Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 ESTILOS DE VIDA Y ALIMENTACIÓN LIFESTYLES AND FOOD HABITS Inmaculada Ruiz Prieto Correspondencia: Inmaculada Ruiz Prieto, [email protected] Instituto de Ciencias de la Conducta, SCP C/Virgen del Monte 31, CP: 41011, Sevilla 1523 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 RESUMEN El estilo de vida se define como el conjunto de actos, de carácter particular, que comprende todos los ámbitos del comportamiento, entre ellos trabajo, ocio, alimentación e indumentaria. De modo que el conjunto de cambios culturales y sociológicos afectan tanto al estilo de vida como a los hábitos y preferencias alimentarias. Por lo que resulta difícil hallar datos sobre hábitos alimentarios y estilo de vida en una población determinada. El objetivo de este trabajo es obtener una visión general del estilo de vida y hábitos alimentarios de la población española en la actualidad, mediante la comparación de datos de distintos estudios. Palabras clave: estilo de vida, hábitos alimentarios, población española. ABSTRACT Lifestyle is defined as the set of particular acts that cover all aspects of the behavior including work, leisure, food and clothing, so cultural and sociological changes affect both the lifestyle and food habits and preferences. This is why it is difficult to find data on dietary habits and lifestyle in a given population. The objective of this work is to obtain an overview of current lifestyle and eating habits of the Spanish population through the comparison of data from different studies. Key words: lifestyle, food habits, Spanish population. 1524 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 INTRODUCCIÓN Actualmente, resulta de elevada importancia en lo referente a la salud pública la necesidad de modificación de hábitos alimentarios y estilo de vida. El estilo de vida se define como el conjunto de actos, de carácter particular, que comprende todos los ámbitos del comportamiento, entre ellos trabajo, ocio, alimentación e indumentaria (1). Dentro del estilo de vida, los hábitos alimentarios comprenden el modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas, de todo lo relacionado con la alimentación. De modo que el conjunto de cambios culturales y sociológicos afectan a los hábitos y preferencias alimentarias (2,3). Tradicionalmente la mujer ha sido la encargada de la alimentación en el hogar, tanto de la elección, compra y elaboración de los alimentos como de la educación nutricional de los miembros de la unidad familiar. Sin embargo, desde la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa la alimentación en el hogar ha perdido importancia, cada vez se dedica menos tiempo a la compra y elaboración de comidas, se ha producido un aumento en el consumo de alimentos procesados o precocinados (antiguamente inexistentes en la alimentación) y la mejora de la economía familiar ha generado un aumento en el consumo de productos de origen animal y azúcares refinados que antiguamente eran menos consumidos por ser más caros y de difícil acceso (4). Es decir, consecuentemente ha habido un abandono de la dieta mediterránea, basada en cereales integrales, frutos secos, legumbres, verduras y 1525 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 pescado, dando paso a una dieta de estilo anglosajón, compuesta por un mayor consumo de productos de origen animal, especialmente carnes (4-6). Los cambios en la elección y preferencia de alimentos son fundamentalmente significativos en niños y adolescentes, puesto que en este periodo vital se conforman los hábitos alimentarios (5,6). El objetivo del presente trabajo es obtener una visión general del estilo de vida y hábitos alimentarios de la población española en la actualidad. MÉTODO Búsqueda de datos a través de la base del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es), el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (www.marm.es) y Medline (www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed). Se calcularon los porcentajes en base a los datos obtenidos mediante la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 (ENSE) y el análisis de consumo alimentario español. Las figuras y tablas mostradas en este trabajo fueron creadas a partir de los datos calculados a través de la información publicada en las bases de datos anteriormente citadas. RESULTADOS Consumo de alimentos en España Analizando los cambios en la alimentación desde 1964 hasta 2006 se observa una progresiva disminución en el consumo de la mayoría de alimentos característicos de la dieta mediterránea, como cereales, legumbres, verduras, 1526 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 hortalizas, patatas, frutas de temporada, además de huevos, pescados y carnes frescos, aceites y grasas. Sin embargo ha habido un progresivo aumento del consumo de lácteos y derivados, carnes congeladas y derivados cárnicos, conservas de pescado, pasta y arroz, bebidas alcohólicas y no alcohólicas (entre ellas los distintos tipos de agua comercializadas), alimentos precocinados o procesados industrialmente, azúcares y edulcorantes (5-7). La base de la alimentación en los hogares españoles en 2006 la componían leches y derivados lácteos, bebidas no alcohólicas, frutas y verduras. El siguiente escalón en la alimentación de los hogares españoles estaba compuesto, principalmente por bebidas alcohólicas, seguidas de aceites y grasas, alimentos precocinados, huevos, salsas y condimentos, azúcares y dulces. Hubo un consumo similar de cereales, carnes y pescados, siendo mayor el consumo de carnes que de pescados. Por último, las legumbres fueron el grupo de alimentos menos consumido (6-8). No obstante, los hábitos alimentarios se mantienen en un continuo cambio. Así, el consumo de alimentos en los hogares españoles desde marzo de 2010 a febrero de 2011, mostró una disminución en el consumo de carnes y pescados frescos, resultando una disminución de en el consumo de carnes frescas (-4.2%), excepto pollo que se mantuvo estable, ovino y caprino (-11%), seguido de vacuno (-10.8%) y, finalmente, cerdo (-5.6%). En cuanto a los pescados, descendió el consumo de mariscos y crustáceos (-14.3%) y de pescados frescos (-7.7%), manteniéndose un menor consumo de pescados que de carnes (4,7,8). 1527 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 También disminuyó el consumo de huevos (-6.1%), legumbres, pan (- 10%), patatas (-8.4%), hortalizas (-5%), frutas de temporada, especialmente fresa y fresón (-17.1%), mandarinas (-4.8%), kiwis (-3.7%), peras (-3.6%) y limones (-3.5%). Finalmente, disminuyó el consumo de aceites (-2.2%), principalmente el de girasol y el consumo de azúcar (-6%) (7,8). Sin embargo aumentó el consumo de derivados lácteos (+4.4%), carnes congeladas (+47.2%), conservas de pescados y moluscos (+2%), pasta (+4.8%), arroz (+3.8%) y bebidas alcohólicas, especialmente vinos y espumosos y disminuyó el de bebidas alcohólicas de alta graduación. Además, hubo un mayor consumo de alimentos precocinados o procesados industrialmente, fundamentalmente de patatas congeladas (+12%), verduras y hortalizas transformadas (+5.6%) y platos preparados (+5.4%) (7,8). En cuanto a bebidas, se mantuvo un consumo elevado de las alcohólicas y el consumo de bebidas refrescantes y gaseosas disminuyó (-0.7%), así como el de aguas envasadas (-4.3%) (7,8). De la elección de alimentos en los hogares españoles se puede estimar la calidad nutricional de la dieta. No obstante, en 2006 se realizó un estudio que valoraba nutricionalmente la alimentación en España, concluyéndose que había un aporte de macronutrientes (hidratos de carbono, lípidos y proteínas) desequilibrado (7,8). Se consumía un exceso de lípidos, especialmente de grasas saturadas y colesterol consecuencia del elevado consumo de productos de origen animal y alimentos precocinados o procesados industrialmente. El consumo de grasas monoinsaturadas era elevado por el consumo de aceite de oliva (5,7,9,10). 1528 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 Del mismo modo, se observó un exceso proteico total, aunque la mayor parte de estas proteínas eran de alimentos de origen animal, habiendo una mala proporción de proteínas animales/vegetales (5,7,9,10). Por el contrario, el consumo de hidratos de carbono era inferior al recomendable, principalmente de hidratos de carbono complejos como consecuencia del bajo consumo de pan, legumbres, frutos secos, cereales integrales, pasta y arroz. Sin embargo se observó un exceso de hidratos de carbono sencillos provenientes de dulces y alimentos procesados o precocinados. El aporte de fibra se encontraba en el límite inferior de lo recomendado, pese al elevado consumo de alimentos con fibra añadida (5,7,9,10). Consumo de alimentos de niños y adolescentes españoles En los últimos años se ha prestado especial atención al estudio de los hábitos alimentarios de niños y adolescentes debido a que dichos hábitos se instauran en este periodo vital (4,5). Se ha observado que en el año 2008 la mayoría de niños y adolescentes hacían 4 comidas al día. Aunque la mayoría desayunaba antes de ir a la escuela o al trabajo (88%), existía un porcentaje elevado de niños-adolescentes que se mantenían en ayuno desde la cena del día anterior (12%) (4,11,12). Teniendo en cuenta, además, que la mayoría de niños-adolescentes no realizaba la ingesta de media mañana (55%), un 4.1% de niños-adolescentes españoles permanecía en ayuno total desde la cena hasta el almuerzo del día siguiente (11,12). 1529 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 Aunque la proporción de niños-adolescentes españoles que realizaban la merienda fue elevada, había un porcentaje elevado que no lo hacían (19%) (11,12). En cuanto al desayuno, 1.6% de los menores de 13 años lo realizaban en el colegio. 91% de niños-adolescentes tomaba un vaso de leche, de los que el 58% le añadía cacao en polvo. El 36% tomaba galletas, 35% cereales y 35% pan. Sólo el 33% hacía un desayuno adecuado, constituido por un alimento del grupo de lácteos, uno del grupo de cereales y una fruta (11,12). La velocidad de ingesta también fue estudiada y se observó que 44% de niños-adolescentes españoles dedicaba de 10 a 20 minutos al desayuno, mientras que 35% de ellos lo realizaba en menos de 10 minutos (12). La ingesta de media mañana estaba compuesta por bocadillo de embutido en el 29% de los casos, 27% escogía bollería industrial y 15% galletas (12). La merienda era realizada con mayor frecuencia por los menores de 12 años (85% la realiza), mientras que los adolescentes de 12-16 años la realizaban con menor frecuencia (70% la realizaba). Habitualmente, la merienda estaba constituida por un bocadillo (65%), bollería en el 20% de los casos, pan con chocolate 20% y yogur y fruta 20% (12). Otro cambio alimentario en la actualidad es el progresivo aumento de niños-adolescentes que almuerzan en el comedor escolar. En 2008 la mayoría realizaba la comida principal en el domicilio familiar (63.5%), cifra que ascendía los fines de semana (73%). No obstante, 21% de ellos comía en el comedor del centro de estudios o de trabajo habitualmente, especialmente los 1530 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 menores de 13 años (32.5% de ellos) y cerca del 9% realizaba la ingesta en el comedor de manera esporádica (12). Frecuencia de consumo de alimentos de niños y adolescentes españoles Los alimentos más consumidos eran los pertenecientes al grupo de cereales, seguidos de frutas y verduras, carnes, pescados y huevos. Los lácteos eran menos consumidos que otros alimentos de origen animal y las legumbres eran consumidas de forma minoritaria. Dichos datos se muestran en la figura 1 (10). Haciendo una observación más detallada del consumo de cereales se observaba que lo más consumido era el pan, aunque se observó una disminución de su consumo con el aumento de la edad. Al pan le seguían harinas y granos y, posteriormente, cereales y galletas. La pasta era el grupo menos consumido. Datos mostrados en la figura 2 (10). 1531 Inmaculada Ruiz Prieto. Trastornos de la Conducta Alimentaria 14 (2011) 1523-1549 Tal y como se muestra en la figura 3, resultó un mayor consumo de verduras que de frutas (10). A partir del consumo de los distintos alimentos se valoró nutricionalmente la calidad de la dieta de modo que aparecía un aporte calórico mayoritario por parte de los hidratos de carbono, aunque muy similar al aporte graso. El macronutriente que menos contribuía al valor calórico total de la dieta eran las proteínas. Dichos datos se muestran en la figura 4 (9,10). De los hidratos de carbono se observa un aporte mayoritario de hidratos de carbono complejos, pero elevado en azúcares simples (9,10). El perfil lipídico indicaba que había un exceso de grasas saturadas y monoinsaturadas. Las primeras a causa del exceso en la ingesta de productos de origen animal, precocinados, dulces y bollerías y las segundas debido al consumo de aceite de oliva (9,10). Finalmente, el consumo de grasas poliinsaturadas (omega 3 y 6) era escaso (9,10). 1532
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