G Y Ó R G Y L UKÁCS Escritos de Moscú. Estudios sobre política y literatura INTRODUCCIÓN | MIGUEL VEDDA TRADUCCIÓN | MARTÍN KOVAL Y MIGUEL VEDDA PIT©HDñLGORLA colección latencias / serie teoría y crítica Escritos de Moscú Estudios sobre política y literatura DIRECTOR DE LA COLECCIÓN | MIGUEL VEDDA DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN | JUAN MANUEL MILEO INTRODUCCIÓN | MIGUEL VEDDA TRADUCCIÓN | MARTÍN KOVAL Y MIGUEL VEDDA Lukács, Gyórgy Escritos de Moscú : estudios sobre política y literatura. - 1a. ed. - Buenos Aires : Gorla, 2011. 192 p. ; 21x14 cm. - (Latencias. Teoría y crítica / Miguel Vedda; 2) Traducido por: Miguel Vedda y Martín Koval ISBN 978-987-1444-14-4 1. Estudios Literarios. I. Vedda, Miguel, trad. II. Koval, Martín, trad. III. Título. CDD 801 Fecha de catalogación: 16/03/2011 La presente edición ha sido posible gracias a la colaboración del Prof. Dr. Frank Benseler -responsable de la edición alemana de las Lukács-Werke, codirector de la Internationale Georg-Lukács-Gesellschaft, y coeditor del Lukács-Jahrbuch- quien gestionó la autorización para traducir al castellano y editar en Argentina los textos lukácsianos. • • © Por la presente introducción EDITORIAL GORLA 2011 ©2011 EDITORIAL GORLA Nogoyá 2448 Dto. "1" | Buenos Aires (1417) | Argentina | Tel > (5411) 4 502 2564 www.editorialgorla.com.ar | [email protected] Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 Derechos reservados ISBN 978-987-1444-14-4 INTRODUCCIÓN Miguel Vedda1 Realismo y filosofía. Los debates del Lukács maduro contra la "sociología vulgar" En un post scriptum compuesto en 1957 para su ensayo "Mi ca mino hacia Marx" (1933), Lukács se refiere al ánimo entusiasta presente en él y en otros intelectuales marxistas a comienzos de la década de 1930: a la fe en el afianzamiento y la expansión del socialismo después de una década y media de procesos revoluciona rios en toda Europa, se sumaban acontecimientos importantes tanto en el campo de la reflexión teórica como en el de la literatura y el arte. A propósito de este último ámbito señala Lukács que "la diso lución del R.A.P.P.2 (1932), al que siempre me opuse, nos abría a mí y a muchos otros una amplia perspectiva, un apogeo de la literatura 0 1 Profesor titular de Literatura Alemana (FFyL, UBA) e investigador del Conicet. 2 Abreviatura de al Asociación Rusa de Escritores Proletarios. GYÓRGY LUKACS O 5 socialista, de la teoría y la crítica literarias marxistas, que no se en contrara obstaculizado por ninguna clase de burocratismo".3 A esto se agregaba, en el terreno filosófico, el hecho de que "precisamente en esos años conocimos las obras fundamentales del joven Marx, ante todo los Manuscritos económico-filosóficos, y la obra filosófica postu ma de Lenin", lo que, sumado a lo anterior, explica "aquel entusiasmo y aquellas grandes esperanzas de comienzos de los años treinta".4 Los años siguientes iban a demostrar hasta qué punto esas expectativas habían sido ilusorias, y que el stalinismo habría de significar una pro- fundización considerablemente mayor de las tendencias burocráticas precedentes: "Hubo que reconocer que la fuente de la contradicción entre las corrientes progresistas, que enriquecían la cultura marxista, y una represión dogmática, burocrático-tiránica de todo pensamiento independiente, debía buscarse en el régimen de Stalin, y por ende también en la propia persona de este".5 Los estudios que integran este volumen de Escritos de Moscú fueron compuestos en medio de esta tensión entre el inicial entusiasmo y el creciente escepticismo; un punto central en las diferentes contribuciones es la crítica de la sociología vulgar y, sobre todo, de la obstinación de esta en derivar directamente los fenómenos superestructurales de la base material, y en emplear la literatura y el arte con fines prácticos, propagandísti cos. No menos sustancial es el enfrentamiento que, en las diferentes contribuciones, Lukács plantea frente al deslumbramiento de muchos marxistas de aquellos años ante las "ilusiones del progreso". En con traposición con la fetichización ingenua de un progreso entendido, en el fondo, en términos burgueses, el filósofo húngaro muestra la dialéctica intrincada y contradictoria del desarrollo histórico, que no puede ser entendido como una unilineal via regia que desemboca en la emancipación humana. Igualmente cuestionada es la creencia en que la visión del mundo liberal, democrático-burguesa, representa un aporte ideológico inob jetable, con el que estaría ligado de manera inmediata el materialis mo dialéctico. A contrapelo de esta simplificación de la significación O 3 Lukács, Gyórgy, "Postscriptum zu: 'Mein Weg zu Marx'". En: - Revolutionáres Denken - Georg Lukács. Eine Einführung in Leben und Werk. Ed. de Frank Benseler. Darmstadt, etc.: Luchterhand, 1984, pp. 80-90; aquí, p. 80. Las traducciones son nuestras, excepto in dicación diversa. 5 Ibíd., p. 81. 6 O ESCRITOS DE MOSCU. ESTUDIOS SOBRE POÜTICA Y LITERATURA sociohistórica de las ideologías, Lukács recuerda el interés que Marx y Engels mostraron por anticapitalistas románticos tales como Carlyle o Sismondi, a pesar de todas las limitaciones que no podían dejar de advertir en ellos. Ya el joven Engels indicó los reales hallazgos que supuso la crítica de Carlyle al capitalismo, aunque esta estuviera acom pañada por una celebración de las supuestas virtudes del Medioevo; y a propósito de Sismondi señaló Marx que el autor de los Nuevos prin cipios de economía política, justamente por el hecho de representar a una pequeña burguesía tradicionalista y anticapitalista, estaba en condiciones de captar aspectos de la realidad social que tenían que pasar desapercibidos para un intelectual progresista. De aquí infiere Lukács una valoración del legado romántico más matizada de la que a menudo se le atribuye; en efecto, sin dejar de cuestionar la nostalgia por el mundo precapitalista presente en buena parte de los artistas y pensadores de dicha tradición, el autor de los Escritos de Moscú reco noce en el Romanticismo una aportación ineludible para el análisis y enjuiciamiento de la Modernidad capitalista. En este aspecto, como en otros, los escritos que aquí presentamos se vinculan con los ensa yos incluidos en el libro sobre Balzacy el realismo francés (1945);6 en él muestra Lukács que los grandes escritores decimonónicos, que no podían rebasar el horizonte burgués, pero que pretendían obtener una visión del mundo abarcadora y verdadera, tenían que encontrarse ante un dilema: no podían ser románticos en el sentido escolar del tér mino -ya que eso les habría impedido comprender el sentido en que avanzaba la historia-, pero tampoco podían dejar de sacar provecho de la crítica romántica del capitalismo y su cultura, a riesgo de conver tirse en apologistas incondicionales de la sociedad burguesa: Todos ellos debieron esforzarse para hacer del Romanticismo un factor superado de su visión del mundo. Y hay que agregar que esa síntesis no fue alcanzada por ninguno de los grandes escritores de ese período enteramente y sin contradicciones. Todos crearon sus grandes obras literarias a partir de las contradicciones de la situación social e intelectual, que ellos no podían resolver objeti vamente, pero que condujeron con valentía hasta el final.7 O 6 El volumen reúne artículos escritos entre 1934 y 1940. Luego Lukács compuso un prólogo para la reedición alemana de 1951. 7 Lukács, Gyórgy, "Balzac ais Kritiker Stendhals". En: - Balzac und der franzósische Realis- mus. Berlín: Aufbau, 1951, pp. 66-87; aquí, p. 69. GYÓRGY LUKACS O 7 Una actitud tal supone la determinación de examinar críticamente el Romanticismo reconociendo la multiplicidad de aspectos que lo inte gran, y evitando el método proudhoniano -cuestionado acerbamente por Marx en Miseria de la filosofía (1847)- consistente en separar los aspectos "malos" de los "buenos" y en afirmar que es posible descartar los primeros y conservar tan solo los segundos. Las reales aportaciones del Romanticismo están indisociablemente unidas a sus limitaciones de un modo objetivo, y es errado suponer que es posible disociarlas por un mero acto de voluntad. Lukács entiende que una identifica ción sin reservas con la perspectiva romántica, al implicar una postura de unilateral rechazo frente a la Modernidad, tiene que obstaculizar una comprensión de esta en toda su contradictoriedad; pero también juzga desacertado el empeño de ciertos escritores y pensadores en permanecer anacrónicamente apegados a perspectivas propias del pe ríodo heroico de la burguesía, y en mantener los ojos cerrados frente al hecho de que la realidad posterior a la Revolución Francesa ya no puede ser entendida apropiadamente aplicando los parámetros de la Ilustración. La afirmación de tales perspectivas impugna la recurrente definición de Lukács como un ilustrado o un neoclásico intempestivo;8 por lo demás, cabe recordar que, en algunos de sus más importantes estudios sobre la cultura clásica alemana, el teórico húngaro destacó que la superior capacidad de un Hegel para entender la compleja di námica histórica de la era capitalista se explica por la convicción del autor de la Fenomenología de que tanto los problemas que plantea la Modernidad como las soluciones a dichos problemas deberían ras trearse en el interior de la propia vida moderna, sin buscar un refu gio evasivo en un Medioevo románticamente idealizado (Schelling), o en una visión de la polis griega inspirada en las perspectivas utópicas del jacobinismo (Hólderlin).9 A medida que la sociedad burguesa se desarrolla, poniendo cada vez más en evidencia sus rasgos prosaicos, el empeño en mantener una identificación intransigente con las po siciones romántica e ilustrada asume rasgos cada vez más grotescos y O 8 Cf. p.ej. Feher, Ferenc, "Lukács in Weimar". En: Heller, Agnes (ed.)f Lukács Revalued. Ox ford: Basil Blackwell, 1983, pp. 75-106. 9 Al respecto, cf. ante todo "El Hiperíón de Hólderlin" (en Lukács, Gyórgy, Goethe y su épo ca. Barcelona, México: Grijalbo, 1968, pp. 213-238) y El joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista. Trad.: Manuel Sacristán. México: Grijalbo, 1963; especiaIm. pp. 35-49). 8 O ESCRITOS DE MOSCU. ESTUDIOS SOBRE POLÍTICA Y LITERATURA dogmáticos. Un ejemplo característico de esto lo ofrece el jacobino tardío Ludwig Borne, con su ahistórico apego a los principios jacobi nos y su encarecimiento del ideal de probidad moral, en una época que revela con creciente claridad la mercantilización de todas las re laciones sociales; semejante inaptitud para entender las condiciones de la Modernidad explica que Borne haya quedado en la historia de la literatura alemana como un fenómeno relativamente episódico, en contraposición con el cinismo de un Heinrich Heine, cuya conciencia acerca de las indisociables dualidades del universo burgués revela al discípulo de Hegel y al amigo y colaborador de Marx.10 Un contraste más matizado entre actitudes diversas frente al legado romántico es el que muestra, según Lukács, el cotejo entre las posicio nes estéticas de Balzac y Stendhal. Ambos divergen de la filiación sin reservas con la visión romántica del mundo y del arte que se advierte en un Victor Hugo -a excepción de algunas obras tardías, como Los miserables (1862) o 1793 (1874)-; pero mantienen ante la Ilustración y el Romanticismo puntos de vista diferentes. Stendhal "rechaza el Romanticismo de manera consciente, desde el vamos. En su ideolo gía es realmente un seguidor consciente y grande de la filosofía de la Ilustración"; en cambio, "es notorio el reconocimiento literario que Balzac, más allá de toda la crítica, ha tributado a todos los románticos importantes, partiendo de Chenier y Chateaubriand".11 La discrepan cia estética fundamental entre Balzac y Stendhal consiste, pues, para Lukács, en que el primero ha sabido recurrir a una concepción que se encontraba a la altura de la época, en tanto la visión del mundo de Stendhal, en lo esencial, es una continuación consecuente e interesante de la ideología de la Ilustración prerrevolucionaria. Así, la ideología conscien te, directamente expresada de Stendhal es mucho más clara y progresista que la de Balzac, que estaba intensamente influido tanto por un catolicismo romántico-místico como también por el socialismo feudal, y que intentaba en vano conciliar estas 10 De la significación histórica de la contraposición entre Borne y Heine nos ocupamos con más detalle en nuestra "Introducción" a Heine, Heinrich, Ludwig Borne. Un obituario. Se guido de Bórne, Ludwig, Selección de ensayos. Introducción, traducción y notas de Miguel Vedda. Buenos Aires: Gorla, 2009, pp. 5-58. 11 Lukács, Gyórgy, "Balzac ais Kritiker Stendhals", p. 69. GYÓRGY LUKACS O 9 tendencias con un monarquismo inspirado en modelos ingleses y una recepción poética de la dialéctica de la evolución espon tánea de Saint-Hilaire.12 De aquí se derivan dos aspectos importantes de la teoría lukácsia- na: en primer lugar, la persuasión de que el espacio para la acción y la reflexión subjetivas en un período determinado está marcado por las posibilidades latentes en el interior de ese contexto histórico en cuestión; toda tentativa para introducir desde afuera un factor que no está efectivamente presente en el ser social dado implica hacer violencia a la historia; un tipo de violencia que Lukács -tras las huellas de Marx- relaciona con la tradición idealista. Es cierto que en Sten dhal no se advierte un idealismo como el que revelan ciertas obras de -por ejemplo- Schiller o Hólderlin; pero hay en él algunos elementos de pesimismo histórico que lo conducen a idealizar la sociedad bur guesa temprana, y a proyectar sobre la realidad tendencias ya defini tivamente superadas. Esto nos lleva al segundo aspecto relacionado con nuestra última cita: el parámetro decisivo, a la hora de analizar la ideología de un escritor determinado, es la imagen del mundo que emerge de la obra misma, y no las opiniones conscientes y expresas del autor empírico. Esta tesis, formulada en el prólogo a Balzac y el realismo francés, y puesta a prueba en los diferentes ensayos de esa compilación, está también en el centro de los Escritos de Moscú; en ellos, Lukács discute contra aquellos críticos soviéticos que juzgan el carácter reaccionario o progresista de una obra a partir de las con vicciones políticas del autor: de acuerdo con este criterio, el liberal Stendhal tenía que ser colocado fatalmente por encima del conserva dor Balzac. Lukács muestra que, al margen de la grandeza estética de Stendhal (que, en algunos puntos significativos, sobrepasa a Balzac), el autor de la Comedia humana supera al de La cartuja de Parma, a la hora de configurar su propia época, en dos puntos importantes: por un lado, en la representación de los capitalistas, que en Stendhal ocupan un lugar muy accesorio; por otro, en la manera de entender la Restauración: en las narraciones stendhalianas, ella emerge como un período de degradación al que debería suceder un resurgimiento del heroísmo republicano; en Balzac, en cambio, los años que van del O 12 íbid., p. 80. 10 O ESCRITOS DE MOSCÚ. ESTUDIOS SOBRE POLÍTICA Y LITERATURA Congreso de Viena a las insurrecciones de 1848 muestran un punto de inflexión decisivo en la historia del capitalismo: Como no ve esto, o lo considera solo algo episódico, Stendhal no puede representar la Restauración en forma tan profunda y genui- na, no puede mostrarla avanzando de manera tan contradictoria como lo hace Balzac; por eso, en este, los monárquicos honestos, verdaderamente convencidos, son limitados Don Quijotes de pro vincia, mientras que, en Stendhal, aparece el bello personaje de Mathilde de La Mole, individualmente convincente, pero román tico en cuanto tipo. [...] las ilusiones de Stendhal, que "se relacio nan del modo más estrecho" con sus perspectivas progresistas, le ocultan importantes aspectos de la realidad. El odio hacia el capi talismo, en cambio, que en Balzac se "relaciona estrechamente", asimismo, con sus opiniones reaccionarias, le permite comprender precisamente esos fenómenos socialmente decisivos.13 Pero la tensión entre la obediencia a la legalidad propia de los mate riales y la subordinación de estos bajo la ideología consciente del autor se presenta también dentro de la propia obra de Balzac. En el interior de esta, en efecto, habría que contraponer las narraciones de carácter utópico y propagandístico, en las que predominan las intenciones de Balzac, con las obras más importantes de la Comedia humana, donde la exploración de lo real triunfa frente a las opiniones reaccionarias de Bal zac, y en las que este, en lugar de construir "parábolas para sus utopías [...] representa como irresolubles las contradicciones de la vida social".14 Estas reflexiones desarrolladas en los Escritos del Moscú se complemen tan con artículo sobre la novela Los campesinos (1844), en el que Lukács establece una distinción nítida entre dicha novela y dos narraciones de segundo orden temáticamente vinculadas ella: El médico rural (1833) y El cura rural (1839). En estas dos breves novelas, Balzac, en contra de su procedimiento literario habitual, no configura procesos sociales, sino que ofrece una descripción técnica detallada de sus proyectos utópicos para resolver la crisis del mundo campesino. A contrapelo de lo que sucede en estas obras menores, donde la experimentación libre con el tema cede frente a la exposición de un programa político, en Los cam pesinos el novelista francés no predica, sino que configura; el resultado 13 Infra, p. 98 14 Infra, p. 109. GYÓRGY LUKÁCS O 11 de esta entrega libre de prejuicios a su objeto es una obra que, en muchos puntos esenciales, contradice e incluso impugna las convic ciones de su autor. Al hablar de esta preeminencia de la obra frente a la ideología del sujeto, Lukács emplea la expresión triunfo del realismo, formulada por Engels en una carta a Margaret Harkness de comienzos de 1888, en la que precisamente se coloca el sobrio realismo del legitimista Balzac muy por encima del ideal del escritor de tendencia democrático- revolucionaria Émile Zola. Al cuestionar tanto a este como a sus adeptos soviéticos, Lukács está desarrollando, en el fondo, un punto recurrente de su reflexión estética: la impugnación de toda tentativa para subordinar la literatura a propósitos propagandísticos, sean estos de carácter religioso, moral o político. Fiel a la tesis kantiana según la cual en lo estético debe tener lugar una suspensión de las finalidades prácticas, pero también a la persuasión de Marx de que "el poeta desciende de su esfera tan pronto como la poesía se convierte, para él, en un medio",15 Lukács se ha opuesto de manera sistemática a la instrumentalización de la literatura y el arte; en particular en los debates con aquellos teóricos del campo soviético que encomendaban a la literatura la tarea de difundir las "verdades" ya descubiertas por el partido. De ahí las frecuentes críticas lukácsianas a la "literatura de ilustración", que reduce la tarea del escritor a la ejemplifi- cación de principios descubiertos y enunciados ya por la teoría. Siguiendo al viejo Engels, Lukács afirma, en un un escrito de finales de la década de 1930, Was ist das Neue in der Kunst? (¿Qué es lo nuevo en el arte?, 1939-1940), que la adopción de una teoría -aun cuando se trate del ma terialismo dialéctico- no puede significar, para el escritor, más que una "instrucción para el estudio", es decir, un medio para poder realizar honda, minuciosa y refinadamente ese estudio de la vida real, de la realidad de la sociedad y de la historia, en el original. Toda teoría científica que no sea emplea da de ese modo [...] se convierte en charlatanería. No es una he rramienta para la conquista de la realidad, sino, a la inversa, una muralla que se alza entre el observador y la realidad objetiva.16 O 15 Marx, Karl, D/e Verhandlungen des 6. rheinischen Landtags [Los debates de la 6a Dieta Renana]. En: Marx, Karl /Engels, Friedrich, Werke. Herausgegeben vom Institut für Marxismus-Leninismus beim ZK der SED. 43 vols. Berlín: Dietz-Verlag, 1956ss., vol. 1, pp. 28-148; aquí, pp. 70s. 16 Lukács, Gyórgy, Was ist das Neue in der Kunst?. En: Benseler, Frank und Jung, Werner (eds.), Lukács 2003. Jahrbuch der Internationalen Georg-Lukács-Gesellschaft. Bielefeld: Aisthesis, 2003, pp. 11-102; aquí, pp. 66-67. 12 O ESCRITOS DE MOSCU. ESTUDIOS SOBRE POLÍTICA Y LITERATURA