frutos de esa higuera. , En la casa de un amigo en Ramos Mejía, F. C. O., en una pequeña jaula de un metro de frente por dos de ancho y tres de altura, tienen .un casal del zorzal negro, Turdus chiguanco anthracinus, criados desde pichones hace tres años. Al primer año, hicieron nido, pusieron y criaron los hijos perfectamente; igualmente al siguiente año. Para que anidaran le colocaron una rama en un rincón del jaulón, y en el piso, pasto seco y plumas de gallinas; con esos elementos, que ftmbos zorzales humedecían en el agua de una piletita que tenían para beber y bañarse, construyeron su nido. Ambos también les llevaban el alimento a los hijos: carne picada junto con lombrices y frutas. En Chascomús, en la casa de la familia de nuestro consocio Sr. Da~ guerre, un casalde cotorras, Myiopsitta monachus, criadas desdepichones, las que, muy mansas, andaban sueltas por los patios, hicieron un nido de palitos sobre un cerco, donde llegaron a poner, pero sin conseguir terminar la incubación, pues fueron víctimas de los gatos. . El Sr. Muñoz del Campo, gran aficionado a la cría de aves rapaces, tiene en su casa de San Fernando, un verdadero jardín de aclimataci6n, contando a la fecha alrededor de 70 pensionistas, en jaulones separados .por especies y con una variedad de ellas, como no las poseen muchos Jardines Zool6gicos.La mayoría fueron criadas desde pichones, con una 1l.limentaci6nmedida y adecuada; contando algunos ejemplares hasta 10 años de vida en ese ambiente, conservándose en perfecto estado de salud y hermosamente emplumadas. Ha obtenido posturas y ?rÍas de las siguientes especies: Varias lechucitas, Speotyto cunicularia, desde hace años ponen sus huevos en una cueva que tienen en el suelode su pajarera, sin conseguir pichones, probablemente al no poder incubarlos por ser varias las hem· ·bras que están juntas yestorbarse. El pequeño buho Otus choliba, que es una de las primeras especies que el Sr. Muñoz del Campo obtuvo y que cri6 desde pichones, hace cuatro años que ponen dentro de un caj6n, sin llegar a incubar tamo poco, a pesar de ser los huevos fecundos, como he podido comprobarlo, también po~e:;:¡torbarseal estar dos hembras con un macho; igual cosa sucede cOnla lechuza de campanario, Tyto alba tuydara. 220 EL HORNERO Vol.VIII. No hay duda que todas las Dtras especies de lechuzas, como también -loscaburés del género Glaucid1'um, bien pueden anidar y criar en cauti- .verio,siempre que sean casales,separados, criados desde pichonesy que tengan un lugar tranquIlo y apropiado. El halconcito Spiziapteryx circumC1'nctusfuéelprimero que sereprodujo en cautividad yenuna pequeña jaula. Comoeste falcónicoanida enhuecos de árboles, en nidos de loros ode carpinteros,igual que elhalconcito Cer- dineis sparverius cinnamom1'nus se les puso para ello un cajón cerrado, con agujero redondo en un costado, por donde entraban. Primeramente pusieron tres huevos, que lós rompieron;· luego hicieron otra postura, también de tres huevos,,unode loscualestengo en mi colección,naciendo dos pichones. Al poco tiempo uno de éstos desapareció, posiblemente comido por,sus propios padres, o para dadedecomet al otro hijo, que lo criaron perfectamente, resultando una hembra, que vino luegoa Ieem- plazara la madre, que, muy debilitada, murió al poco tiempo de habedo criado. En la misma forma,'o poniéndoles un tronco de árbol CDngran hueco, podrian anidar comoellos, ciertos loros o cotorras, como lo hace la coto- rrita austmliana Melopiittacus undulatus, tan corilún en pajarerias y de las cuales muchas personas han obtenido crías. Otrohalconcito bástante1esca,soy elmás bonito de todos, eselFalco al- bigularis pax, o halconcitó azulado de Azara, del cual tiene dos ejempla- res.CDmoencontrara e125deoctubrepasado,unhuevo en elpisodela jau- la, y aunque en ellos no senotaba ninguna manifestación deamor el Sr. ·Muñozlo colocódentro de un nido para ver si continuaban la postura. No pusieron más y al huevo lo rompieron, lo que hace suponer que sean dos hembras, pues, de ser casal, se veria en ellos alguna manifestaci6n como se observa en otros y no hay duda qúe también podrian fácilmen- te reproducirse. Pero lo más interesante y posiblemente el único caso, es un casal de caracoleros RoStrhamus sociabilis que al vedos bastante excitados y al encontrar un huevo roto en el piso del jaulón, les colocóun nido de pajas en lo alto; a pesar de ello pusieron dos huevos más que se encontra- ron rotos en el piso, y luego otros tres dentro del nido, comenzando la postura el de octubre de 1940. / 2'2 El casal se turnaba en la incubaci6n, pues cuando ella salía a comer el macho la reemplazaba, llegando a nacer los pichonf.,s,los que a los ocho días se murieron, sin poder s!1bersela causa, pues los padres los alimentaban con caracoles Ampularia, que no faltaban en la·pajarera. Al siguiente año, o sea en la primavera pasada, pusieron en octubre cincohuevos; tres fueron encontrados rotos en el suelo y dos dentro del nido, de donde nació un solo pichón el 18 de noviembre; el otro huevo ·1942 ' José A. Pereyra: Miscelánea ornitológica .221 estaba huero: El pichón secri6perfectamente y vive hasta la fecha. Como estas aves anidan en el suelo entre los pajonales de los bañados, selía por ello que estos cautivos trataran insistentemente de poner eIi el piso del jaul6n. Otro caso muy interesante es el de un casal de chajá Chauna torquata que tienen losencargados deun dep6sito de alcoholesdela casa Mattaldi en Palermó. FrG. 1.- El pichón de chajá a los cinco dlas de nacido; la madre arreglando los otros huevos, que re- sultaron infecundos. Este casalhace cincoaños quelotienen y fueron criadosdesdepichones. Durante cinco años seguidos se han reproducido en cautiverio perfecta- mente, haciendo todos los años una postura de 4 65 huevo"!,criando bien los pichones y 8610murieron algunos de ellos pisados por los padres. El lugar en que los tienen es un pequeño corralito de un·metro por cinco,y lescolocJnun fuent6n conagua para beber y bañarsél. A losdog ejemplares les han' cortado las plumas de las alas. Como alimento tienen pasto verde de alfalfa, que diariamente llevan para los caballos del corral6n, y pan mojado en agua. Hacen una sola cría por año y la postura la efectúan cada 4 65 días; el nido lo construyen ambos, con ese material de alfalfa y dura la incu- baci6n como en el ganso doméstico, 40 días, alternándose el casal en ello,pues cuando la hembra salea comerodescansay seespulga,-elmacho la reemplaza. Sonmuy mansos;hotratan deatacar y s61010hacen cuandovenalguna persona extraña, o si se acerca algún pené u' otro animal. Estando la hembra en el nido, el macho selo pasa vigilante, parado cerca de ella. El verano pasado se ech6.con cincohuevos; el31 de octub~ EL HORNERO Vol.VIII. 'naci6un pichónquesalí6delnido y elpadre le daba en el picounas hojas ,de alfalfa que cortaba y'aquél lJomía,enseñándole 3,1mismotiempo c6mo 'debla picar las bojas y el pan mojado; loespulgaba conel picoy luegode un rato el pichón se iba a cobijar debajo de la madre que seguía echada en el nido con loí>o'tros huevos. El '4de noviembre, teniendo el pich6n cinco días, se le sac6 esta foto~ grafía. Comoel día 13 aún continuara la hembra echada, mehizosuponer, que los demás huevos estarían infecundos, como después se comprob6. De paso,quiero dejar constancia que en la casa de la señora de Abal en Matheu,' partido de Pilar, tienen. en cautividad una gaviota Larus maculipennis, desde hace 18años, la que anda suelta por la quinta y en perfectas condiciones. Aunque no soy partidario de qúe se tenga a las aves en cautiverio, puer;;éstas por más bien que estén y con amplia comodidad, nunca esta- rán comoen su ambiente y de no ser para estudio, lo mejor es que estén libres y que sean protegidas en todas formas. A pesar de elloy comoen es~os¿asos que he mencionado, otras' especies de aves nuestras pueden fácilmente procrear en cautividad, siempre que hayan sido criadas desde pichones, que tengan tranquilidad, elementos apropiados para hacer sus nidos y lugares convenientes de acuerdo a sus costumbres; amplios espacios para que puedan andar con libertad y con una alimentaci6n ,adecuada, no solamente para ellos sino también para la crianza de los pichones. En esa forma se podría experimentar con otras muchas especies, y con el tiempo, tal vez crearse una industria como se hace con las pálomas, canarios, cotorras y otras aves de corral. Polinización de las flores por las aves. - El Sr. Rafael Barros V., de Chile, ha publicado un trabajo en la «Revista Universitaria:» de 'la Universidad Cat61icad~Chile, año XXVI, nO2, 1941,titulado «Algu- inasaves polinizadoras de Chile y algunas flores ornit6filas ». EfectivameJ;lte,algunas aves, especialmente los picaflOl'es,aunque no iarlto como los insectos de los 6rdenes'de los Dípteros, Himen6pteros, Cole6pteros y Lepid6pteros, pueden ser agentes que contribuyan a la :fecundaci6nde las flores, pues aquéllos, al buscar los insectos de que se alimentan, en sus corolas, introducen el pico y lengua en ellas y pueden ¡fácilm~nte producir la polinizaci6n. ° ( También estoy de acuerdo con el autor en que estas aves, sea los ° picaflores, no tienen preferencia por los colores fuertes llamativos de 'algunas flores, c,omoopinan ciertos bi610gos,que creían que eran atraídos por los fuertes tonos del color rojo; pues los he observado ir indistinta- 'fuente a todos 'loscoloresde flores, comovan también a las ramas y las :l\.ojasen busca: de los inséctos préferidos. - 1942 José A. Pereyra: Miscelánea ornitol6gica En lo que disiento con el autor es en las otras aves, que, según·él, oca- sionalmente hacen polinizaeiones, al buscar en las flores los jugos azu- carados o van a ellas a chupar el néctar o comer polen, mencionando á las siguientes especies de Chile; tOldo comúil Notiopsar curaeus (Mo.;, lina), el más activo de los pájaros comedoresde insectos, siguiéndole en: actividad la tenca Mimus thenca (Molina), el fio fio Elaenia albicep~ chilen8Ís Hellmayr, el zorzal Turdus falklandii magellanicus (King}j'él cometocino grande Phrygilus gayi gayi (Gervais), el tordo argentinO: FIG. 2.- Avenida con variedad de Eucaliptus, en eLa Aurora >, Zelaya (Buenos Aires), a donde ae\1dell como enjambres las abejas para libra ensus flores. (Fot. de T.GILBEETPEABSON); Molothrus bonariensis (Gm.), el cometocino chico Phrygilus patagonicu8 (Lowe), el jilguero común Spinus barbatus (Molina) y la Diuca diúca (Molina). Dice el autor que esas aves frecuentan comúnmente las flore~ de eucaliptus, sin desdeñar otras. Efectivamente, la flor de esa planta. es sumamente melifera y a ella acuden más que a ninguna otra las abe..¡ jas y también otros insectos; lo he observado siempre en casa de mí fa,.:. milia en Zelaya, en una avenida puramente de.esos árboles, donde hay variedad de especiesy por ellosepuede decir que todo el año·están en flor. Al andar entre ellos se siente siempreelmurmullo que producen la cantidad de abejas, comoenjambre, que acuden a libar, comolo hacen también otros insectos; y por ello los pájaros insectívoros aprovechan ahí para cazados más fácilmente. 224 EL HORNERO Vol.VIII. Soble estas especies de pájaros que menciona, debo decir que lo que ellos buscan en las flores, son especialmente los.insectos; y itsí he visto también en los maizales en flor, grandes bandadas de los ictéridos: Mo- lothrus bonariensis, Molothrus badius,. Molothrus brevirostris, Agela~us thilius petersii, Agelaius ruj1"capillus, junto con los tiránidos: Hymenops perspicillata y Satrapa icterophrys, y los fringilidos: S~calisflaveola pelzelni, Sic(Jlisluteola, Zonotrichia capensis argentina, y otros, que comen las ma- ripositas y otros insectós que se encuentran en esas flores, como lo hacen tamb'ién, sobre todo los primeros que he nombrado, en los espadañales, juncales y pajales en flor. . Algunos pájaros como el Phrygilus gayi gayi y el frutero Thraupis bona· rier¡,sis,pueden considerarse, si se quiere, algo dañinos para los árboles frutales, por la destrucción que hacen de bastantes flores. Los he obser- vado y t¡¡,mbién mi estimado amigo el Sr. Eduardo C. Harper, los ha. vi~to en Mendoza, que corren por las ramas de esas plantas y tiran las flores tan rápidamente que no llega una al suelo cuando otra la sigue, pues parece que lo único que le comen es el frutito en formación; todo lo demás de la flor lo tiran al suelo. En cambio el corta rama o Phytotoma, que muchos los creen tan dañinos, sólo se les ha visto cortar los pétalos sin dañar el fruto . Algunos fringilidos pueden comer las porciones florales de ciertas gra- míneas junto con sus semillas; otros pájaros comen el fruto en sus dis- tintos estados de formación; algunos, como el Phyt(Aoma, cortan de cier- tas plantas, puntas de ramas, como lo he visto hacer en los tamariscos, y ,comen de otras, hojas y pétalos florales; pero a ninguna he visto ni puedo creer que se alimente del jugo azucarado o néctar. Las calandrias, zorzales, el benteveo y los gorriones, también comen o picotean las frutas verdes o maduras, especialmente en este último estado y no tengo la menor duda de que ninguno de ellos chupará el néctar floral y sólo, si van a las flores, lo hacen por los insectos que a ellas acuden. El picaflor, por la conformación de su lengua, sus dos cilindros tubu- lares huecos, es el único que podría absorber el néctar floral junto can los pequeños insectos que ahí se encuentren, pero que su principal alimento sqn ellos, que los toman de cualquier parte, aunque especialmente en las flores, que es donde más fácil pueden hallados y por ello, ser la única ave que puede considerarse como agente polinizador de las flores; en las otras áveS que puedan frecuentadas, es ocasional y al mover las ramas, los tallos y las flores, hacen con el polen, esparciéndolo, las veces del viento. 1942 José A. Pereyra: Miscelánea ornitol6gica 225 Excursi6n a «Juan Ger6nimo». -'--Un grupo de miembros.de l~ SociedadOrnitológicadelPlata, tomaron parte en la excursiónrealizadá el 26de octubre a la estancia «Juan Gerónimo », de la señora doña Maria LuisaTornquist deBarreto, situada a 180 kilómetrosdela Capital, sobreel {}aminode la costa, la que se realizó por gentileza del distinguido con- socio don Gustavo Barreto, quien nos acompañó, agasajándonos en toda~ formas; haciéndonos visitar el establecimiento, COnsu hermoso parque, sus instalaciones para criaderos de aves, su lago artificial, su jardín '8 FrG.3.- Vista dellago enla estancia «Juan Jerónimo', dela señora MARfA LUISA T. DEBARRETO. invernáculos; con una gran variedad y raras especiesde plantas florales. Esos socioshabrán podido en parte observar la flora de esa región, que, gracias a las autoridades de la Intervención Nacional de la provincia de Buenos Aires, la cual dictó un decreto, N° 12010, prohibiendo la tala y destrucción de árboles, en esa zona del camino de la costa, desde Mag- dalena hasta General Madariaga, comprendiendo los partidos de Chas.- 'Comús,Dolores, Ca,stelliy General Laval1e, conserva en parte su primi- tiva belleza; pues, años atrás, fueron taladas grandes extensiones púa leña y carbón, y hoy, con el precio a que han llegado esosproductos, se pretendía hacer lo mismo. Felizmente, hay algunos propietarios que se preocupan y contribuyen en toda,s formas para que sea un hecho la protección, no solamente de la flora,sinotambién delafauna dela región;y entre ellosdebomencionar 226 EL HORNERO Vol.VIII. al Sr. Ricardo Pearson, quien siendo Comisionado Municipal de Mag- dalena, trató por·todos los medios de hacer cumplir las leyes de protec- d6n, dentro dBsu jurisdicción; y nuestro estimado consocio Don Gus- tavo Barreto es un activo propagandista en ese sentido. Ya anteriormente, el 7 de enero del año 1938,el Gobierno de la Pro- vincia sancion6 la ley N° 4659, el 9 de octubre del siguiente año su Y reglamentaci6n, prohibiendo, absolutamente en su Art. 28, la caza en las tierras de propiedad fiscal, comoasí también en aquellas que constituyen FlG. 4.- Arroyo que cruza la estancia •Juan Jerónimo l' en Monte Veloz. reservas naturales, expresamente definidas por actos del Gobierno de la Provincia y de igual modo en el «camino de la costa», hasta una dis- tancia de 5 kil6metros a ambos lados; y en su Art. 29, considera como, reservas o parques naturales, dentro del concepto del articulo anterior, los montes autóctonos existentes en los partidos de Magdalena, Castelli~ Dolores, Conesa y General Madariaga. Comoesa ley de caza y decreto sobre la tala de árboles, según nue-stra Constitución y las leyes del Código rural, pOéopuede alcanzar sobre los predios particulares, hasta tanto no sean adquiridos por el Gobielllo~ mediante Unaley deexpropiación. Hemosleídoen el diario «La Naci6n », del 17de diéiembre del año pasado, que se ha sometido a la aprobación delas autoridades de la Intervenci6n Nacional, por eljefe de la Dirección de Ganadería e Induslf¡.rias,Ing. Agustín Silvani Gómez, un proyecto,

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mora Cyanocompsa cyanea argentina, de la que el señor Iván Garcia Reyno- so, de Santa Fe, aficionado a la cría de aves en cautiverio, llegó a conse- guir que un casal de ellos anidara y pusiera huevos, incubándolos por poco tiempo, sin llegar a sacar pichones, y cuyas observaciones se pu-.
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