Description:A unas siete millas de Carson City, la capital de Nevada, en plena ruta de los mineros, había en 1870 un parador, establecimiento de bebidas, saloon y garito, todo al mismo tiempo, que tenía el nombre más sorprendente que se pudiera imaginar. Se llamaba Los Alegres Muertos. Quién le puso ese nombre no se supo nunca, pero el que lo hizo tenía razón. En aquel lugar había más de tres muertos cada veinticuatro horas, y, sin embargo, todo el mundo reía, se divertía, cantaba… Incluso, según se decía, hubo un tipo que, al recibir un balazo mortal, cayó al suelo para siempre con una sonrisa en los labios. Como por allí no se acercaban casi nunca el sheriff ni sus ayudantes, aquello venía a ser el lugar ideal para un asesinato o para una emboscada.