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Estudios sobre la independencia económica del Perú (1876) PDF

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BIBLIOTECA PERUANA DE HISTORIA ECONÓMICA Dirigida por Pablo Macera Juan Copello y Luis Petriconi ESTUDIO SOBRE LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA DEL PERÚ (1876) Prólogo por Jorge Basadre Lima - 1971 ESTUDIOS S O B RE iiiiin non DEL PERÚ POR EL gr. |uan Cepilla 2 §* $m fttritom Oucse publicaron en "El Nacional" Desde el 9 hasj» el 29 de marzo de 1876. Scientia et petentia humana in idem coincidunt, quia ignoratio causa dutüuit effeetum, natura enim non nisi parando vincitur et quod in corOemplatione instar causa cst, id in operatione instar tefitUe est. BACON. NOT. OB«. IMPRENTA DE "EL NACIONAL," MELCHORMALO, 13& 1 8 76 Seminario de Historia £r3<$» Rural Andina- ÜNMSM h¿¿$$» Biblioteca Pablo Macera I^Mfi El Centro Peruano de Historia Económica agradece la colaboración del profesor Emilio Choy cuyo donati vo ha hecho posible este volumen de la Biblioteca Pe ruana de Historia Económica^ Pablo Macera Director Grandes elogios merece Pablo Macera por su iniciativa para reeditar obras olvidadas o escasas sobre la historia económica pe ruana. Resulta paradojal este empeño tenaz ya que se nata de quien no es hombre acaudalado y de quien no se cobija detrás del fácil parapeto de alguna entidad académica. Hace poco tiem po divulgó un trabajo que muchos eruditos desconocían, el ensa yo precisamente sobre la historia económica nacional en conjun to publicado por Luis Esteves en Lima en 1882 bajo la ocupación chilena. Ahora exhuma los artículos de Juan Copello y Luis Pe- triconi que aparecieron en el diario El Nacional en Marzo de 1876 y fueron reunidos en un opúsculo de 111 páginas. Buena cantidad de otros materiales muy interesantes abarca su plan de trabajo. Me siento sumamente honrado con lapropues ta que me hace para que escriba unas cuantas palabras entorno a dichos artículos, mucho más, por cierto, que si colaborase con cualquier organismo oficial. Macera está haciendo un nuevo plan teamiento de nuestra historia. II De los autores mencionados, ambos fueron extranjeros. "No somos peruanos, dijeron ellos mismos, pero el Perú es nuestra pa tria adoptiva y la patria de nuestras familias; por consiguiente, nos hemos identificado con sus intereses los más últimos y que deciden de su prosperidad y existencia " (1). Una vez más.se cum plió aquí el caso de los italianos que llegaron a arraigarse en nuestro país y lo consideraron suyo. Juan Copello fue más ilustre que Luis Petriconi. Nacido en Chiavari, Liguria, doctor en Medicina en la Universidad de Ge nova, llegó al Perú en 1846. Consiguió en 1857 la creación de (1) Estudios sobre la independencia económica del Perú, Lima, - - i l la cátedra de Zoonimia en la Facultad de Medicina pero ella fun cionó solo en 1859 como cátedra libre y tuvo corta duración. Otra camentc los lúcidos conceptos, también previsores, casi agoreros, tentativa análoga realizó en 1877 para establecer la asignatura de de Manuel Pardo en sus estudios sobre la provincia de Jauja, la Historia Critica de la Medicina, igualmente efímera. memoria del Ministro de Hacienda Pedro Gálvez en 1862 y varios Dio a conocer un primer volumen de Nueva Zoonimia (Lima, otros testimonios más patéticos a medida que la Hacienda Pública 1856), un programa de dicha materia, una memoria sobre profi se acercaba a la bancarrota. La crisis hacendaría se acentuó cla laxis de la tisis tuberculosa (Lima, 1867), unos estudios sobre la ramente desde el período 1854- 62, en primer lugar por el descui fiebre amarilla (Lima, 1870), una obra sobre la nueva cátedra de do para organizar un sistema tributario, sobre todo cuando fue a- Filosofía Médica e Historia Crítica de la Medicina, (Lima, 1877), bolido oficialmente el tributo indígena (que continuó cobrándose - un discurso académico sobre la filosofía vista en relación con las en escala local o provincial y renació eventualmente a través de ciencias y las artes, en plena guerra con Chile, (Lima, 1880) y di distintas intentonas) y también con el excesivo crecimiento que versos trabajos en publicaciones de la Universidad de Milán y en tuvieron entonces los gastos públicos por las dos guerras civiles Gaceta Médica en Lima. Podría considerársele ajeno al pensamien que incendiaron de uno a otro extremo el país, por la contienda to que inspiró su estudio con Petriconi pero tenía a mucha honrra con el Ecuador, por la peligrosísima situación de beligerancia con ser socio corresponsal de la sociedad económica de Chiavari . (2). Bolivia y por otras circunstancias. El litigio y la guerra con Espa Es una lástima que, después de 1876, se dedicara a escribir sobre ña entre 1864-1866 es, por lo general, visto con entusiasmo en otros temas, por lo demás, conexos con su profesión, y no con los sus fases militares y políticas; pero desde el punto de vista finan que estudió al lado de Petriconi. ciero fue un tremendo desastre a causa de las pésimas operaciones hechas para armar precipitadamente el país. El mal ya fue muy III visible ante los ojos de cualquiera en los días de la Dictadura de 1866 a la que siguieron nuevas agitaciones políticas y la restaura ción conservadora de 1868. En momentos en que era más sombría Los Estudios sobre la independencia económica del Perú, perte que nunca surgió como una aparente penacea el contrato Dreyfus necen a lo que se podría clasificar como "literatura de la crisis " seguido por el empréstito de 1870, exitoso como operación finan más rica de lo que se cree en los años que antecedieron a la gue ciera pero embriagador pues condujo a grandes despilfarros; y lue rra con Chile. El punto de partida de ella es quizás el informe de go vino el fatídico empréstito de 1872 de tan desastrosas conse la comisión nombrada para la reforma del sistema tributario, docu cuencias. El empeño de salir de las garras de Dreyfus llevó al in mento fechado el 16 de Julio de 1855. "Desgraciada la República fortunado contrato Prado - Raphael de 1876 que entregó el guano al (léese allí) si llegado el momento de su desaparición (del guano ) pago de la deuda externa y dejó de él para el Perú apenas una no encuentra ya arraigado en las costumbres el medio de hacer fren exigua mesada pronto consumida por las necesidades fiscales. Al te a los gastos nacionales". (3). No-están muy distantes cronológi- mismo tiempo, se acentuaron la crisis bancaria y la crisis mone taria; y a las anomalías de la vida nacional se agregó la depre (2) Véase la elogiosa referencia a esa sociedad en las pp. 100 y sión europea iniciada hacia 1872. Dentro de estas condiciones es 101 de Estudios... La biografía y la bibliografía de Copello cribieron Copello y Petriconi con el fin de predicar la necesidad en el diccionario de Medicina Peruana por Hermilio Valdizán, de la "independencia económica del Perú", frase, vale la pena tomo II, Lima, Talleres Gráficos del Hospital Víctor larco He repetirlo, no inventada por ellos sino acuñada por Pradier Federé rrén. Magdalena, 1938, pp. 156-159. Casi inmediatamente después de publicarse los artículos de los (•-') informe de la Comisión encargada del estudio y adopción de un dos autores italianos, vinieron las conferencias de José Manuel O- plan gcíi^rai d. impuestos públicos. Lima 1855. La comisión: Fe sores sobre materias económicas en el Club Literario -:. Octubre lipe Pardo, Miguel San Román, Nicolás Rodrigo, José Fabio Mel gar, Manuel Ferreyros y F. Barreda. Imprenta de El Comercio. - iv - de 1876. Osores coincidió con ellos en el diagnóstico de la grave a nada sirven los grandes y fértiles terrenos de la Costa y Sierra si situación peruana cuyo origen estaba.según sus palabras en "la falta no hay brazos que los cultiven ...; a nada sirven las grandes ha de orden y economía en el manejo de los caudales públicos y núes ciendas, si destruyendo la pequeña agricultura, han destruido la pe tra imprevisión para adquirir compromisos difíciles de cumplir y queña propiedad, la población libre e indígena ..; a nada sirven los para crearnos necesidades indebidas y onerosas en la actualidad grandes productos del azúcar, del algodón, del aguardiente y que (4). Pero el ex-director de Rentas en el Ministerio de Hacienda no mandan a los mercados extranjeros, si con ellos no podemos pagar aludió para nada a los Estudios sobre la Independencia económi el comercio de importación ...; a nada sirven los bancos o estable ca del Perú que acababan de ser conocidos ni se ocupó de las so cimientos de crédito si no garantizan los valores que emiten y si luciones alli propuestas, más agudas que las de él. representan valores ficticios o imaginarios; a nada sirve el exagerar el sistema de contribuciones directas o indirectas para crear cierto equilibrio si todas las clases del pueblo que deben pagarlas son po 11/ bres y oprimidas por la falta de vida económica en todas las for mas de la industria y por lo caro de las subsistencias creado por No vale la pena hacer aqui un resumen minucioso de éste o- nuestras imprudencias" (5). púsculo pues el lector lo verá en seguida. Basta decir que se ins pira en unas palabras sibilinas de Pradier Federé: "La causa princi No es novedoso su anatema a la riqueza ficticia del guano co pal de la tristísima situación económica en que hoy se halla el mo causa de que el Perú desde 1846 siguiera el camino del atraso país, es la desproporción en que están la producción de lo que el en la producción de la industria nacional mientras aumentaba enor Perú produce y de lo que consume o recibe del comercio extran memente el consumo y la necesidad de la industria extranjera.Pero jero de importación. Solo el trabajo podrá remediar los males de sí carece de antecedentes, por lo menos en lo que tiene de peren esta crisis económica y comercial, el trabajo que, restableciendo toria y enfática, a la vez que razonada, su tesis cercana a algunas este precioso equilibrio, producirá este importante y feliz resulta ideas hoy vigentes, de que para salvarse el Perú necesita industria do, la independencia económica del Perú, tan hermosa y difícil lizarse, organizar el trabajo, crear o aumentar la producción de ar como-su independencia política". tículos que necesita para vivir y para su propio mercado. En armo nía con esas ideas, piden la creación de un Ministerio de Fomento, Copello y Petriconi, como otros autores lúcidos en una época no como organismo burocrático sino para el estímulo sistemático de de aturdimiento, hacen una crítica precisa de las panaceas falaces dicha producción con el asesoramiento de los consejos especializa que imperaron entonces o inmediatamente antes en el Perú. "A na dos que sean útiles; el funcionamiento de una Sociedad Económica da sirven los ferrocarriles (afirman enfrentándose a Enrique Meiggs con su respectivo periódico; mejoras en las estadísticas; escuelas a- y a quienes lo sirvieron o adularon) si no hay productos que trans propiadas al nivel del nuevo rumbo por ellos vislumbrado; leyes que portar". Agregan luego contra la onerosa política seguida durante amparen las industrias con ruptura de los clásicos preceptos del li la administración de Balta, "a nada sirven los empréstitos sino a bre comercio, pero defensoras sólo de las industrias útiles y no de producir el pan de hoy y el hambre de mañana; y solo han «exvii- todas ni de las meramente curiosas. Enumeran en detalle cuáles do para darnos prosperidad ficticia y agotar nuestro crédito y nues pueden ser esas empresas salvadoras de la agricultura, la minería y tros recursos fiscales". Y prosiguen: "A nada sirven grandes y bien las manufacturas. No quieren el aumento de las exportaciones, pues colocados terrenos si les falta la irrigación de que son susceptibles les preocupan fundamentalmente la producción y el consumo inter (4) Conferencias sobre materias económicas dadas en el Club Lite no. Insisten también, en la urgencia de disminuir el comercio de rario por José Manuel Osores, Imprenta Liberal de El Correo del Perú, Lima, 1876 p. 46. (5) Estudios pp. 89. - vii - vi - do un país desintegrado. Además, acaparado el guano en 1876 por importación. Es decir, su anhelo vehemente es que el esfuerzo pri las funestas operaciones de la deuda externa e incierta la suerte del vado y público sea empleado en lo que puede emanar de nuestras salitre en el experimento, tan audaz para su tiempo, de nacionali propias manos. zarlo, el Estado tenía que aferrarse a la renta derivada de los de Francamente señalan el fundamento de las ideas que exponen. rechos de aduanas pues eran escasos los demás ingresos provenientes "La doctrina que profesamos (declaran) no es la Crematística, la que de las contribuciones urbana y rústica, de las patentes, de los tim estudia la producción de la riqueza en abstracto o en relación sola bres y del papel sellado. Por otra parte, el apoyo fiscal a las in mente con el provecho del capitalista que la produce, doctrina e- dustrias no podia menos que ser entonces parco. Ellas quedaban en goísta y mercantil ian sofística en sus principios como funesta en gran parte, a merced de las habilitaciones usuarias del crédito par sus resultados al Estado y a todas las clases del pueblo. La doctrina ticular o del crédito restringido y caro de los grandes capitales or que profesamos es la Economía Política en el sentido del inmortal ganizados en los bancos de depósito y descuento. Los presuntos in Sismondi, es decir la que estudia la producción de la riqueza social versionistas lógicamente, eran en muchos casos, prudentes ante la en relación con la justicia, con la conveniencia del Estado, con el situación fiscal y económica en general que amenazaba en tornarse bienestar de todas las clases del pueblo que concurren a la produc no sólo difícil sino desastrosa. ción de la riqueza". (6). V A pesar de todos los factores que acaban de ser mencionados ', De más esta decir que los consejos de Copello y Petriconi no es cierto que se inició lo que habría que llamar un micro-industria fueron escuchados. Cierto es que surgieron los enredados problemas lismo o industrialismo enano en los años que antecedieron a 1879. alrededor del guano después del contrato Prado - Raphael y también Fracasó la fábrica de papel iniciada por Manuel Amunátegui, editor la nacionalización del salitre que el régimen de Prado activó des de El Comercio, la de tejidos de algodón de Cagigao y Casanova pués de haber quedado paralizada o semi-paralizada en los últimos (ésta en 1852), y lo mismo ocurrió con la de seda. Pero una nueva tiempos de Manuel Pardo, con la enorme difusión de billetes ban- época se inició para los tejidos cuando los tomó a su cargo Carlos carios poco después convertidos en billetes fiscales y la crisis en los López Aldana y trasladó esa fábrica a Vitarte en 1871; Luis Esteves bancos mismos. Por otra parte, en aquel momento crepuscular de expresó que este señor solo había hecho una "revolución económica". toda una época, víspera de la tremenda conmoción que fue la gue Cabe mencionar, además, entre otras, la fábrica de galletas y cho rra con Chile, la carrera para industrializar al Perú tan rápida y ra colates de Arturo Field iniciada alia por el año 1864, la de ciga dicalmente como los dos autores italianos querían, tropezaba con di rros de Antonio Pouchan que llegó a tener su propia imprenta, la de versos obstáculos inmediatos. En primer lugar, el mercado interno mosaicos de Pedro Rosselló (1870), la fundición del Águila en Chu- tenía que ser muy reducido por la existencia de una numerosa po cuito, la marmolería de Ludovico Isola, la de manteca de Apari blación indígena ajena a la economía moderna, o sea de un " hin- cio Hermanos, la de a vapor para elaborar chocolates cuyos propie terland " marginal. Varias de las iniciativas que los publicistas de tarios eran Vignolo y Compañía, sujeta a intensa competencia por "El Nacional" plantearon, sobre todo en relación con la minería y la de "El Tigre" de Ravettino, el laboratorio de productos farma la agricultura, hubieran necesitado no sólo su creación misma sino céuticos Leonard, la múltiple expansión de las fidelerías, las velas adecuadas vías de comunicación; y el Perú, a pesar de los grandes estearinas de Prugue, especialmente alabadas por Copello y Petrico ferrocarriles que acababa de trazar con tantos sacrificios, seguía sien ni. Hasta hubo desde 1875 una fábrica de pianos, la de LuisFreund primera en Lima y en América del Sur. Otros ejemplos pueden ser (6) Ob. cit. p. 10. además incluidos. Caso especial fue el de las fábricas de cerveza: - via - a las lies del Callao y a la de Lima (la Alemana de Gustavo Sprinck- mollcs. la Internacional de Sclimidt y Cia. y la Naciona de A. Kieffer) se agregó en 1879 la que establecieron los norteamericanos JacoboBac- AL BENÉVOLO LECTOR. kus y J. Howard Jlionston. No voy a repetir aqui lo que en otro lugar lie expresado acerca de los comienzos del asociacionismo obrero. Basta recordar la publicación de El Artesano (desde 1873 para llegar, con interrupciones, hasta 1879) y de El Obrero (desde 1875 hasta 1877) asi como el funcionamiento de El favor con que el público acojid nuestros escritos so entidades tales como la Sociedad Tipográfica de Auxilios Mutuos tan bre la Independencia Ihonórmca del Perú, que se publica antigua y tan poderosa, las distintas Sociedades de Artesanos y la U- ron en Marzo en las columnas del Nacional, y el consejo nión Universal de Artesanos en 1878 organizada por Manuel T.Figueroa, también de personas autorizadas nos han decidido á reeim- nuestro principal de los talleres de la Escuela de Artes y Oficios, inven tor de una chapa para cajas de fierro que obtuvo una patente en Esta primirlos para formar este opúsculo. Es acaso la primera dos Unidos. ¿Seria totalmente mentiroso Andrés Avelino Aramburú en vez en el Perú que en gracia de circunstancias excepcio 1878, en el quinto de sus controvertidos editoriales de La Opinión Na nales se ha venido á plantear la cuestión de su vida é in cional que publicó después del asesinato de Manuel Pardo? allí escri dependencia económica; para saber si en medio de los bió: "Las desgracias mismas que en el orden financiero ha sobrevenido recursos de todo género que la Providencia le ha pro al país y que fueron corolario de fatal de derroches anteriores, no han digado, debe nuevo Tántalo sufrir los horrores de la mise tenido contra el pueblo un efecto tan funesto como el que se le ha he ria, ó depender en todo de la industria extranjera; d si cho concebir. Si es cierto que hoy recibe su salario en billetes despre puede bastar d sí mismo, siquiera para las mas urgentes ciados, sus principales consumos casi no han encarecido y, además del necesidades de la vida. Con la franqueza que deriva de aumento de los jornales, se han creado, a la sombra del papel mone - una convicción profunda hemos propuesto el fomento de la da, multitud de nuevas industrias o se han extendido otras dando todas industria nacional como el único medio de salvar poco á ocupación segura y remuneradora a un mayor número de brazos. Las fá poco la crisis comercial que atravesamos, de resolver el bricas azucareras, las de cigarros, de jabón, de tejidos, de aceite, de problema de su independencia económica, y con él todos cristales, etc. y los talleres de distintas clases que se han establecido los problemas de nuestra existencia política, y convertir o que se han ampliado con el gravamen del artefacto extranjero; todo uh presente hoy triste y Heno de angustias, en un por esto ha cambiado la posición precaria de nuestros obreros, dándoles la venir que ha de ser lleno de prosperidad, de vida, de bien bor permanente dentro de sus conocimientos profesionales. Del ejército no podemos decir otro tanto porque, en verdad, él como todos los pen estar material y moral en proporción que se desarrolle en sionistas, ha soportado el peso de la crisis". (7) todas sus esferas la industria nacional. Nuestra idea no se funda solo en los sanos principios de la ciencia económica Jorge Basadre sino en los hechos de la experiencia en todas las naciones de la tierra, incluso el mismo Perú, en que el atraso de su industria debido ¿una riqueza eventual y ficticia (y que (7) El asesinato de Manuel Pardo, Presidente del Senado 16 de No no es la riqueza que da la industria) ha creado una situa viembre de 1878, Lima, Imprenta del Estado, por J. Enrique del ción falsa y llena de angustias para el presente y de peli- Campo 1878, pp. 453-454. Recuérdese que precisamente J. Enrique del Campo fue uno de los grandes dirigentes del asociacionismo o brero. Murió en la batalla de Miraflores en Enero de 1881. _ 4 — groe para el porvenir. Sin embargo la opinión pública es tá tan distante de preocuparse de esta verdad que muchos, quizás los mas encuentren lleno de dificultades nuestro plan económico, levanten mil dudas y objeceiones sobre ía posibilidad de actuarlo, y aun lo declaren una utopia. Para probar la verdad de nuestro plan económico, pa E S T U D I OS ra disipar todas las dudas y objeciones que pudiera mo verle la inercia y la rutina hemos hecho este escrito, y no SOBEE solo creemos haber probado que es posible actuarlo, sino que es necesario; y que no solo es bueno sino el único que puede resolver el problema de la Independencia económi ca del Perú. Pero para que nuestro plan tenga buen éxi to estamos convencidos que necesita el concurso de la opi nión general tanto de las clases industriales, como de los poderes públicos, porque tenemos la convicción que si el CAPITULO L trabajo nacional ó* la industria no se organiza por la ex- pontánea iniciativa del pueblo, y si no es protejida por la INTBODÜGOION. poderosa acción de la ley; la industria nacional no tendrá vida. En una' carta que se ha hecho célebre entre nosotros el señor Por lo mismo pues que necesitamos tener de nuestra Pradier Foder'é ha expresado dos ideas importantes. Ha dicho que la «causa principal de la tristísima situación económica en parte la opinión general y convencida, la hemos explora « que hoy se halla el país, es la desproporción en que están la do mediante ese diario liberal que nos ha dado generosa « producción de lo que el Perú produce y de lo que consume ó mente sus columnas; y ahora ofrecemos álos hombres pen « recibe del comercio extranjero de importación. "Y que solo el sadores nuestro trabajo reunido, en un volumen, para que «trabajo podrá remediar los males de esta crisis económica y co- lo mediten en su conjunto y en las relaciones de los va « mercial, el trabaja que restableciendo este precioso equilibrio rios puntos que abraza, y acaben para tener la misma con « producirá este importante y final resultado, la Independencia vicción que ha movido nuestra pluma; siendo asi que las « económica del Perú tan hermosa y tan difícil como, su indepen- clases industriales quedaran persuadidas que no hay para « cia política.» el pais otra esperanza de vida y de un porvenir seguro y Pero estas dos ideas lejos de damos la solución del problema fecundo, que fomentar la industria, y las clases que cons económico encierran tantas incógnitas como varias cuestiones que deben seriamente estudiarse, porque de ellas principalmente tituyen el poder-social quedarán persuadidas que esta in depende la solución del problema mismo: problema que acaso dustria no puede tener vida si no es protejida con seriedad, encierra el secreto del porvenir de nuestra industria, de nuestra y con decisión por la ley y por los poderes públicos. riqueza, y de los efectos morales y materiales que son inherentes á la pobreza ó ala prosperidad material de un pueblo. Teórica LOS AUTOEES, mente hablando es una verdad que para que un pais sea próspe Dr. Juan Oqpello y D. Luis Petnconi. ro ó al menos no caiga en la pobreza debe haber equilibrio entre qué depende del modo de tratarlas y resolverlas, que el mismo lo que produce y lo que consumo, entre lo que exporta y loque problema económico se resuelva, que se descubra la incógnita que importa, entro lo que produciendo dá y gana, y lo que consu todos desean penetrar, y que se conozca el camino seguro que nos miendo recibe y gasta. Poro viniendo á la práctica es decir al he guie fácilmente á la Independencia económica del Perú. Sin embar cho real de nuestras exportaciones y de nuestras importaciones, go el ilustre publicista nada ha dicho,' nada ha indicado que to se pregunta uno: como será posible aumentar la cifra de nuestras que siquiera de lejos esos puntos diversos de un problema tan exportaciones, guano, salitre, vinos, aguardientes, cascarilla, complejo: y este silencio de un hombre tan competente por una azúcar, lanas, coca, bórax, cueros &? Y será posible alcanzar parte, y por la otra la dificultad misma del problema económico ese aumento, y mas que todo será posible que aumentando la que ka planteado, nos convida y siquiera justifica si intentamos producción detodas estas cosas lleguemos á nivelar la cifra enor estudiar estas cuestiones con la mira de discutirlas y de resolver me de nuestros consumos, ó de las importaciones del comercio las, con-el fin de llenar el vacío que por ventura ha dejado. El extranjero? O será posible que limitemos nuestros gastos es de plan económico que durante y mediante nuestros estudios pro cir dejemos de comprar muchas cosas que compramos del co pondremos y desarrollaremos no es de aquellos que se puedan ac mercio extranjero? O que no pudiendo abstenerse de ellas, las tuar por iniciativa de pocos; ó por la exclusiva del gobierno ó del produzcamos eon nuestras manos para no comprarlas al comer pueblo, sino de aquellos que exijen el concurso y el apoyo.de la cio extranjero de importación:? opinión general que cuando es convencida arrastra las decisiones Teóricamente hablando el trabajo es el manantial de la pro ducción y de la riqueza en todas sus formas ó minera, agrícola, dé los poderes públicos y la adhesión pecuniaria del pueblo. Es industrial, comercial. Pero lo que interesa saber para la prácti por éso que exponemos nuestras ideas al público por la prensa no ca es cuál es la mejor, la mas útil, la mas inteligente dirección para que se adopten, sino para que se estudien y se discutan: que debe darse al trabajo nacional. Deben acaso seguirse los mis pues no son tanto*ideas científicas de economía política, cuanto mos métodos, las mismas industrias que ya existen, ó deben in lecciones de la experiencia y hechos del sentido común práctico troducirse otras nuevas? Deben acaso aumentarse los productos al alcance de todos los hombres de Buen sentido y patriotas. Al que ya tenemos hasta llegar al deseado equilibrio, ó conseguir contrario opinamos que la buena fé y el patriotismo que anima productos nuevos? Deben aumentar nuestros productos para en nuestro escrito y que nos ha inspirado las ideas que emitimos so^ trar en competencia con los mercados extranjeros, ó deben servir bre el plan económico que conviene adoptar; suplirá la falta de solamente para alimentar nuestros consumos y emanciparse tic conocimientos científicos acaso necesarios para tanta empresa; una gran parte del comercio extranjero de importación? En una conocimientos científicos que desarrollarán durante la discusión palabra para nuestro propio mercado? De qué modo se puede im otras personas mas competentes. pulsar y organizar, y fomentar este trabajo nacional que perfec cione ó aumente las industrias existentes, ó introduzca industrias Esta publicación, mejor diremos esta discusión no puede ser mas nuevas? Cuáles serán estas industrias nuevas que mas conviene oportuna si se considera á la gravedad de la situación económica^ fomentar para procurar el deseado equilibrio, y la Independencia 'á que hemos llegado; pues suspendido el pago de la deuda exter económica del Perú? De qué modo puede guiarnos en esa tarea na, desaparecido el numerario,, reducidos los bancos á pagar en nueva, difícil, é importantísima la ciencia económica, y el ejemplo, papel, suspendido el comercio de importación porque no hay le de las naciones mas ricas 4 ilustradas del mundo? De qué modo tras ni retornos, con una alza tan natural como opresora de to puede ser útil la iniciativa del pueblo considerado en todas sus dos los objetos necesarios á la vida, la realidad del presente es clases? De qué modo puede ser útil ó necesaria la iniciativa de tan triste, y mas triste aun la perspectiva del porvenir, que no la ley y de los poderes públicos? Será necesario ó ñó que adopte hay quizas un hombre solo pensador y patriota que no se preo mos con franqueza el sistema proteccionista contra la teoría del cupe de los males que nos afligen y de los que nos amenazan, y libre cambio para poder organizar el trabajo nacional?. Todos es no liga: dónde iremos á parar? qué medidas se toman ó se pue tos puntos, todas estas er tiones prácticas-tienen realmente mu:; den tomar para salvarnos? importancia que las dos iuoas generales que hemos citado, por Ya en estos últimos años hemos liquidado muchas ilusiones sobre nuestra aparente prosperidad y sobre los pretendidos ele-

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