Description:La diligencia traqueteaba por el camino pedregoso haciendo que los pasajeros bailotearan en su interior. Pero todos debían estar acostumbrados, porque ninguno de ellos se quejaba. Eran seis: cuatro hombres y dos mujeres. Las dos mujeres debían ser bailarinas que tenían un contrato en Omaha, la capital de Nebraska. No lo habían dicho, pero eso se notaba. Sus gestos desenvueltos, su diálogo más bien atrevido, y, sobre todo, sus ropas que se les ajustaban al cuerpo como una segunda piel, eran bien elocuentes. Todos los hombres habían estado pendientes de aquellas dos bailarinas, de su modo de cruzar las piernas y de sus escotes, que a veces exhibían generosamente. Es decir, todos los hombres habían estado pendientes de eso, menos uno.