Fatima es Fatima En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso Fatima es Fatima 'Ali Shariati Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P) - 1 - ‘Ali Shariati Título: Fatima es Fatima Autor: ‘Ali Shariati Editor de la versión original impresa: Al Hoda Nº 29 Shahid Hashemifar, St. Vali-E-Asr Ave Teherán 14155 República Islámica de Irán Publicación de la presente edición: Enero de 2004 Edición: Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P) www.biab.org [email protected] La Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P) es integrante de la Red Ahlul Bait (P) - 2 - Fatima es Fatima ‘Ali Shariati (1933-1977) Nacido en el tradicional pueblo de Mazinan, al borde del tórri- do Kavir, el extenso desierto central de Irán, en el Jorasan, la histó- rica provista nororiental de Irán, ‘Ali Shariati, el ideólogo de la Revolución Islámica de Irán, creció en circunstancias que fueron humildes materialmente pero ricas en la vida intelectual de la anti- gua cultura de Irán. Su primer maestro fue su padre, Ustad (maes- tro, profesor) Muhammad Taqi Shariati, cofundador del Centro para la Publicación de las Verdades Islámicas y el preparador e inspira- dor de cientos de revolucionarios en el nombre del Islam. Los antecedentes de pobreza de Shariati entre gente pisoteada de su tierra nativa y de su distrito le dio la experiencia del sufri- miento popular, mientras que la atmósfera cultural en la que creció le dio disciplina para analizar el estado de colonización que pesaba sobre su gente, en el contexto de la historia, de la filosofía y sabidu- ría tradicionales y de las ciencias de la presente generación. Enviado a la escuela de Mashad, la capital provincial, Shariati asistió a la escuela elemental de Ibn Zamin y al colegio Ferdowsi en esa ciudad, después de lo cual completó un curso de dos años de magisterio y empezó a dar clases en los pueblos de alrededor de Mashad; mientras, al mismo tiempo, emprendía un programa uni- versitario. Combinando trabajo, estudio y actividad política, consi- guió su licenciatura en un período de cinco años. Crecido en una atmósfera de compromiso social, Shariati esta- ba ya fuertemente envuelto en la acción política durante sus años en la escuela secundaria; a través del Centro para la Publicación de las Verdades Islámicas, que había sido creado por su padre y Taher - 3 - ‘Ali Shariati Ahmadzaher, después de la segunda guerra mundial. Era también uno de los más activos miembros del Centro de la Nueva Subleva- ción Islámica en aquel tiempo. Fue bajo la tutela de esta última organización donde él empezó su vida de prolífico trabajo escri- biendo artículos escolares, filosóficos, religiosos y politicosociales. Y fue igualmente a través de este centro que él tomó contacto con las ideas del movimiento revolucionario islámico de los Adorado- res Socialistas de Dios, cuya admiración debió motivar su primer trabajo importante, “Una historia de la Evolución de la Filosofía”, publicada en 1955. Tan pronto como llegó a Europa, Shariati se hizo miembro de la Confederación de Estudiantes Iraníes, una organización revolu- cionaria opuesta al régimen Pahlavi. Más tarde, fue uno de los fun- dadores del Frente Nacional Iraní en América (fundado el 25 de febrero de 1962) y, poco después, del Frente Nacional Iraní en Eu- ropa (fundado en mayo del mismo año). El primer congreso de este último se reunió en agosto de 1962 en la ciudad de Wiesbaden, Alemania, en el curso de la cual Shariati fue elegido editor del órgano del Frente, “Iran Aazad” (Irán Libre), una publicación mensual cuya primera edición apareció el 15 de noviembre de 1962. Conjuntamente con estas actividades, Shariati estaba compro- metido con el Frente de Liberación Argelino y la organización de la lucha por la libertad de ese país, Al-Muyahid, comprometiendo su pluma a la causa de la lucha contra la dominación colonial francesa. Sus actividades revolucionarias también lo pusieron en contacto con importantes figuras como el indio Franz Fanon, que más tarde se nacionalizó argelino, y Omar Ouzgan de Al-ALF. Su amistad y asociación con Fanon hizo que tradujese al persa un famoso libro de este último, “Los Desgraciados de la Tierra”. Los conocidos de Shariati en el ambiente erudito y filosófico eran ricos y variados, incluyendo a su profesor de la Sorbona, el querido islamólogo Louis Massignon, y el célebre pensador Jean - 4 - Fatima es Fatima Paul Sartre, quien una vez declaró que si alguna vez eligiese una religión, aceptaría la fe de ‘Ali Shariati. * * * Cuando Shariati se preparaba para volver a Irán después de cinco años, era poseedor de dos doctorados: Sociología e Historia Islámica por la Universidad de París (Sorbona). Su lucha en su sue- lo nativo empezó en la misma frontera de su propia tierra, donde las autoridades lo arrestaron por sus actividades en Europa y lo encar- celaron de nuevo en la temible prisión Qezal Qal’eh. * * * La supresión del foro de Shariati fue sólo el primer paso del programa del régimen para terminar con las actividades del profe- sor de una vez por todas. La SAVAK, policía secreta Pahlavi, arres- tó a su padre y lo hostigó para forzar a Shariati a entregarse. El fiel hijo se presentó como era de esperar a la policía, que lo encarceló y lo sometió a la más salvaje tortura por un período de dieciocho meses en la más brutal prisión de Irán, el Komiteh. * * * Después de su excarcelación, Shariati continuaba bajo la es- tricta vigilancia del SAVAK, y tenía prohibido dar conferencias o publicar sus trabajos. Con la ayuda de amigos, pudo obtener un visado de salida y dejar Irán en mayo de 1976. Tras una parada en París, continuó hacia Londres con la intención de viajar a los Esta- dos Unidos. Murió en junio en circunstancias misteriosas que ha- cen sospechar en el martirio a manos de la ubicua SAVAK. Por un deseo frecuentemente expresado por él, el cuerpo de ‘Ali Shariati fue llevado a Damasco, Siria, para ser enterrado en la tumba de Zainab, la heroica hermana del Imam Husain, que conti- nuó la lucha de su hermano en los primeros días del Islam, después del famoso martirio en el campo de Kárbala. Al amado profesor le han sobrevivido su mujer, Puran Shariat-Razavi y sus cuatro hijos y tres hijas, todos dedicados a proseguir el mensaje de Shariati. - 5 - ‘Ali Shariati - 6 - Fatima es Fatima Prólogo «Cuando sea sacudida la tierra por su terremoto, expulse la tierra su carga y el hombre se pregunte: “¿Qué es lo que le pasa?”, ese día contará sus noticias, según lo que tu Señor le inspire». (99,:1-5) Estamos en 1971, en el principio del fin del régimen Pahlavi y el sistema monárquico en Irán. Las palabras de ‘Ali Shariati, el gran profesor, el hombre que redefine al Islam según lo que ha sido y no como lo que ha llegado a ser, resuenan en la Husainiyyah1 Ershad en la noche que marca el aniversario del nacimiento de la hija del Profeta del Islam (PBd), Fatima (P)2 (2) Grita la pregunta que está en los labios de todas las mujeres, “¿Quién soy?”, “¿Soy una madre?”, “¿Una esposa?”, “¿Una hija?”, “¿Una amiga?”, “¿Una bióloga?”, “¿Una química?”, “¿Una docto- ra, niñera, comadrona, trabajadora, escritora, ser humano...?”. “¿Quién soy?”. Es la primera vez que una mujer iraní se enfrenta a esta pre- gunta. Ella conoce, siente, percibe la pregunta en lo más profundo de su ser, pero nunca se la ha expresado antes. Una vez expresada, por necesidad, pide una respuesta que sea parte genuina y auténtica de esa persona. Este es el principio de la Revolución que la mujer iraní va a experimentar, pero pasarán siete largos años antes de que se expre- se en la sociedad -a saber-, en la Revolución Islámica de Irán. - 7 - ‘Ali Shariati Pero hemos ido demasiado rápido. Nos hemos adelantado. Debemos volver a aquella noche en la que muchos de nosotros no estábamos presentes, la noche cuando la pregunta fue expuesta por primera vez. En aquella noche de 1971, empezó el viaje hacia Fatima (P) con esta pregunta y lentamente, pero con seguridad, expuso una respuesta. Él pone las bases -“se auténtica y sincera en tu búsque- da”-. ¿La búsqueda de qué? La búsqueda de la Verdad. Que no te intimiden las formas externas y el colorido que atrae la vista. Sé tú misma, eso que realmente eres y no lo que has llegado a ser. En- cuentra la Verdad. Con esto como base encaras el primer obstáculo. “¿Cómo pue- do ser auténtica cuando todavía no sé quién soy?”. Él nos dice, “No sabéis quienes sois porque no tenéis modelos tradicionales hacia los que volveros”. Es decir, no tenéis dirección, no estáis orienta- das. ¿Porqué? Porque los sabios de los últimos catorce siglos han estado muy ocupados escribiendo los detalles de las devociones y al hacerlo, han dado de lado inadvertidamente a los modelos. No han presentado el Islam a la gente en el lenguaje de la gente. Aparte de unos pocos sabios responsables y comprometidos, han faltado a su obligación de sacar el Islam a la Luz. Esto es, el Islam acentuando la libertad interior así como la exterior. Cuando se presenta en la forma en que el Profeta (PBd) lo recibió, trae auto respeto. Se opone a la tiranía, la opresión y el colonialismo porque fomentan la dependencia a un sistema hecho por el hombre. Estos sabios no descubrieron los conceptos olvidados del Is- lam. Ignoraron su dimensión revolucionaria. Evitaron toparse con la familia de ‘Ali (P), con el Islam como era en los tiempos del Profeta (PBd) y lo que la Shi’a significa realmente. Los principios esenciales, las columnas que sostienen la personalidad han sido labradas y decoradas tan intrincadamente que se ha ocultado su forma básica y su función. Los pilares tales como el azadeh -liberarse de las ataduras de este mundo o la liberación - 8 - Fatima es Fatima interna, ser interiormente libre o la búsqueda de la justicia-, todo yace dormido dentro de la decoración externa. ¿Qué se puede hacer? Uno debe adoptar la metodología que aplicó el Profeta (PBd). Shariati entonces describe los tres méto- dos: de los conservadores, los reformistas y los revolucionarios, señalando los pros y los contras de cada propuesta. Después vuelve su análisis al método con el que se inspiró el Profeta (PBd). “El Profeta conserva la forma”, nos dice Shariati, “el continente de una costumbre que tiene profundas raíces en la sociedad, a la cual la gente se ha acostumbrado de generación en generación, y que se practica de forma natural, pero cambia el contenido, el espíritu, la dirección y la aplicación práctica de esta costumbre de forma revo- lucionaria, decisiva e inmediata”. ¿No es este el mismo método que emplea para las mujeres? Si tu cultura guarda la tradición de una Fatima (P), encuéntrala. Qué- date con tu forma externa femenina, pero cambia los contenidos; porque la infiltración, en tu esencia interna, de contenidos importa- dos que traiga el enemigo disfrazado de amigo, es mucho más dañi- na que los cambios que uno debe hacer en su forma externa. El estado de las costuras del vestido es un problema superficial que se resuelve de una manera este año y de otra el siguiente. Pro- duce consumismo sin sentido. No obstante, cuando la enfermedad llega a las raíces, a la esencia interna de la forma, la forma se des- prende de su sociedad y permanece desenraizada, errante, sin signi- ficado. Esto es lo que quiere el enemigo, el destructor de la esencia interna de la mujer, pues las formas desenraizadas siguen el curso de los sucesos sin enraizarse de nuevo, sin ningún interés por su sociedad, sin compromiso, alienada y así puede ser moldeada en cualquier marco que se le dé. Esto es lo que trajo el Profeta (PBd) cuando se le reveló el Islam: “el sentido real de la sumisión”. Someterse a Aquello que enraíza, al Dios Único y no a las formas múltiples que lo alejan a uno de sus raíces. Refuerza tus raíces y tu tierra de modo que cuan- - 9 - ‘Ali Shariati do haya una “gran sacudida”, como anuncia terminantemente el Corán, lo cual, a cierto nivel, puede ser interpretado como un “des- pertar de la consciencia”, tus raíces resistan, tu voluntad prevalez- ca, los vientos exteriores, las tormentas, los rayos y truenos no te arrastren lejos. Esto nos lleva a otra etapa. Tenemos un método, pero ahora necesitamos una dirección. ¿Será la de un realista o la de un idealis- ta? Shariati nos dice: “Ninguna. Ambas”. El Islam reconoce todas las realidades –el hambre, la ignoran- cia, la adicción a la droga, la necesidad del divorcio, el debilita- miento de los débiles por los fuertes, la opresión y la supresión (según los realistas, las realidades deben traducirse en formas rea- les para no tener problemas con la imaginación, la ideología y las ideas, a las cuales ignoran). “Pero en oposición al realismo, el Islam no acepta el “status quo” sino que cambia las realidades”. Shariati continúa: “Cambia su esencia de forma revolucionaria. Sostiene las realidades junto con sus ideales, sus deseos reales, que no existen por sí mismo. A diferencia de los realistas, el Islam no se somete a las realidades, sino más bien, hace que las realidades como hacen los idealistas. Las encuentra. Las doma. De esta forma, el Islam utiliza lo que estorba a los idealistas como un compuesto para sus propios ideales”. Con esta propuesta, se desarrolla una independencia de pensa- miento que, para que tenga éxito como respuesta y no sea causa de desviación, debe ramificarse a partir de las raíces históricas de esa sociedad. Reconoce tus realidades. Dómalas. Trabaja con ellas para llegar a tus ideales. ¿Qué molde llena la mujer iraní de 1971? ¿Tradicional o absur- do? ¿Mujeres de la tradición o mujeres del nuevo molde importa- do? La pregunta: “¿Quién soy?” no les concierne. Está dirigida a aquellas que “no pueden aceptar automáticamente su forma heredi- taria tradicional ni rendirse a las nuevas formas impuestas. La pre- gunta es relevante para la mujer que quiere decidir por sí misma, - 10 -
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